Beth

Beth


NOTA DE AUTORA

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NOTA DE AUTORA

Escocia es una fuente inagotable de inspiración para mí. Desde hace tiempo me ha fascinado, y cuando tuve por fin la oportunidad de viajar allí, me quedé prendada por completo.

Ya visité Escocia, concretamente Edimburgo, en mi novela Alguien especial, aunque en la época actual. En esta ocasión, he decidido viajar al pasado, a la época victoriana.

En aquella etapa de la historia, que abarca el reinado de la reina Victoria, Gran Bretaña se convirtió en una nación industrializada.

Hubo además un importante desarrollo de las ciencias, especialmente en el ámbito de la medicina, donde los médicos escoceses tuvieron un papel importante.

Y estaréis pensando que obviamente mi personaje, el doctor MacGregor, es el reflejo de aquellos médicos escoceses de la época. Sí, lo es. Sin embargo, también es un pequeño guiño a mi madre, médico de profesión.

¿Y de dónde sale Beth Arundel? Pues es otro personaje que apareció en un sueño, y que ha recorrido distintos caminos.

En la primera versión, no se apellidaba Arundel, sino Carlyle, un pequeño guiño al nombre de la calle en la que viví en Birmingham, Carlyle Road. Sin embargo, cuando el manuscrito estaba terminado, descubrí que el nombre de ese personaje ya pertenecía a otro libro, así que decidí cambiar el apellido por Arundel, que además es mucho más fácil de pronunciar.

La historia no ha cambiado en nada, siempre fue la misma, aunque en sucesivas correcciones he ido puliéndola, eliminando errores y ciertas repeticiones. Hay que tener en cuenta que terminé de escribirla a principios de verano de 2018, y la he leído muchas veces.

En cuanto a Branwell Dickinson, el nombre es un homenaje al hermano, de destino trágico, de las célebres escritoras Anne, Charlotte y Emily Brontë. Él también dejó algunos escritos, pero no llegó a alcanzar la fama de sus hermanas.

Para mí, Branwell es mi héroe trágico romántico. Un hombre que puede tener lo que quiera, pero que comete el error de dejarse llevar por la belleza y lo superficial, rechazando lo auténtico, el amor de verdad.

Y el doctor MacGregor es ese hombre generoso, pero que también se deja llevar por un sentimiento de nostalgia, más que de amor, intentando recuperar lo que una vez perdió, aunque en el fondo de su corazón, Beth es su gran amor. Lo que ocurre es que a veces tardamos en darnos cuenta de lo que tenemos delante.

Y Beth es mi heroína valiente, que se enfrenta a mil peligros, y que al final lucha con vehemencia y sin dejarse vencer. No es fácil aceptar que tu propia sangre no te quiere, y Beth lleva ese pesar en su corazón. Sin embargo, decide mirar hacia adelante, y creer en sí misma.

No solo quise centrarme en la historia de Beth, ya que, como en la vida, nuestra existencia está llena de capítulos que otros protagonizan.

El papel de los personajes secundarios es vital en las aventuras de Beth, porque ella se ve implicada en sus vidas. Melinda y su matrimonio desdichado; la educación de Olivia, que es casi como una hija para ella; la historia de amor de Anne y Angus; el amor de Ben y Gracie; incluso la tragedia de los Arundel y de Branwell. Todos ellos se verán de alguna manera implicados con Beth, y por eso pienso que esta es una novela con muchas historias.

Y en cuanto al nombre de la casa de la señora Wallace, Taigh Abhainn, significa en gaélico escocés Casa del río. Pensé que sería buena idea que el hogar de la familia tuviera un nombre propio de la zona. Además, en Callander en aquella época se hablaba en gaélico escocés con mucha frecuencia.

Respecto a los demás escenarios de la trama, elegí Inglaterra porque conozco bien aquel país en el que viví unos años, y Bélgica, porque parte de mi familia vive allí, y he estado en numerosas ocasiones. Es un país que me gusta mucho. En la época en la que tiene lugar la novela, Bélgica era una nación muy joven, que estaba empezando a crecer, al igual que Olivia Gibson y Beth, que empezó una nueva vida.

Confieso que me he emocionado escribiendo algunas partes. Hay episodios duros y amargos, que te hacen sentir verdaderamente indignado y triste. Y otros que te hacen sonreír. Algunos de los personajes tienen finales desdichados, consecuencia del mal que han sembrado. Sin embargo, Beth tiene su propio final feliz, después de un largo camino en busca de la felicidad. Una historia que espero que se haya quedado en vuestro corazón.

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