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III

Informe sobre los motivos y propósitos de la Bene Gesserit

Lo que sigue es un extracto de la Summa preparada por sus propios agentes, a petición de Dama Jessica, inmediatamente después del Asunto Arrakis. La sinceridad de este informe le confiere un valor auténticamente excepcional.

Debido a que la Bene Gesserit operó durante siglos tras la máscara de una escuela semi-mística, llevando adelante al mismo tiempo su programa de selección genética entre los humanos, tendemos a atribuirle una importancia mayor de la que aparentemente merece. El análisis de su «juicio de los hechos» con respecto al Asunto Arrakis traiciona la profunda ignorancia de la escuela acerca de su propio papel.

Se podría argüir que la Bene Gesserit se hallaba en condiciones de examinar tan sólo los hechos a ella accesibles, y que nunca tuvo acceso directo a la persona del Profeta Muad’Dib. Pero la escuela había superado obstáculos mucho mayores, de modo que su error al respecto es mucho más grave.

El programa Bene Gesserit era el de seleccionar genéticamente a una persona etiquetada como el «Kwisatz Haderach», un término que significaba «aquél que puede estar en muchos lugares al mismo tiempo». En términos más sencillos, lo que intentaba era producir un ser humano cuyos poderes mentales le permitieran comprender y usar las dimensiones de orden superior.

Buscaban producir un super-Mentat, una computadora humana con algunas de las facultades de presciencia que tienen algunos de los navegantes de la Cofradía. Ahora, examinemos atentamente estos hechos:

Muad’Dib, nacido Paul Atreides, era el hijo del Duque Leto, un hombre cuya genealogía había sido cuidadosamente observada durante un millar de años. La madre del Profeta, Dama Jessica, era una hija natural del Barón Vladimir Harkonnen y llevaba consigo caracteres genéticos cuya suprema importancia para el programa de selección era conocida desde hacía casi dos mil años. Era una Bene Gesserit, criada y adiestrada como tal, y hubiera debido ser un instrumento voluntario del proyecto.

Dama Jessica había recibido la orden de engendrar una hija Atreides. El plan preveía que esta hija se uniera a Feyd-Rautha Harkonnen, sobrino del Barón Vladimir, con grandes posibilidades de que de esta unión resultara un Kwisatz Haderach. Sin embargo, por razones que ella misma confiesa no haber comprendido nunca claramente, la concubina Dama Jessica se opuso a las órdenes y engendró un hijo.

Esto hubiera debido alertar a la Bene Gesserit de que una imprevisible variante acababa de introducirse en su esquema. Pero hubo otros indicios mucho más importantes que virtualmente fueron ignorados:

Ya desde niño, Paul Atreides reveló sus habilidades de predecir el futuro. Tuvo visiones prescientes que se revelaron particularmente detalladas, penetrantes, y que desafiaban cualquier explicación cuatridimensional.

La Reverenda Madre Gaius Helen Mohiam, Censor Bene Gesserit que verificó la humanidad de Paul cuando éste tenía quince años, testimonió que el muchacho había superado en la prueba una agonía mayor que ningún otro ser humano había sufrido nunca. ¡Sin embargo, no hizo constar este hecho en su informe!

Cuando la Familia Atreides se trasladó a Arrakis, la población Fremen acogió al joven Paul como a un profeta, «la voz de otro mundo». La Bene Gesserit sabía perfectamente que un planeta sometido a los máximos rigores como Arrakis, con sus inmensos desiertos, la total ausencia de agua en la superficie, la acentuación de las más primitivas necesidades de supervivencia, termina inevitablemente produciendo un alto porcentaje de sensitivos. Sin embargo, tanto la reacción de los Fremen como el obvio elemento de la dieta arrakena rica en especia fueron ignorados por las observadoras Bene Gesserit.

Cuando los Harkonnen y los soldados fanáticos del Emperador Padishah ocuparon de nuevo Arrakis, matando al padre de Paul y a la mayor parte de las fuerzas Atreides, Paul y su madre desaparecieron. Pero casi inmediatamente surgieron informes acerca de la aparición de un nuevo líder religioso entre los Fremen, un hombre llamado Muad’Dib, que de nuevo fue saludado como «la voz de otro mundo». Los informes precisaban claramente que iba acompañado por una nueva Reverenda Madre y Sayyadina del Rito la cual «era la mujer que le había engendrado». Los datos de que disponía la Bene Gesserit indicaban claramente que las leyendas Fremen señalaban al nuevo Profeta con estas palabras: «Nacerá del vientre de una bruja Bene Gesserit». (Se podría objetar que la Bene Gesserit envió a su Missionaria Protectiva sobre Arrakis muchos siglos antes para implantar la leyenda destinada eventualmente a ayudar a los miembros de la escuela, atrapados en aquel lugar y necesitados de un refugio, y que aquella leyenda de «la voz de otro mundo» fue simplemente ignorada debido a que era el procedimiento usual de los trucos Bene Gesserit. Pero esto resultaría válido tan sólo si la Bene Gesserit hubiera procedido correctamente ignorando todos los demás indicios acerca de Paul-Muad’Dib).

Cuando el Asunto Arrakis estalló, la Cofradía Espacial intentó llegar a un acuerdo con la Bene Gesserit. La Cofradía dejó entrever que sus navegantes, que usaban la especia de Arrakis para conseguir su limitada presciencia necesaria para dirigir las astronaves en vuelo, estaban «preocupados por el futuro» y que «veían problemas en el horizonte». Esto significaba tan sólo que habían visto un nexo, una coyuntura con múltiples y delicadas decisiones más allá de la cual el sendero del tiempo permanecía oculto a su ojo presciente. ¡Esto era una clara indicación de la presencia de una entidad indeterminada capaz de interferir en las dimensiones de orden superior! (Algunas Bene Gesserit sabían desde hacía tiempo que la Cofradía no podía interferir directamente con la fuente de la vital especia debido a que sus navegantes, a su propia inepta manera, debían afrontar dimensiones de orden superior, hasta tal punto que admitían que cualquier paso en falso en relación con Arrakis podía conducir a resultados catastróficos. Era un hecho bien sabido que los navegantes de la Cofradía no veían el menor medio de conseguir el control de la especia sin producir tal nexo. La conclusión obvia era que alguien con poderes de un orden mayor estaba asumiendo el control de la fuente de la especia. ¡Y pese a todo la Bene Gesserit no se dio por enterada de ello!).

¡Ante estos hechos, es inevitable pensar que la misma ineficacia de la Bene Gesserit en este asunto no fue más que el producto de un plan mucho más vasto que se hallaba completamente fuera de su alcance e incluso de su conocimiento!

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