Born

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Capítulo 11. 1976-1983. La dictadura y la búsqueda del tesoro

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22 Haymal tenía 26 años. Estaba casado, tenía un hijo y otro en camino. Soportó durante 48 horas la tortura para que los Montoneros pusieran a resguardo lo que creyeran necesario, y luego habló para salvar su vida. Un tribunal revolucionario lo juzgó y lo condenó a muerte. Dos miembros de Montoneros lo encontraron en un colectivo en Córdoba, lo hicieron bajar a punta de pistola, lo subieron a un auto y lo mataron; a continuación le ataron los pies con una cadena, lo arrastraron y tiraron su cuerpo en Alta Gracia.

23 Baschetti,

op. cit., p. 52.

24 Raboy fue atrapada y está desaparecida; Ahualli logró escapar de la escena; la niña se salvó porque la madre la arrojó en brazos de un mecánico que reparaba un auto en su corralón.

25 Alejandra Vignollés,

Doble condena, la verdadera historia de Roberto Quieto. Sudamericana, Buenos Aires, 2011, p. 211.

26 En el libro

David Graiver, el banquero de los Montoneros, Juan Gasparini despliega la teoría de que fue asesinado por alguna agencia de seguridad de los Estados Unidos.

27 Graciela Mochkofsky,

Timerman, Planeta, Buenos Aires, 2013, p. 259.

28 Richard Gillespie,

Soldados de Perón, Los Montoneros, Grijalbo, Buenos Aires, 1987, p. 288.

29 Entrevista con la autora.

30 A diferencia de Magario, Gasparini nunca admitió haber tenido cargo alguno en la organización. Cuando declaró en los juicios por las violaciones a los derechos humanos en los centros clandestinos de detención, optó por identificarse de manera más genérica como “militante de la Tendencia Revolucionaria del peronismo”. En la versión de Gasparini, tanto el doctor Peñaloza como el doctor Paz fueron personajes que inventó Ramón Camps, el jefe represor de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Pero su relato contradice la versión de todos los demás protagonistas. Papaleo, Fanjul, Isidoro Graiver y Gesualdi señalaron ante el general Oscar Gallino, el Oficial Superior Preventor del Consejo de Guerra Especial que los interrogó durante la dictadura, que los interlocutores de los Montoneros con el grupo se habían presentado bajo esos nombres. En esa primera instancia los familiares de Graiver dieron su testimonio sin observancia alguna de las garantías constitucionales y después de que los sometieran a tortura. Pero los involucrados ratificaron las declaraciones para el juicio civil que se desarrolló en democracia, luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejara sin efecto el fallo del tribunal militar. Por otro lado, tanto Magario como Galimberti y otros integrantes de la cúpula afirmaron que Gasparini había ocupado el cargo de secretario de Finanzas.

31 Declaración judicial de Galimberti del 12 de junio de 1990, en la causa Nº 41.811.

32 En septiembre de 2010, con el impulso del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la Secretaría de Derechos Humanos solicitó que la transferencia del paquete accionario de la empresa fuera investigada como un delito de lesa humanidad y pidió enjuiciar, como a los militares, a los directivos de los diarios compradores: Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de Noble (del diario

Clarín), Bartolomé Mitre (

La Nación), Raymundo Podestá y Guillermo Gainza Paz (

La Razón). Según la acusación, los directivos amenazaron a la familia para que vendiera y montaron una “cuidadosa preparación mediática” (en alusión a la difusión que por aquellos días esos diarios dieron a las primeras filtraciones de la conexión del banquero con los Montoneros) que la acorraló. Graiver había desembarcado en Papel Prensa gracias a su relación privilegiada con el ministro de Economía de Héctor Cámpora y de Juan Domingo Perón, José Ber Gelbard, con anterioridad a su decisión de administrar parte del dinero pagado por los hermanos Born. Pero en virtud de esa conexión última, a los herederos les arrebataron en la dictadura su parte en la fábrica de papel.

33 Acerca de sus contactos con Montoneros y el doctor Paz, Lidia Papaleo declaró bajo tortura en octubre de 1977 y ratificó el testimonio el 6 de abril de 1982 ante el fiscal Julio César Strassera.

34 El 29 de septiembre de 2010, Gasparini declaró como testigo ante el Tribunal Oral Federal Nº 5 que llevó adelante la llamada Megacausa ESMA contra dieciocho marinos. Mencionó que durante los interrogatorios, cuando estaba cautivo en la ESMA, le habían preguntado una y otra vez por los doctores Peñaloza y Paz: “Nada pude responder porque no sabía ni supe quiénes son”.

35 Los cuerpos de Hernández y de Arias aparecieron en tambores metálicos de 200 litros, enterrados en cemento. El Equipo Argentino de Antropología Forense los identificó en 2012 y 2013, respectivamente, para la causa sobre Automotores Orletti.

36 Susana Viau, “Política y caja eran una misma cosa”, en

Página/12, 6 de junio de 2005.

37 Gillespie,

op. cit., p. 290.

38 Miguel Bonasso relató la Operación México en su novela

Recuerdo de la muerte. Edición definitiva, Espejo de la Argentina, Planeta, Buenos Aires, 1994.

39 Diament, artículo citado.

40 Felipe Celesia y Pablo Waisberg.

Firmenich, la historia jamás contada del jefe montonero, Aguilar, Buenos Aires, 2010, p. 273.

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