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Mi cerebro se apaga y mis manos tiemblan, mi corazón se acelera y un aire caliente escapa de mis pulmones. Cierro los ojos y me dejo llevar por su perfume que impera en el cuarto, cuento los segundos que tarda en llegar a mi lado y solo preciso abrazarla, sentirla a estos deseados milímetros que al fin la hacen tangible a mis sentidos y retumba en mi mente una sola pregunta de la cual tengo sobradas respuesta y es

 -¿Porque eres tan perfecta, Lía ?

Aún me parece increíble cómo me encontraste, como en la quinta esquina de mi calle, en la última puerta que quedaba, llegaste y te abriste camino hasta donde no he dejado llegar a nadie, como te apoderaste de mis miedos y los hiciste efímeros. Por instantes la realidad y los sentidos le vendan los ojos a mi locura por ti, que se niega a dejarme avanzar un poco más hasta tu ser, una duda ante tu tierna mirada cobija mis miedos pero un flash de tus labios mordidos la hunden hasta el fondo sacando a flote ese instinto, que no es animal, ni racional, solo algo inyectado de lujuria y deseo, alimentado con madrugadas ardientes, poses de ensueño y provocaciones extremas, mezcla perfecta para hacerte demasiado propensa a un subconsciente algo pervertido en el que te he hecho el amor(sí es que el amor se hace) incontables veces hasta hacerte gritar posesa de placer mi nombre un Isabel con varios gemidos y silencio que sirven como éxtasis final a cada sesión de autoplacer que en tu nombre hago. Pero, ya basta de estar en mi mente, ahora es real tu presencia y no llevo el impulso de una foto o tus gemidos como estimulantes, si no el roce de tus uñas en mi cuello y espalda. Te sabes de sobra deseada por lo que retrocedes un poco, esperando una reacción inteligente o desesperada de este ser agonizante de pasión que se prepara para devorarte hasta el último orgasmo que quieras darme en esta interminable noche, ligera dosis para estas ganas que acumulamos por meses. Tus labios fluyen entre los míos, nuestras lenguas chocan entre ellas y estos besos desesperados se van acompañando de caricias en brazos y rostros, hasta descifrar la contraseña para que tu ropa se vaya poco a poco hasta una silla o el suelo y ello serán un millar de besos que irán haciendote ayudarme a quedar en ropa interior demasiado sensual para esta ocasión. Admiro tus curvas mientras muerdo mis labios algo rojos por tus mordidas anteriores, moldeo con mis manos tu cuerpo que ondulas en señal de habilidad innata de movimientos variados e irrepetibles. Pero realmente no puedes estar indefensa en esta historia, por lo que con calma premeditada y en tono casi de tortura te tomas tu tiempo para desvestirme, arte de desnudarme lento entre trueques y negocios de besos y mordidas en mi piel, estimulantes psicológicos que me van mojando toda. Poco a poco y sin saberlo llegamos a la cama que ya se me había perdido de tantas idas y vueltas que he dado en mi cabeza. Mis labios y mi lengua disfrutan tu piel, saboreando primeramente tu cuello, que entre risas y movimientos dejas que lo recorra por completo, mientras con mis manos dejo en libertad tus senos , hasta que en un descenso premeditado llego a sus inicios, en los que deseo perderme por todo un rato, disfrutando su textura que transitará entre mis manos y mi boca, dúo ocasional que buscan mojarte por completo, hacer que tus pezones erectos choquen con mi lengua y dientes hasta sentirte temblar, señal que tomaré para continuar recorriéndote toda, descubriendo tus lunares y sobornarlos con besos. Grabo con mi respiración caliente, tu abdomen en mi cerebro y ya estoy a punto de llegar a mi objetivo que serán tus piernas abiertas y mi lengua en lo más profundo de ti. Pero no, aún debo tener calma y controlar mis impulsos, no puede ser tan rápido, quiero que disfrutes al máximo, por lo que con una mirada con trasfondo de lujuria me pierdo más abajo de tus caderas, retirando tu ropa interior primeramente con mis dientes y luego con mis manos, mientras voy besando el interior de tus muslos, sintiendo el calor que de tu sexo escapa invitándome a ir hasta allí y al fin hacerlo mío. Des

de mi estrategico punto de vista te admiro por completa, te enseño en tono de provocación mi lengua y me pierdo de tus ojos pues me hundo entre tus piernas, primeramente rozando con mi lengua tus labios y no precisamente los de tu boca, sintiendo la textura de tu piel y el calor que de ti se escapa, pero no puedo con la sensación de al fin probarte, de tener en mi boca todo eso que me moja y me invita a querer más, por lo que entre círculos con mi lengua te siento temblar y ya sé de antemano que encontré mi objetivo, el cual besaré y rozaré con mi lengua incontables veces. De arriba abajo te iré disfrutando toda desde la entrada de tu vagina hasta tu clítoris probándote completa, agarras mi cabeza y me pegas más a ti y me encanta saberte partícipe de este placer oral. Aumento las estocadas de mi lengua y tú primer orgasmo ya viene en camino y es acompañado de un gemido y una sonrisa, de una deliciosa cantidad de tu "babita" y tú mano temblorosa juntando más  mi cabeza a ti y al fin obtengo esa recompensa que me hace sentirme más tuya que es este rotundo orgasmo que dejas en mis labios. Pero aún quiero más, por lo que subo tu pierna derecha, a mi hombro dejándote toda expuesta a mis deseos. Uno de mis dedos se autoinvita a tocarte, a bailar al compás de mi lengua mientras se hunde dentro de ti una y otra vez al ritmo de tu respiración, de las contracciones de tu vagina que me avisa de tu siguiente orgasmo, el cual saboreó en mi mano toda empapada por ti. Respiró un segundo y me pides seguir y sonrío al pensar que esto solo acaba de empezar y te beso para que sientas en mi boca tu sabor, ese sabor delicioso que tengo clavado en mi mente. Me dejo caer a tu lado y te invito a subirte encima de mi, a dejar libres tus movimientos e ideas, que hagas converger en perfecta humedad nuestros sexos que gritan por más. Estoy más que mojada y lo sabes y antes de comenzar a moverte en busca de nuestro mutuo orgasmo me hablas al oído haciendome temblar, tu cuerpo ondula sobre el mío con mis manos en tus caderas y de vez en vez agarrando tus nalgas te pego más a mí, es increíble está sensación de sentir como te mueves entre mis piernas, como nuestro orgasmo llega poco a poco con cada ir y venir de tus caderas. Se me apaga el mundo por instantes, nuestros gemidos rebotan en nuestros oídos, una cascada de fluidos corre por mi entrepierna y mi primer orgasmo solo me hace desear más, de ti y de mí. Un poco temblorosa aún por la intensidad de este clímax, agarro tu cadera y espalda haciendote quedar frente a mi sobre la cama, te beso con locura y acaricio tus pezones. Me pregunta mi subconsciente cual será la medida del placer de hacerte disfrutar, por lo me acomodo nuevamente entre tus piernas, tu muslo derecho queda agarrado con mi brazo izquierdo a nivel de mis senos, nuestros clítoris convergen en magnífica sensación que me estremece completa, tan fácil será derrumbarme ante ti, ante el erotismo de tu cuerpo y tu mirada, ante el calor de tu cuerpo y la suavidad de tu boca, dos minutos más y gritos entrecortados y respiraciones desesperadas vuelven a flotar en el aire y sin perder un instante, te regalo mis tatuajes al ponerme de espalda, entrecruzando nuestras piernas, me inclino hacia adelante dejando que mis manos se agarren de la cama y no me detengo de moverme, tan mojadas estamos que es muy fácil moverme de arriba a abajo, en círculos o quien sabe cómo, no es momento de buscar lógica, nuestro sexos palpitan y llega otro orgasmo tuyo cuando ya voy en busca del mío, te dejo disfrutar un segundo y continuó con mis empujes hasta volver a terminar juntas. Es tan increíble ese efecto narcótico que tienen tus palabras y tu risa casi orgásmica en mí, es solo escucharla y terminar con un temblor y un grito de tu nombre combinado con un te amo que ahogó en mi garganta hasta convertirlo en un quejido.

Por instantes me dejo llevar por este idílico y placentero momento que es llegar a la plenitud por intervalos, pues está noche solo acaba de comenzar, el inicio de este bucle infinito de tu cuerpo junto al mío, de tus manos entrelazadas a las mías sientras nos miramos a los ojos con un Te amo entre los labios hasta que el amanecer nos encuentre o quién sabe la Luna.