Carmina Burana
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<El invierno en el corazón>
La primavera despierta el amor, pero si el amor del poeta no es correspondido, para él es como si fuese invierno. Estrofas rítmicas con versos a menudo goliárdicos.
1
La tierra ya abre su seno con la suavidad primaveral,
que el funesto hielo había cerrado con la crudeza invernal.
En primavera llega el Favonio con dulce susurro
y ya no nos conmueve el Bóreas[415] soplando rudo.
¿Tan grato cambio de la naturaleza quién puede silenciar?
2
Ahora, pues, cantan los pájaros, ahora los jóvenes entonan sus cánticos,
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más duro que el hierro es a quien no ablanda Venus,
más frío que la roca es quien no está de fuego lleno.
Las nubes del alma disipemos, mientras el cielo está sereno.
3
¡Mira cómo rejuvenece todo con fruto renovado,
gracias al suave clima que el frío nocivo ha expulsado!
La tierra preñada pare con gran esplendor
flores olorosas y también de todo color.
¡Con tal visión cambiaría de costumbres hasta Catón[416]!
4
El bosque se viste de follaje, ya canta filomena[417],
de varios colores resultan hermosas las praderas.
¡Dulce es pasear por las zonas boscosas,
dulce es cortar aquí un lirio, allá una rosa,
pero lo más dulce es retozar con una joven hermosa!
5
Con tal mente repasando los placeres,
siento que mi corazón se llena de desazón:
si la que quiero se enfría y por mí no quiere arder,
¿tanto canto de pájaros de qué me puede valer
y para qué la primavera? Para mí será invierno por doquier.