Carmina Burana
68
Página 21 de 154
68
<La dulzura del amor>
El poeta, después de describir el efecto de la primavera en el mundo, manifiesta que el amor es lo único que cura las penas. Estrofas rítmicas desiguales.
1
La lívida estrella de Saturno, cuando Mercurio brilla,
es ahuyentada por Apolo que revela de Júpiter la risa;
regresa del exilio la primavera con su cabellera que rutila[110].
2
El bosque con el canto de las aves
que cantan alegres
se torna agradable
y de follaje reverdece.
Entre las espinas nacen
flores que resplandecen
a Venus simbolizando
que con la espina hiere y con la flor satisface.
3
La madre Venus a los súbditos del amor
gratas
soldadas
gustosa paga
con la mayor profusión.
4
La dulce aura del céfiro[111]
soplando desde occidente
a Júpiter favorece
con espíritu alegre,
encerrando a Aquilón,
con Eolo como oponente[112].
Así los demás helados vientos
desaparecen de repente.
Vuelve el calor al cielo
cuando la oscuridad de las nubes cede y el Sol en Tauro se detiene[113].
5
Así la esperanza de la dicha, el hálito flagrante de su dulce boca,
cuando ella un beso le prodiga,
quiebra la nube de todas las cuitas;
mas no puede disiparse,
si la unión reparadora en secreto combate no se alcanzase.
6
¡Dichosa la hora de esta pelea
en la que néctar y miel se entremezclan!
¡Qué feliz unión,
con la dulzura de este licor
los sentidos y los ojos dormidos quedan!