Andrea

Andrea


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- Hola reina soy yo ya estamos en casa. Mañana será el entierro y….._ Era su amiga Marta que la llamaba para ponerla al corriente, pero de pronto escuchó a Alma arrancar a llorar_

- Cariño, no te pongas así, Dani lo lleva bastante bien y yo…_ Alma no la dejó terminar de hablar_

- Marta, lo siento mucho, no es por la muerte de tu suegro pobre hombre. Es que Ferran me ha dejado.

- ¿ Alma pero que dices? ¿Estas bien? ¿Pero que quieres decir que te ha dejado?

- Pues eso, que tiene una tía y dice que se ha enamorado y que me deja.

Alma se desfogó explicándole a su amiga todo lo que había pasado durante el día. Pero no le explicó lo que había pasado con el monitor del gimnasio, no era el momento Marta no lo entendería ¡Cómo iba a entenderlo si no lo entendía ni ella misma!

- ¡Va ven a casa que nos tomaremos un café! No estés ahí sola._ Marta no quería dejar sola a su amiga en aquellos duros momentos_

-No Marta vosotros ya tenéis bastante con lo vuestro.

- Ven boba estoy sola, Dani está en el tanatorio preparando lo de mañana. Yo he venido para estar con los niños.

Los hijos de Marta tenían trece y diez años, eran aun unos críos y habían sentido mucho la muerte del su abuelo.

El abuelo Ricard era quien los llevaba a entrenar futbol y quien los acompañaba los sábados y domingos al campo para jugar los partidos. Era el fan numero uno de sus nietos.

Los niños le extrañarían muchísimo y ahora más que nunca la Marta tendría que estar mas atenta a ellos y hacer que no se sintiesen solos.

- ¿Y los niños como lo llevan?_ Se interesó Alma sabiendo de sobras lo que el abuelo Ricard era para ellos_

- Pues, están muy tristes pero ya sabes que los niños tienen la capacidad de acostumbrarse a todo y creo que en poco tiempo volverán a sentirse mejor. Ahora mismo están en casa de la Marina, se los ha llevado para que jueguen un ratito con el Albert, he pensado que si se distraen un poco no se les hará tan angustioso. ¿No crees?_ Marina era la mamá del Albert un compañero de clase, se conocían desde pequeñitos y se llevaban muy bien. La mujer se ofreció rápidamente en ayudar en lo posible y Marta le pidió que se llevase un rato a los niños_

- Si has hecho bien, son aun muy niños jugando se distraeran y se sentirán mejor. Pues si estás sola ahora voy para allá, voy a lavarme un poco la cara tengo los ojos inflados de tanto llorar por aquel cabrón.

Las separaba tan solo una calle, Alma vivía en una gran torre y Marta aunque era una buena vivienda, vivía en un bloque de pisos que eran exquisitos la verdad, tan solo eran cuatro vecinos. Los cuatro eran dúplex, los vecinos eran personas de clase alta. La vecina de enfrente era una conocida diseñadora, y los dos vecinos de abajo, uno era un prestigioso cirujano de medicina estética, propietario de una famosa clínica. Y el otro era un juez de la audiencia de Barcelona.

A si que como la mayoría de las viviendas de la zona eran exclusivas.

Alma fue al lavabo, se lavó la cara con agua fría esperando que se bajase un poco la inflamación de los ojos.

Se peinó volviéndose a recoger la cola de caballo y se cambió de camiseta, se dejó los mismos tejanos y las deportivas.

Se miró por última vez al espejo y se fue a casa de su amiga.

Capitulo 5.

Llevaban un buen rato hablando. Alma le dejó muy claro a su amiga que ya hacía tiempo que la cosa no funcionaba entre Ferran y ella, pero nunca pensó que su historia terminase de aquella forma.

- ¡Me dejas de piedra! Jamás hubiese pensado que Ferran pudiese hacer lo que ha hecho. ¿ Y sabes alguna cosa, desde cuando está con ella?

- No, pero que debe hacer tiempo seguro, no era normal tantos viajes seguidos seguramente cada vez que me llamaba diciéndome que estaba en París o Londres o New York, estaba mucho más cerca con la.... como se llame que aun no lo sé.

- Mira no et hagas mala sangre. De momento búscate a un buen abogado. Tu dejaste de volar para estarte en casa y cuidar de tu familia, es justo que ahora te deje en una buena posición.

¡Pero oye! Tu ya habías notado alguna cosa ¿Verdad? Por eso el otro día hiciste aquellos comentarios.

- Ya te dije que no hacíamos el amor ni me sentía querida. Nuestra relación era fría, eso cuando nos veíamos que era bien poco._ Alma se sentía bien dejando salir sus sentimientos, notaba el apoyo de Marta y eso le reconfortaba_

- Pues mira tu estas estupenda y a él cuando se le pase el calentón ya veremos quien le aguantará.

- Marta tingo que decirte una cosa, aunque me da cierta vergüenza.

Alma estaba dispuesta a confesar a su amiga lo que le había pasado con Joel. Pero en ese momento llegó el marido de Marta y las dos mujeres dieron por terminadas sus confidencias.

Marta se levantó para recibir a su marido, y Alma fue a saludarlo y darle el pésame por la perdida de su padre.

Dani dio un beso a su mujer y preguntó por sus hijos, la Marta le dijo que estaban con los amigos para intentar que se distrajesen un poco. Tampoco era necesario que los niños tuviesen que vivir tan de cerca el dolor. Ellos seguramente lo llevaban por dentro y ya lo pasarían bastante mal de aquí a unos días cuando tuviesen que ir a entrenar o asistir a un partido. A Dani le pareció una buena idea la decisión de su esposa.

Después saludó a Alma se dieron dos besos que Dani agradeció en ese momento. También es cierto que le extrañó que no estuviese allí su amigo Ferran, tenía bien creído que había llegado de viaje pero tal vez estaba confundido pensó Ferran.

- Gracias por venir Alma, ¿Ferran aun no ha llegado?_ Le preguntó el hombre inocentemente, sin tener ni idea de todo lo que había pasado con sus amigos_

Las mujeres se miraron y Alma le hizo disimuladamente un gesto a su amiga para que no le dijese nada a su marido. No era el momento ya le explicarían cuando hubiese pasado todo el duelo por el señor Ricard.

- Si, le ha sido imposible llegar a tiempo, pero me ha dicho que te de un abrazo de su parte y que te diga que lo siente muchísimo._ A Alma le supo muy mal tener que mentir así a Dani pero en ese momento él ya tenía suficiente dolor por su padre no era necesario preocuparle con nada más_

- Gracias sois unos buenos amigos._Le dijo Dani con lagrimas en los ojos_

Aquella mañana de verano en que despedían al señor Ricard se había levantado fresco, Alma sacó un pantalón negro del armario, una blusa beige y se puso una rebeca encima.

Había pasado la noche llorando y aprovechando que había salido el sol a pesar de la temperatura una poco baja para la temporada estival, se puso las gafas de sol.

Se dejó el cabello sin recoger y no se puso ninguna joya, tan solo unos pequeños pendientes que eren como unos botoncitos de brillantes.

La noche antes se había quitado la alianza de casada, pero pensó que no era la ocasión para provocar preguntas inoportunas.

Sacó la alianza del joyero donde lo había guardado y pensó que la próxima vez que se lo quitase se desharía de él.

Capitulo 6.

Malena no entendía nada, ¿Como podían separarse sus padres? Nunca los había oído discutir de manera que se pudiese pensar que su relación estaba tan mal como para separarse.

La joven interrogaba insistentemente al su padre para intentar entender, el por qué de lo que le estaba explicando.

- Papá pero…. mamá nunca me ha dicho que no fueseis felices, es cierto que tú siempre estás fuera de casa pero era por trabajo ¿No?_ La chica estaba muy confundida además de apenada _

- Malena hija ya eres una mujer para entender dona estas cosas. El amor se acaba y no es culpa de nadie._ Su padre intentaba justificar algo que Malena no lograba comprender, ¡No de sus padres!_

- Pero mamá te quiere yo lo se._ Insistía la muchacha_

- Hace tiempo que ya no nos amamos. Pero yo ahora me he vuelto a enamorar volveré a ser padre y quiero vivirlo.

- ¿Por eso mamá siempre estaba sola? ¿No estabas trabajando si no con aquel pendón haciéndole un hijo?_ Malena gritaba con rabia y desesperación en ese momento odiaba a su padre con toda su alma_

Ferran le dio una bofetada que le marcó la cara. Enseguida se arrepintió pero ya era tarde.

- ¡Dios mío! Me has pegado y todo por una fulana de mierda. Te odio sal de aquí ahora mismo no quiero volver a verte en mi vida. ¡Fuera de mi casa!_ Ferran había hecho a su hija la visita mas amarga de su vida y tuvo miedo de perderla_

La chica gritaba al tiempo que lloraba, no de dolor por el bofetón si no de rabia, en aquel momento odiaba al su padre con todas sus fuerzas.

Ferran pensó que sería mejor irse y dejar pasar un tiempo para poder hablar con tranquilidad con su hija. Ahora sería mejor no forzar la situación.

De todas formas aun debía volver a casa y hablar con Alma e intentar llegar a un acuerdo. Ella también se merecía una explicación.

Sabía que no había sido culpa de ella, simplemente la pareja se había desgastado. Con ella había pasado la parte mas dura de su carrera profesional, fueron aquellos años los que en realidad siempre debía estar fuera de casa por cuestiones de trabajo y la distancia los fue separando. Hasta que la ocasión se presentó y volvió a vivir aquel enamoramiento que había sentido de joven y aquella nueva ilusión que rompía una familia pero que ya no podía echar marcha atrás.

Alma siempre había sido muy paciente con él. Cuando regresaba de un viaje de cinco o seis días ella estaba allí esperándolo. Al principio le recibía con ilusión y deseo, pero poco a poco cada vez los recibimientos eran más fríos hasta que un día ya no la encontró en casa y terminaron haciendo vidas separadas.

Ferran pensaba que lo había conseguido todo en la vida. Una buena posición social, una buena casa, buenos coches, una buena cuenta corriente….. Pero sabía que conseguir todo aquello le había costado perder a su familia. Y ahora que los años habían pasado quería otra oportunidad para ser feliz aunque sabía que eso pasaba por tener que hacer mal a su esposa y su hija.

Malena llamó a su madre, estaba rota de dolor pero sabía que su madre debía estar todavía peor que ella.

Había decidido ir a casa con ella pero primero quiso hablar con ella y saber como se encontraba.

La encontró en casa embalando todas las cosas de su padre. Alma no sabía si podría perdonar a Ferran lo que había hecho, bueno mas bien dicho ¡Como lo había hecho!

- Mamá soy yo ¿Como estas?_ Le dijo Malena intentando mantenerse fuerte_

- Bien hija que contenta que me hayas llamado._ Y Alma intentaba hacer lo mismo se atragantaba con las lagrimas pero no quería que su hija lo descubriese_

Alma sabía que tenía que explicarle a su hija lo que había pasado pero no quería hacerla sufrir. Esperaría a decírselo cuando fuese a París la semana siguiente.

Pero Malena no pensó de la misma forma y enseguida le dijo que su padre había ido a verla.

- Mamá, papá ha estado aquí, ya se que habéis discutido y....

- Hija tu no sufras por eso, papá y yo ya lo arreglaremos._ Alma quiso tranquilizar a su hija sin saber que Malena sabía mucho más que ella_

- Creo que no mamá, me parece que no te ha dicho que se ha enamorado y que esta esperando un hijo.

Alma sentía que el pecho le iba a explotar y lo que más le molestaba era que su hija sufriese. Era cierto que le hacía daño lo que su marido había hecho pero que no pensase en el dolor que le causaría a su hija eso la reventaba.

- Malena cariño, no sufras por mi yo estoy bien. Hacía tiempo que papá y yo ya no teníamos nada en común lo siento mucho por ti pero...

- Pero mamá nos ha engañado vete ha saber cuanto tiempo hace. Y cree que puede hacer lo que quiera y continuar con su vida como si nada.

- ¡Escucha yo no pienso decirte que es lo que debes hacer pero no olvides que es tu padre y que te quiere!

- Pues será mejor que me olvida porque yo yo no quiero saber nada mas de él. ¿Que se piensa que ahora me presentará a la novieta y el hermanito y seremos felices? ¡Pues lo tiene claro!

Si él ha escogido yo también tengo derecho ha hacerlo y no pienso perdonarle lo que ha hecho. Por lo menos podría haberlo hecho de otra manera ¿No crees?

- Si eso es verdad, a nadie se le puede obligar a querer, yo no quiero tener nadie a mi lado si no me quiere, pero es cierto que me lo podía haber dicho y hacerlo de otra forma.

Mira tu no sufras ya te lo he dicho, hablaremos y seguro que nos entendemos.

- Mamá ¿Me lo parece a mi o no estas tan dolida como creo que deberías estar?

- Hija ya te he dicho que hacía tiempo que las cosas no iban bien, no discutíamos pero.....Mas bien nos ignorábamos porque siempre estábamos separados. Nos habíamos acostumbrado a hacer cada uno la nuestra vida. También es verdad que yo poca cosa hacía aparte de esperar que él volviese a casa. ¡ Pero mira ahora me he apuntado a un gimnasio!_ Alma intentaba hacer que su hija la viese lo menos afectada posible para que Malena no sufriese_

- ¿De verdad mamá? Te irá muy bien y harás nuevas amistades, ¡No lo dejes, ¿Me oyes, quieres que vaya a casa contigo?

- No vida, yo iré la semana que viene. ¡Pero claro si es que tu quieres venir yo encantada de tenerte en casa!

- No, si vienes tu mejor yo tengo dos proyectos que me interesaría no atrasarlos.

- Está bien pues, hasta la semana que viene. Seguramente llegaré como de costumbre en el vuelo de las ocho de la tarde del viernes. ¿Te va bien?

- ¡Que si mamá, sabes que puedes venir cuando quieras! Un beso, te tengo que dejar me están llamando.

- Adiós hija, te quiero.

Alma sintió un cierto consuelo al hablar con su hija. Aunque la había descolocado el saber que su marido estaba esperando un hijo con aquella mujer.¡Por el amor de Dios! ¿En que estaba pensando este hombre?

Se sentía extraña, su vida se estaba hundiendo y ella no lo sentía de aquella forma. Era curioso que a pesar de todo lo único que le venía a la mente era el beso que Joel le había dado, quizás todavía tendría ocasión de ser un poco feliz antes de que llegase el fin.

Alma había estado dos días con su hija y le había ido muy bien hablar con ella. Aunque le costó, consiguió que la chica le prometiese que mantendría el contacto con su padre. Lo que no consiguió era que aceptase conocer a la nueva compañera de su padre.

Alma pensaba que el tiempo pondría cada cosa en su sitio. La Malena adoraba a su padre y ella estaba segura que al fin y al cabo terminaría perdonándolo. Sabía que era lo mejor para su hija y aunque que le hacía daño, no quería que se quedase sin el amor de su padre cuando ella faltase. Este era el único motivo por el que maldecía su enfermedad, la privaría de ver a su hija casada y a sus nietos. ¡No era justo, ella no se merecía eso! Pero como siempre acababa pensando ¿Y quien se merecía algo así?

Hacía dos semanas que Ferran se había marchado de casa. Aquella mañana la Marta había ido a buscarla para ir al gimnasio.

Ya había organizado las salidas y recogidas de los niños y Dani volvía a trabajar, la vida continuaba y ellas debían seguir adelante.

- No veas los malabares que he tenido que hacer para cuadrar los horarios de los chicos. Ahora me doy cuenta de lo que hacía el pobre Ricard. Lo echaré mucho de menos, me hacía mucha compañía.

- Marta te tengo de decir una cosa, verás Ferran espera un hijo con esa mujer.

- ¡ Vale está bien! Como broma para hacerme olvidar mis problemas pero…_Marta vio la cara de su amiga y enseguida comprendió que no era una broma, Alma hablaba en serio_

- ¡ Dios mío Dios mío! Lo dices en serio. ¿Pero como ha sido eso que demonios le ha pasado a este hombre? ¿Se ha vuelto loco?_ Marta no daba crédito a lo que estaba escuchando_

- Según él, se ha vuelto a enamorar._ Le dijo Alma_

- ¡Joder, pues si que le a cundido! Que cabrón ¿Así que tenía mucho trabajo? ¡Ya lo creo! ¿Y quien carajo es ella?

- No lo se pero debe ser joven, por la voz que tiene al teléfono._ Alma le había explicado la llamada que hizo a aquel numero del móvil de Ferran y fue cuando le contestó aquella mujer delatándose_

- ¿ Y como lo llevas reina?

- Bien, la verdad es que no me ha hecho tanto daño como pensaba. Ya te dije que hacía tiempo que la cosa no funcionaba. Es verdad que no me esperaba eso ¡Pero mira que le vamos ha hacer! Es igual, ahora mismo es el menor de mis problemas.

- ¡Si claro! Lo dices por Malena ¿Verdad? ¿Ya lo sabe?

- Si, se las tuvo con él cuando fue a verla.

- ¿Y como se lo ha tomado?

- Bueno, no muy bien pero hablé con ella y al ver que yo estaba bastante bien se ha quedado mas tranquila. Aunque le costará de digerirlo.

Las dos mujeres llegaron al gimnasio. La chica de la recepción las saludó y dio las condolencias a Marta.

Ella se lo agradeció con una sonrisa, en seguida se cruzaron con Joel que ayudaba a un chico a levantar las pesas. El chico acercó y también le hizo llegar el pésame a Marta.

Alma estaba cabizbaja, no podía evitar pensar en el beso que se dieron cada vez que le veía.

Tampoco podía evitar sentir un deseo irrefrenable de que la volviese a besar.

Joel notó como Alma se sentía incomoda y rompió el hielo hablando.

- Bueno señoras ya es hora de que se pongan de verdad a hacer ejercicio. Hoy después de los estiramientos haremos un ratito de aparatos ¿De acuerdo?

Las mujeres sudaban como nunca, Joel las estaba haciendo sufrir de verdad.

Marta, se rindió pidió parar un momento, necesitaba respirar un poco.

Joel le sugirió que fuese a la piscina a hacer unos largos.

La mujer aceptó gustosa el consejo que el hombre le dio.

Alma se quedó en la sala de aparatos quería utilizar los elásticos para tonificar los pechos había visto usarlo a una chica días antes.

Cogió el aparato y rápidamente comprobó que no era tan sencillo como parecía en un principio.

De pronto sintió como Joel se acercaba a ella por detrás enganchando su cuerpo al de ella. Sus brazos, rodearon los de ella y sus manos cogieron las de ella, la ayudó a estirar el elástico mientras la cabeza del hombre se inclinaba hasta rozar el cuello de Alma y ella podía sentir el aliento de él en su piel.

- Ahora inspira, estira y ahora expira y relaja._Joel le iba indicando lo que debía hacer_

Alma no podía hablar, apenas si podía respirar, se dejó llevar una vez y otra por los brazos del hombre.

- Lo haces muy bien Alma. Así sigue.

A Alma se le aceleró el corazón, la voz del hombre era como un susurro muy sexy y sintió un deseo imperioso de girarse y besarlo.

Pero no lo hizo, no se podía mover. Joel sintió la tensión de la mujer y se excitó pensando que él le causaba aquella sensación.

Sabía que era casada, pero la deseaba y ella parecía sentir lo mismo por él. Se arriesgó y tiró el anzuelo.

- Alma, te deseo quiero hacerte mía. Necesito sentir tu piel.

Joel le decía suavemente posando sus labios en el oído de Alma. Mientras, ella podía sentir su aliento y se estaba volviendo loca de deseo por él.

El hombre se apartó de ella y caminó hacia el despacho. Mientras caminaba se giró un par de veces para asegurarse que ella le seguía.

Alma miró a su alrededor, dos señoras mayores hacían bicicleta estática mientras conversaban tranquilamente, un chico joven golpeaba el saco de boxeo y tres chicas jóvenes caminaban dirección a la piscina.

Cogió la toalla que tenía en la silla de al lado y se limpio la cara mientras caminaba hacia el despacho de Joel.

El la vio llegar y abrió la puerta del despacho, la cogió de la mano y la estiró hacia dentro.

La agarró por la cintura i la besó con desesperación los labios, la cara, el cuello mientras sus manos recorrían el cuerpo de la mujer. La poseyó con desesperación y ansia mientras ella se entregaba sin reservas. Jamás la habían hecho el amor de aquella forma tan intima. Sintió el calor de los labios del hombre en su parte mas intima y gimió de placer creyó enloquecer al llegar a un éxtasis que nunca había alcanzado.

 

Capitulo 7.

Hacía tres semanas que llevaban su relación a escondidas, Alma todavía no se veía preparada para exponerse y que hablasen de ella. Marta sospechaba alguna cosa pero prefirió no preguntar nada al ver que su amiga no se lo quería explicar.

Aquel lunes por la mañana Alma esperaba a Marta para ir al gimnasio, cuando recibió la llamada de Ferran.

- Alma soy yo, tenemos que hablar. ¿Cuando quieres que nos veamos?_ La situación entre ellos estaba mas calmada y ahora ya podían hablar sin reproches_

- Tu mismo, eres tú quien siempre está ocupado.

- ¿Te va bien en media hora?_ Preguntó él_

- ¡ Pues la verdad es que ahora no!

- Está bien ¿Cuándo podría ser?

Alma lo pensó mejor y pensó que cuanto antes terminase con aquello mejor.

- Vale, está bien en media hora nos vemos en " Bocatas"_ Le dijo ella, pensó que en un lugar como un bar sería mejor que no que Ferran entrase en casa. En casa se sentiría mas cohibida_

- Jo había pensado que sería mejor en casa _Dijo Ferran confirmando así lo que Alma sospechaba.

- En media hora en " Bocatas" Si te va bien, si no lo jamos estar._ Sentenció Alma no dejando lugar a que Ferran siguiese intentando llevarla a su terreno_

- Está bien hasta ahora.

Alma sabía que se tenían que ver debían hablar de la separación. Ella no quería que fuesen unos extraños quien hablasen de sus asuntos. Alma esperaba poder entenderse con Ferran y llegar a buen acuerdo, no pensaba en ella logicamente ya que poco tiempo le quedaba para disfrutar lo que le quedase. Pensaba en Malena quería asegurarle el futuro_

De pronto se enfadó al pensar que no podría ir al gimnasio. Iba a llamar a Joel cuando llego Marta.

- Buenos días guapa, ¿Que estas preparada?_ ijo Marta alegremente_

- Pues mira lo estaba pero no puedo ir, ahora mismo me ha llamado Ferran y he quedado con él para hablar. Ya no lo puedo retrasar más.

- ¡ Está bien mujer! Mejor que lo dejes arreglado. Pero escucha no aflojes ni un poquito, ¿No es él quien te ha dejado? Pues ahora que se rasque el bolsillo, no te pongas sensiblera, cuando te venga con lo de su próxima paternidad y lo costoso que es….y bla..bla…bla.

- Esta bien mami, no te preocupes seré como "Cruella de Vil" ¿Te parece bien?_ Le dijo Alma a su amiga en tono jocoso_

- No de verdad no te dejes joder ¿ M oyes?

- No de verdad lucharé por lo que es mío. Además está Malena yo no puedo mantenerla yo sola y sin trabajo.

- Bueno me voy. ¿Quieres que le diga alguna cosa a Joel? _Le preguntó Marta inocentemente sin pensar_

- ¿ Y por qué tendría que decirle nada yo a Joel? ¡No te fastidia!_ Alma le contestó un tanto molesta_

- Alma que no me mamo el dedo ¿Sabes?

- Lo siento pensaba explicártelo pero me daba vergüenza._ Le confesó Alma a su amiga_

- ¡ Escucha Alma ya no estás casada y yo no soy tu madre para decirte lo quédeles hacer.¡ Pero escucha, que no te hagan daño! ¿Vale?

- ¿Por qué dices eso? _ Alma no entendía a que venía eso_

- Alma por favor. Joel es más joven que tú cuando se canse del polvo fácil, volverá a por una nena de dieciocho supongo que eres consciente ¿Verdad que si?

- La verdad es que creo que ya es tarde para ponerme ha pensar en eso. Creo que me enamorado de ese hombre.

- ¡Joder Alma! Eres la ostia, no puedes enamorarte de ese tío de ese no ¿ Me oyes?

- ¿Pero por qué no? El también me ama.

- No, no te ama él se te folla y nada más. No te engañes cuando se canse de hacerlo te dejará plantada como una acelga.

- Puede ser que le deje yo antes._ Dijo Alma sabiendo que no era mucho el tiempo que le quedaba de vida_

- Ahora aun te entiendo menos ¿Que quieres decir?_ Marta no comprendía a su amiga_

- ¡Vale basta me voy! Ferran me está esperando.

Alma dio un pequeño empujón a su amiga y las dos salieron de casa. Marta fue al gimnasio y Alma en dirección contraria para

Encontrarse con su ex marido.

Ferran estaba sentado en una mesa para dos, tomaba un café solo. Alma al verlo sintió mucha tristeza en su interior.

Como podrían haber acabado así.

Aun le encontraba atractivo pero ya no le veía con los mismos ojos de hacía veinte años. Ahora se alegraba de que hubiese encontrado a alguien y que fuese feliz cuando ella ya no estuviese. Alma entró en el local y se acercó hasta donde estaba Ferran.

El se levantó al verla llegar, él hizo un gesto como para darle un beso en la mejilla pero Alma desvió su cuerpo y le ignoró, no quería gestos de cariño entre ellos ya no era necesario.

- Hola Alma, ¿Como estas?_ Preguntó él algo cortado por la situación_

- Ferran déjate de cumplidos y ves al grano que me están esperando._ Le dijo ella muy secamente_

- Está bien como tu quieras, pero sería mas fácil si fuésemos un poquito amables el uno con el otro ¿No te parece?

- Mira no seas cínico donde estaba tu amabilidad cuando me dejabas sola en casa para estar con...…_ Ferran la interrumpió antes de que dijese alguna burrada_

- Alma es una buena chica, no es ninguna fresca simplemente nos enamoramos. Estoy seguro que tu también tendrás otra oportunidad y….Alma sintió una punzada de dolor, ¿Oportunidad de qué? De vivir cuatro días más. Alma se sentía rabiosa y esa rabia la descargó con Ferran_

- ¡ Joder Ferran deja estar ya! ¿ A ver que me quieres decir?

- Vale, mira la casa si que se tendrá que vender por que tiene un costo muy alto y yo no podré seguir pagándolos.

- ¡Ya! Y debes querer la mitad ¿No?

- Si, ya tengo comprador, si te va bien el sábado iremos a verla aunque ya la conoce y le parece bien.

- Ya la conoce. ¿Quien es?

- Albert Grimau.

- ¿ Tu jefe?_ Preguntó ella incrédula_

- Si se ha separado y la quiere para él.

- ¡Caramba! Quizás tenéis una epidemia en la empresa._ Dijo ella con todo el sarcasmo de que fue posible.

Ferran hizo un gesto con la cara, aludiendo al comentario jocoso que había hecho la mujer.

- La venderemos muy bien de precio. Teniendo en cuenta que nos costó 500000 euros, él nos da 650000.

Alma puso una cara de aceptación. Pero enseguida pidió explicaciones al hombre.

- Muy bien pero yo necesitaré tiempo para buscarme un piso y no se cuanto puedo tardar.

- Si eso es un problema pero creo que con el presupuesto que tienes podrás encontrar alguna cosa pronto.

Yo iré a recoger mis cosas y el despacho. ¿Te parece bien?

- Si puedes llevártelo, llévate lo que quieras yo no se donde podré meter todo lo que tenemos, no creo que encuentre un piso lo suficientemente grande cómo para meter tanta cosa.

- Albert dice que si dejamos los muebles él nos abonará la diferencia de los muebles. Lo que nos de de los muebles te lo quedas tú.

- ¿Y Malena, que se supone que tenemos que hacer con ella?

- Le queda un curso que yo le pagaré como estaba pensado. Su estancia en París podríamos compartirla.

- ¿Recuerdas que yo no trabajo?_ Le dijo Alma_

- ¿Recuerdas el dinero que teníamos invertido?

- ¡Si supongo que se tendrá que repartir!

- No, hace un tiempo que los utilicé.... ¡ Espera no te alteres!

Ferran paró a su ex mujer al ver que ella estaba dispuesta a protestar.

- Compré un local y un piso en el paseo de la Bonanova (Una de las zonas mas privilegiadas de la ciudad de Barcelona) Están alquilados y tu eres la beneficiaria. El piso tiene un alquiler de 1200 euros i el local de 3000 euros. Como puedes ver, creo que con eso te podrás mantener perfectamente ¿No?

Alma se quedó parada, su exmarido había pensado en ella antes de dejarla, con que cara le tenía que mirar ahora. En parte se sentía avergonzada.

- ¡ Vaya! No se que decir. Gracias.

- No me tienes que dar las gracias. Si tenemos todo eso es gracias a ti. A saber aguantar mis ausencias cuando yo me pasaba el día fuera de casa haciendo dinero.

Tu siempre has sabido ahorrar y gracias a ti soy quien soy. No se me olvida. Jo también te he de dar las gracias y pedirte perdón. Pero Alma nunca te quise hacer daño, simplemente pasó Y no lo supe parar a tiempo, ¡ Lo siento!

- Está bien, supongo que es culpa de los dos. Yo también me acomodé a que fueses tú quien trabajase y que llevases el peso de todo. ¡ Yo también lo siento!

Se cogieron las manos y a los dos le cayeron unas lagrimas por el amor perdido.

- ¿Mi hija no me perdonará verdad?_ Preguntó el hombre apesadumbrado_

- Tienes que darle tiempo, poco a poco lo aceptará ya sabes que es una buena nena.

- Yo la quiero mucho y no quiero perderla.

- Todo irá bien ya lo verás, ten paciencia. Y pase lo que pase no te separes de ella, ¿Me oyes? Prométemelo._Le pidió ella con lagrimas en los ojos_

- ¡ Claro que si mujer!

- Quiero que me lo prometas.

- Está bien no lo entiendo pero te lo prometo jamás la dejaré sola. Pero ¿Pasa alguna cosa que yo deba saber?

- No pero me quedo más tranquila.

Capitulo 8.

Marta y Alma estaban delante de la puerta de un edificio de estilo victoriano, estaban a dos calles de la que todavía era su casa.

Alma no se podía creer que hubiese tenido tanta suerte. Escuchó en el gimnasio como una clienta le explicaba a otra, que su sobrino vendía la casa para irse a Londres. Parecía ser que había recibido una oferta de trabajo inmejorable y no podía dejar pasar la ocasión.

Quería vender la casa y allí estaba ella escuchando la conversación. Esperó el momento oportuno y Alma se presentó a la señora.

La mujer muy amablemente le dio el número de teléfono de su sobrino y Alma después de llamarlo quedó con él para ir a ver la casa .

Y allí estaban Alma y Marta estaban dispuestas a dar un buen repaso a la casa con la esperanza de que estuviese lo suficientemente habitable para poder comprarla.

Hacía poco más de cinco minutos que esperaban delante de la casa cuando vieron llegar un coche que poco a poco se iba parando hasta llegar delante de ellas.

Un chico de unos veinticinco años salió de un Mercedes descapotable y se acercó a ellas.

- Buenos días siento el retraso, pero circular por Barcelona es cada día más difícil. Me llamo Eric, Eric Estruch._ Dijo el muchacho disculpándose_

- Buenos días, no te preocupes que hace poco que esperábamos. Soy Alma Sar…..

Alma estaba tan acostumbrada a hacer servir el nombre de casada que había olvidado que ya no era necesario y que ahora podía hacer servir su nombre de soltera. Y entonces rectificó

- Perdón. Soy Alma Senserrich, encantada. Ella es la mi amiga Marta y viene a acompañarme.

- Buenos días, mucho gusto._Saludó Marta al joven_

- ¡ Mucho gusto señoras! Si les parece bien, vamos pasando. No quisiera parecer mal educado pero me esperan a las doce en una reunión.

- Si claro, adelante.

Eric abrió la puerta y entraron en un gran entresuelo, allí había un ascensor antiguo y dos buzones. Fue entonces cuando Eric comenzó a dar explicaciones.

- Como verán tan solo somos dos vecinos, los señores Martí son como de la familia viven aquí hace sesenta años, casi toda su vida desde que se casaron.

Mi casa pertenecía a mi abuela, me la dejó en herencia hace dos años que murió.

Las viviendas se mantienen en muy buen estado a pesar de lo antiguas que son. Fueron construidas con muy buenos fundamentos con materiales de primera para la época. De todas formes se ha ido restaurando .

- ¿El ascensor es seguro? Debe ser muy antiguo._ Dijo Marta _

- Si, no se preocupe, la estructura es la original pero se ha cambiado el motor por uno moderno. Es muy seguro se lo puedo asegurar._

- ¿Así su piso es el de la planta superior?_ Preguntó Alma deseosa de verlo_

- Si, este es el primero están los señores Martí y en el segundo está el mío.

El chico iba dando explicaciones mientras entraban en el ascensor y subían al segundo piso. El ascensor subió rápidamente y Eric muy cortés abrió la puerta para que las mujeres saliesen.

La puerta del piso era de un color ébano. Era una buena puerta maziza, una bona madera, era alta y ancha. Tenía en medio un tirador dorado y reluciente. En la pared en color también dorado un botoncito que era el timbre.

El chico lo hizo sonar para que lo escuchasen. Un agradable sonido de campanas sonó, Alma miró a su amiga de forma divertida. Estaba claro que les había gustado el sonido del timbre.

Eric pensó que era un buen comienzo, sacó las llaves del bolsillo del pantalón y abrió la puerta. Lo primero que a Alma le entró por los ojos fue la claridad de la vivienda. El sol entraba por todas las bandas de la estancia.

El recibidor era un espacio abierto con una pared de espejos, un taquillón que hacía de mueble recibidor. Sobre él tenía un jarrón con flores que se reflejaban en los espejos dando la sensación de encontrarte en un magnifico jardín.

El salón era amplio con dos espacios bien definidos, la parte del comedor y la parte de descanso.

El chico no tenía mal gusto, el suelo era de un gris oscuro y las paredes jugaban entre el gris claro y el rosa pálido .

La mesa de comedor era ovalada en vidrio negro y patas de metal negro, las sillas eran a juego con el asiento rosa pálido como la pared.

Un gran moble de módulos en blanco era el aparador del salón con la televisión y los detalles de la decoración en gris y diferentes tonos de rosa. Blancos también eran dos sofás sobre él cojines en tonos rosas, grises y negro a rallas y topos.

Parecía mentira que fuese la casa de un soltero era todo muy de diseño.

En las vidrieras tenía estores que combinaban con las paredes.

Tenía una gran chimenea en medio del salón de forma que quedaba abierta a todos los espacios.

Alma no daba crédito, todo era precioso. La cocina estaba tras una gran vidriera que la separaba del salón.

En tonos lilas y blancos no le faltaba detalle. Los electrodomésticos eran nuevos.

Aquel joven no sabía ni lo que era hacerse una tortilla estaba todo impecable.

Cuando Alma vio aquello supo que la casa estaría fuera de sus posibilidades, aquel hombre pediría una fortuna por la casa y ella solo disponía de 325000 euros i estaba segura que él querría mucho más. Era una pena porque le encantaba aquella casa.

Entonces Alma decidió que no quería hacerle perder mas tiempo al chico, ni dañarse a ella misma viendo aquella preciosidad que no podía ser suya.

- Mira Eric tienes una casa preciosa, pero creo que tu debes pedir una cantidad que creo que yo…..no....

- Bueno aun no la has visto toda y no sabes lo que yo pido por ella._ El joven reía divertido y Alma no entendía a que venía aquella sonrisa que por otra parte te veía sincera_

- Si por eso mismo que si la veo toda el dolor será mas grande._Le dijo Alma mientras Marta no cesaba de curiosear todo lo que había a su alrededor_

- Perdone mi indiscreción pero su marido piensa venir otro día a ver……._ Alma le interrumpió.

- No, me acabo de separar, mejor dicho me han separado. Me ha cambiado por una de veinte. Por eso necesito una casa.

- Mira yo tenía pensado pedir 500000 con los muebles tal y como está.

- ¡ Huy ! yo no dispongo de ese dinero. Ves no puede ser._ Dijo Alma con mucha pena_

- ¿ De cuanto dispones ?_Preguntó él muy directamente_

- De 325000 podría ser 400000, no más.

- ¡Vale es tuya!_ Dijo él rápidamente_

Alma no había sentido bien o eso pensaba ella. Le hizo repetir al chico lo que había dicho.

- Perdón. ¿Que has dicho? ¿ Me lo puedes repetir?

- Si el lunes que viene me puedes dar 400000 euros. La casa es tuya tienes toda una semana para conseguirlo.

A Alma le dio un ataque de risa, no se lo podía creer. Por qué aquel chico le vendía aquella casa que sin duda valía mucho más.

- Perdona pero por qué quieres venderme la casa, si tu sabes que puedes sacar mucho más.

- A mí también me han dejado y aquí fui muy feliz, hasta que también llegué a ser, el hombre más desgraciado del mundo.

- ¡Caramba, lo siento!_ Dijo Alma que se sorprendió de la sinceridad del muchacho_

- Si, mi novia se aburría y decidió distraerse con mi mejor amigo. ¿Qué te parece gano yo ¿No?

- ¡Joder, me estáis deprimiendo! _ Dijo Marta con su espontaneidad habitual_ Perdón, pero es que parece que la mala suerte se haya apoderado de vosotros, a ver si eso se pega.

- ¿Qué entonces, hacemos tratos?

- Bueno tengo que mirar como conseguir los 75000 euros que me faltan.

- Se lo podrás sacar a tu ex, si no por qué te dejaba_ Le dijo Marta_

- Creo que me las arreglaré. ¿Te parece bien si te digo algo de aquí a dos días?

- Si vale, pero creo que esta casa está hecha para ti. De todas formas no hemos acabado de verla. ¿Supongo que queréis ver el resto de la casa?

No fue Alma quien contestó si no Marta.

- ¡ Por supuesto! Me muero de curiosidad.

El baño era exquisito, un gran plato de ducha con hidromasaje, una bonita bañera redonda y dos lavamanos con grifería de diseño, lo mismo que el sanitario todo dentro de unes baldosas en tonos azules des de el color azul cielo al color azul noche, hacían un bonito mosaico.

En el pis superior al que se llegaba por una escalera de mármol rosado, estaba todo enmoquetado, con una moqueta color visón.

El pasillo, disponía de unas cavidades en la pared donde habían colocados diferentes jarrones de vidrio.

Dos baúles de color blanco adornaban el centro del pasillo.

Habían seis puertas, la primera que vieron era un dormitorio donde entraba una luz esplendida, la pared del cabezal estaba pintada en gris oscuro y unas finas rallas de color gris perla la atravesaban de banda a banda. Las otras paredes estaban pintadas del mismo gris perla que las finas rallas del cabezal.

En color rosa pálido unes finas cortinas y la cama vestida en colores grises. Los muebles en blanco que daban una luz especial a la estancia.

El armario empotrado era enorme. En el mismo dormitorio una puerta daba a un bonito baño.

Una ducha un sanitario y dos lavabos todo también de diseño en color negro y blanco.

Las mujeres se iban mirando, incrédulamente. Todo el equipamiento de la casa valía muchísimo, se veía que había sido decorada con ilusión y amor.

Otra de las habitaciones era un dormitorio con una cama individual de metal dorado con dosel, la decoración jugaba con los tonos violetas y morados.

Un segundo dormitorio individual, este mucho mas masculino. Todo en madera maciza, muy escueto una cama un armario una mesita de noche y un escritorio. Las paredes en tonos beige y crema.

La siguiente puerta que abrió el chico dejaba ver toda una sala de gimnasio con aparatos propios de la disciplina.

Ahora si que Eric le dijo:

- Todo eso si que me lo llevaré ¿De acuerdo?

- Si por supuesto para que quiero yo todo eso._ Dijo Alma sin poder evitar que Joel viniese a su mente_

La puerta siguiente era un pequeño servicio, tan solo con un sanitario y un lavamanos. Y la última puerta daba a una escalera que subía hasta una terraza llena de flores y un cubierto donde se escondía una piscina climatizada, de unos 8 metros de largo por unos tres de ancho.

Eso si que no lo esperaban, dentro del cubierto una pequeña barra de bar y un sofá .Entonces Eric le dijo:

- Lastima que no sea de noche, porque toda la terraza tiene una iluminación fantástica y muy romántica.

- Pero Eric mira jo no soy ninguna fresca yo se que todo esto vale mucho más y yo no puedo……_ Eric vio en la cara de Alma la desilusión estaba convencida que no podría tener esa casa_

- Por favor es muy importante para mi venderla deprisa y quiero que la tenga alguien que la valora y sepa amarla como la amé yo. Por favor Alma se lo que estoy haciendo de verdad.

La mujer fue hacia él y le cogió la cara con las dos manos, alguna cosa muy especial se había creado entre ellos dos. Alma le dijo con mucho cariño.

- La cuidaré, la amaré y la disfrutaré como nadie. Te lo juro.

- Lo sé.

- Vosotros no os conocíais ¿Verdad?_ Preguntó Marta que vio que Alma y Eric tenían un feling especial.

Alma y Eric se pusieron a reír sin decir nada, a Marta le parecía todo un poco extraño.

Hoy día que todos se matan por un euro, llega este niño bien y se vende su casa maravillosa por mucho menos de lo que le darían.

La casa tenía espíritus. Seguro que era eso por lo que se quería deshacer de ella. ¡Claro era eso! Se lo tenía que decir a su amiga.

Alma y el chico quedaron en verse en cuatro días para formalizar la venta.

Ella sabía que debía encontrar el dinero que le faltaba aunque no le hacía ninguna gracia se lo pediría a Ferran. De todas formas la casa era una inversión para Malena, ella poco tiempo tendría para disfrutarla pero su hija quedaría bien situada.

Capitulo 9.

Bueno no fue tan difícil, Albert Grau les pagó la casa enseguida y de los muebles que se quería quedar. Les dio cuarenta mil euros por ellos, habían muchas cosas que a Alma le daba pena deshacerse de ellas pero necesitaba el dinero y además pensó que sería mejor despedirse de ellas en aquel momento.

Los treinta y cinco mil que le faltaban se lo pidió a Ferran, le dijo que tan pronto como comenzase a trabajar se lo devolvería. Alma sabía que no sería así durante mucho tiempo pero si tenía oportunidad de trabajar en alguna cosa lo haría mientras pudiese. El, quizás por su sentimiento de culpa no quiso que se lo devolviese pero ella insistió aunque sabía que no podría nunca llegar a pagárselo todo.

El tan solo le dijo que por qué no miraba un piso más asequible, pero cuando ella le explicó como era la casa y donde estaba situada él la comprendió y no volvió a decir nada más. No era el más indicado para decirle a ella lo que debía hacer.

En medio de todo aquel lío tan solo conseguía reposar cuando hacía unos largos en la piscina del gimnasio. Había continuado yendo cada día, sacaba tiempo de donde fuese porque necesitaba ver a Joel y también porque mientras nadaba el dolor de cabeza remitía.

El se había ofrecido a ayudarla en la mudanza, pero Alma no quiso, de momento no estaba segura de querer involucrarlo tanto en su corta vida.

¡ Si, se lo pasaban bien juntos! Pero ella no estaba muy segura de lo que realmente sentía por él y todavía menos de lo que él sentía por ella. Y el tiempo que le quedaba por vivir lo que menos necesitaba era sufrir otra vez por un hombre. A veces le parecía que él tonteaba con las mujeres que iban al gimnasio. Joel le decía que no podía ser grosero con ellas, el negocio dependía de eso, pero él le juraba una y otra vez que no tenía con ninguna de ellas. Alma estaba asustada sabía que se estaba enamorado de él y tenía miedo de volver a sufrir. Ella había pensado en mantener solo una relación que le aportase alegría el tiempo que le quedase de vida pero no contaba con enamorarse.

No tocó nada de la nueva casa, tan solo cambió las cosas de la cocina, batería cubiertos, vasos etc.… que había traído de su antigua casa. Los adornos eran regalos de Malena o de amigos, nada que le hubiese regalado Ferran. Ninguna foto de ellos dos todos esos recuerdos los guardó en cajas no lo quiso tirar le gustase o no era una parte de su vida y algún día a Malena le gustaría tenerlo.

Todo quedó dentro de un armario que había en la habitación que Eric tenía destinada al gimnasio.

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