Carmina Burana

Carmina Burana


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<La joven engañada>

El tema de la moza engañada contado con muchos ingredientes de la pastorela, una de cuyas variantes puede considerarse. La narración está en boca de la muchacha, pero el tono y, sobre todo, el estilo del alemán empleado (cfr. Vollmann ad loc.) indican que es obra de varón. Nótese el simbolismo de la estrofa seis y siguientes: la lira, el arpa, la fortaleza, la lanza, etc., así como la mezcla de latín y alemán. Estrofas rítmicas con estribillo.

1

Eu era unha rapaza garrida

en la flor de mi virginidad,

daquela cantaban as miñas gabanzas por toda a campía,

pues agradaba a todos por igual.

Estr. ¡Ai, ai de min[488]!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

2

Eu quixen a pradería andar

y un ramo de flores cortar,

entón alí un mal home sen par

me quería deflorar.

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

3

El colleume pola miña branca man,

pero no de manera indecorosa

e levoume pradería adiante por me namorar

mas con intención alevosa.

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

4

El colleume pola miña branca roupa

de modo muy conveniente;

E levoume da man á forza

muy violentamente.

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

5

El dixo: «miña dona, déixate de lerias,

el bosque queda aún remoto».

Este camiño maldito sexa!

Y yo lloré este tiempo todo.

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

6

Había un tileiro de fermosa ramallada

no lejos de aquella travesía;

alí deixei a miña harpa,

mi pandereta y mi lira.

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

7

Cando chegamos ó tileiro,

dijo él: «sentémonos»,

o desexo dominaba ó home por enteiro—,

«a divertirnos juguemos».

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

8

El pandicou o meu branco corpo sen se deter,

no sin cierto temor.

El dixo: «farei de ti unha muller,

dulce eres y tu boca es un dulzor».

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

9

El levantou a miña camiseta,

quedando mis carnes descubiertas,

e penetrou na miña cidadela

con la lanza en ristre puesta.

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

10

El apañou o arco e mais as frechas

y cazó una buena pieza.

Este home enganoume daquela maneira,

para que el juego se cumpliera.

Estr. ¡Ai, ai de min!

¡Malditos sean los tilos

plantados a lo largo del camino!

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