Cuba

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La Vacuna Cubana

El “Día Internacional de la Infancia” o “#Cuba, ¡Qué linda es Cuba”. #CubaViveEnSuInfancia 

Por: Marcos Torres. 

En 1956 la ONU tuvo a bien instaurar la fecha de hoy como “Día Internacional de la Infancia” (aunque es necesario aclarar existen países que lo celebran el día 20 de noviembre) consagrando la comprensión y fraternidad entre los niños del mundo debiendo promoverse, en cada país, actividades que involucren de manera directa a los más pequeños. 

Esto, en la práctica cotidiana mundial, no pasa de ser una muy buena intención, ya que los niños y sus derechos han sido históricamente vilipendiados por los poderosos a través de la pobreza, la guerra, la prostitución, la pornografía, el tráfico de drogas y de órganos, etc. 

Sólo por mencionar algunos datos, más de 600 millones de niños viven en condiciones de pobreza en todo el mundo; 27 mil mueren cada día por enfermedades prevenibles; más de 250 millones trabajan más de ocho horas; 130 millones no reciben educación básica; más de seis millones son mutilados de guerra o han muerto en conflictos bélicos; el 10% de todos los combatientes a nivel global son niños y combaten en el 75 % de los enfrentamientos mundiales; diariamente 8 500 se contagian de VIH, entre otros datos no menos tétricos y desalentadores. 

El objetivo de la celebración de este día es recordar a la ciudadanía que los niños son vulnerables y que tienen derechos que son pisoteados día a día en todo el mundo. Estos derechos se pueden resumir en cuatro principales: la no discriminación, el interés superior del niño, el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y la participación. 

Sin ánimo de comparar mi isla con ningún otro Estado (¿algo en broma y mucho en serio?), sería bueno que ciertos Estados del hemisferio norte revisaran sus políticas de atención a la infancia en correspondencia con el espíritu de la “Convención de los Derechos del Niño” (de la que, por cierto, son firmantes) y tomen ejemplo de un país bloqueado, asediado y pretendidamente aislado como lo es Cuba. 

La labor de mi país en torno al tema no podría ser más efectiva y humana, reconocida por la UNICEF y por otros organismos internacionales como la OMS, incluso en tiempos de pandemia como la nación que primero vacunó contra la COVID-19 a su población pediátrica de dos a 18 años, que cuenta con programas serios y auditables con relación a la educación, la salud, la recreación de la infancia en Cuba, que sus derechos son respetados y son prioridad.

Un ejemplo claro lo representó, ni más ni menos, que el “Código de las Familias”, ampliamente discutido por la población cubana y que próximamente será sometido a referéndum. Allí quedan claros los derechos que se mencionaban anteriormente y otros más profundos en correspondencia con el espíritu humanista de la Revolución cubana. 

Sírvase Mr. Biden de pensar en ello, a ver si se le remueve la conciencia, aunque sería pedir demasiado a un señor desvencijado política y fisiológicamente.

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