Azar
SEGUNDA PARTE: EL CABALLERO » Capítulo 6. «… una noche sin luna, con el cielo cuajado de estrellas, muy oscura la mar…»
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»—¡Oh, dudo mucho que ahora se presente nada por el estilo! —dijo al desembarcar.
»No hizo acto de presencia con la marea alta. Icé la vela y nada más dejar a popa la orilla, en la penumbra, dando la vuelta al negro granero, aparecieron dos siluetas que permanecieron en silencio, indiscernibles.
»—¿Es usted, Powell? —saludé.
»—Y la señora Anthony —me llegó su voz causándome una especial impresión, por encima de las marismas—. Esta noche no me hago a la mar. Tengo que acompañar a la señora Anthony a casa.
»—En tal caso, incluso yo debo zarpar solo —grité.
»La voz de Flora me deseo bon voyage en tono sumamente afable, aunque trémulo.
»—Bien pronto tendrá noticias mías —gritó Powell de pronto, en el momento en que mi embarcación franqueaba la bocana de la anconada.
»Esto ocurrió ayer mismo —añadió Marlow recostándose perezosamente en su sillón—. Aún no he tenido noticias, pero cuento con tenerlas de un momento a otro… ¿De qué diantre se sonríe usted con tanto sarcasmo? No me da ningún miedo acompañar a un buen amigo al altar si es preciso… ¡Que me aspen! Pese a toda la fe que tengo en el azar, no soy por cierto un pagano…