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Clay permaneció en el centro de la Carretera 160, a lo que habría sido la sombra de la valla publicitaria en un día soleado, y siguió los faros traseros de la furgoneta hasta que se perdieron de vista. No podía desterrar de su mente la idea de que jamás volvería a ver a Tom y Jordan (

rosas marchitas, le susurró su cerebro), pero se negó a permitir que aquel pensamiento cobrara forma de premonición. A fin de cuentas, se habían encontrado en dos ocasiones, y ¿acaso no se decía que a la tercera va la vencida?

Un telefónico que pasaba por allí chocó contra él. Era un hombre con un lado del rostro cubierto de sangre coagulada, el primer refugiado herido de la Expo de los Condados del Norte al que veía. De hecho, vería a muchos más si no los adelantaba, de modo que echó a andar por la Carretera 160, de nuevo rumbo al sur. No tenía motivo alguno para creer que su hijo se había dirigido hacia el sur, pero pensaba que algún vestigio de la mente de Johnny, de su antigua mente, le revelaba que su hogar se hallaba en aquella dirección. Y en cualquier caso, aquélla era la dirección que Clay conocía.

A unos ochocientos metros al sur de la vía de acceso se topó con otra de aquellas criaturas, en esta ocasión una mujer que cruzaba una y otra vez la carretera a paso rápido, como un capitán en el puente de su buque. Se volvió para mirar a Clay con una expresión tan penetrante que éste alzó las manos, listo para defenderse si la mujer lo atacaba.

Pero no fue así.

—¿Qui cae pa? —preguntó.

Y en su mente, Clay oyó con toda claridad las palabras:

¿Quién se ha caído, papá? ¿Quién se ha caído?

—No lo sé —respondió Clay al pasar junto a ella—. No lo he visto.

—¿Dónde a? —inquirió la mujer, caminando con más frenesí aún.

Clay oyó mentalmente: ¿

Dónde estoy ahora? Esta vez no intentó responder, pero recordó la pregunta del Duendecillo Moreno: «¿Quién eres? ¿Quién soy yo?».

Clay caminó más rápido, pero no lo suficiente. La mujer lo llamó, gritándole: «¿Quién es Dillo Meno?».

Y en su mente, oyó esta pregunta en eco con escalofriante claridad. ¿

Quién es el Duendecillo Moreno?

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