Bhagavad Gita

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Bhagavad Gita » 14

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KRISNA

1. De nuevo te revelaré una sabiduría suprema, la más alta de entre todas las sabidurías: los sabios que la han conocido han accedido desde ella a la perfección suprema.

2. Habiéndose refugiado en esta sabiduría, ellos se han tornado parte de mí: no vuelven a nacer en el tiempo de creación, y no se ven destruidos en el tiempo de disolución.

3. En la vastedad de mi naturaleza coloco la semilla de las cosas que han de venir; y de esta unión surge el nacimiento de todos los seres.

4. Sábete, ¡oh hijo de Kunti!, que mi naturaleza es la madre de todo ser que nace, y que yo soy el padre que le dio la vida.

5. Sattva, rajas, tamas —la luz, el fuego y la oscuridad— son los tres componentes de la naturaleza. Aparecen para limitar en cuerpos finitos la libertad de su espíritu infinito.

6. De estos, sattva, al ser puro y dar luz y salud en la vida, ata a la felicidad terrenal y al conocimiento inferior.

7. Rajas es de la naturaleza de la pasión; el origen de la ambición y el apego. Ata el alma del hombre a la acción.

8. Tamas, que nace de la ignorancia, oscurece el alma de todo hombre. Lo ata a la flojedad aletargada, de forma que luego no se muestra vigilante ni trabajador.

9. Sattva ata a la felicidad; rajas, a la acción; tamas, nublando la sabiduría, ata a la falta de vigilancia.

10. A veces sattva puede prevalecer sobre rajas y tamas; otras, rajas sobre tamas y sattva; y otras veces es tamas el que prevalece sobre sattva y rajas.

11. Cuando la luz de la sabiduría brilla desde el umbral de la morada corporal, entonces sabemos que sattva predomina.

12. La codicia, la actividad agitada, el acometer muchas empresas, la inquietud, el ansia del deseo: todo ello surge cuando aumenta rajas.

13. La oscuridad, la inercia, la negligencia, el engaño: todo ello aparece cuando predomina tamas.

14. Si el alma halla la muerte cuando predomina sattva, se encamina entonces a las regiones puras de quienes buscan la verdad.

15. Si un hombre halla la muerte en un estado rajásico, renace entre quienes están atados por su actividad frenética; si muere en tamas, renace en el seno de lo irracional.

16. Toda obra, cuando está bien realizada, comporta la armonía pura de sattva; pero cuando se ejecuta en rajas, proporciona dolor, y cuando se efectúa en tamas, trae ignorancia.

17. De sattva surge la sabiduría; de rajas, la codicia; de tamas, la negligencia, el engaño y la ignorancia.

18. Quienes se hallan en sattva ascienden la senda que conduce a lo alto; quienes están en rajas siguen la senda llana, y quienes se encuentran en tamas se hunden hacia abajo por la senda inferior.

19. Cuando el hombre de visión percibe que los poderes de la naturaleza son los únicos actores de este vasto drama, y contempla eso que se halla más allá de los poderes de la naturaleza, entonces penetra en mi ser.

20. Y cuando va más allá de las tres condiciones de la naturaleza que conforman su cuerpo mortal, entonces, libre del nacimiento, la ancianidad, la muerte y el pesar, penetra en la inmortalidad.

ARJUNA

21. ¿Cómo se conoce al hombre que ha ido más allá de los tres poderes de la naturaleza? ¿Cuál es su senda, y cómo trasciende los tres?

KRISNA

22. Aquel que no odia la luz ni la actividad agitada, ni siquiera la oscuridad, cuando las tiene cerca, y que tampoco las anhela cuando están lejos;

23. aquel que, imperturbado por las condiciones mudables, se sienta a distancia y observa y dice «los poderes de la naturaleza dan vueltas», permaneciendo firme y sin alterarse;

24. aquel que mora en su ser interior, y se muestra idéntico en el placer y en el dolor; para quien el oro, las piedras o la tierra son una sola cosa, y se halla en paz tanto con lo que es placentero como desagradable; que está más allá de la alabanza y el reproche, y cuya mente se muestra estable y tranquila;

25. que es el mismo en el honor y la deshonra, y siente el mismo amor por los enemigos que por los amigos; que abandona toda empresa egoísta, ese hombre ha ido más allá de los tres gunas.

26. Y aquel que con un amor incansable me adora y actúa para mí, ese pasa por encima de los tres poderes y puede ser uno con Brahman, el Uno.

27. Pues yo soy la morada de Brahman, fuente inagotable de vida eterna. La ley de la justicia es mi ley; y mi dicha es la dicha infinita.

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