Control
Capítulo 16
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Capítulo 16
JONATHAN
Nada se movía. El Jag quedó atrapado entre un autobús y un SUV plateado. Debería haber traído la moto. Podría haber ido entre los carriles y estar allí ya. A pesar de que sabía que ella no iba a ninguna parte, yo quería ver a Monica de inmediato. Tenía que. En primer lugar, estaba enojada conmigo, y ese hecho creaba un agujero en mí. Cuanto más pensaba en ello, más quería apresurarme a ella. En segundo lugar, el equipo de vigilancia en la calle acaba de marcar el dial en mi preocupación. Ese equipo no era una broma. Alguien la estaba vigilando. No sabía por qué, o quién, pero podía comprar esas respuestas con dinero y tiempo. Uno, yo tenía por montón. El otro, tendría que fabricarlo.
—Margie —dije cuando mi hermana mayor cogió el teléfono. Ella era quince años mayor que yo y había sido más una tía para mí. Su bufete de abogados tenía una enorme división de litigios penales y facturaba miles de horas manteniendo las celebridades fuera de la cárcel.
—Jonny, ya nunca llamas.
—Porque no tengo ningún problema.
—¿Excepto esta noche? ¿Tienes un problema?
—¿Estás sentada? —Western Avenue abrió justo cuando gire hacia Santa Monica Boulevard. Lástima que todo el dinero del mundo no me comprara un puto coche volador.
—Claro, estoy sentada.
—Hay una mujer.
—Sólo me diste una migraña. Esa pobre chica. ¿Qué hiciste con ella?
Me avergoncé cuando ella litigo mi divorcio y tuve que decirle que era por sexo; qué tipo de relaciones sexuales y cómo me habían rechazado. Necesitaba detalles y los recibió sólo después de que yo había bebido media botella de whisky.
—No es eso —le dije—. Ella y yo, estamos bien. Es otra cosa.
—Donde uno encuentra una mujer que le guste…
—Basta. —Sabía todas las bromas ya—. No estoy de humor, Margie. Encontré una cámara fuera de su lugar. Vigilancia temporal dentro de un coche. Necesito su casa barrida por más. Creo que podrías conocer a alguien que pueda hacerlo.
—¿Tienes acceso?
—No, y la ironía de ironías, acabo de cambiar las cerraduras.
—No estás haciendo esa cosa del control de nuevo ¿verdad, Jonny?
—Solo rodea a la gente y te consigo el acceso. ¿Bueno?
—A ella puede gustarle cuando eres mandón…
Colgué. Que mi hermana conociera que yo tenía una vena pervertida no era fácil. Otra cosa que podría agradecerle a Jessica.
Conseguí a Hank por teléfono en el siguiente semáforo rojo.
—Jaydee.
—¿Has quemado esos dibujos?
—Aún no.
—¿Puedes empaquetarlos y entregarlos en mi oficina en Wilshire mañana por la mañana? —pregunté.
—¿Quieres que embale el archivo estándar?
—No. Guárdalos en un sobre. No más. Yo te haré saber cómo proceder. —Colgué.
Estaba seguro de que era Kevin. Él había estado en el funeral y podría haber plantado las cámaras entonces. El vídeo de Monica entrando y saliendo de la casa sería perfecto para una instalación, sobre todo con su música a través de ella. Otro homenaje a una ruptura. Él la conocía lo suficiente para saber que una vez que le entregara el material de archivo en el trabajo realizado, ella seguiría y dejaría que sucediera por el bien del arte y de su carrera. O él había olvidado mencionar eso hasta que el show estuviera instalado. Sería aún menos probable que ella se quejara desde que su nombre estaría en la cosa ya. Una puñalada humillante en la espalda. Si había cámaras dentro de la casa, tendría que matarlo.
Sentía como si cada célula de mi cuerpo necesitara estar cerca de Monica. Para protegerla de todo el que la mirara y para calmar su ira hacia mí. Yo sólo tenía que enfrentarme al tráfico y la ridícula sincronización de los semáforos en Santa Monica Boulevard.