Belinda

Belinda


Intermezzo

Página 55 de 72

—G.G., creo que esto va a ir para largo —dijo Alex, mientras me estaba enderezando—. Señora, no la molestaremos con lo de arreglar las habitaciones, lo que haremos será llamar al hotel Pontchartrain que está en la esquina y pediremos una bonita

suite. ¿Te importa acompañarme, G. G.?

—¡Claro!, me encantaría, Alex —repuso G. G. al instante—. Jeremy, no te molesta que nos quedemos aquí unos días, ¿verdad? Sólo hasta que te encuentres bien.

—De ninguna manera —contesté. Volvía a estar derecho otra vez, caminaba—. Quedaos hasta que haya terminado y entonces nos iremos juntos a la costa. Podéis hacerme compañía mientras pinto. —Tenía la mano en el tirador de la puerta. La cabeza me daba vueltas—. Voy a alquilar un avión para que lleve las pinturas. Espero que no se estrelle. Sería terrible.

—No, si tú no vas en ese vuelo —repuso Alex.

Miss Annie estaba desabrochándome la camisa. El baño olía a sales de menta. No es que fuese a devolver, es que me estaba muriendo.

Alex miraba a G. G.

—¿Una habitación o dos, G. G.?

Se dirigió al teléfono.

—Lo que tú digas, Alex —le contestó G. G.—. Yo me haré cargo de la comida, tú puedes hacer lo mismo con las habitaciones. Llevaremos a Jeremy a cenar a Antoine’s, a desayunar a Brennan’s y al Court of Two Sisters a comer. Después iremos a Arnaud’s, a Manale’s, a K-Paul’s y a…

—No cuenten conmigo, caballeros —les dije. El agua estaba caliente, muy caliente—. Estaré trabajando en el estudio cuando regreséis a tomar el café y el coñac.

Miss Annie me habría bajado la cremallera de los pantalones si no se lo hubiera impedido.

Alex me hizo un guiño cuando vio que la empujaba con suavidad hacia la puerta.

—Por lo menos esto va bastante bien, ¿no es cierto? —le dijo a G. G. con una sonrisa—. Yo me ocuparé de todo, hijo, gracias. Y deja que te diga que eres un educado y encantador chico yanqui.

Ir a la siguiente página

Report Page