Annabelle

Annabelle


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Cuando regresaron a Lyckebo, Charlie empezó a sentir frío. Johan se quitó el jersey y le insistió para que se lo pusiera.

—Creo que debemos hablar con tus colegas sobre lo que leímos acerca de Nora.

—«Debemos» no —dijo Charlie—. «Debo».

Se arrepintió de haber leído todo ese material, se arrepintió de no haber obedecido a Challe en lo de que se mantuviera alejada de la investigación; se arrepintió, en definitiva, de haber venido a Gullspång.

—¿Quieres que entre contigo? —le preguntó Johan cuando llegaron a la casa.

Charlie negó con la cabeza. Lo único que necesitaba ahora era dormir.

—No te preocupes por el jersey —añadió Johan—. Ya me lo darás.

Una vez dentro, se tomó dos Propavan que le había dado Susanne. Luego se echó en la cama esperando que las pastillas la sumieran en un sueño tan profundo que le impidieran soñar.

Lo primero que hizo en cuanto se despertó por la mañana fue llamar a Anders.

—¿Cómo van las cosas? —quiso saber.

Anders hizo un torpe intento de explicarle por qué no podía contarle nada.

—Es totalmente absurdo que no lo hagas.

—Es lo que suele suceder —respondió Anders— cuando a una la apartan de una investigación.

—Te di a Isak —le recordó Charlie—. Fui yo quien…

—Pero sigues apartada de la investigación.

—¿Es él? ¿Es Isak?

—No te das nunca por vencida, ¿verdad? —le espetó Anders—. Isak ha confesado que tuvieron una relación, que cortó con ella y que luego se enteró de que estaba embarazada. Dice que la vio esa noche y que intentó hablar con ella, pero que estaba cansada y enfadada, y que, además, se había hecho daño. Y que cuando intentó ayudarla y llevarla a casa, ella le gritó que la dejara en paz.

—¿Es creíble? —preguntó Charlie.

—Alega que se calló por el bien de su familia. Y que de todos modos daba igual porque él no sabía más que los otros chicos. Ya habían visto a Annabelle alejándose de la tienda por el camino, así que el hecho de que él también la viera allí no cambiaba nada. En cualquier caso, parece lamentarlo de veras.

—¿Y su mujer? —dijo Charlie—. ¿Cómo está Susanne?

—La hemos interrogado. Nos ha comentado que ese día vio a Annabelle, y también lo del mensaje con la noticia del embarazo. Seguiremos interrogándola, claro, pero si la autopsia no revela más que ahogamiento y signos de violación, no creo que seamos capaces de vincular a nadie con ello.

Charlie guardó silencio.

—¿Estás ahí?

—Sí.

—¿Podemos hablar un poco más tarde?

—Sí, por supuesto.

Charlie colgó. Había pensado contarle a Anders lo que había averiguado, aunque ¿por qué iba a hacerlo? Lo cierto era que aquello no parecía tener ninguna relación con la investigación. Que ella estuviera al tanto de lo que había ocurrido ya era de por sí lo suficientemente malo.

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