Capital
Otros libros del autor
Página 16 de 16
Epílogo
Soy
Igor otra vez, el que firma la introducción.
¿Qué ocurrió? ¿Qué ha sucedido? Lo último
que podemos recordar fue la trágica y a la vez extraña muerte de Verónica. ¿Qué
significado tiene todo esto?
Javier, Verónica, Fran, los dos chicos,
el asesinato, la chica que no para de reír, la cineasta asesinada, el hombre
barbudo, el metro de Madrid, las calles decoradas de Navidad, la anciana, las
fotografías del bar perdido en la ciudad, la cama que se tiñe de rojo, los
trenes, los sueños, las pesadillas, yo mismo, la realidad… ¿Qué ha sucedido
realmente?
Nos encontramos en un lugar completamente
nuevo. Estamos en otro año, pero aún no es Navidad. Suena una dulce melodía que
viene de un minúsculo aparato eléctrico. Hay un salón con un gran abeto todavía
por decorar. Nos encontramos en un lugar completamente desconocido: un nuevo
hogar. Aún así, su dueño sí es conocido: Javier.
Javier entra con una gran caja de cartón.
Se sitúa frente al árbol, pone la caja en el suelo y suelta un gran suspiro
(esa caja debe pesar mucho). Abre la caja y en su interior tan sólo encontramos
cuatro objetos: una estrella dorada, un corazón verde, una bola roja y una kilométrica
cadena multicolor.
La dulce melodía electrónica sigue
sonando. Javier toma la cadena de colores y sin pensárselo dos veces, la coloca
alrededor del árbol, introduciéndola entre las ramas de tal modo que parece
tratarse de un fruto del propio abeto navideño.
A continuación toma la bola roja. Observa
detenidamente los pies del árbol como si buscase algo en especial. De repente
pone cara de sorpresa, de asombro. Parece que ha encontrado algo que no
esperaba vislumbrar. Sus ojos se posan en una rama, la única que está a escasos
centímetros de tocar el suelo del salón. Inmediatamente coloca la gran bola
roja. Lógicamente, la bola toca el suelo. Parece una toma de tierra.
Ahora es el turno del corazón verde, tan
verde que llega a camuflarse con el árbol. Lo coloca en medio, quedando oculto
por las ramas y la cadena multicolor.
Y para finalizar la gran obra, la
estrella dorada es situada en la parte superior del árbol. La decoración ha
sido finalizada.
Javier abandona la estancia dejando más
vivo que nunca el abeto de Navidad. Suena un reloj de cuco…
¡Por fin es Navidad! Al lado del árbol
observamos una fotografía de Javier y Verónica besándose.
En la cama están Javier y Verónica
besándose…
Has llegado a la página final