Avatar

Avatar


Capítulo 14

Página 28 de 43

Grimya se enfrentaba a un terrible dilema. Ni le gustaba Uluye, ni confiaba en ella; después de todo, había sido la obsesión de la Suma Sacerdotisa por su propio poder y estatus lo que había originado el desastre. Sin embargo, reconocía al mismo tiempo que sólo Uluye podía ayudarla ahora. En esto, sin duda, serían aliadas y no enemigas. Tenía que recurrir a la mujer; no tenía a nadie más.

La loba se estremeció. Se irguió sobre las cuatro patas, y empezó a balancear la cola con vacilante esperanza. Luego, ante la total sorpresa de Uluye, abrió las mandíbulas y, con voz gutural pero clara, dijo:

—U… luye…, neeecesssito tu ayuda. Índigo está en pe… ligro. ¡Y la muchacha que penetró en el Pozo nnno esss Yima!

Ir a la siguiente página

Report Page