Andrea

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Conchita saludaba de esa forma a la paciente, también se dirigió a su compañera a la que le agradeció el haberse quedado un poco mas de tiempo hasta que ella se hubo incorporado a su turno.

- Hola María, ya veo que despertó….Anda vete ya, que tus niños te esperaran antes de irse al colegio. Y gracias por esperarme._ La mujer siempre tenia una palabra amable para todo el mundo_

- Bueno pues me voy, ya nos contaras cuando la hagas hablar….. Que lo harás estoy segura._Le dijo su compañera María que estaba segura que si había alguien capaz de sacarle información a "La extraña" esa era Conchita_

Las dos enfermeras se despidieron y Conchita tomó la mano de la joven paciente, que abrió de nuevo los ojos y Conchita pudo ver lo que ya todos intuían.

Tenía unos ojos bellísimos, la joven la miraba con curiosidad sin duda no sabía donde estaba ni que le ocurría.

- ¿ Que has dicho cariño? ¿Ese es tu nombre?_ Preguntaba la enfermera esperando que la joven pudiese confirmárselo_

La muchacha la miraba sin entender nada absolutamente. Conchita pensó que quizás no hablase español y pensó que lo mejor sería intentar localizar al doctor Marin.

El doctor hablaba francés e ingles seguramente él lograría entenderse con ella.

Conchita decidió ir hacia el mostrador de la planta para intentar localizar al doctor pero la joven la retuvo. Cogió su mano con fuerza y la enfermera decidió quedarse allí con ella.

- Esta bien me quedaré contigo, si no puedes hablar cierra los ojos una vez para…..

La joven le cortó su explicación al dirigirse a ella.

- ¿ Donde estoy?_ Preguntó la chica_

- ¡ Cielos santo! Hablas castellano menos mal ya pensé que no nos íbamos a poder entender bueno lo que está claro es que eres de origen latino, no se diferenciar si Venezuela, Colombia seguro que Argentina no. Al menos no tienes ese acento característico de los argentinos.¡ Dios mío perdona me pongo ha hablar y no pienso en nada mas!

Mira cariño estas en el hospital Virgen Macarena, tuviste un accidente….¡ Que caramba ! te pegaron una paliza de mil demonios.¿ Recuerdas algo cariño?

- No, no se nada yo…._ La joven estaba aturdida y no entendía que hacía allí ni por qué, parecía incomoda y nerviosa y Conchita intento calmarla_

- No sufras, mira antes has pronunciado algo que no logramos entender. ¿Sabes cual es tu nombre?

-No lo se, no recuerdo nada ¿ Que es lo que dice que me pasó?

- Cielo, alguien te dio una buena paliza pero tu no te preocupes ahora estas en buenas manos.

- Me duele todo el cuerpo…._ Se quejó la muchacha, después

se quedó un momento pensativa y seguidamente pronunció un nombre _

- Bueno, así que sigues siendo una extraña. ¡ Que le vamos ha hacer! ¿ De donde eres, lo recuerdas ?

- No se, no se nada no se quien soy yo…._ Lloraba de impotencia era una sensación muy extraña era como si no estuviese viva como si estuviese viviendo otra vida paralela no sabía quien era ni que había pasado ni de donde venía. ¡Era un horror!

- ¡ Bueno…! No sufras poquito a poco iras recobrando el sentido de todo y tus recuerdos. Aunque me temo que algunos no te van a gustar._ Le dijo Cochita muy cariñosamente mientras le acariciaba el cabello_

La chica se puso a llorar su mente estaba confundida, se le mezclaban les imágenes, no podía entender lo que había sucedido pero sabía que estaba en peligro. Entonces se puso a gritar de nuevo algo que Conchita no llegaba a comprender.

¡ Nineta, nineta!

La enfermera intentaba calmar a la joven mientras el doctor Marín hacía acto de presencia en la sala.

- ¡ Conchita ! ¿ Que está pasando?_ Preguntó el doctor al ver a la joven tan alterada_

- Doctor, está recordando y se ha alterado yo…_ Conchita no sabía como explicarle que ella solo intentaba calmarla_

- Vamos traiga un Valium rápido o se arrancará las vías._ Dijo el doctor_

La enfermera se fue rápidamente a buscar lo que el doctor le había pedido mientras él intentaba calmar a la joven.

-Vamos tranquilícese o se hará daño.

- Déjeme, tengo que ir a buscarla o no la volveré a ver_ Decía la joven sin que el doctor entendiese a que se refería_

-¡ Déjeme!_ Decía ella gritando enloquecidamente_

- Perdone no la comprendo ¿A quien tiene que ir a buscar?

¿ Que esta ocurriendo?

- Esta en peligro ¿ No lo entiende? Déjenme ir debo ir a buscarla.

- ¿ A quien debe ir a buscar y que demonios le pasa ?_ Preguntaba el doctor intentando entender algo de lo que ella estaba diciendo_

Entonces la joven se desmayó volvió a perder el conocimiento y dejó a el doctor y a su enfermera con la intriga de saber alguna cosa más sobre ella.

- Sabe doctor quizás ella no sea tan extraña, pero le aseguro que lo que envuelve a esa joven no es nada normal o por lo menos no es todo lo normal que pudiese ser para usted o para mi.: Dijo Conchita visiblemente preocupada_

- ¡ Hay Conchita ! A veces parece usted una bruja, es como si pudiese leer dentro de las personas y lo malo es que casi nunca se equivoca._Le dijo cariñosamente el doctor_

- Si es cierto creo que desde que perdí a mi familia tengo ese “Don “ quizás sean ellos los que me ayudan para hacerme el trabajo mas fácil.

El doctor se acercó a la mujer y le dio un beso en la mejilla, hacía tiempo que se conocían y desde el principio se habían entendido muy bien. Ya hacía diez años desde que aquel joven medico recién salido de la facultad comenzaba y en sus primeros días suerte tuvo de Conchita que le sacó de algún que otro apuro. Desde entonces su amistad había ido creciendo hasta llegar a tenerse un verdadero cariño.

Conchita fue su mano derecha y su confidente cada vez que metía la pata con algún paciente o cuando le gustaba una chica y también su paño de lagrimas cuando se rompían algunas de sus relaciones. Por eso para la mujer no pasó de inadvertido la forma en que el doctor miraba a la joven extraña.

 

Capitulo 2.

 

Cristóbal Salazar "El gran amo" como le llamaban en toda Sudamérica, estaba que se subía por las paredes jamás nadie tuvo el valor de enfrentarse a él ni de retarlo. Aquella zorra pagaría muy caro por su traición.

Pero nada salió como él había planeado, Esmeralda era su gran baza y los inútiles de Rodríguez y Escobar habían perdido a la mocosa y lo peor era que aun no sabia que Nayala estaba muerta, la paliza que le habían propinado sus hombres acabaron con ella.

Rodríguez y Escobar no sabían como darle la noticia a su jefe sabían que la habían cagado, sin la muchacha jamás encontrarían el cargamento.

- ¿En que coño andaban pensando? Son unos inútiles ya acabaron con Manuel, ahora como demonios piensan que vamos a encontrar el cargamento si acabaron con la chamaca.

Los matones estaban delante de su jefe cabizbajos, no entendían como sus hombres en España no supieron acatar sus ordenes.

¡Ellos fueron bien claritos! Solo hacerla hablar no golpearla hasta acabar con su vida.

Pero estaba claro que si no hacían las cosas ellos mismos, no salían bien y allí estaban ellos cargando con las culpas de aquellos mequetrefes. Cristóbal Salazar iba hacer rodar cabezas y ellos temían que comenzase por las suyas.

- Bien, ¿Están seguros que la chamaca esta muerta ? Por que si esos españolitos han pensado ni por un momento en chingarnos les aseguro que no va ha quedar vivo ni Dios. A si que vamos asegúrense de ver el cadáver de esa mal nacida de lo contrario no se molesten en volver hasta que hayan dado con ella ¿ Les quedó bien clarito ?_ Salazar nunca perdonaba, era un hombre de unos sesenta años, que llevaba toda su vida en las calles desde bien niño tuvo que espabilarse para llevarse un mendrugo de pan a la boca. Tuvo a su cargo a cinco hermanos a su madre enferma y a un padre borracho que le daba palizas días si y días también. Hasta que con dieciséis años tuvo su oportunidad una banda le reclutó y Cristóbal que era inteligente supo ganarse la confianza del amo hasta que le quitó de en medio y él se quedo con todo un imperio que ya iba rodado. Perdió los escrúpulos y pasó a ser El gran amo.

Rodríguez y Escobar contestaron a su jefe con un movimiento de cabeza. Ahora deberían ir hasta Cádiz, España y quedar bien seguros de que aquella pendeja estaba muerta y bien muerta.

Fue Rodríguez quien contacto con sus hombres en Cádiz, cuando les pidió que retuviesen el cadáver se hizo un largo silencio hasta que al otro lado del teléfono se escucho una voz temerosa decir que el cuerpo no lo tenían ellos.

Se limitaron ha hacer hablar a la mujer pero se les fue la mano y cuando creyeron que estaba muerta la dejaron allí tirada.

Ahora el cuerpo ya no estaba donde lo dejaron, sin duda alguien la recogió y la entregaría a las autoridades o quizás estaría en un hospital aunque lo mas seguro era que ya estuviese enterrada

Pero ¿ Donde ? No tenia identificación alguna así que nada sabrían de ella.

La doncella limpiaba el baño cuando le pareció escuchar el llanto de un niño. Salió del baño y espero en silencio hasta que de nuevo pudo oír aquel ruido que salía del armario empotrado de la suite 64 del Hotel España. La mujer fue hacia el armario y con cuidado y temor abrió sus puertas, allí estaba el origen del llanto. Unos lindos ojitos verdes como dos piedras preciosas la miraban atemorizada, la niña de unos cuatro añitos estaba en la parte inferior acurrucada y bañada en lagrimas y orines.

La doncella se quedó paralizada al encontrarla y tuvo que armarse de valor para reaccionar y demostrar a la niña que no debía tenerle miedo ella la cuidaría.

Se agachó hasta estar a la altura de la niñita y le tendió las manos para sacarla de allí.

_ Hola mi amor ¿ Quien eres tu?

La niña no contestó se limitaba a mirarla y se secaba los ojos con sus manitas. Era una preciosidad aquellos ojos verdes enmarcaban una linda cara que adornaba un pelo rizado y negro como la noche. Llevaba un vestidito color rojo con florecitas blancas, unos zapatitos blancos de charol con calcetines rojos era como una muñequita.

La mujer no quería llamar a nadie mas hasta haber conseguido ganarse la confianza de la niña, si de pronto se veía rodeada de la policía, médicos y demás empleados del hotel la chiquilla se asustaría aun mas de lo que ya estaba.

La doncella actúo como ella quisiera que actuasen con sus hijos si alguna vez se encontrasen en aquella situación ¡ Que Dios no quisiese que eso pasase jamás !

Así siguió dando explicaciones a la niña intentando sacarla de allí y saber el porque estaba allí dentro metida.

_ Mira yo soy Lucia, trabajo aquí en este hotel, ¿ Tu estas de vacaciones ?

Lucía era una mujer que rondaba los cuarenta años, era una andaluza guapa, a pesar de ser madre de dos hijos tenia una figura estupenda donde sus pechos eran el punto de mira de todos los hombres. Era dulce y cariñosa y sobre todo madre eso hizo que al ver a la niña actuase como tal.

Solo obtuvo silencio de parte de la niña debía seguir intentando que confiase en ella para poder ayudarla.

- Oye como acabaste en el armario ¿ Estabas jugando con tu hermanito ?

Entonces la niña negó con la cabeza, bueno por lo menos ya se había decidido a mantener contacto con ella ahora debía seguir.

- Entonces ¿ Jugabas con mamá ?

Ahora la niña volvió a llorar con desconsuelo, estaba claro que echaba de menos a su madre. Pero como se la iba haber dejado allí dentro ¡ Por Dios ! Es una niñita no una maleta vieja.

Algo había pasado para que la niña estuviese allí y no hubiese ni rastro de su madre.

Entonces Lucía se incorporó y miro en el armario contiguo, allí había varias prendas de vestir de mujer una maleta no muy grande y un bolso neceser.

No encontró ningún documento que le pudiese aclarar de quien eran esas pertenencias pero eso era lo de menos en el registro estarían los datos de la mujer. Lo primero era recuperar a la niña pues estaba claro que se encontraba en mal estado. A saber cuantas horas debería hacer que estaba allí dentro y sola.

Olía a pipí y seguramente llevaba horas sin comer.

- Óyeme yo creo que debes tener hambre ¿ Verdad ? Mira ahora te sacaré de este lugar tan feo y te daremos un baño después te traeré comida muy rica. Supongo que te gustan los macarrones

¿ A que si ?

La niña afirmo con su cabecita mientras seguía limpiándose los ojitos.

- Yo te he dicho como me llamo ahora tu deberías decirme tu nombre ¿ Vale ?

La niña la miraba mientras dudaba en si debía decir su nombre o no. Su mama le dijo que entrase en el armario y que no hiciese ningún ruido y siempre le había dicho que no hablase con desconocidos. Pero Lucia era muy simpática y estaba cansada de estar allí dentro y tenia mucha hambre.

- Me llamo Esmeralda._ Dijo la niña con un hilo de voz_

- Claro que tonta soy como no lo he adivinado. Con esos ojos tenias que llamarte así. Bien Esmeralda ¿ Quieres ser mi amiga?

- ¡ Vale!

- Pues las amigas no tienen secretos y se ayudan siempre. Yo te quiero ayudar ¿ Me dejas que lo haga ?

- Quiero que venga mi mamá._ Le pidió la niña_

- ¿Sabes donde ha ido mamá?_ Preguntó Lucia esperando que la mujer le hubiese dicho algo a la niña antes de abandonarla allí_

- No, los hombres malos se la llevaron, me dijo que estuviese aquí dentro quieta y muy callada pero ya pasó mucho tiempo y mi mamá no vino a buscarme.

- ¡ Bueno ! A ver sal de ahí y vamos a darte un baño ¿De acuerdo?

Lucia pidió por teléfono a su compañera que le subiese alguna ropa de niña de la que guardaban en el almacén.

Siempre encontraban cosas descuidadas que la gente nunca reclamaba. Cuando pasaba un tiempo la donaban a la iglesia para que la repartiesen entre los mas necesitados.

Carmen no entendía para que quería ropa de niña de cinco años.

- ¡ Mi arma! No me chilles más coño ya te la subo. A la 64 ¿No?_ Carmen era compañera de Lucía una buena mujer algo torpona pero buena_

- Si y mira que no te vean, ahora te explico._ Le dijo Lucía_

- ¿ Tu no te estarás metiendo en algún lío? ¡Mira que yo no quiero problemas!

- No creo que no, solo hago lo que haría cualquier madre.

Esmeralda parecía mucho mas relajada dentro de la bañera la niña disfrutaba con el agua y Lucia estaba encantada de verla sonreír. Pero sabia que debía seguir con sus preguntas. Y también sabia que debía haber dado parte, pero la niña estaba tan asustada ¡ pobrecita ! Como iba a consentir que la mareasen de acá para allá. Cuando estuviese mas tranquila ya la pondría en manos de quien tuviese que hacerse cargo de ella.

- Bueno Esmeralda, que bien se esta en el agua ¡he ! Oye ¿De donde eres? Ya se, eres Argentina.

La niña reía divertida porque Lucia no había adivinado su origen. Lucia sabia que debía hacerlo como un juego para asegurarse que la pequeña le dijese de donde era.

- Bueno si no eres argentina, entonces ¿ Brasileña ?

- ¡ Que no…..!: Reía Esmeralda al ver que Lucia seguía sin acertar_

- ¡Jo! me parece que me rindo, dímelo no lo se.

- Soy colombiana

- Anda como la Shakira. ¿Sabes quien te digo ?

- Si es de Barranquilla como nosotras, mi mama dice que es la mejor._ Ahora Esmeralda si que se encontraba mas tranquila_

- Ya lo creo que si, a mi me encanta y a mi hija Macarena también.

- ¿ Tienes una hijita ?

- Si mas mayor que tu tiene doce años.

- Yo tengo ya ….

Entonces la niña abrió su palma de la mano para marcarle los cinco años que tenia.

En ese preciso momento llamaron a la puerta de la habitación, Lucia preguntó por precaución.

- ¿Carmen eres tu?

- Pues claro abre la puerta ya….

Lucia abrió la puerta solo lo suficiente para que Carmen pudiese entrar.

- ¡Coño Lucia ! Me vas a explicar que esta pasando aquí.

La mujer explicó a su compañera el hallazgo de la niña, Carmen no se lo podía creer ¿ Pero en que estaba pensando esta mujer, como no había entregado la niña nada más encontrarla?

Se le iba a caer el pelo, con la mala ostia que tenia Milagros la gobernanta que no soportaba que se le escapase el mas mínimo detalle de lo que pasaba en el hotel.

- Muchacha ¡ Pero tu te has vuelto loca ! Como se te ocurre bañar a la niña y si tienen que buscar pruebas y si han abusado de ella ¡ estas loca, loca ….._ Carmen sintió el miedo en el cuerpo ya veía a venir los problemas que tendrían_

- No creo que le hayan hecho nada por lo que se, alguien vino buscando a su madre y se la llevó pero la mujer debería ser consciente pues le dijo a la niña que se escondiese en el armario y que no dijese ni pío. ¿ Entiendes? Su madre trataba de protegerla, quizás esos tipos la han impedido volver a por su hijita.

- Si quizás la haya palmado y ya veras tu en que follón nos vamos a meter.-Protestó Carmen_

- Tu en ninguno, vamos vuelve a tu trabajo si te preguntan por mi, no me has visto ¿ Entendido ?_ Le dijo Lucía que intentaba mantener a su compañera al margen de lo que ella estaba haciendo_

- ¡ Ea ! ¿Ya has terminao de hablar? Pues déjame pasar que quiero ver la chiquilla.

Carmen entró hasta el baño y allí se encontró con la niña que cuando la vio por un momento se asustó.

Cuando Lucía la oyó gritar fue corriendo para calmarla.

- Esmeralda oye no grites, esta es mi amiga Carmen trabaja aquí conmigo y te ha traído ropa limpia.

- ¡ Hija por Dios ! Que ojos tiene la jodía niña, osú si son dos pedruscos de esos que valen tanto dinero._ Carmen era muy burra hablando pero tenía toda la gracia de l sur_

- Carmen te presento a Esmeralda, Esmeralda esta es Carmen._ Les dijo Lucía a ambas_

La niña se calmo rápidamente al ver a Lucía y siguió con su baño, Lucía se llevó a Carmen fuera del baño para poder hablar con ella sin que la niña las pudiese oír.

 

Capitulo 3.

Conchita veía como la extraña mejoraba día a día, pero su memoria parecía no querer volver a ella.

La policía ya había ido ha hablar con ella e interrogarla, rápidamente supieron por su forma de hablar que era colombiana y aunque así se lo hicieron saber eso no despertó el mas mínimo recuerdo en ella. Era raro, de su pasado solo traía un nombre o algo que para ella era importante, pero que no lograban entender, y parecía ser que no era su nombre pero seguro que era alguien o algo muy importante para ella.

La policía se llevó sus huellas por si tenia antecedentes, era una forma de poder saber quien era esa mujer y que pudo llevarla a estar de aquella forma.

Para Conchita le pareció que era algo discriminatorio por el solo hecho de ser forastera. Pero en parte sabía que era quizás la única forma de poder saber alguna cosa sobre ella.

Habían pasado unas semanas y la joven comenzó a levantarse de la cama aunque se sentía débil muy débil. Las piernas le flaqueaban y no aguantaba mas de unos minutos de pie.

Fue ese primer día cuando pudo ir sola al lavabo cuando al mirarse en el espejo tuvo el primer flash.

Su reflejo le trajo a la cabeza una cara conocida pero no lograba saber quien era por mucho que quiso esforzarse no conseguía recordar nada, solo sabía que había algo en su interior que la intranquilizaba. Como cuando se tiene algo que hacer y dejas que pase el tiempo sabiendo que al final debes hacerlo. Pero no conseguía saber que era y eso la creaba un sentimiento de frustración tremendo.

Volvió a la cama y se estiró en ella después pulsó el timbre para hacer que la enfermera fuese hasta ella. Conchita apareció rápidamente para comprobar que todo estaba bien.

- ¿ Que sucede ? ¿ Te ocurre algo?_ Preguntó la mujer muy preocupada por la muchacha_

- Me reconozco pero no se como me llamo ni…._ Le dijo la joven muy aturdida_ ¿ Debo estar bien loca ? ¿ No ?

- No cariño, es normal, la mente nos juega malas pasadas y a veces recordamos cosas sin más y no conseguimos recordar lo que queremos. Pero ten paciencia estoy segura que lo conseguirás. Solo espero que sea bueno para ti, en fin ahora que estaba convencida de que tellamabas Ninet yo…

- ¡ Perdón ! ¿Qué es lo que dijo?_Preguntó la chica muy interesada en lo que Conchita le había dicho hacía solo unos segundos_

- Bueno como el primer día pronunciaste el nombre de Ninet pensé….

- Ninet ¡ Dios mío! no reconozco ese nombre no consigo saber quien o qué es._ La joven tenía como un ahogo en el pecho, aquella palabra le era muy familiar y no conseguía saber por qué_

- Cariño, no te obsesiones cuando menos lo esperes volverás a recordar ya recordaste tu nombre, poquito a poco.

- Si yo lo se, pero tengo como una angustia algo me dice que no hay tiempo ¿ Pero para que? ¡ Dios mío ! Que impotencia.

El doctor apareció por sorpresa en la habitación, Conchita no le esperaba era su día libre pero estaba claro que aquella mujer le interesaba y mucho tanto como para perder su día festivo y pasarlo dentro del hospital.

Ella intentaba levantarse de la cama dispuesta a marcharse, no sabia a donde pero algo le decía que debía salir de allí cuanto antes.

El doctor se acercó a la cama e intento retenerla él sabia que la mujer no estaba en condición de salir a la calle y mucho menos correr ningún riesgo. Sus heridas aun no habían cicatrizado y mentalmente no estaba preparada para afrontar lo que pudiese encontrarse allí fuera.

- Escúcheme por favor, si recae no se va ha hacer ningún favor. Llamaremos al inspector Gandia como bien dice Conchita a ver si pudo averiguar alguna cosa sobre usted y mientras nos quedaremos haciendo un ejercicio de memoria para ayudarla a recordar .

- Doctor ya hemos avanzado algo, recuerda una palabra, no se si es un nombre o que és Ninet ¿No le parece un nombre precioso?_ Dijo Conchita al doctor con cierta picardía_

- Es perfecto._ Se limitó a decir el doctor mientras la miraba embelesado_

La joven cayó rendida y arrancó a llorar con desesperación, pues era muy consciente de que no estaba en condiciones de andar sola. Tendría que confiar en ellos y en la policía.

Lucía sabía que ahora había llegado el momento de hacer frente a sus responsabilidades.

La pequeña Esmeralda había comido, estaba limpia y mucho mas tranquilita. Le cogió de su manita y salieron juntas de la habitación se dirigieron a recepción y una vez allí le pidió a su compañero que fuese tan amable de llamar al director del hotel.

El recepcionista le sugirió que quizás seria mejor llamar a la gobernanta y no molestar al director.

Pero ella se mantuvo firme y le rogó que le llamase, el tema era lo suficientemente grave como para que fuese él propio director quien se responsabilizase de ello.

El hombre marcó en el teléfono la extensión que le ponía directamente con el despacho de dirección.

- ¡Si, dígame!_ Respondió al oto lado del teléfono el director del hotel_

- Sr. Carrasco, perdone que le moleste pero creo que sería conveniente que usted bajase a recepción. Hay un tema importante que requiere de su presencia.

- ¡ Está bien ! Ahora mismo bajo gracias por avisar.

- De nada señor.

No pasaron mas de cinco minutos cuando Lucía vio abrirse el ascensor y vio aparecer a Daniel Carrasco.

Era un hombre elegante en apariencia frío pero Lucía sabía de sobras que era un hombre tierno y justo. Daniel llevaba cinco años viudo, su mujer había muerto de un cáncer de mama y no habían tenido hijos. Ahora en la plenitud de su vida se encontraba solo muy a menudo a sus cincuenta años había renunciado a tener vida propia todas las horas del día las dedicaba al hotel, no podía entrar en su casa sin que la sensación de soledad acabase por consumirle.

El hombre se percató de que Lucía estaba acompañada por una niñita que no era su hija.

Se preguntó quien debía ser la pequeña, lo que estaba claro era que si requerían su presencia lo mas seguro era que la niña se hubiese perdido.

Lucía le miraba mientras le veía acercarse a ella, siempre le había parecido un hombre muy atractivo, ella amaba a su marido pero eso no quitaba para reconocer que ese hombre le atraía. Y quizás estaba equivocada pero juraría que ella también producía cierto agrado en el hombre. Aunque jamás se le había insinuado ni nada por estilo, pero esas cosa las mujeres las perciben y ella estaba segura de que atraía a ese hombre.

- Buenos días Lucía ¿ Que tal, va todo bien?_ Saludó muy cordialmente el hombre a su empleada_

- Si, si señor. Pero verá esta mañana…..

Lucía le explicó con todo detalle lo sucedido esa mañana, el hombre la miraba expectante él sabía también como ella que no habían hecho precisamente lo correcto pero el hombre supo entender perfectamente los motivos de la mujer para actuar como lo había hecho.

- Señor se que debí decirlo rápidamente, pero estaba tan asustada y….._La mujer trataba de excusar su conducta_

- Tranquila Lucía, nosotros no somos policías solo somos personas, no tenemos porque saber el procedimiento a seguir.

La niña está bien y eso es lo importante.

Ahora llamo a la policía y denunciamos el caso, mientras miraremos el registro a ver si logramos saber alguna cosa más sobre la madre.

Sin necesidad de pedirlo el recepcionista ya tenía localizada la ficha de entrada de la habitación 64.

- Señor la mujer se llama Marina López dejó un numero de móvil pero no contestan.

La niña apretaba la mano de Lucía reclamando su atención. Lucía la miró y pudo ver que la niña quería decirle alguna cosa se agachó hasta estar a la altura de ella y puso su oído al lado de la boquita de ella.

- Lucía mi mamá no se llama Marina._ Dijo Esmeralda con una vocecita que solo Lucía pudo escuchar_

- ¿ Ha no ? Y pues ¿Como se llama mi amor?

- Nayala

- Que nombre tan bonito casi, casi tan bonito como el tuyo.

Y recuerdas como es el apellido de mamá. No mejor ¿Como te llamas tú?

La niña pensaba que Lucía se reía de ella. Lucía sabía perfectamente que se llamaba Esmeralda.

- ¿ Ya lo olvidaste ? _ Le dijo la niña riendo_

- No mi amor ya se que te llamas Esmeralda pero tenemos dos apellidos ¿Tu sabes los tuyos ?

- Esmeralda Salazar Puig

- Caramba son bien especiales, tu mamá tiene apellido catalán._ Observó Lucía_

- Si mi mamá dice que mis abuelitos eran de Barcelona. Yo se un poquito de catalán mi mamá me enseñó.

Entonces la niña se puso a llorar y reclamar a su mamá. Lucía miraba al su jefe, rápidamente ataron cabos.

Si la mujer se había registrado con otro nombre era porque no quería que la encontrasen pero aun así la encontraron y ahora vete tu a saber donde demonios estaría mientras s hija notaba su ausencia.

Que la mujer quería a su hija y que no la había abandonado estaba claro, lo que hizo fue protegerla para que no la encontrasen. ¡ Pero que había sido de ella !.

Lucia solo sufría por la niña ¿ Que sería ahora de ella? Con gusto se la llevaría pero ella ya tenía que dejar a Macarena y a Sandro con su madre no podía cargar a la mujer con otro niño más. Pero esa pobre niñita no quería pensar donde podrían llevarla hasta que diesen con su madre.

Daniel Carrasco pareció adivinar lo que la mujer estaba pensando.

- No se preocupe Lucía no dejaremos que le pase nada malo a la niña ¿ De acuerdo ?

La mujer le sonrió y él le devolvió la sonrisa que a ella le pareció preciosa.

Por un momento sintió un escalofrío en el cuerpo, ella sabía bien lo que era aunque no quisiese admitirlo.

 

Capitulo 4.

Cristóbal Salazar había sentido el tener que desprenderse de Andrés, aunque no era su hijo, prácticamente le había criado.

Se casó con Marina cuando el niño apenas tenía ocho años le había llegado a tener aprecio aunque siempre tuvo algo de celos de la devoción que su mujer mostraba por su hijo.

Andrés nunca le tuvo aprecio siempre le pareció siniestro. De niño no entendía muy bien a que se dedicaba pero en cuanto tuvo trece años estuvo al tanto de los tejemanejes que se traía Cristóbal y cuando su madre murió la situación se volvió insoportable para él en cuanto cumplió diecisiete años se fue de casa se embarcó en el primer barco que pudo y que iba a Colombia.

Allí se buscó la vida como pudo haciendo diferentes trabajos y allí conoció el amor. Se llamaba Nayala era una mujercita preciosa de dieciséis años se enamoraron solo mirarse y como el verse era irremediable porque trabajaban en el mismo restaurante entre ellos fue creciendo aquel amor.

Tras pasar un año ennoviados Andrés le pidió que se fuesen a vivir juntos eso creo en principio un problema pues Nayala solo tenía diecisiete años sus padre la veían como una niña pero después de conocer a Andrés se quedaron mas tranquilos.

Andrés era un buen chico y no se opusieron a que siguiesen viéndose pero les pidieron que esperasen un poquito antes de dar el paso de vivir juntos.

Los jóvenes obedecieron a sus padres hasta que Nayala se quedó en cinta para entonces ya tenía casi veinte años y se casó con Andrés.

Fueron felices viendo crecer a su pequeña, Nayala a veces le decía que sentía miedo de ser tan feliz, era como si tarde p temprano tuviesen que pagar por ello.

Andrés se reía de ella y le decía que como podía ser tan supersticiosa.

Poco Sabía Nayala de su marido él solo le había hablado alguna vez que otra de su madre a la que parecía adorar a pesar de que la perdió siendo muy niño.

De su padre no sabía nada y del que le había dado su apellido prefería no hablar.

En todos sus años juntos Nayala nunca logró saber nada de él, estaba claro que su marido no le tenía en estima.

Pero las sospechas de Nayala pronto se hicieron efectivas, de repente Andrés cambió su humor tenía horarios extraños, ella sabía bien cuales eran los horarios de su marido pues ella misma había estado trabajando junto a él aunque ya no lo hiciese para poder hacerse cargo de su hija.

Nayala confiaba en su marido y sabía que no se trataba de otra mujer, pero alguna cosa le estaba pasando a su esposo y ella tenía que saber que era.

La alarma le llegó el día que Andrés le insinuó que se iban a ir a Barcelona, le habían ofrecido llevar un local y era una buena oportunidad para la familia.

Nayala no comprendía a que venía aquello, él sabía muy bien que ella no se iba a ir de allí, sus padres habían abandonado Barcelona precisamente cuando eran unos niños y ahora tenían su vida allí, su hermana y sobrinos. Andrés estaba loco ella no iría a ninguna parte y su hija tampoco.

Pero en poco tiempo todo se precipitó y todas las ilusiones deseos y tranquilidad de Nayala se fueron al garete.

Una noche harta de esperar a su esposo, Nayala cogió a su hija y se dirigió hacia el bar donde trabajaba Andrés, hacía semanas que tenía terminantemente prohibido que fuese a esperarlo, Andrés había cambiado de restaurante varias veces en poco tiempo todo eran excusas que si le pagaban poco que si debía trabajar demasiado, que si el jefe era tal o era cual que si….que si…. que si. Nayala sabía que algo andaba mal pero confiaba en su marido y no comprendía el por qué él no le explicaba lo que tanto le andaba angustiando.

A si que aquella noche dejó a Esmeralda al cuidado de sus abuelos y se fue dispuesta a averiguar lo que estaba sucediendo.

Camino varias calles hasta casa de sus padres dejó la niña y paró un taxi le indicó que la llevase hasta la última dirección que Andrés le había dado. Bajó del vehiculo y se apostó en un banco al otro lado de la calle, tuvo que esperar mas de hora y media hasta que vio salir a un hombre de unos sesenta años, ese debía ser el señor Pascual el jefe de Andrés, seguramente su marido saldría tras él. Pero para sorpresa de Nayala Andrés no salió del local y vio como el hombre cerraba la puerta y bajaba la persiana.

 

Capitulo 5.

Esmeralda lloraba como loca al ver que la separaban de Lucía, la niña tenía miedo había perdido a su mamá y ahora querían separarla de aquella mujer que tanto la había cuidado.

Lucía miraba suplicante al director del hotel pidiéndole que hiciese valer su influencia con la policía para que la niña no tuviese que ser enviada a los servicios sociales.

- Por favor señor, yo la cuidaré prometo tenerles al corriente en todo y en cuanto sepan algo de su madre yo se la entregaré sin duda alguna, pero no se la lleven no la hagan pasar por eso. Tiene mucho miedo y se siente muy sola y abandonada ella no se merece tener que pasar por todo este horror._ Lucía imploraba y Daniel Carrasco no pudo negarse a lo que aquella mujer le pedía_

- Está bien no le prometo nada Lucía. ¡Perdón puedo llamarla Lucía verdad!_ Al hombre se le llenaba la boca cada vez que pronunciaba su nombre, aquella mujer le gustaba cada vez lo tenía mas claro y no podía permitírselo, ella estaba casada y no podía….Pero juraría que ella le miraba con ojos tiernos, o quizás era cosa de él que quería verlo así_

Daniel Carrasco fue al teléfono y marcó el numero de la comisaría.

- Por favor con el inspector Romero_ Preguntó Daniel _

- El inspector Romero está en un interrogatorio. ¿Quién es usted? Yo le avisare en cuanto…….Un momento por favor.

El agente que estaba atendiendo a Daniel vio salir al inspector Romero de la sala de interrogatorios y le aviso de que preguntaban por él.

- Inspector alguien pregunta por usted_ Le dijo el agente_

- ¡Demonios, pregunte quien coño es! _ Respondió Romero con cierto mal humor_

- Por favor ¿Con quien hablo? _ Preguntó el agente de policía a Daniel_

- Soy Daniel Carrasco del hotel España, necesito hablar urgentemente con el inspector Romero por favor.

El agente te separó del teléfono y llamó la atención del inspector.

- Inspector es el señor Daniel Carrasco del hotel Esp…..

- ¡ Hombre Daniel! _ Romero interrumpió al agente y le cogió el teléfono de la mano_ ¿ Que puedo hacer por ti amigo?

- ¡Hola Romero! Pues veras deberías venir un momento al hotel quisiera explicarte algo que ha sucedido y pedirte un favor._ Daniel conocía a Romero de siempre desde niños, eran del mismo barrio de Triana de Sevilla, sus familias habían compartido muchas cosas y ellos también. Se podría decir que eran buenos amigos aunque sus vidas separadas ahora por sus diferentes trabajos no les llevasen a compartir muchos momentos juntos_

- Muy bien, pues si me das diez minutos me paso por allí.¡ Oye esta visita a domicilio bien vale una cervecita ! ¿ No te parece?

_ Dijo Romero a su amigo_

- ¡ Pues claro hombre! Gracias Romero te espero.

Daniel le guiñó el ojo a la niña que le miraba embelesada mientras el hombre hablaba por teléfono.

- Bueno pues enseguida estará aquí. _Dijo el hombre ahora mirando a Lucía_

- Gracias señor, ¿Usted cree que será posible que la niña se quede conmigo?

- No estoy seguro, no quiero engañarla espero poder hacer algo pero debe comprender que no es tan sencillo.

- Si claro, siento haberle puesto en este compromiso yo quizás…._ Daniel pudo ver que Lucía se sentía avergonzada por haberle comprometido de aquella forma y él inconscientemente le agarró las manos para tranquilizarla_

Lucía sintió que un escalofrío le recorría todo su cuerpo era la primera ve en años de trabajo junto a Daniel Carrasco que había tenido contacto físico y le gustó sentir el tacto de él sobre su piel.

A Daniel le sucedió lo mismo sin predisposición alguna sintió como su miembro viril respondía al tacto con la mujer no cabía duda, aquella mujer le gustaba y eso le asustaba hacía tiempo que no sentía nada así y tenía miedo.

¿Por qué ella precisamente? ¡Era una mujer casada que podía esperar de aquello!

 

Capitulo 6.

Nayala se acercó al hombre y preguntó por su esposo.

- Buenas noches, perdone usted debe ser el señor Pascual ¿Verdad?

El hombre se asustó en un principio al ver que ella se dirigía hacia él pero al escucharla pronunciar su nombre de aquella forma tan dulce y contrariada a la vez el hombre enseguida pensó en que debía ser la mujer de Andrés el joven la había descrito en varias ocasiones y hablaba de ella con mucho amor.

Pascual no comprendió muy bien por qué el muchacho se despidió de un día para otro, era un buen trabajador y un buen chico, pero dos días antes de dejar el empleo le vio muy nervioso y alterado el hombre le preguntó si le ocurría

algo y el chico solo le contestó. El pasado Pascual, el pasado siempre vuelve y te encuentra.

Dos días después le dijo que debía abandonar el empleo, le dio las gracias y ya no volvió.

- Si señora Pascual es mi nombre y ¿Usted es?_ Preguntó el hombre para confirmar su sospecha_

- Mi nombre es Nayala y soy la mujer de Andrés Salazar.

¿Tal vez él ya se ha ido a casa, hoy que decidí venir a buscarle?_ Nayala intentaba esconder su preocupación_

- ¡ Lo siento hija! Andrés ya hace una semana que no trabaja aquí. ¿ No lo sabía usted?_ Estaba claro que no lo sabía pero el hombre sintió pena por la muchacha, se preguntaba en que andaría metido aquel joven para ocultar eso a su mujer_

- ¡Vaya!_ Nayala no sabía que decir sintió vergüenza_

- Mira hija, no se que le ocurre a tu esposo pero nada bueno, de eso estoy seguro. El es un buen chico y no comprendo….

- ¿Pero se despidió de usted, no le dijo donde iba y por qué dejaba el empleo?_ Preguntó muy nerviosa Nayala esperando que el hombre le diese un poquito de luz sobre lo que le podía estar sucediendo a su marido_

- Si me dijo que debía dejar el empleo, yo le pregunté que si tenía algún problema y él solo me dijo. Pascual el pasado siempre vuelve y te encuentra_

Nayala no comprendía nada, pero vio lo tarde que era y se despidió del hombre agradeciéndole su amabilidad.

Paró un taxi y regresó a casa, no quería llegar más tarde que Andrés, sabía que debía hablar con él pero no quería que supiese que había desconfiado de él y que le había espiado.

Pero ella sabía que a su esposo le estaba ocurriendo algo realmente grave y si no se lo había ni tan solo comentado era para mantener al margen a su familia, sin duda debía tener relación con su pasado él siempre mantuvo esa parcela de su vida muy apartada, las veces que Nayala había intentado hablar con él sobre su niñez o adolescencia Andrés se limitaba a decir que perdió a su madre siendo muy niño.

La joven se preguntaba como podría ayudarle de repente algo hizo que a la joven le recorriese un escalofrío por todo el cuerpo.

Se sintió vigilada, lo cierto es que no veía a nadie sospechoso, pero sin quererlo el miedo se instaló dentro de ella.

 

Capitulo 7.

El doctor Marín llevó de nuevo a la extraña hasta la cama, intentó calmarla y hacerle ver que necesitaba tranquilizarse para que todo volviese a su sitio.

La ayudarían a saber quien o qué significaba aquello que recordaba y que realmente era bien poco " Ninet" . La muchacha cayó sobre la cama rendida y conchita le inyectó el valium que el doctor le había indicado.

Habían pasado varias semanas desde que el inspector Gandia había ido hasta el hospital, pero nadie había denunciado su desaparición, el policía acostumbrado a bragar con putas todos los días dio por supuesto que era una de tantas, tampoco le quitó el sueño la joven, esperarían a que recordase y si no recordaba pues mejor para ella que comenzase una nueva vida, seguramente sería mejor que la que le había llevado hasta el hospital.

Las heridas sanaban bien y pronto sería dada de alta, la extraña no lograba sacarse aquella sensación de angustia. Era súper raro y no sabía como definirlo, sabía que su preocupación no era por ella pero ¿Y entonces? ¿Por qué? ¿ Por quien?

Conchita y el doctor Marin habían hablado sobre ello ¿ Que sería de aquella pobre chica?

- ¡ Conchita, por Dios! No pienso dejarla abandonada, seguramente no tiene a nadie, es mas creo que eso es seguro si no alguien la hubiese buscado ¿ No te parece? ¿ Parece mentira que no me conozca? Pensaba llevármela a casa,

- ¡ Caramba parece que le ha dado mas fuerte de lo que yo sospechaba!_ Le dijo la enfermera al doctor, con cierto retintín_

- ¿Qué quiere decir? _ Se dio por aludido el doctor Marin_

- No nada, Cochita es tonta y ciega ¿ Verdad doctor?_ Conchita se reía muy a gusto al ver al joven tan nervioso_

- ¡Cochita, es usted una verdadera bruja!_ El doctor ya sospechaba que Conchita se habría dado cuenta de lo mucho que le gustaba aquella paciente, pero tenía la esperanza de haber sido lo suficiente discreto para no demostrarlo. Pero estaba claro que aquella mujer le conocía muy bien_

- Bueno decídase o se la lleva usted o me la llevo yo, pero sola no se va a quedar._ Le dijo la enfermera_

- Conchita no le parece que es muy extraño que la policía no haya dicho nada sobre….._ El doctor no supo como nombrarla_

- La extraña. No se apure doctor ella ya sabe que la llamamos así, las enfermeras andamos buscando un nombre para ella hasta que la pobre recuerde quien es.

El doctor miraba a la enferma embelesado, el hombre sentía una gran ternura por ella, se acercó y le acarició las manos. Era tan bella, se preguntaba quien diablos pudo hacerle aquello y sobre todo ¿ Por qué? La joven dormía placidamente bajo el efecto del tranquilizante.

El doctor tenía preparada el alta para el día siguiente, ni siquiera había hablado con ella sobre lo de ir a vivir con él, pero pensó que ¡ Como podría ella poner ninguna pega!. Si no aceptaba su oferta se encontraría sola y desprotegida. El solo deseaba cuidarla y darle seguridad, la ayudaría a recordar pensaba esperar un tiempo y si no la llevaría a ver un colega suyo que estaba habituado a tratar con pacientes con amnesia.

Conchita vio el gesto que tuvo el doctor y quiso animarlo.

- Doctor no se preocupe estará encantada de ir con usted, ella sabe que la cuidará. Ya verá como todo se soluciona, usted es encantador no tendrá problema en……_ La mujer calló lo que realmente iba a decirle y suavizó un poquito la frase_ Quiero decir que a ella le irá bien sentirse mimada y protegida ¿ No le parece doctor?

- ¡ Ande, ande…. vaya a ver que puede hacer por ahí! Menuda brujita está usted hecha. _ Le dijo cariñosamente el doctor_

La mujer salió de la habitación riendo, sabía que conocía demasiado bien a aquel muchacho y estaba segura de que sin quererlo se estaba enamorando de aquella mujer tan…..extraña.

Capitulo 8.

El inspector Romero llegó al hotel donde le aguardaban su viejo amigo Daniel y una de sus empleadas, Lucía la conocía bien, su marido no le daba muy buena vida y eran varias las ocasiones en que sus agentes habían tenido que arrestarlo por ir borracho y agredir a quien se le ponía por delante. Romero estaba seguro de que Lucía también había recibido pero jamás lo había denunciado a si que poco podían hacer por ella.

Lucía iba vestida con su uniforme del hotel, era una morena guapa, si fuese mi mujer iba a estar como una reina menuda hembra pensaba Romero mientras se recreaba mirándole sus turgentes y abundantes pechos y sus bien torneadas piernas.

La mujer llevaba de la mano una niñita que Romero estaba seguro que no era hija suya pues el hombre sabía bien las edades de los hijos de Lucía y de aquel mal nacido.

Esmeralda al ver al inspector se escondió tras las faldas de Lucía, el instinto de la niña le decía que aquel hombre no traería buenas noticias para ella.

Daniel Carrasco se adelantó a recibir al inspector y estaba decidido a hacer servir su amistad para conseguir que la niña no fuese enviada a servicios sociales.

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