Carmina Burana
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<Las penas del amor>
Elaborado poema en el que se describen las penas del amor que consumen al poeta, el cual solicita encarecidamente el cariño de su amada. Secuencia con fuerte tendencia a la monorrima.
I
1
a
¡Ay dolor!
Ahora me desahogo
como el cisne blanco
a la muerte cercano[300].
Abandonado lágrimas vierto,
despreciado perezco,
rechazado languidezco.
1
b
Me abrasa Venus
hasta los tuétanos,
lo que ni el Rin
ni el Éufrates inmenso
pueden extinguir.
Sólo ella puede hacerme
vivir o morir.
2
a
¿Por qué, lívida envidia,
hija de la noche estigia[301],
balbuciendo con lengua impía
perturbas mi alegría,
candando con cerrojo la entrada
antes para mí franca,
a mí en exclusiva
negando esta florecilla
morena y nunca vista[302],
nada pálida
y carente
de mácula,
de la casta flor
y del rocío celestial
rival,
vaso dorado
de fragancias
ramo?
2
b
¡Doncella, a la Tindárida[303] pareja,
muéstrate con tu Paris buena!
¡Tú, rosa de la pradera florida,
a la diosa de Chipre[304] no hagas resistencia,
apesadumbrada e inquieta
porque el envidioso con su diente atormenta!
Venus quema,
atormenta Amor.
………………………
………………………
……………………..
como es su regla,
y del joven
se apodera
que a ti se diera.
Ante ti cedo,
puesto de rodillas
a ti me entrego.
3
a
¡Ten compasión de un suplicante!
¡Como el médico hace,
sana al quemado,
perdona al condenado,
libera al encadenado
con duplicado amarre!
3
b
La musa se solaza
con rítmico poema
lleno de gracia;
con voz ronca ruega
que a su Eurídice
sea devuelto el poeta[305].
I
I
1
a
¡Gloria del mundo!
De corazón contigo adúltero,
me encuentro cegado
por los rayos de tu sol,
por tu rostro radiante
incendiado me aso,
a un cadáver igualado.
1
b
¡Da descanso
a tus dardos!
Entonces yo en el cielo
ocuparía el trono de Júpiter,
más sabio que Platón,
más fuerte que Sansón,
más piadoso que Augusto, el emperador[306].
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¡Doncella, a la Tindárida pareja,
muéstrate con tu Paris buena!
¡Tú, rosa de la pradera florida,
a la diosa de Chipre no hagas resistencia,
apesadumbrada e inquieta
porque el envidioso con su diente atormenta!
Venus quema,
atormenta Amor.
………………………
………………………
……………………..
como es su regla,
y del joven
se apodera
que a ti se diera.
Ante ti cedo,
puesto de rodillas
a ti me entrego.
3
a
¡Si mi herida curas,
gracias a tu don
mi vida de nuevo comienza,
la llama entonces se aquieta
que nos alimenta
con irrefrenada pasión!
3
b
¡Experta en el juego del amor,
conmigo una alianza establece,
cura mis heridas
muchacha festiva,
no me entregues
bajo el peso de la muerte!
I
I
I
1
a
La fuerza del amor
por dentro y fuera
me atormenta
con el aguijón de su furor.
Oh Venus dorada,
eres una diosa inhumana
pues con tu llama
1
b
me abrasas.
¿Por qué te enfadas?
¿Por qué con crueles dardos
me maltratas?
¡El fuego me consume,
la muerte me parece mejor
que una vida de larga duración!
2
Sin cesar me quemo
envuelto en cadenas de fuego.
Con todas mis fuerzas pretendo
un sorbo de Venus
beber del pozo de su pecho
y, sin embargo, no puedo.
A mi Corina[307],
de Júpiter digna,
me encadena
y con el freno
y las riendas
me maneja.
¡La que me encadenó
y me sujetó
estrechamente
que alivie sin falta
la fuerza de las llamas
un poco solamente!
3
a
Mi cabeza dañada,
mi pecho destrozado
inflamados estallan,
tiemblan agitados
……………………………….
por el deseo de ti, mi amada.
3
b
¿Por qué me lamento,
para qué me atormento?
¡Ayuda al que te solicita,
apiádate del que te suplica
de quien, preso en tu cárcel,
tanto tiempo llorando te insta!