Annabelle

Annabelle


Esa noche

Página 77 de 90

Esa noche

—¡Annabelle! —gritó Svante Linder cuando la vio entrar en la cocina. Estaba fumando, sentado junto a la mesa de la cocina—. Creíamos que te habías ido, que andarías por ahí follándote a algún viejo.

—¿Qué hostias dices? —le soltó Annabelle mientras le lanzaba una furiosa mirada.

—Tranquila. —Svante levantó las manos—. Tranquila, joder. Yo sólo digo lo que he oído.

—¿Y qué has oído?

—Que follas con tíos viejos, que ya no tienes tiempo para estar con nosotros de fiesta porque follas mucho.

—Quizá sea mejor follar con viejos que con niños.

—¿De qué estás hablando?

—Lo sabes perfectamente.

Los ojos de Svante se ennegrecieron. Dio la impresión de querer pegarle, pero su voz sonó extraordinariamente suave cuando le preguntó si podía invitarla a un poco de maría… Por su vieja amistad.

Annabelle se encogió de hombros. Le apetecía, pero también le daba cosa aceptar algo de Svante. Había algo en él que le producía repelús.

—¿Dónde está William? —preguntó.

—En el cuarto de follar. Se está tirando a Becka, ya que tú…

—Déjalo, ¿vale?

—Ven —le pidió Svante para, acto seguido, acercarse una silla y agitar en el aire un porro recién liado—. Seguro que estarás más contenta cuando te lo hayas fumado.

Annabelle se sentó a su lado con la esperanza de que tuviera razón.

Ir a la siguiente página

Report Page