Don Juan

Don Juan


XIV UN PUEBLO

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XIV

UN PUEBLO

El doctor Quijano ha tenido que ir a un pueblo cercano a la capital.

—¿Quiere usted acompañarme? —le ha dicho el doctor a don Juan.

Los dos han emprendido el viaje. El pueblo es uno de los más importantes de la provincia. En 1580, según las

Relaciones topográficas, mandadas hacer por Felipe II, contaba el pueblo con 700 vecinos. "De cincuenta años a esta parte —dicen las

Relaciones— era de mucha mayor vecindad." "En este pueblo —añaden— hay poca labranza, por razón del término ser angosto, porque si no es por la parte de la dehesa, por las demás no tiene media legua de término." El pueblo vive "de granjerías del campo, principalmente del vino". Hay en el pueblo una iglesia. Cuenta la iglesia con cuatro beneficios, un curato, tres beneficios simples, seis prestameras, un cabildo con veinte clérigos. Existen también en e1 pueblo tres capellanías; un monasterio de monjas con cuarenta religiosas y cuatro capellanías, y un convento de frailes con veinte religiosos.

Según el

Nomenclátor de 1888, el pueblo tiene 1.299 habitantes. En la

Información sobre la crisis agrícola, abierta por el Estado en 1887, se declara que el alimento, por habitante, es el siguiente: carne, un gramo diario; pan, 100 gramos; aceite, 10 gramos; vino, 15 centilitros. Y añaden los informadores: "iodo esto, teniendo en cuenta que la clase proletaria, que constituye las tres cuartas partes de la población, no se alimenta con nada de lo que se consigna en esta respuesta". La clase proletaria se alimenta de patatas, judías, chiles y acelgas; todo ello "sin pan". El suelo es pobre. Con los cereales que se producen "apenas hay para atender al consumo de la localidad". Van desapareciendo los viñedos, a causa "del empobrecimiento del agricultor, que no tiene para renovar las vides, que se mueren de viejas, y no puede poner de nuevo". En cuanto a los cereales, en las tierras de primera alterna el barbecho y la siembra; las de segunda y tercera, "hay que dejarlas descansar dos años por cada uno de siembra". Los jornaleros ganan 1 peseta 25 céntimos diarios; trabajan ciento ochenta días al año.

El viaje lo han hecho el doctor y don Juan lentamente, a caballo. Había que ir por las fragosidades de la montaña; la vereda que han seguido subía y bajaba por los alcores y se retorcía entre las quiebras. A las dos horas han divisado el pueblo allá en lo hondo. Junio al montón de casas aparecía una lámina casi redonda, de un intenso color negro: era una laguna. Cuando, más tarde, se han aproximado 'a ella, han visto que las aguas, sobre fondo de dura piedra, tenían una transparencia maravillosa.

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