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XII Enigmas históricos » ¿Tuvo un hijo secreto Thomas Jefferson?

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¿Tuvo un hijo secreto Thomas Jefferson?

Empieza este capítulo con una pregunta y seguimos con otra. ¿Saben que Jefferson obtuvo un éxito total vacunando contra la viruela a doscientos esclavos, ochenta de los cuales eran de su propiedad, después de lo cual la población blanca aceptó la vacunación que protegería contra la enfermedad a muchos soldados durante la guerra de la Independencia? No pongan cara de extrañeza, que aún hay más. ¿Saben que Jefferson fue un inventor muy activo que patentó, entre otras excelencias, el sillón giratorio y la cama empotrable?

Son aficiones que apenas se conocen del tercer presidente de Estados Unidos, al igual que tener hijos secretos… Hace pocos años el ADN desveló que Thomas Jefferson (1743-1826), ardiente defensor de la separación de las razas, mantuvo una relación sentimental con una esclava negra, veintiocho años más joven que él, llamada Sally Hemings, con la cual tuvo al menos un hijo. Tal cual.

Esto, que ya se sospechaba abiertamente en su época, no afectó mucho a su popularidad y nuevamente salió elegido presidente. Su defensa principal consistió en repetir que su vida privada no guardaba relación con su actividad profesional, por lo que no debería repercutir sobre su reputación pública. Al final, no se llegó a alcanzar ninguna resolución al respecto, y durante mucho tiempo se siguió discutiendo sobre los detalles del caso.

En cualquier caso, tiene el dudoso honor de ser, aun a su pesar, el primer presidente americano acusado de escándalo sexual. Las sospechas se publicaron, por primera vez, en 1802, en un periódico de Richmond, al año de su presidencia (1801-1809). Se le atribuían relaciones sexuales ilícitas con su esclava negra. Los hechos habían comenzado en 1786, en París, donde Jefferson desempeñaba el cargo de embajador en Francia, tras el fallecimiento de su mujer, Martha Wales Skelton, que moriría tempranamente en 1782 durante el parto de su segunda hija.

Viudo, desconsolado y con dos niñas pequeñas que cuidar, Jefferson parece que encontró en Sally Hemings, joven esclava de catorce años de edad, un «oscuro objeto de deseo». Sally había sido enviada a la capital de Francia para que acompañase a la hija menor de Jefferson y fue allí donde surgió la chispa. No se sabe lo que pudo ocurrir, pero lo cierto es que Hemings acompañó a Jefferson en su vuelta a Estados Unidos, en 1789, y permaneció a su servicio el resto de su vida. Con los años, Sally llegó a tener hasta cinco hijos, comenzando con Tom, nacido en 1790 y finalizando con Eston, en 1808.

¿Quién era el padre de esas criaturas? Algunos señalaron con su dedo acusador a Jefferson, aportando «pruebas». En primer lugar, su parecido físico con alguno de los niños. En segundo término, porque Jefferson residía en su mansión de Monticelello en Virginia, donde también se encontraba la esclava Sally, en las épocas en que cada niño debió de ser concebido. Y, en tercer lugar, el testimonio del cuarto hijo, Madison, quien, en su edad adulta, afirmó que su madre había reconocido que Jefferson era el padre de todos sus hijos.

Muchos historiadores han mantenido dudas respecto a esta interpretación y han indicado que la paternidad podría haber correspondido a Samuel o a Peter Carr, hijos de una hermana del presidente.

Por si hacía falta, el ADN ha dejado al descubierto la última trama oculta de Jefferson. Fue padre, pero jamás lo reconoció. Y es que hubo muchas cosas que se negó a admitir… de cara al público.

Jefferson fue quizá el más culto de todos los presidentes del siglo XIX, y por eso es menos entendible que fuera un esclavista convencido, aun después de la independencia. Siempre ha sido una paradoja que el redactor del más importante documento sobre las libertades individuales y los derechos humanos se empecinara en mantener sometidos a sus esclavos. Junto con Abraham Lincoln y George Washington, Jefferson constituye, desde hace casi dos siglos, una referencia para todos los ciudadanos de su país. Su rostro está impreso en las monedas americanas, en los billetes de dos dólares y en las conocidas efigies rocosas del monte Rushmore. Su recuerdo siempre ha estado ligado a que, como secretario de Estado, fue uno de los primeros autores de la Declaración de Independencia.

Sabiendo lo que sabemos, ¿fue Jefferson un gran hipócrita en el manejo de sus argumentos respecto a la esclavitud? Hay una anécdota significativa sobre él que ahora adquiere otra dimensión. Dicen que un día paseaba con su nieto por la calle cuando un esclavo negro le saludó muy cortés, quitándose el sombrero a su paso. El presidente respondió al saludo con la misma cortesía y su nieto, que conocía las rancias ideas de su abuelo, le dijo: «¿Cómo te has humillado de esa manera si tan sólo era un negro?». A lo que el estadista contestó: «Muchacho, ¿permitirías que ese negro ganara en educación al presidente Jefferson?».

El ADN nos ha dado una respuesta contundente a esos comportamientos tan contradictorios entre lo que pensaba y lo que hacía. La investigación la ha realizado un equipo científico formado por genetistas de Virginia, Holanda y Reino Unido, así como por bioquímicos y bioestadísticos de Oxford. Este equipo multidisciplinar ha analizado el cromosoma Y (la información de este cromosoma se va heredando a lo largo de la línea masculina de la descendencia, lo que puede servir para seguir el rastro paterno) en algunos descendientes varones relacionados con Jefferson o con la esclava Sally. Una complicación adicional consistió en que Jefferson no dejó descendencia viva por vía masculina. Por ello, los investigadores tuvieron que analizar a los descendientes varones vivos de un abuelo paterno de Jefferson, comprobando que en ellos existe un raro haplotipo (grupo de marcadores genéticos en un cromosoma) característico de diecinueve marcadores polimórficos, que estaba ausente en otras mil doscientas personas de control analizadas. Este haplotipo, bautizado como el haplotipo Jefferson, tampoco se correspondió con los descendientes varones de los sobrinos del presidente (los hijos de su hermana), pero sí fue compatible con el de los descendientes varones de Eston Hemings, el hijo menor de Sally.

Los resultados definitivos de la investigación se publicaron en la revista Science en 1998. Conclusión: la probabilidad de que esa compatibilidad se diese por azar se evaluó en menos del 1%, por lo que, con casi total seguridad, se puede afirmar que, efectivamente, la paternidad de Eston le correspondió al presidente Jefferson, un hijo bastardo al que nunca reconoció ni le concedió la libertad.

Y él tan calladito…

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