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Epítome

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EPÍTOME

TESEO (continuación)

La cerda de Cromión. Escirón, Cerción y Damastes

Tercero, mató en Cromión a la cerda 1 llamada Fea, como la anciana que la había criado; algunos dicen que era hija de Equidna y Tifón[1]. Cuarto, mató a 2 Escirón el corintio, hijo de Pélope o según algunos de Posidón. Escirón, que dominaba las rocas llamadas por él Escironias, en la región de Mégara, obligaba a los transeúntes a lavarle los pies, y mientras lo hacían los precipitaba al abismo para alimento de una enorme tortuga; pero Teseo, agarrándolo de los 3 pies, lo arrojó al mar[2]. Quinto, en Eleusis dio muerte a Cerción, hijo de Branco y de la ninfa Argíope. Cerción obligaba a los viandantes a pelear con él y los mataba en la lucha; Teseo lo alzó en vilo y lo estrelló contra el suelo[3]. Sexto, mató a Damastes, a quien algunos 4 llaman Polipemón. Éste, que tenía su morada al lado de un camino, había tendido dos lechos, uno corto y otro largo, e invitaba a los caminantes a aceptar su hospitalidad; a los de baja estatura los acostaba en el largo, dándoles martillazos hasta igualarlos al lecho, y en cambio a los altos los acostaba en el corto y les serraba las partes del cuerpo que sobresalían[4].

El toro de Maratón. Muerte del Minotauro

5 Después de despejar el camino, Teseo llegó a Atenas. Medea, que entonces vivía con Egeo[5], intrigó contra aquél y persuadió a Egeo para que desconfiase de Teseo como de un traidor. Atemorizado, Egeo, sin haber reconocido a su propio 6 hijo, lo envió contra el toro de Maratón[6]. Cuando Teseo lo hubo matado, Egeo le sirvió un veneno que le había proporcionado Medea ese mismo día. A punto de llevarse el brebaje a la boca Teseo entregó a su padre la espada, y Egeo al verla hizo caer la copa de sus manos[7]. Así Teseo fue reconocido por su padre y, enterado 7 de la maquinación de Medea, la expulsó. Fue designado para el tercer tributo al Minotauro, o según algunos se ofreció voluntario[8]. La nave llevaba velamen negro y Egeo encargó a su hijo que, si regresaba vivo, desplegara en ella velas blancas[9]. Cuando llegó a 8 Creta, Ariadna, hija de Minos, enamorada de él, prometió ayudarle a condición de que la llevara a Atenas y la tomase por esposa. Una vez que Teseo lo hubo jurado, Ariadna pidió a Dédalo que le indicara la salida del laberinto; y por su consejo dio un hilo a Teseo al 9 entrar. Éste ató el hilo a la puerta y entró soltándolo tras de sí; encontró al Minotauro al final del laberinto y lo mató a puñetazos; luego, recogiendo el hilo, salió[10]. Por la noche llegó a Naxos con Ariadna y los jóvenes[11]. Pero Dioniso, enamorado de Ariadna, la raptó y la llevó a Lemnos, donde yació con ella y engendró a Toante, Estáfilo, Enopión y Pepareto[12].

Muerte de Egeo

Teseo, entristecido por Ariadna, olvidó 10 desplegar las velas blancas al acercarse a la costa; Egeo, al ver desde la Acrópolis la nave con velas negras, creyendo que Teseo había muerto, se precipitó y murió[13]. Teseo lo sucedió en el gobierno de 11 Atenas y mató a los hijos de Palante, que eran cincuenta[14]; igualmente cuantos se le opusieron murieron a sus manos, y él solo obtuvo todo el poder.

Dédalo e Ícaro. Muerte de Minos

12 Cuando Minos se enteró de la huida de Teseo y sus acompañantes, encerró en el laberinto al culpable Dédalo con su hijo Ícaro, que le había nacido de Náucrate, esclava de Minos. Entonces Dédalo fabricó alas para él y su hijo, y advirtió a éste en el momento de levantar el vuelo, que no volara muy alto para que no se soltasen las alas al derretirse la cola por el sol, ni cerca del mar para que no se desprendiesen 13 por la humedad. Pero Ícaro, entusiasmado, desoyendo los consejos de su padre, voló cada vez más alto, hasta que, fundida la cola, cayó al mar llamado por él Icario y pereció[15]. Dédalo llegó sano y salvo a Camico 14 en Sicilia[16]. Minos persiguió a Dédalo, y al explorar cada región llevaba una caracola y ofrecía una gran recompensa a quien hiciera pasar un hilo a través de ella; de esta manera pensaba descubrir a Dédalo. Llegado a Camico, en Sicilia, fue ante Cócalo, que había ocultado a Dédalo, y le mostró la caracola. Cócalo la tomó prometiéndole pasar el hilo, y se la entregó a Dédalo, 15 quien ató un hilo a una hormiga y la introdujo en la caracola para que la recorriera. Cuando Minos vio que el hilo la había atravesado, comprendió que Dédalo estaba con Cócalo e inmediatamente lo reclamó. Cócalo prometió entregarlo y agasajó a Minos. Éste, después de ser bañado por las hijas de Cócalo, quedó desfallecido; algunos dicen que murió porque vertieron agua hirviente sobre él[17].

Teseo y las amazonas. Fedra e Hipólito

Teseo, que se había unido a Heracles 16 en la expedición contra las amazonas, raptó a Antíope, o según algunos a Melanipe, y según Simónides a Hipólita[18]. Por este motivo las amazonas pelearon contra Atenas, y cuando habían acampado cerca del Areópago, Teseo con los atenienses las venció. Teseo 17 tenía de la amazona un hijo, Hipólito, y más tarde recibió de Deucalión[19] a Fedra, hija de Minos. Mientras se celebraba la boda, la amazona que había estado antes casada con Teseo se presentó armada con las demás amazonas y se disponía a atacar a los invitados; pero éstos, cerrando rápidamente las puertas, la mataron. Dicen 18 algunos que en la lucha le dio muerte el propio Teseo. Fedra, después de haber engendrado con Teseo dos hijos, Acamante y Demofonte, se enamoró del hijo nacido de la amazona, esto es, de Hipólito, y le pidió que se uniese a ella, pero como éste odiaba a todas las mujeres, rehuyó el encuentro. Fedra, temiendo que la acusara ante su padre, forzó las puertas de su alcoba, desgarró sus vestidos y acusó falsamente a Hipólito de atropello. Teseo la creyó y suplicó a Posidón que Hipólito 19 pereciese. Así, cuando éste corría guiando su carro cerca del mar, Posidón hizo surgir del oleaje un toro y al espantarse los caballos el carro se estrelló. Hipólito, enredado con las riendas, murió arrastrado. Fedra, al hacerse manifiesta su pasión, se ahorcó[20].

Ixión

20 Ixión, enamorado de Hera, intentó forzarla. Cuando Hera lo denunció, Zeus deseoso de conocer la verdad formó una nube semejante a Hera y la colocó cerca de Ixión. Éste, por ufanarse de haber gozado de Hera, fue atado por Zeus a una rueda en la que llevado por los vientos paga su culpa. La nube fecundada por Ixión parió a Centauro[21].

Combate entre centauros y lápitas. Ceneo

21 Teseo luchó al lado de Pirítoo cuando éste sostuvo la guerra contra los centauros. Pirítoo los había invitado a su boda con Hipodamía, de quien eran parientes; los centauros bebieron pródigamente sin estar acostumbrados al vino y se embriagaron, y cuando se presentó la novia intentaron violarla[22]. Pirítoo, que estaba armado, y Teseo trabaron combate con ellos y Teseo mató a muchos.

22 Ceneo primero fue mujer, pero después de yacer con Posidón pidió ser convertida en hombre invulnerable; por eso en la lucha contra los centauros sin preocuparse de las heridas mató a muchos de ellos. Pero los demás lo rodearon y golpeándolo con abetos lo enterraron[23].

Teseo y Pirítoo en el Hades

Teseo y Pirítoo habían acordado casarse 23 con hijas de Zeus; Teseo con la ayuda de aquél se llevó de Esparta a Helena, que contaba doce años[24]; y con la pretensión de conseguir a Perséfone para Pirítoo, descendió al Hades. Los Dioscuros con los lacedemonios y los arcadios se apoderaron de Atenas y rescataron a Helena, y a Etra, hija de Piteo, la cautivaron[25]; Demofonte y Acamante huyeron. Entonces los Dioscuros hicieron regresar a Menesteo y le entregaron la soberanía de Atenas[26]. Cuando Teseo llegó 24 al Hades con Pirítoo, fue víctima de un engaño; pues con el pretexto de brindarles hospitalidad, Hades primero los hizo sentar en el trono de Lete, donde quedaron fuertemente adheridos y aprisionados por anillos de serpientes. Pirítoo quedó atado para siempre, pero a Teseo lo sacó Heracles y lo envió a Atenas[27]. Expulsado de allí por Menesteo, marchó junto a Licomedes, quien lo arrojó a un abismo y lo mató[28].

LA PROGENIE DE PÉLOPE

Tántalo

2 Tántalo es castigado en el Hades a permanecer para siempre en un lago con una piedra suspendida sobre él, viendo en torno a sus hombros árboles con frutas que crecen en la orilla. El agua le alcanza al mentón, pero cuando intenta bebería se seca, y cuando quiere coger las frutas los árboles son arrebatados por los vientos hasta las nubes. Según algunos, sufre este castigo por haber divulgado los secretos de los dioses y por haber repartido la ambrosía a sus compañeros[29].

Bróteas

2 Bróteas, que era cazador, no honraba a Ártemis y decía que ni el fuego podía dañarlo. Pero, enloquecido, se arrojó al fuego[30].

Enómao y Pélope

3 Pélope, después de haber sido degollado y cocido en el banquete de los dioses, renació aún más hermoso[31]; como sobresalía por su belleza, llegó a ser amado por Posidón, quien le regaló uncarro alado que incluso cuando atravesaba el mar no se mojaba los ejes[32]. El rey de Pisa, Enómao, tenía 4 una hija, Hipodamía, y, bien porque él estuviese enamorado de ella, como dicen algunos, bien porque según un oráculo hubiera de morir a manos de su yerno, nadie la tomaba por esposa[33], pues el padre, al no haber podido convencerla para que se uniese a él, mataba a los pretendientes. Enómao, que tenía armas y caballos 5 recibidos de Ares, ofrecía su hija como premio a cada pretendiente: éste debía huir en su carro con Hipodamía hasta el istmo de Corinto. Enómao, armado, al punto lo perseguía y, si lo alcanzaba, le daba muerte; quien consiguiera escapar obtendría a Hipodamía por esposa. De este modo había matado a muchos candidatos, según algunos a doce; sus cabezas cortadas las tenía colgadas en su casa[34].

También Pélope acudió a pretenderla; Hipodamía 6 al contemplar su belleza se enamoró de él, y persuadió a Mirtilo, hijo de Hermes, para que le ayudase.

Mírtilo

Mirtilo era el auriga de Enómao y, 7 como amaba a Hipodamía, deseoso de complacerla, no puso pernos en los ejes de las ruedas e hizo así perder la carrera a Enómao, que enredado en las riendas fue arrastrado y murió[35]; otros dicen que lo mató Pélope. Enómao moribundo, enterado de la maquinación de Mirtilo, lo maldijo rogando que pereciera a manos de Pélope.

8 Pélope consiguió pues a Hipodamía; al pasar por cierto lugar en compañía de Mirtilo, se alejó un poco para traer agua a su mujer sedienta, y entre tanto Mirtilo intentó violarla. Pélope, informado por ella de lo ocurrido, arrojó a Mirtilo al mar luego por él denominado Mirtoo, cerca del cabo Geresto[36]. Mirtilo durante 9 la caída maldijo al linaje de Pélope. Cuando Pélope llegó al océano fue purificado por Hefesto, regresó a Pisa, en Élide, y obtuvo el reino de Enómao, tras haber sometido la región llamada primero Apia y Pelasgiótide, y luego Peloponeso a partir de su nombre[37].

Atreo y Tiestes, hijos de Pélope

10 Los hijos de Pélope fueron: Piteo, Atreo, Tiestes y otros[38]. La mujer de Atreo, Aérope, hija de Catreo, se enamoró de Tiestes. Una vez Atreo había prometido sacrificar a Ártemis lo más hermoso que hubiera en sus rebaños, pero dicen que cuando apareció una oveja de oro no cumplió su promesa, y después de haberla ahogado la depositó en un 11 cofre y la guardó[39]. Pero Aérope, corrompida por Tiestes, se la entregó. Un oráculo había ordenado a los de Micenas que eligiesen por rey a un Pelópida y éstos llamaron a Atreo y Tiestes. Suscitada una disputa por el reino, Tiestes declaró ante la multitud que debería corresponder al que poseyera la oveja de oro. Atreo se mostró de acuerdo y Tiestes, exhibiéndola, fue rey. Pero Zeus envió a Hermes en ayuda de Atreo y le dijo 12 que conviniera con Tiestes que Atreo reinaría si Helios retrocedía en su curso. Tiestes consintió, y el sol se puso por oriente[40]. Con ello la divinidad manifestó la usurpación de Tiestes. Atreo ocupó el trono y expulsó a Tiestes. Más tarde, enterado del adulterio, le envió un heraldo para una reconciliación. Después de atraerlo 13 con amistad fingida, degolló a los hijos que Tiestes había tenido de una ninfa náyade, Áglao, Calileonte y Orcómeno, a pesar de que se habían sentado como suplicantes en el altar de Zeus; habiéndolos desmembrado y cocido se los sirvió a Tiestes, excepto las extremidades; cuando éste se hubo saciado le mostró las extremidades y lo desterró[41]. Tiestes, que procuraba por 14 todos los medios vengarse de Atreo, consultó al oráculo sobre ello y se le respondió que lo lograría si se unía con su hija y engendraba un hijo[42]. Tiestes así lo hizo, y tuvo en ella a Egisto, que al hacerse adulto y enterarse de quién era hijo, mató a Atreo y restituyó el trono a su padre.

Agamenón y Menelao

La nodriza condujo a Agamenón y 15 a Menelao hasta Polifides, señor de Sición, quien a su vez se los envió a Éneo, el etolio; poco después Tindáreo los restituyó a su patria. Éstos expulsaron a Tiestes, refugiado en el altar de Hera, tras hacerle jurar que se iría a vivir a Citeria. Se convirtieron en yernos de Tindáreo casándose con sus hijas: Agamenón tomó por esposa a Clitemestra después de haber dado muerte a su marido, Tántalo, hijo de Tiestes, y al niño recién nacido; Menelao se casó con Helena[43].

16 Agamenón reinó en Micenas y sé casó con Clitemestra, hija de Tindáreo, después de matar a su primer marido Tántalo, hijo de Tiestes, junto con su niño[44]; tuvo un hijo, Orestes, e hijas, Crisótemis, Electra e Ifigenia[45]. Menelao se casó con Helena y reinó en Esparta, pues Tindáreo le había cedido el trono[46].

PREHOMÉRICA

La manzana de la Discordia. Juicio de Paris. Rapto de Helena

3 Más tarde Alejandro raptó a Helena; unos dicen que por designio de Zeus para que su hija fuese famosa al ocasionar la guerra entre Europa y Asia; otros que para exaltar la raza de los semidioses. 2 Por una de estas razones, Eris arrojó la manzana de la belleza entre Hera, Atenea y Afrodita, y Zeus ordenó a Hermes que las condujese ante Alejandro en el Ida para que hiciera de juez[47]. Ellas prometieron dones a Alejandro: Hera, si resultaba preferida a todas, le daría el reino sobre todos los hombres; Atenea, la victoria en la guerra; Afrodita, el matrimonio con Helena. Él decidió a favor de Afrodita y zarpó hacia Esparta con naves construidas por Fereclo. Fue hospedado en 3 casa de Menelao durante nueve días, y en el décimo, al marchar Menelao a Creta para tributar honras fúnebres a su abuelo materno Catreo[48], Alejandro indujo a Helena a partir con él. Ella, abandonando a Hermíone, de nueve años, y llevando a bordo la mayor parte de las riquezas, se hizo a la mar con Alejandro durante la noche. Pero Hera les envió una fuerte tempestad, y 4 obligados por ella atracaron en Sidón. Alejandro, temeroso de que lo persiguieran, se demoró mucho en Fenicia y Chipre y, en cuanto le pareció que no existía posibilidad de persecución, se dirigió a Troya con Helena[49]. Pero algunos dicen que, por deseo de Zeus, Hermes 5 había raptado a Helena y llevado a Egipto y que la había entregado a Proteo, rey de los egipcios, para que la custodiase, mientras que Alejandro se dirigía a Troya con una imagen de Helena hecha de nubes[50].

Convocatoria de los reyes helenos para la guerra

6 Cuando Menelao se enteró del rapto, se dirigió a Micenas y pidió a Agamenón que reclutara las tropas de la Hélade y organizara una expedición contra Troya. Éste envió un heraldo a cada uno de los reyes con el fin de recordarles los juramentos que habían hecho[51], y aconsejarles que se preocupasen de la seguridad de sus respectivas esposas, diciendo que la afrenta había sido igual y común para toda la Hélade. Dispuestos ya muchos a ir a la guerra, 7 se dirigieron también a Odiseo en Ítaca. Éste, que no quería participar en la expedición, se mostró como enajenado, pero Palamedes, hijo de Nauplio, hizo ver que fingía: cuando Odiseo simulaba estar loco lo siguió y cogiendo a Telémaco del regazo de Penélope sacó la espada como para matarlo. Odiseo, preocupado por su hijo, reconoció que había fingido y se unió a la expedición[52].

Muerte de Palamedes

8 Después de haber hecho prisionero a un frigio, Odiseo le obligó a escribir una carta de traición supuestamente enviada por Príamo a Palamedes, y habiendo enterrado oro en la tienda de éste dejó caer la carta en el campamento. Agamenón la leyó, encontró el oro y entregó a Palamedes a los aliados para que lo apedreasen por traidor[53].

Cíniras

Menelao, Odiseo y Taltibio fueron 9 ante Cíniras, en Chipre, e intentaron convencerlo de que se uniera a ellos. Cíniras regaló unas corazas al ausente Agamenón[54], y, aunque les prometió cincuenta naves, envió una sola que mandaba… el hijo de Migdalión; las restantes las modeló en barro y las botó al mar.

Las Enótropos

La hijas de Anio, hijo de Apolo, Ilamadas 10 Enótropos, fueron Elaide, Espermo y Eno: Dioniso les concedió el don de obtener de la tierra aceite, trigo y vino[55].

Catálogo de las naves

El ejército se reunió en Áulide. Los 11 que marcharon contra Troya fueron los siguientes[56]: de los beocios diez caudillos, con cuarenta naves; de los orcomenios cuatro, con treinta naves; de los focenses, cuatro jefes, con cuarenta naves; de los locrios, Áyax, hijo de Oileo, llevó cuarenta naves. De los eubeos, Elefénor, hijo de Calcodonte y Alcíone, aportó cuarenta; de los atenienses, Menesteo, cincuenta; de los salaminios, Áyax Telamonio, llevó doce naves. De los 12 argivos, Diomedes, hijo de Tideo, y los suyos, ochenta naves; de los miceneos, Agamenón, hijo de Atreo y Aérope, cien; de los lacedemonios, Menelao, hijo de Atreo y Aérope, sesenta; de los pilios, Néstor, hijo de Neleo y Cloris, cuarenta naves; de los arcadios, Agapénor, siete; de los eleos, Anfímaco y los suyos, cuarenta; de los duliquios, Meges, hijo de Fileo, cuarenta; de los cefalenios, Odiseo, hijo de Laertes y Anticlea, doce naves; de los etolios. Toante, hijo de Andremón y Gorge, cuarenta 13 naves; de los cretenses, Idomeneo, hijo de Deucalión, cuarenta; de los rodios, Tlepólemo, hijo de Heracles y Astíoque, nueve naves; de los simeos, Nireo, hijo de Cáropo, tres naves; de los coos, Fidipo y Ántifo, hijos de 14 Tésalo, treinta; de los mirmídones, Aquiles, hijo de Peleo y Tetis, cincuenta; de Filace, Protesilao, hijo de Ificlo, cuarenta; de los fereos, Eumelo, hijo de Admeto, once; de los olizones, Filoctetes, hijo de Peante, siete; de los enianes, Guneo, hijo de Ócito, veintidós; de los triceos, Podalirio, treinta; de los ormenios, Eurípilo, cuarenta naves; de los girtonios, Polipetes, hijo de Pirítoo, treinta; de los magnesios, Prótoo, hijo de Tentredón, cuarenta. El total de las naves era de mil trece, el de los caudillos, cuarenta y tres, y treinta los reinos.

El augurio de Áulide

15 Cuando el ejército se encontraba en Áulide, durante la celebración de un sacrificio en honor de Apolo, una serpiente se lanzó desde el altar hacia un plátano próximo donde había un nido, y tras devorar a los ocho gorriones, y a la madre en noveno lugar, quedó petrificada. Calcante dijo que esta señal les había llegado por voluntad de Zeus, y dedujo por lo sucedido que Troya sería tomada el décimo año[57]. Así se dispusieron a navegar rumbo a Troya. 16 El propio Agamenón era el jefe de todo el ejército y Aquiles, que contaba quince años, el navarca.

La guerra misia. Regreso de los griegos

Como desconocían la ruta hacia Troya, 17 desembarcaron en Misia y la devastaron pensando que era Troya[58]. Era el rey de los misios Télefo, hijo de Heracles, quien al ver saqueada la región armó a los misios y persiguió a los helenos hasta sus naves; mató a muchos, entre ellos a Tersandro, hijo de Polinices, que se había detenido. Cuando Aquiles se lanzó contra Télefo, éste no le hizo frente y fue perseguido; al huir se enredó en un sarmiento y Aquiles con su espada lo hirió en el muslo. Los helenos desde Misia 18 se hicieron a la mar, pero se produjo una violenta tempestad y, separados unos de otros, arribaron a sus patrias. Así regresaron entonces los helenos. Se dice que la guerra duró veinte años[59], pues los griegos, hechos los preparativos, emprendieron la expedición dos años después del rapto de Helena, y desde su regreso de Misia a la Hélade transcurrieron ocho años antes de que volvieran a Argos y llegaran a Áulide.

Segunda expedición

Cuando se reunieron de nuevo en 19 Argos después del mencionado período de ocho años, se encontraban en apurada situación respecto al viaje, pues carecían de un guía que pudiera mostrarles la ruta de Troya. Pero Télefo, al que Apolo había 20 dicho que su herida incurable sólo podría sanarla quien la había producido, como necesitaba a Aquiles, desde Misia se dirigió a Argos cubierto de harapos y le prometió indicarle el rumbo hacia Troya. Aquiles lo curó raspando la herrumbre de la lanza pelíada[60]. Así pues, una vez curado, les mostró el camino, y Calcante confirmó la veracidad de la información con su arte adivinatoria.

Sacrificio de Ifigenia

21 Los griegos zarparon de Argos y llegaron a Áulide por segunda vez, pero la falta de vientos retenía la flota. Calcante declaró que no podrían navegar si no ofrecían en sacrificio a Ártemis la más hermosa de las hijas de Agamenón, pues la diosa estaba encolerizada con él porque habiendo alcanzado a un ciervo había dicho «ni Ártemis», y también porque 22 Atreo no le había sacrificado la oveja de oro[61]. Recibido este oráculo, Agamenón envió a Odiseo y Taltibio ante Clitemestra para pedir a Ifigenia, con el pretexto de que la había prometido en matrimonio a Aquiles en recompensa por sus servicios. Así, Clitemestra la dejó ir, y cuando Agamenón se disponía a degollarla sobre el altar, Ártemis, poniendo en su lugar una cierva, arrebató a Ifigenia y la consagró a su sacerdocio en el país de los Tauros; algunos dicen que la hizo inmortal[62].

Llegada de los helenos a Ténedos. Tenes

23 Partieron de Áulide y arribaron a Ténedos, donde reinaba Tenes, hijo de Cicno y Proclea, o de Apolo, según otros. Habitaba allí porque había sido 24 desterrado por su padre. Pues éste, de Proclea, hija de Laomedonte, había tenido un hijo, Tenes, y una hija, Hemítea, y más tarde se casó con Filónome, hija de Trágaso. Ésta se enamoró de Tenes, y como no consiguiera seducirlo, lo acusó falsamente ante Cicno de haber querido forzarla, presentando como testigo 25 a un flautista de nombre Eumolpo. Cieno lo creyó, metió en un arca a Tenes y a su hermana, y los arrojó al mar. El arca llegó a la isla de Leucofris y Tenes la habitó denominándola Ténedos por él. Pero Cicno, enterado más tarde de la verdad, lapidó al flautista y enterró viva a su esposa[63].

Tenes, al ver que los helenos se acercaban a Ténedos, 26 trató de alejarlos arrojándoles piedras, pero herido en el pecho por la espada de Aquiles murió, aunque Tetis había advertido a Aquiles que no matara a Tenes, pues si lo hacía, él mismo moriría a manos de Apolo[64].

La herida de Filoctetes

Cuando los helenos ofrecían un sacrificio 27 a Apolo, una hidra avanzó desde el altar y mordió a Filoctetes. Como la llaga era incurable y pestilente, y el ejército no podía soportar el hedor, Odiseo, según las órdenes de Agamenón, abandonór a Filoctetes en Lemnos; con el arco y las flechas de Heracles que poseía; allí, asaeteando aves, obtenía alimento en el desierto[65].

Los griegos en Troya. Protesilao

Salieron de Ténedos y una vez cerca 28 de Troya enviaron a Odiseo y a Menelao para reclamar a Helena y los bienes[66]. Los trovanos, reunida su asamblea, no sólo no devolvieron a Helena sino que intentaron matarlos. Pero Anténor los salvó, 29 y los helenos, indignados por la insolencia de los bárbaros, tomaron las armas y navegaron hacia ellos. Tetis advirtió a Aquiles que no desembarcara el primero, pues el que lo hiciera sería también el primero en morir. Al darse cuenta los bárbaros de que se acercaba la escuadra, armados acudieron al mar y trataron de impedirles 30 el desembarco arrojándoles piedras. Protesilao fue el primero de los helenos que descendió de la nave, y tras matar a no pocos, murió a manos de Héctor. Su mujer Laodamía lo siguió amando después de muerto: modeló una efigie de Protesilao y se unió a ella. Los dioses se apiadaron y Hermes sacó del Hades a Protesilao; Laodamía al verlo pensó que entonces volvía de Troya y se llenó de gozo, pero cuando él hubo de regresar al Hades se suicidó[67].

Cicno. Troilo. Las conquistas de Aquiles

31 Después de la muerte de Protesilao, desembarcó Aquiles con sus mirmidones y mató a Cicno de una pedrada en la cabeza[68]. Los bárbaros al verlo muerto huyeron a la ciudad, y los helenos saltaron de las naves y cubrieron de cadáveres la llanura; rodeando a los troyanos los sitiaron, y vararon 32 sus naves. Como los bárbaros no les hicieran frente, Aquiles, tendiendo una emboscada a Troilo en el santuario de Apolo Timbreo, lo mató, y después de entrar por la noche en la ciudad apresó a Licaón[69]. También con algunos jefes devastó la región y llegó al Ida en busca de los rebaños de Eneas. Al huir éste, Aquiles mató a los boyeros y a Méstor, hijo de Príamo, y se llevó el ganado[70]. Conquistó Lesbos y Focea, seguidas de Colofón, 33 Esmirna, Clazómenas y Cime; más tarde Egíalo y Tenos (las llamadas cien ciudades), y sucesivamente Adramitio y Side, luego Endio, Lineo y Colone. Se apoderó además de Tebas Hipoplacia[71], Lirneso[72], e incluso de Antandro y otras muchas ciudades.

Los aliados de los troyanos

Transcurrido un período de nueve 34 años, llegaron los aliados de los troyanos[73]: de las ciudades vecinas, Eneas, hijo de Anquises, y con él, Arquéloco y Acamante, hijos de Anténor y Teano, jefes de los dárdanos; de los tracios, Acamante, hijo de Eusoro; de los cíconos, Eufemo, hijo de Treceno; de los peonios, Pirecmes; de los paflagones, Pilémenes, hijo de Bilsates; de Zelea, Pándaro, hijo de Licaón; de Adrastea, Adrasto y Anfio, hijos de Mérope; de Arisbe, Asio, hijo de Hírtaco; de Larisa, Hipótoo, hijo de Pelasgo; de Misia, Cromio y Énnomo, hijos de Arsínoo; de los alizones, Odio y Epístrofo, hijos de Mecisteo; de los frigios, Forcis y Ascanio, hijos de Aretaón; de los méones, Mestles y Ántifo, hijos de Talémenes; de los carios, Nastes y Anfímaco, hijos de Nomión; de los licios, Sarpedón, hijo de Zeus, y Glauco, hijo de Hipóloco.

LA ILÍADA

La cólera de Aquiles. Combate entre Menelao y Alejandro

4 Aquiles se negaba a combatir, irritado a causa de Briseida… hija del sacerdote Crises[74]; por eso los bárbaros se sintieron animosos y salieron de la ciudad. Alejandro luchó en combate singular con Menelao, y cuando ya aquél cedía, Afrodita se lo llevó[75]. Pándaro, por disparar el arco contra Menelao, rompió la tregua[76].

Diomedes. Combate de Héctor y Áyax

2 Diomedes, guerrero sobresaliente, hirió a Afrodita que había ido en ayuda de Eneas[77]; al encontrarse con Glauco, en recuerdo de la amistad de sus padres intercambió con él las armas[78]. Como Héctor hubiera desafiado al mejor a luchar, acudieron muchos, y Áyax, designado por sorteo, mostró su valor; pero al llegar la noche los heraldos los separaron[79].

Propuesta de los griegos a Aquiles. Muerte de Dolón y de Reso

3 Los helenos construyeron un muro y un foso en torno al fondeadero, y cuando se libró una batalla en la llanura los troyanos los persiguieron hasta el muro[80]. Entonces los helenos enviaron a Odiseo, Fénix y Áyax como embajadores a Aquiles para pedirle que combatiera a su lado, prometiéndole 4 a Briseida y otros regalos[81]. Al anochecer destacaron a Odiseo y Diomedes como espías. Éstos dieron muerte a Dolón, hijo de Eumelo, y a Reso, el tracio (que, llegado el día anterior como aliado de los troyanos y sin haber tomado parte en la lucha, había acampado lejos de las fuerzas troyanas, apartado de Héctor); mataron también a doce que dormían junto a él y se llevaron los caballos a las naves[82]. De día tuvo lugar una violenta 5 batalla; Agamenón, Diomedes, Odiseo, Eurípilo y Macaón fueron heridos y, al producirse la desbandada de los helenos, Héctor abrió brecha en el muro, penetró[83] y, por haberse retirado Áyax, prendió fuego a las naves[84].

Muerte de Patroclo y de Héctor

Cuando Aquiles vio arder la nave de 6 Protesilao, envió a Patroclo con los mirmídones, después de armarlo con sus propias armas y entregarle sus caballos. Los troyanos al verlo, creyendo que era Aquiles, se dieron a la fuga. Patroclo los persiguió hasta las murallas e hizo perecer a muchos, entre ellos a Sarpedón, hijo de Zeus; pero él, después de ser herido por Euforbo, fue muerto por Héctor[85]. Se trabó un 7 terrible combate por el cadáver, y Áyax, desplegando gran coraje, logró rescatar el cuerpo[86]. Aquiles depuso su cólera y recuperó a Briseida; con armas recibidas de Hefesto salió a pelear[87] y persiguió a los troyanos hasta el Escamandro, donde mató a gran número y entre otros a Asteropeo, hijo de Pelegón, hijo del río Axio. El río [Escamandro] furioso se lanzó contra él, pero Hefesto lo acosó con grandes llamas y secó su cauce[88]. Aquiles mató a Héctor en combate singular, y atándolo por los tobillos a su carro lo arrastró hasta las naves[89]. Tras enterrar a Patroclo celebró juegos en su honor; vencieron Diomedes en las carreras de carros, Epeo en el pugilato, Áyax y Odiseo en la lucha[90]. Después de los juegos se presentó Príamo ante Aquiles, rescató el cadáver de Hector y lo sepultó[91].

POSTHOMÉRICA

Pentesilea

5 Pentesilea, hija de Otrere y Ares que había dado muerte involuntariamente a Hipólita, fue purificada por Príamo. Mató a muchos en combate, entre ellos a Macaón, pero más tarde murió a manos de Aquiles; éste, enamorado de la amazona después de muerta, mató a Tersites por haberse burlado de él[92].

Hipólita

La madre de Hipólito fue Hipólita, 2 llamada también Glauce y Melanipe. Cuando se celebraban las bodas de Fedra se presentó armada con sus amazonas y amenazó con matar a los convidados de Teseo, pero fue muerta en la pelea, ya involuntariamente por su aliada Pentesilea, ya por Teseo o por quienes lo rodeaban, que al ver la actitud de las amazonas cerraron rápidamente las puertas y apresándola la mataron[93].

Memnón. Muerte de Aquiles: honras fúnebres. Locura de Áyax

Memnón, hijo de Titono y Eos, que 3 había llegado a Troya con una gran fuerza de etíopes contra los helenos, mató a muchos y también a Antíloco, pero a él le dio muerte Aquiles[94]. Éste, cuando perseguía a los troyanos, fue herido en el talón con una flecha por Alejandro y Apolo junto a las puertas Esceas[95]. Entablado combate por su cadáver, 4 Áyax mató a Glauco, entregó las armas para que las llevasen a las naves y, aunque, hostigado por las flechas, cogió el cuerpo y lo transportó a través de los enemigos, mientras Odiseo rechazaba a los atacantes. 5 La muerte de Aquiles llenó de consternación al ejército. Lo enterraron con Patroclo en la isla Leuca[96], mezclando los huesos de ambos. Se dice que después de muerto Aquiles, habitó con Medea en las islas de los Bienaventurados[97]. En los juegos celebrados en su honor Eumelo venció en la carrera de carros, Diomedes en la pedestre, 6 Áyax con el disco y Teucro con el arco. Las armas de Aquiles se ofrecieron como premio al más valiente, y por ellas rivalizaron Áyax y Odiseo. Los jueces fueron los troyanos, o según algunos los aliados. Fue elegido Odiseo, y Áyax, perturbado por el despecho, planeó un ataque al ejército durante la noche; pero Atenea lo enloqueció y lo dirigió, armado con una espada, contra los rebaños. Furioso, mató reses y pastores, creyéndolos 7 aqueos; más tarde, al recobrar la razón, se suicidó[98]. Agamenón prohibió incinerarlo y así es el único de cuantos murieron en Ilion que yace en un sarcófago; su tumba está en Reteo.

Filoctetes en Troya. Las profecías de Héleno

8 En el décimo año de la guerra los helenos estaban desanimados y Calcante les advirtió que Troya no podría ser tomada sin el concurso de las armas de Heracles[99]. Al oír esto, Odiseo se dirigió con Diomedes a Lemnos, ante Filoctetes, y después de adueñarse del arco y las flechas mediante engaños, lo convenció para que navegase a Troya[100]. Filoctetes llegó y, una vez curado por Podalirio, flechó a Alejandro. Al morir éste, Héleno y Deífobo disputaron por 9 casarse con Helena. Como fuese preferido Deífobo, Héleno abandonó Troya y se marchó a vivir al Ida[101]. Cuando Calcante dijo que Héleno conocía los oráculos que protegían a la ciudad, Odiseo, mediante una emboscada, lo hizo prisionero y lo condujo al campamento[102]. Héleno fue obligado a decir cómo se podría tomar Ilion: 10 primero si traían los huesos de Pélope, segundo si Neoptólemo luchaba a su lado, y tercero si el Paladio[103] caído del cielo era robado, pues mientras estuviera dentro la ciudad sería inexpugnable.

Neoptólemo. Robo del Paladio

Cuando los helenos oyeron esto, hicieron 11 traer los huesos de Pélope y enviaron a Odiseo y Fénix ante Licomedes en Esciros para persuadirlo de que dejara irse a Neoptólemo[104]. Éste llegó al campamento, tomó las armas de su padre, cedidas voluntariamente por Odiseo, y mató a muchos troyanos. Más tarde llegó como aliado de los troyanos Eurípilo, 12 hijo de Télefo, con gran contingente de misios; y después de realizar actos heroicos pereció a manos de Neoptólemo[105]. Odiseo fue de noche hasta la ciudad con 13 Diomedes, dejó a éste esperándolo y mientras él, desfigurado y vestido con ropas humildes, entró inadvertidamente en la ciudad como mendigo; allí fue reconocido por Helena, y con su ayuda, tras dar muerte a gran número de los que custodiaban el Paladio, lo robó y con Diomedes lo llevó a las naves[106].

El caballo de madera

14 Más tarde planeó la construcción de un caballo de madera y se lo encargó a Epeo, que era arquitecto. Éste cortó troncos en el Ida y construyó un caballo hueco y abierto en los flancos. Odiseo persuadió a los cincuenta mejores o, según el autor de la Pequeña Ilíada, a tres mil, para que entrasen en él[107]; y a los demás, para que al llegar la noche quemasen las tiendas y, retirándose a las cercanías de Ténedos, fondearan allí y regresaran a la noche siguiente. 15 Ellos obedecieron e introdujeron a los mejores en el caballo, después de confiar el mando a Odiseo y grabar la siguiente inscripción: «Los helenos en agradecimiento a Atenea por su regreso a la patria». Ellos mismos quemaron sus tiendas, y dejando a Sinón, que debía encender una antorcha como señal, se hicieron a la mar durante la noche y quedaron al pairo en las proximidades de Ténedos.

Saqueo de Troya

Con el día los troyanos, al ver desierto 16 el campamento de los griegos, creyeron que habían huido; llenos de júbilo, arrastraron el caballo y lo situaron ante el palacio de Príamo mientras deliberaban qué convenía hacer[108]. Casandra advirtió 17 que en él había hombres armados, y así lo confirmó el adivino Laocoonte; entonces unos pensaron en quemarlo, otros en arrojarlo a un precipicio; pero como la mayoría opinara que se debía dejar como ofrenda consagrada a la diosa, se dispusieron al sacrificio y al festín. Apolo, sin embargo, les envió una señal: dos serpientes, 18 después de atravesar el mar desde las islas cercanas, devoraron a los hijos de Laocoonte[109], Cuando llegó la 19 noche y a todos los invadió el sueño, los helenos zarparon de Ténedos y Sinón encendió la antorcha en la tumba de Aquiles para guiarlos[110]. Helena mientras tanto andaba en torno al caballo y llamaba a los héroes imitando las voces de sus mujeres. Anticlo quiso responder, pero Odiseo le tapó la boca[111]. Y cuando les parecio 20 que los enemigos estarían dormidos, abrieron el caballo y salieron con sus armas. Primero salió Equión, hijo de Porteo, que se mató al saltar: pero los demás se descolgaron por una cuerda y alcanzando las murallas abrieron las puertas y acogieron a los que habían 21 llegado de Ténedos. Éstos avanzaron armados hasta la ciudad y, entrando en las casas, asesinaron a los que dormían. Neoptólemo mató a Príamo, que se había refugiado en el altar de Zeus Herceo[112]. Odiseo y Menelao reconocieron a Glauco, hijo de Anténor, que huía hacia su casa, y con su intervención armada lo salvaron[113]. Eneas, llevando a hombros a su padre Anquises, huyó; por su piedad, los helenos lo dejaron marchar[114]. 22 Menelao, después de matar a Deífobo, condujo a Helena a las naves[115]. También Demofonte y Acamante, hijos de Teseo, se llevaron a Etra, madre de Teseo[116]; pues de éstos se dice que habían ido a Troya más tarde. El locrio Áyax, viendo a Casandra abrazada a la estatua de Atenea, la violó; por eso la imagen mira hacia el cielo[117].

Reparto del botín

Una vez que hubieron aniquilado a los 23 troyanos, incendiaron la ciudad y se repartieron el botín. Después de ofrecer sacrificios a todos los dioses precipitaron a Astianacte desde las torres[118] y degollaron a Políxena sobre la tumba de Aquiles[119]. Como especial recompensa Agamenón recibió a Casandra, Neoptólemo a Andrómaca y Odiseo a Hécuba[120] —aunque según dicen algunos a Hécuba la obtuvo Héleno. Éste llegó con ella al Quersoneso y cuando fue transformada en perra la enterró en el lugar que ahora se llama Túmulo de la Perra[121]. A Laódice, que sobresalía por su belleza entre las hijas de Príamo, la tragó la tierra a la vista de todos[122].

Cuando los griegos se disponían a regresar tras haber devastado Troya, fueron retenidos por Calcante, quien les dijo que Atenea estaba irritada con ellos por la impiedad de Áyax; quisieron matarlo, pero por haberse refugiado en el altar lo dejaron.

LOS REGRESOS

Disputa de Agamenón y Menelao por el regreso

6 Después de esto, reunidos en asamblea, Agamenón y Menelao disputaron: Menelao aconsejaba zarpar, pero Agamenón instaba a quedarse y hacer sacrificios a Atenea. Partieron a la vez Diomedes, Néstor y Menelao. Aquéllos tuvieron buen viaje, y en cambio Menelao, sorprendido por una tormenta, llegó a Egipto con cinco naves, y las restantes se perdieron.

Muerte de Calcante

2 Anfíloco, Calcante, Leonteo, Podalirio y Polipetes dejaron sus naves en Ilion y se dirigieron por tierra a Colofón, donde enterraron a Calcante, el adivino[123]; pues se le había predicho que moriría si se encontraba con otro más sabio que él. 3 Fueron hospedados por el adivino Mopso, hijo de Apolo y Manto, que compitió con Calcante en la mántica. Había allí un cabrahigo y Calcante preguntó: «¿Cuántos higos lleva?» Mopso contestó: «Diez mil, un medimno 4 y además un higo». Así era. Como hubiera una cerda preñada, Mopso preguntó a Calcante: «¿Cuántas crías tiene en su vientre y cuándo parirá?». Le contestó: «Ocho». Pero Mopso sonriendo dijo: «La respuesta de Calcante es inexacta, pues yo, como hijo de Apolo y Manto, extraordinariamente dotado para la adivinación, veo que en su vientre no hay ocho como dice Calcante, sino nueve, y que todos son machos y nacerán mañana a la hora sexta». Al suceder así las cosas, Calcante, apesadumbrado, murió y fue enterraddo en Notio[124].

La flota de Agamenón dispersada por una tormenta

Agamenón después de ofrecer los sacrificios 5 se hizo a la mar y llegó a Ténedos. Se presentó Tetis y convenció a Neoptólemo para que se quedase dos días e hiciera sacrificios. Él así lo hizo. Pero los otros partieron y se toparon con una tempestad cerca de Ténedos: pues Atenea había pedido a Zeus que mandase una tormenta a los helenos y muchas naves zozobraron.

Muerte de Áyax

Atenea lanzó un rayo contra la nave 6 de Áyax, y cuando ésta se deshizo, él alcanzó una roca y dijo que se había salvado a pesar de los propósitos de la diosa; pero Posidón, golpeando con su tridente la roca, la quebró y Áyax al caer al mar pereció. Cuando su cuerpo fue devuelto a tierra Tetis lo enterró en Míconos[125].

Nauplio. Naufragio junto al Cafereo

Mientras los demás avanzaban hacia 7 Eubea por la noche, Nauplio encendió antorchas en el monte Cafereo. Ellos, creyendo que se trataba de algunos supervivientes, se acercaron, los cascos de las naves se rompieron contra las rocas Caferias, y murieron muchos[126]. Palamedes, hijo de Nauplio y Clímene, 8 hija de Catreo, había sido lapidado por intrigas de Odiseo[127]. Al saberlo Nauplio se había dirigido a los 9 helenos para pedirles cuentas de su hijo. Pero volvió insatisfecho, pues todos complacían al rey Agamenón con cuya complicidad Odiseo había dado muerte a Palamedes. Entonces, costeando los territorios griegos, tramó que las mujeres de los helenos cometiesen adulterio: Clitemestra con Egisto, Egialea con Cometes, hijo de Esténelo, y Meda, esposa de Idomeneo, con Leuco. 10 Pero Leuco mató a ésta junto con su hija Clisítira, que se había refugiado en el templo, y provocando la secesión de diez ciudades de Creta se erigió en tirano. Después de la guerra de Troya, cuando Idomeneo desembarcó 11 en Creta, lo expulsó. Tales fueron las primeras maquinaciones de Nauplio, pero más tarde, enterado del regreso de los helenos a su patria, prendió antorchas en el monte Cafereo, llamado ahora Xilófago; entonces los griegos se acercaron allí tomándolo por un puerto y naufragaron.

Regreso de Neoptólemo

12 Neoptólemo se quedó dos días en Ténedos según el consejo de Tetis, luego se dirigió por tierra con Héleno al país de los molosos, y como Fénix pereciese en el camino, lo enterró. Después de vencer a los molosos en combate, reinó sobre ellos y 13 engendró en Andrómaca a Moloso[128]. Héleno, tras fundar una ciudad en Molosia, la habitó, y Neoptólemo le dio como esposa a su madre Deidamía. Cuando Peleo fue desterrado de Ftía por los hijos de Acasto[129] y murió, Neoptólemo heredó el reino de su padre. Al enloquecer 14 Orestes, Neoptólemo le quitó a su mujer Hermíone, que antes había sido su prometida en Troya[130]; por ello, Orestes lo mató en Delfos. Pero algunos dicen que había ido a Delfos a pedir cuentas a Apolo de la muerte de su padre, robó las ofrendas e incendió el templo, por lo cual lo mató Maquereo el focense[131].

Asentamiento de los héroes

Los helenos, después de andar errantes, 15 desembarcaron y se instalaron en diferentes lugares: unos en Libia, otros en Italia, otros en Sicilia y algunos en las islas próximas a Iberia; otros cerca del río Sangario. Hubo quienes se establecieron en Chipre. Los que habían naufragado junto al Cafereo tomaron distintos caminos: Guneo fue a Libia; Ántifo, hijo de Tésalo, a la región de los pelasgos, y apoderándose de ella la llamó Tesalia; Filoctetes marchó al país de los campanios, en Italia[132]; Fidipo y los coos se asentaron en Andros; Agapénor en Chipre[133], y los demás en diversos lugares.

15a Apolodoro[134] y los otros dicen lo siguiente: Guneo abandonando sus naves fue a Libia y se estableció junto al río Cínipe; Meges y Prótoo con otros muchos zozobraron en el Cafereo, en Eubea, … y cuando Prótoo naufragó en el Cafereo, los magnesios fueron impelidos con él hasta Creta, donde habitaron.

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