Andrea

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- ¡Romero, gracias por haber venido tan rápidamente!_ Le dijo Daniel tendiéndole la mano a modo de saludo para estrechar la del inspector_

- ¡Hola amiguete! _ Le dijo el policía estrechándole la mano y dándole un abrazó_ Hace tiempo que no te dejas ver, deberías salir un poquito Daniel….._

-¡ Huy no me queda tiempo! Estoy muy ocupado dirigiendo un gran hotel y si me relajo un poquito me pasan cosas como las que te traen hoy hasta aquí.

- Está bien ya he cogido la directa_ Dijo el inspector que había captado perfectamente el interés de su amigo por abordar el asunto que les ocupaba._ Vamos a ver ¿ Que es lo que ocurre?

Daniel le puso al corriente de lo sucedido aquella mañana en su hotel, le rogó que dejase la niña con Lucía hasta que diesen con su madre. Romero le explicó que las reglas en cuanto a los menores era muy estricto y si se supiese que él había consentido que la niña se quedase, correría peligro su empleo. Pero Romero era gato viejo y se llevó aparte a Daniel para hablar con él a solas.

- Mira Daniel te entiendo perfectamente, no es plato de buen gusto llevarse a un niño a servicios sociales y……_ Daniel le interrumpió para suplicarle, pero no fue necesario_

-¡ Por Dios Romero! Hazme el favor mira la…..

- ¡ Coño Daniel déjame terminar de decirte! Mira no puedo dejar que se valla con Lucía. ¡Por cierto vaya hembra! Cualquier día empapelo al hijo puta de su marido.

Daniel no entendía a que se refería Romero, él no sabía nada de la vida privada de Lucía solo que era casada y madre de dos hijos pero no tenía ni idea de si era feliz o no. Pero ahora que lo pensaba muy feliz no podía ser si tenía ojos para otro hombre que no fuese su esposo. Y Daniel estaba seguro de que la mujer le miraba con deseo lo mismo que él a ella.

Pero ahora no podía ocuparse de eso lo mas importante ahora era la niña.

- ¿Entonces que se puede hacer?_ Preguntó Daniel al inspector_

- Mira si me prometes que la niña no sale de aquí puede quedarse en hotel bajo tu responsabilidad. Se supone que yo nada se, ni nada he visto. ¿ Entendido?

Yo investigaré a ver que puedo averiguar.

- ¡ Dios mío Romero gracias! Puedes estar tranquilo la niña va estar bien cuidada y no saldrá de aquí te lo prometo._ Daniel mostraba una amplia sonrisa que aun le parecía ser mas atractivo de lo que era. Y Lucía que se percató de ello le dedicó una sonrisa que el hombre recibió con agrado.

Daniel estaba encantado de haber podido conseguir que la niña se quedase allí pero ahora tenía que pensar como hacerlo, él no estaba preparado para cuidar de una niña y contratar a alguien para que lo hiciese le comprometía a que acabase por saberse lo que estaba ocurriendo. Por tanto ¿ Como lo iba ha hacer?.

Acompañó a Romero hasta donde se encontraba Esmeralda que seguía escondida tras el cuerpo de Lucía su única amiga en aquellos momentos.

Romero tuvo bastante tacto interrogando a la niña y le dijo que pronto encontrarían a su mama, pero mientras debía quedarse allí. Esmeralda agarró con mas fuerza si cabe la mano de Lucía y la mujer le hizo una caricia en su linda carita para que estuviese tranquila.

Lucía se había percatado perfectamente del cambio que se había producido en el semblante de su jefe. Estaba segura que estaba pensando como solucionar lo de la niña.

Romero se fue no sin antes enviar un saludo a Lucía.

- Bueno pues ya está todo resuelto, espero tener pronto noticias_ Dijo el inspector dirigiéndose a su amigo, después giró la cabeza hacia Lucía y le dijo_

¡ Lucía cuídese mucho! _Romero la repasó de arriba a bajo, respetaba a aquella mujer pero no podía dejar de mirarla lascivamente.

Capitulo 9.

La enfermera Cochita miraba a la paciente con ternura, como era posible que nadie la hubiese reclamado, era tan linda la muchacha no tenía a nadie ni nada, por eso Conchita le había estado comprando algunas cosas, ropa interior, algún camisón y alguna prenda de vestir, la mujer se lo podía permitir. Cuando compraba cosas para La extraña pensó en lo mucho que se había perdido al perder a su hijo esa muchacha no podía remplazarlo pero si que podía hacer que Conchita se sintiese mejor sintiéndose útil al ocuparse de ella.

El doctor Marín estaba a punto de entrar en la habitación para recoger a la joven, fue en ese momento cuando Cochita decidió que debían llamarla de alguna forma.

- ¡ Hola doctor ! ¿Listo para llevarse a….? ¡Madre mía después de tantos días y aun no le hemos puesto nombre! Hija deberías decidir como quieres que te llamemos hasta que recuperes tu identidad_ Dijo la mujer con mucho cariño_

- Cochita ya dudo que pueda recuperar mi vida sigo sin recordar solo se mantiene en mi aquella sensación de tener que hacer algo no se el que…. Pero que me angustia es…_ La joven se puso a llorar_

- ¡ Por favor no llores ! _ Le pidió el doctor_ Veras como lograremos salir adelante te vas a recuperar estoy seguro.

- Perdónenme pero de verdad no saben que sensación tan mala es esta y tener que confiar en quien ni conoces ni te conoce y….

- ¡ He, he ! De eso nada tu nos conoces bien juegas con ventaja chica…._ Dijo Conchita esperando sacarle una sonrisa a la chica_ No hablemos más y vamos escoge un nombre no pretenderás que sigamos llamándote " La extraña".

- Bueno no se quizás deberían escogerlo ustedes ¿no creen?-

- Alba, creo que es un buen nombre para ti_ Dijo el doctor_ Al alba fue cuando llegaste aquí y comenzamos a salvarte la vida.

- Si es precioso_ Contestó la joven_

- Ya lo creo parece como si estuviese hecho para ti ¿ Verdad doctor? _ Dijo Cochita con cierto retintín_

- ¡ Conchita, que nos conocemos! Bueno decidido Alba te llamaremos Alba.

- Está bien ¿Como les podré pagar todo lo que hicieron y siguen haciendo por mi?_ Dijo Alba mientras daba dos besos a conchita_

- Recuperándote lo antes posible, cuídate y haz caso del doctor ¡Ha! Y ven a vernos de vez en cuando._ Le dijo Conchita intentando aguantar el llanto_

- ¡ Vamos linda no me llore! Yo la voy a venir a ver continuamente ¿ Verdad doctor?

- Por supuesto, por cierto Alba quizás va siendo hora de que me llames por mi nombre ¿ No crees?

- Por supuesto lo haré, si primero me lo dice ¡Claro!

- Si que tonto he sido, ni siquiera te lo he dicho. Javier, me llamo Javier.

- Que lindo nombre, bien Javier cuando usted quiera nos vamos._ Dijo Alba_

- Otra cosa por favor no me llames de usted, solo Javier

¿Entendido?

Tres días, solo tres días fueron necesarios para que saltasen las chispas entre ellos. Alba estaba en la cocina preparando la cena. Javier no tardaría en llegar y era lo mínimo que podía hacer por él.

Alba sintió como se abría la puerta de la calle y rapidamente escucho la voz del hombre.

- ¡Alba, ya estoy en casa!

Javier se desprendió de la americana y dejó el maletín en el suelo iba hacia su habitación para ducharse y ponerse cómodo cuando escuchó la voz de la joven que le contestaba.

- ¡Hola Javier! Estoy en la cocina, espero que tengas hambre el aburrimiento me llevó a cocinar durante toda la tarde.

- ¡ Hummm…, que bien huele! Me ducho rápidamente y cenamos _Dijo desde el dormitorio, pero ella no le escuchó_

Alba se limpió las manos en el trapo de cocina y salió al salón esperando encontrar allí a Javier. Pero él ya no estaba a si que miró hacia el dormitorio del hombre y pudo ver como él cogía una toalla para entrar en la ducha, estaba desnudo tenía un bello cuerpo, alto y esbelto su trasero estaba bien formado y pedía ser mordido. Alba no pudo apartar la vista y él sintió su mirada y se volvió. Ella no supo que hacer sentía un dolor en el estomago y su cuerpo parecía arder, deseaba a aquel hombre y sin pensarlo dos veces se despojó de la camisola que llevaba puesta y de sus braguitas y sin pudor alguno fue hacia él.

Javier le tendió una mano y la estiro hacia él, sus cuerpos se unieron fuertemente y mantuvieron su mirada fija el uno en el otro. Ahora fue Javier quien la estrechó con fuerza y al sentir el contacto de sus duros pezones enloqueció de placer la beso mordisqueándole los labios primero y después se introdujo en ella para beber todo aquel placer que ella le ofrecía. Sus manos recorrieron la espalda de Alba hasta llegar a sus glúteos que eran pequeños y firmes introdujo su mano y pudo sentir su humedad, la levantó sin esfuerzo alguno y ella entrelazó sus piernas rodeando el cuerpo musculado de Javier. Pudo sentir su miembro impertinente pidiendo paso. Mientra él le besaba los pechos y se los lamía con deseo

- Alba, me vuelves loco, te deseo, te deseo tanto que me duele. _ Le dijo el susurrándole al oído_

- Vamos entrame ya, vamos te necesito dentro de mi._Dijo ella con voz suave pero decidida_

- No aun debo disfrutar mas de ti, déjame disfrutar de ti.

Entonces Javier dejó a Alba sobre la cama de su dormitorio y la miro una y otra vez, podía ver el deseo en la cara de la joven ella se agarraba los pechos y le incitaba a que la siguiese amando él le abrió las piernas y le lamió una y otra vez aquel pedacito de cielo haciéndola enloquecer de placer su lengua jugo en aquel rinconcito del cuerpo de Alba hasta que ella estalló gritando y agitándose al recibir el clímax de su sexo.

Fue entonces cuando él la penetró dulce y tranquilamente al principio y con embestidas después hasta lograr dejar escapar todo aquel deseo contenido en él.

Había sido estupendo, se habían deseado desde el principio y aquella contención había dado lugar a aquella explosión de sexualidad.

Cayeron rendidos el uno al lado del otro, se miraron y rieron a la vez su complicidad era máxima, Alba tuvo miedo de perder eso que había encontrado y que le hacía tan feliz. No sabía realmente si era amor pero le gustaba mucho Javier y estaba muy a gusto con él aunque era consciente de que no podría ser completamente feliz hasta que supiese quien era ella y cual era su vida.

- ¡ Ha estado bien ! ¿He?_ Dijo Javier_

- Bueno supongo que si no recuerdo si alguna vez lo pasé mejor, a si que de momento es maravilloso_ Alma se lo decía riendo esperando irritar un poquito a Javier. Aunque dentro de ella sabía que había sido muy feliz ¿ Pero cuando, donde y con quien?

- ¿ Que piensas? _ Le dijo Javier_ No te preocupes vas a recuperar tu vida, ya lo verás. Estoy esperando que un colega pueda atendernos, ¿Te importaría someterte a una regresión?

- ¿Qué?_ Preguntó Alba muy sorprendida_

- Verás es llevar tu mente al pasado y hacerte recordar vivencias, espero que podamos sacar algo en claro_

- Y eso ¿No es peligroso?_ Alba no sabía muy bien que quería decir Javier con eso de llevarla al pasado y sintió miedo_

- Mira no hablemos mas de ello cuando mi colega me avise para ir a su consulta, él mismo te lo explicará mas claramente y mejor ¿De acuerdo?.

- Está bien, confío en ti. Y ahora deberíamos comer algo ¿ No crees?_ Le dijo la joven_

- ¡ Hummm, si que hambre tengo te voy a comer enterita!_ Javier le hacía cosquillas buscando de nuevo volver a hacerle el amor y ella juguetona respondió a su deseo.

 

Capitulo 10.

Nayala regresó a casa rápidamente esperando llegar antes que Andrés, para ello tubo que dejar su hijita en casa de sus padres.

La joven ya estaba metida en la cama cuando llegó su marido, le escuchó descalzarse en el salón y después le escuchó llorar ahogadamente. Andrés no quería preocuparla estaba claro pero alguna cosa y no buena precisamente le estaba ocurriendo a su esposo y su obligación era estar a su lado y ayudarle en todo lo posible.

Nayala se levantó y fue directa al salón, pensaba sacarle a su esposo todo lo que le estaba pasando. Ella le amaba y no podía consentir que él estuviese atravesando solo algo que le estaba angustiando de aquella manera.

- Andrés mi amor, vas a explicarme que está pasando por favor._ La joven hablo muy cariñosamente a su marido_

- Mi amor te he despertado ¡ Como lo siento yo……!_ El hombre se limpiaba las lagrimas de su cara disimuladamente e intentó por todos los medios mostrarle a su esposa una sonrisa_

- Deja de fingir, se lo del trabajo y ahora te he escuchado llorar. Habla de una vez._ Esta vez su tono de voz fue mas firme y decidido_

- Ven siéntate aquí y cierra la puerta que no se despierte la pequeña Esmeralda.

- La niña no está, la dejé con mis padres.

- ¿ Por qué? _ Preguntó él sin comprender el motivo por el cual no estaba su hija en casa_

- Deja eso ahora, la niña está bien. ¡Vamos explícate!

- Estoy en una situación muy comprometida, quien había sido mi padre me está extorsionando. Jamás te hablé de él porque me avergüenzo aunque no lleve mi sangre, el me crió y sin yo querer llegué a quererle.

- Bueno no puede ser tan grave ¿No?_ Le dijo la muchacha intentando quitar importancia a la situación_

- ¡No cariño, no ! Es grave muy grave. Cristóbal Salazar, ¿ Te suena ese nombre?

- Bueno creo haberlo sentido en alguna ocasión pero me parece un nombre muy común.

- Cristóbal Salazar es "El gran jefe" Así le llaman. Es el mayor traficante de droga de Sudamérica le quedaba por conquistar Colombia ya que aquí la organización está muy arraigada y es difícil entrar en el territorio sin tener problemas con las bandas organizadas que ya llevan años instalados aquí.

-¡Pero! ¿ Y que tienes tu que ver en todo eso? _ Preguntó preocupada Nayala_

- Nada hasta hace unos meses, estando trabajando se presentó mi padr….._ Andrés paró y reflexionó, no podía llamar padre a aquel bandido_ Cristóbal Salazar en el bar, yo me quedé de piedra cuando me fui de casa intenté por todos los medios distanciarme de él y mantenerme lo mas alejado posible. Pero ahora comprendo que todo fue inútil, seguramente él siempre supo donde me encontraba yo y solo ahora que me necesita se ha vuelto a acercar a mi.

- ¡Por Dios Andrés! ¿ Pero que quiere de ti?

- Quiere que haga de intermediario entre él y la banda del Pichón. ¿ Recuerdas aquel tío que venía cada martes a comer con dos hombres mas y siempre nos dejaba buenas propinas?

- Si claro ¿ No era un rico empresario?_ Preguntó Nayala completamente ilusa_

- ¡ No mi amor! Es uno de los mayores traficantes de Colombia pero la verdad es que el hombre siempre fue muy correcto mientras estaba en el restaurante, jamás tuvo una queja ni dio ningún problema. Yo lo sabía pero intenté mantenerte al margen.

- ¡ Claro y tu padre quiere que contactes con él ¿No?!

- Si me ha amenazado, si no lo hago podría haceros daño a ti y a la niña. ¿ Entiendes? Y no lo voy a consentir he intentado cambiar de empleo continuamente pero siempre termina dando conmigo y hoy me dio un ultimátum. ¡ O le presento al Pichón o no nos dejará vivir en paz!

- ¡Por Dios pero que problema tiene él en presentarse y hacer los chanchullos que quiera sin meterte a ti por medio!_ Dijo Nayala muy nerviosa.

- Si le entra directamente sería como un conflicto de bandas de la otra manera sería como algo social una forma de entablar amistad para llegar a hacer acuerdos. ¿ Entiendes?

- ¿Andrés que vamos a hacer? Vámonos lejos, a España mis padres tienen allí familia podríamos comenzar de nuevo y librarnos de toda esta mierda_ Nayala más que hablar gritaba estaba muy asustada se preguntaba por qué les tenia que pasar eso a ellos. Eran jóvenes trabajadores y decentes.

- Eso es exactamente lo que yo había pensado, pero tu y Esmeralda os iréis primero os quiero lejos de aquí yo me quedaré hasta encontrar la manera de salir de todo esto sin que tengamos que recibir represalias.

- Ni pensarlo, nos vamos o los tres o ninguno_ Dijo Nayala muy decidida_

- ¡ Nayala os vais tu y la niña! Está decidido y no hay nada que discutir._ Respondió Andrés muy rotundamente_

Dos días después Andrés ya tenía los billetes de avión con destino a Barcelona. Tendrían que hacer escala en Madrid pero lo tenía todo atado y bien atado.

 

Capitulo 11.

Lucía seguía cogiendo la mano a la pequeña Esmeralda, la niña dio un hondo suspiro al ver marcharse al inspector Romero.

Salió de detrás del cuerpo de Lucía donde estuvo escondida durante toda la visita del policía solo sacó un poquito su cabecita cuando el inspector le hizo unas cuantas preguntas referente a sus papás y de cómo había llegado allí.

Daniel se cercó hasta Lucía, ya había conseguido lo que la mujer pedía ahora a ver como se las apañaba para cuidar de la niña.

- ¡ Bueno pues de momento solucionado! _ Exclamó Daniel muy poco convincente pues la verdad era que no sabía como solucionar aquella situación. Para su tranquilidad Lucía le sacó de aquel apuro_

- No se preocupe yo me ocupare de ella_ Dijo Lucía_

- Pero ya a oído al inspector, la niña no puede salir del hotel.

- Solo necesito que se quede unas horas con ella hasta que yo vuelva ¿ Le parece bien? Después yo me quedaré aquí.

- Lucía pero usted no tiene por qué hacer esto. Bastante tiene usted con sus hijos y ….._ Daniel se calló a tiempo, pues lo que realmente le quería decir era que bastante tenía con aguantar al hijo puta de su marido según decía Romero, Pero no hizo falta que hablase Lucía le entendió perfectamente_

- No se preocupe voy a llevar los niños a casa de mis padres es algo que debía haber hecho hace mucho tiempo, no sufra no hay ningún problema, mis hijos lo entenderán.

- Está bien, lo que usted diga, lógicamente este trabajo le será compensado debidamente._ Le dijo el director del hotel_

- Mi mejor recompensa sería que encontrasen pronto a su mamá, se me rompe el alma de pensar que tienen que estar separadas y peor aun que quizás ella ya no viva.

- ¡No mujer! Ya verá como pronto darán con ella.

Los dos se miraban sin poder dejar de hacerlo, Esmeralda los observaba girando su cabecita, primero hacia uno y después hacia el otro.

-Esmeralda cielo yo tengo que dejarte un ratito, el señor Daniel estará contigo hasta que yo vuelva ¿ Entendido? Te prometo que volveré.

La niña no replicó se soltó de su mano y puso su manita entre los dedos de Daniel. El hombre al sentir aquella manita tan pequeña y suave entre sus dedos sintió un escalofrío y un placer reconfortante al mismo tiempo.

Lucía se fue decidida a dar un giro a su vida ahora tenía un motivo para hacerlo aquel hombre le importaba y estaba segura que él sentía lo mismo por ella.

Pasaron cuatro horas desde que Lucía e había ido. Daniel entretuvo a Esmeralda como pudo, le puso la televisión, le compro un cuaderno y lápices para colorear, jugó con ella al parchís y casi sin darse cuenta Lucía volvía a estar allí. Traía una pequeña maleta y un par de bolsas. Recordó que no había visto equipaje en la habitación cuando encontró la niña y le trajo unas cuantas mudas de su sobrina Coral, que tenía un añito mas que Esmeralda. Coral era la hija de su hermano, le pidió la ropa a su cuñada sin darle demasiadas explicaciones, recogió toda su ropa que no era mucha y la de sus hijos y los llevó a casa de sus padres, en el comedor dejó una nota para su esposo:

Me llevo a mis hijos, ahí te quedas se acabaron las palizas ni se te ocurra acercarte a nosotros, Romero te tiene muchas ganas y con una palabra mía te pudrirás en la cárcel ¡ Tu mismo! Nada me haría mas feliz que verte allí dentro cabrón. Ya no te tengo miedo a si que intenta venir por nosotros y veras.

Lucía sintió una gran paz después de dejarle la nota a su marido, estaba casi segura de que no volvería a saber de él en el fondo no era mas que un cobarde desgraciado que se aprovechaba del miedo que ella le tenía pero ese miedo había desaparecido y estaba dispuesta a luchar por ser feliz.

Daniel y Esmeralda la esperaban en el despacho de él, cuando lucía entró la niña se tiró a sus brazos, Lucía sacó una muñeca de una de las bolsas y se la dio a Esmeralda.

- Ten cielo, es para ti ¿ Te gusta?_ Le preguntó Lucía dándole la muñeca_

- ¡ Si gracias! Es preciosa ¿ Como se llama?_ Preguntó la niña_

- Bueno creo que aun no tiene nombre, deberías ponerle uno

¿ No crees?_ Le dijo la mujer muy tiernamente mientras Daniel observaba la escena embobado_

- Entonces la llamaré como a mi mamá, Nayala._ Dijo la niña sonriente_

- ¡Muy bien cariño! Es un nombre precioso y cuando mamá vuelva estará muy contenta de saber que tu muñeca lleva su nombre. _ A Lucía se le partía el corazón al pensar por lo que estaba pasando la pequeña_

Daniel las acompañó a una de las suites del hotel, era preciosa constaba de un salón de estar y dos dormitorios. Lucía pasó de la mano de Esmeralda que lo miraba todo con gran atención y asombro.

Lucía tuvo una extraña sensación, tantos años limpiando aquellas habitaciones y ahora ella iba a ser la inquilina. Tuvo cierta satisfacción aunque era muy consciente que su estancia allí no tendría nada que ver con la de esas mujeres tan estiradas e incluso estúpidas que acostumbraban a utilizar la suite.

Daniel la miraba preguntándose que era lo que había hecho en su casa para decidir venir al hotel de aquella forma tan resuelta.

Sus hijos dijo que los había dejado con sus padres ¡Pero! Y el energúmeno de su esposo ¿ Que había hecho con él para convencerle de lo que iba ha hacer? Daniel no le encontraba explicación y lo que menos deseaba era que su marido llegase al hotel en su busca y diese un bochornoso espectáculo. Al final decidió preguntar a Lucía.

- Lucía perdone que me meta donde no me llaman pero…

La mujer intuyó rápidamente por donde iban los tiros y no le dejó terminar la frase.

- No se preocupe mi marido no va a venir a buscarme ni a montar un numerito, se lo aseguro. Me he separado de él, le he dejado.

-¡Caramba!_ Dijo Daniel desconcertado_ Como lo siento yo…..

- No, tranquilo no sufra s lo mejor que he hecho en muchos años, no podía seguir así, ni por mis hijos ni por mi ya…..

Entonces Lucía arrancó a llorar, miro de reojo a todos los lados de la habitación no quería que la pequeña la viese así. La vio en la terraza sentada en una silla observando a la gente en la piscina.

Lucía intentó secarse las lagrimas con el reverso de su mano pero en ese mismo momento, Daniel le ofreció un pañuelo que sacó de su bolsillo.

Ella se lo agradeció y lo tomó, sus manos se rozaron y sus miradas se encontraron. Fue inevitable como un imán sus labios se atrajeron y se fundieron en un beso.

Daniel se avergonzó y rápidamente te separó de ella pidiéndole perdón.

- ¡ Dios mío ! Lucía lo siento yo….

- ¿No te ha gustado hacerlo? _Preguntó ella muy tranquilamente_

- Si claro como no deseaba tanto hacerlo que….

Daniel se mostraba como un colegial, avergonzado al tiempo que entusiasmado, sus mejillas se tornaron rosadas y su cuerpo tiritaba, hacía tanto que no sentía aquello por una mujer…….

- Daniel, no debes avergonzarte, tu lo deseabas tanto como yo, ese ha sido otra de las razones por las que he dejado a mi esposo.

- ¿ De verdad, tu también sientes algo por mi?

- Si desde hace tiempo, pero tu eres mi jefe y yo una simple empleada de la limpieza comprenderás que yo…..

- ¡ Por favor Lucía! Para mi eres una empleada pero primero que todo una persona, estupenda fiel y trabajadora y ahora te puedo decir que eres una gran mujer, la mujer que amo.

Lucía creyó estar soñando, ese hombre que tanto le gustaba le estaba diciendo que la amaba, a ella a la simple de Lucía, ella no estaba segura de si le amaba pero desde luego sentía algo por él le gustaba y le deseaba y el amor……El amor era algo que a Lucía le rompieron hacía tiempo a basa de disgustos y palizas.

No sabía si lograría volver a enamorarse, pero si alguien podía conseguirlo ese era Daniel Carrasco.

Daniel volvió a atraerla hacia él y volvió a besarla esta vez no tan dulcemente como antes, ahora no quería demostrarle su cariño y su apoyo. Ahora deseaba decirle que la amaba que la deseaba y la besó con fuerza con rabia con deseo incontrolado hasta que el hombre notó que su zona sexual también estaba hambrienta de aquella mujer.

Ella respondió a sus besos con caricias y apretando su cuerpo contra el del hombre para sentir el contacto de su miembro erecto. Aquello hubiese continuado su ritmo si no fuese por la voz de Esmeralda que les despertó del ensueño en que andaban metidos.

- Lucía, ven mira, ¿Podemos ir un ratito a la piscina por favor?_ Esmeralda estaba ajena a todo lo sucedido en el interior de la habitación y llamaba a Lucía para hacerla participe del espectáculo que estaba viendo a través de la terraza_

- Ya voy cariño _ Respondió la mujer, recomponiéndose del acaloramiento que tenía después de aquella muestra de deseo que había tenido con Daniel.

-Ves con ella yo tengo cosas por resolver, podéis bajar a daros un baño, después si prefieres te pueden subir aquí el almuerzo o si lo preferís bajáis al comedor.

- Daniel, creo que por el momento será mejor hacer aquí las comidas, para evitar las habladurías y especulaciones ¿ No te parece? Yo misma iré a buscarlo no te preocupes estaremos bien.

- De acuerdo como gustes, quizás sea mejor como tu dices. Bueno yo….._ Daniel ya se iba pero Lucía no le dejó marchar así como así_

- ¿ Vendrás a vernos cuando puedas?_ Preguntó Lucía pícaramente_

- Si claro en cuanto tenga un momento paso a ver como está la niña._ Daniel había entendido perfectamente a Lucía pero sentía vergüenza y ella acabó de aclarárselo_

- ¡ Bueno cuando hayas dicho las buenas noches a Esmeralda

¿ Podrías darme a mi una buena noche?

- Daniel sintió que aquellas palabras habían provocado en él un deseo irrefrenable, ¡ Dios aquella mujer le volvía loco! La deseaba con todas sus fuerzas y solo atinó a decirle_ Si vendré a por ti, toda tu serás mía ¿ Me oyes? Serás mía centímetro a centímetro de tu piel.

Después salió de la habitación como alma que lleva el diablo, avergonzado de haberse sentido decir aquellas palabras, nunca había sentido aquel deseo tan sexual por ninguna mujer, ni siquiera de joven por su adorada esposa. Lucía le excita sobremanera despertaba en él los instintos mas animales de su cuerpo.

 

Capitulo 12.

Nayala no tuvo mas remedio que hacer caso a su esposo, él estaba firmemente decidido a sacar a su esposa y a su hija de aquel infierno que le estaba tocando vivir.

Las cosas se estaban complicando Cristóbal Salazar le había entregado un millón de dólares para que se los hiciese llegar al Pichón, era una presentación de buena voluntad, con eso esperaba comprar si no su amistad su colaboración para que le dejase trabajar parte del territorio. El pobre Andrés no tuvo mas remedio que acceder pues sabía que tenían vigilada a su familia y no lo iba a consentir, pero lo cierto era que se le partía el alma al pensar que tenía que separarse de su mujer y su hijita.

Aquella mañana Nayala salió de su casa de la mano de su hija, había estado llevando bolsas de ropa a casa de sus padres para no levantar sospechas por si la estaban vigilando, no pudo coger demasiadas cosas solo lo realmente necesario.

Andrés llegó a casa de sus suegros con la intención de explicarles toda la verdad, se lo debía iban a estar sin ver a su nieta y su hija por mucho tiempo y él se sentía culpable.

Andrés pasó la noche dándole vueltas a todo aquello e ideó un plan al llegar a casa de los padres de Nayala metió el dinero en la maleta entre la ropita de Esmeralda si todo salía bien ese dinero les ayudaría a empezar una nueva vida en España.

No le explicó nada a Nayala de lo que pensaba a hacer, le pidió que se despidiese de sus padres y que hiciese en todo momento lo que él le indicase.

Nayala lloraba desconsoladamente, no sabía cuanto tiempo estaría sin ver a su padres y eso la apenaba mucho, aunque ellos le dijesen que en cuanto estuviese establecida volarían a su lado.

Andrés cogió las bolsas y las introdujo en unas de la compra sabía que les estarían observando y no quería que sospechasen que iban hacia el aeropuerto. Todo parecía indicar que la familia iba de compras a un gran supermercado, pero Andrés cometió el error de no salir con el maletín del dinero aunque estuviese vacío. Los hombres de Salazar en cuanto vieron que no llevaba el maletín salieron de un coche y armas en mano se acercaron a ellos, Andrés intentaba apartar a su hija y a su mujer de aquellos tíos les gritaba que subiesen al coche rápidamente Nayala abrazó con fuerza a su hija y metió como pudo las bolsas en el maletero mientras su esposo intentaba calmar a aquellos animales, no le sirvió de nada. ¡ Se escuchó un disparo! Y los padres de Nayala bajaron a ver que era lo que estaba sucediendo, estaban seguros de que algo malo le había sucedido a su hija y a su nieta no pudieron reaccionar las balas los atravesaron y en segundos cayeron a suelo sin vida.

Nayala miraba atónita a sus padres estirados en el suelo y quiso bajar pero Andrés le gritaba que se fuese de allí inmediatamente.

- Mi amor saca a la niña de aquí, vamos arranca y vete ya ¡ Vete, os amo!_ Gritaba Andrés con desesperación_

Nayala arrancó el coche sin saber ni lo que estaba haciendo las lagrimas cubrían su rostro y Esmeralda lloraba sin cesar estaba muy asustada aunque no había visto a sus abuelitos morir. Pero su mamá lloraba y ella lloraba por su mamá.

Cuando había recorrido pocos metros vio por el retrovisor como su marido forcejeaba con uno de los matones y de pronto le vio caer al suelo.¡ Andrés había muerto! Había dado su vida por ellas. Quiso para e ir hasta su marido pero por el espejito vio la cara de su hija y supo que no podía regresar si no quería que ella y su hija terminasen muertas también.

No comprendía nada, conducía mecánicamente como si todo fuese el trailer de una película algo que nada tenía que ver con ella.

Condujo hasta llegar al aeropuerto no sabía como había logrado llegar allí, las imágenes de sus padres y de Andrés siendo abatidos se reproducían repetidamente y ella simplemente se dejaba llevar, solo sabía que debía sacar de allí a su pequeña.

Paró el coche y sacó las bolsas del maletero, entonces vio la maleta que Andrés había colocado en el interior para que introdujese las bolsas de ropa. No colocó nada introdujo en la maleta las bolsas de cualquier forma y la cerró. Sacó a Esmeralda del coche y la besó repetidamente.

- Todo está bien mi amor no llores_ Le decía Nayala a su hija_

- Mamá y papi ¿ Vendrá después con nosotras?

- Si mi amor papá ya vendrá.

Nayala sabía que debía ser fuerte la vida de su hija dependía de ello. Ya tendría tiempo de llorar cuando tuviese a su hija a salvo.

 

Capitulo 13.

Lucía, estaba encantada de ejercer de inquilina del hotel aunque no dejó de lado a sus compañeras. No podía pasearse por el hotel delante de ella y hacer de señorona. Confiaba en la mayoría de ellas y esa misma mañana habló con ellas.

No les dijo exactamente toda la verdad mas que nada para mantener la seguridad entorno a Esmeralda pero les pidió a todas que confiasen en ella en cuanto acabase su tutela con la niña las pondría al corriente de lo sucedido. Por el momento solo esperaba de ellas discreción y compresión. Ni que decir que ella se haría cargo del mantenimiento de la suite que ella y Esmeralda ocupaban y si podía les echaría una mano a sus compañeras ¡ Al menos ese era su deseo ! Pero Daniel no lo vio del mismo modo Lucía debía ocuparse de la niña continuamente. El hombre tenía cierto sufrimiento por Lucía que había dejado a sus hijos al cargo de sus padres para ocuparse de la pequeña Esmeralda. Aunque pronto se disiparon sus dudas Lucía le explicó que los niños se los habían llevado sus padres al pueblo, era algo que hacían todos los años. Mientras ella trabajaba en verano los niños se iban tan contentos a la playa con sus abuelos. Y en esta ocasión Lucía que le venía de perlas tendría el tiempo suficiente para solucionar el problema de Esmeralda y de paso poner en marcha su demanda de divorcio.

El día había pasado tranquila y placidamente, Esmeralda ya dormía en la estancia mas pequeña de la suite, Lucía preparaba toda la documentación para hacérsela llegar a un abogado con el propósito de que fuese lo mas rápido posible el deshacerse del cabrito de su marido. La mujer ahora en la paz de aquella alcoba se preguntaba por qué le había aguantado tanto y durante tanto tiempo. Se sentía satisfecha de su decisión.

Estaba en el sofá de la estancia cuando unos delicados golpes resonaron en la puerta. Lucía se levanto y fue hasta allí, no tuvo tiempo de preguntar quien era Daniel se dio a conocer.

- Lucía soy Daniel, ¿Puedo pasar?

- Si claro._ Lucía se percató de que solo llevaba encima un viso negro que se ceñía a su sugerente cuerpo, si abría así ya sabía lo que iba a suceder. Pero no le importó muy al contrario, a si que abrió la puerta y se encontró con los ojos de Daniel Carrasco que al ver a la mujer no pudo por menos que recorrer su cuerpo con la mirada. ¡ Dios ! Esa mujer le encendía sintió su miembro a punto de explotar dentro de su pantalón_

- ¡ Cielo santo Lucía !_ Exclamó el hombre y luego preguntó_ ¿Y la niña está tranquila ya duerme?

- Si la niña duerme vamos pasa, no querrás que te vean rondándome.

Daniel se moría por abrazarla, besarla y hacerla suya pero no sabía como actuar. Ella sin en cambio lo tenía mas claro y esa desvergüenza era lo que mas le gustaba a Daniel de ella.

- ¡Bueno chico, no estoy lo suficientemente sugerente para ti!_ Lucía estiró de su camisa y se la sacó con desespero mientras buscaba la boca del hombre, Lucía descubrió el torso firme y moreno del hombre. Se lo acarició y él se estremeció al sentir el tacto de las manos de la mujer.

Lucía se separó un momento y fue hasta el la puerta que daba al dormitorio de la niña y cerro con una vuelta de llave.

Mientras caminaba de vuelta hacia él se fue bajando los tirantes del viso hasta dejarlo caer deslizándose por su bello cuerpo. Sus pechos turgentes y generosos quedaron al descubierto solo una pequeñas braguitas negras tapaban su sexo.

Daniel la miraba embobado apenas atinaba a quitarse los pantalones, ella le miraba divertida al ver lo azarado que estaba el hombre y le provocó un poquito mas.

Se tumbó en la cama y arqueó su cuerpo separando sus piernas. Lucía se acariciaba sus pechos y su sexo y entonces Daniel creyó enloquecer.

- Vamos me las vas a quitar, ¿O no? _ Le dijo ella susurrando mientras estiraba de sus braguitas_

- ¡Dios mío Lucía como te deseo_ Le dijo el hombre_

- ¿ Si? Pues a que esperas para comerme enterita.

Lucía estaba también asombrada de lo descarada que podía a llegar a ser con aquel hombre, pero es que sentía el sexo por todos los poros de su piel, le deseaba con ganas tenía muchas ganas de que él le recorriese su cuerpo con su boca y se ofreció a él.

Eran las cuatro de la mañana cuando cesaron sus besos y caricias, les hubiese encantado dormir juntos pero ambos sabían que no era lo mas conveniente por varios motivos.

Daniel salió de la alcoba y Lucía volvió a abrir la puerta que daba al dormitorio donde estaba Esmeralda, la pequeña podía despertarse y asustarse si se sentía encerrada.

Lucía cayó sobre la cama extasiada, estaba ilusionada y feliz como una adolescente, amaba a ese hombre ahora estaba mas segura que nunca y no pensaba renunciar a él.

Daniel se estiró sobre su cama y repasó mentalmente todo lo sucedido con Lucía poco rato antes.

Esa mujer era estupenda y ahora estaba seguro que lo que hacía tiempo que sentía por ella cuando la veía, se había culminado esa noche. La pediría matrimonio en cuanto ella obtuviese el divorcio. ¡ Si señor, Lucía sería su mujer!

 

Capitulo 14.

El vuelo había sido placido hasta aproximarse a España, informaron que una tormenta hacía imposible el aterrizaje en Madrid y serían desplazados hasta Cádiz, de allí viajarían a Barcelona.

Nayala miraba a su hijita, que a pesar de tener malos sueños pudo dormir prácticamente todo el vuelo.

Las cosas no salieron como ella esperaba y el tiempo solo hizo que empeorar, al llegar a Cádiz se encontraron que una tormenta también amenazaba la ciudad. Imposible volar aquella tarde, Nayala no quiso pasar la noche en el aeropuerto con la niña y cogió un taxi hasta la ciudad.

Allí se alojó en un hotel que parecía estar bien, no tenían el equipaje que se había quedado en el avión.

Se registró con un nombre falso, no sabía muy bien el por qué pero le pareció mas seguro, si le pedían identificación diría que lo había olvidado en el avión y la niña estaba tan cansada esperaba encontrar buena voluntad en las personas del hotel y se apiadasen de ella y su hijita.

Y así fue el muchacho de recepción estaba al corriente de la cantidad de vuelos que se habían anulado debido al temporal.

El joven miro a la mujer y le dio una habitación era tan bella y la niña estaba tan cansadita. Solo iba a ser una noche ¿Que podría pasar? Se dijo el muchacho.

Nayala no estaba tranquila su intuición le decía que algo no iba bien, sentía un cierto desasosiego y no podía explicar la razón.

Por un momento se sintió observada al llegar al hotel pero pensó que era una simple sensación, en pocas horas había tenido que pasar un gran trauma del cual aun no era consciente.

Las imágenes se agolpaban en su mente, subió al ascensor con Esmeralda en brazos y el conserje le abrió la habitación 64 del Hotel España, Nayala se disculpó por no llevar nada de dinero en efectivo para dar una propina al muchacho, el cual se sintió pagado solo con poder ver esa bonita cara. El chico pensó que jamás había visto una mujer tan bella, no era una gran mujer mas bien menuda pero era realmente preciosa.

El joven se despidió de ella y cerró la puerta de la habitación no sin antes desearle que tuviese una buena estancia.

Nayala metió a Esmeralda en la cama y se preparaba para darse una ducha cuando le pareció escuchar pasos justo delante de la puerta que daba al pasillo, espero un momento y se tapó a ella misma la boca para evitar dejar ir algún grito ahogado.

Entonces estuvo segura al menos dos hombres se encontraban al otro lado de la puerta, les oyó hablar uno tenía un claro acento andaluz y el otro era sudamericano seguro pero no pudo escucharlo con claridad.

El pánico se apoderó de ella, aquellos desgraciados habían dado con ella ¿ Pero que querían de ella? Ya le habían quitado a sus padres y al amor de su vida Andrés les vio desfallecer y caer al suelo cuando escuchó aquel aterrador tiroteo.

Solo le quedaba su pequeña, pero ¿ Por qué ellas, que tenían ellas que ver con todo aquello?

Tal vez Andrés no estaba muerto y la querían a ella y a la niña para seguir presionándole.

Nayala no lograba pensar con claridad pero si atinó a sacar a su hijita de la cama y meterla en uno de los armarios de la habitación.

La niña abrió ligeramente los ojos y preguntó a su mamá que pasaba. Nayala sacando fuerzas de no sabía donde le pidió a Esmeralda que se quedase allí y que por nada del mundo hiciese ruido, mamá pronto regresaría a buscarla.

Sin esperárselo y rápidamente escuchó un ruido seco en la puerta y después comenzó el calvario.

Dos hombres entraron el la habitación y allí de pie tiritando encontraron a Nayala.

-¡ Que linda muchachita pues!_ Dijo uno de ellos, mirándola lascivamente_

- Vamos déjate de ostias y estate por lo que estamos. No la vayas a joder_ Dijo el otro hombre a su compinche_

- A ver sin tonterías ¿Donde guardas el dinero?_ Preguntó el que había hablado hacía unos segundos. La agarró del pelo y le volvió a preguntar por el dinero_

Nayala no tenía ni idea de lo que le estaba hablando, ella solo disponía de unos cuantos dólares y de la tarjeta que por cierto debía andarse con cuidado ya que no tenían demasiado dinero en la cuenta corriente.

¿ Que demonio de dinero querían aquellos tíos?

Fue el mas bocazas quien la puso tras la pista.

- ¡ Vamos mamita! El gran amo se va a enfadar si no le devuelves su dinero.

- No se de que me están hablando_ Dijo Nayala intentando plantarles cara, pero su bonita cara estalló de dolor al recibir un bofetón que le dejó sangrando el pómulo_

- Mira mi arma Salazar no se anda con tonterías a si que por tu bien habla ya_ Le dijo el tío que sin duda era gaditano por su fuerte acento andaluz_

Nayala pensó en su hijita y debía mantenerla apartada de todo aquello, en ese momento como si le leyese el pensamiento el andaluz le ordenó a su compañero que fuese a por la enana.

- ¡ No hay nadie en la cama hermano! La niña no está aquí_ Gritó desde el dormitorio_

- Vamos dime donde está tu hija, habla me estoy empezando a hartar.

Nayala estaba muy asustada sabía que pronto buscarían en los armarios y darían con Esmeralda, no lo podía consentir.

Se puso a gritar socorro, en pocos segundos el conserje llamaba desde fuera de la puerta de la habitación.

- Señora, señora abra la puerta ¿Que le sucede?

Los hombres de Salazar cogieron a Nayala del brazo y la hicieron salir por la ventana del lavabo hasta las escaleras de incendios, ella no volvió a gritar sabía que así salvaba a su hija y eso era lo único que le importaba.

Pero tuvo que pagar un alto precio, después de varias horas intentando sacarle donde tenía escondido el dinero los hombres de Salazar le dieron una tremenda paliza y cuando creyeron que la habían matado la dejaron tirada al lado de un container en el puerto de Cádiz.

 

Capitulo 15.

Lucía despertó en aquella suite sintiéndose en una nube, se había enamorado como cuando tenía 15 años, Daniel era un hombre estupendo sabía que no sería fácil encauzar su relación

Tenía pendiente una conversación con sus hijos, pero confiaba en que Daniel sabría ganarse su afecto.

Estaba recordando los besos que se había dado con Daniel cuando Esmeralda se despertó. La niña medio dormida llamó a su mamá y Lucía acudió rápidamente a su lado.

- Buenos días cariño, ¿Dormiste bien? _ Preguntó la mujer a la niña_

- ¿Ya llegó mi mamá?_ Preguntó la niña_

- No mi amor, pero yo estoy aquí contigo, no sufras mamá no tardará en venir estoy segura.

De eso hacía ya varias semanas y la mamá de Esmeralda no apareció. El inspector Romero seguía de cerca el estado de la niña. Estaba tranquilo sabía que Daniel Carrasco estaba cumpliendo a rajatabla con el compromiso de no perder de vista a la niña, pero eso no podía continuar.

Romero decidió llamar a su amigo para decirle que hasta el momento no habían dado con el paradero de la madre de Esmeralda y algo había que hacer con la niña.

- Daniel, compadre esto no puede continuar así, ¿ Lo entiendes verdad?

- ¡Claro que si! ¿Pero y que piensas hacer? la niña está tranquila junto a Lucía, ¡Si ahora la separamos sin haber encontrado a su madre que será de ella ! No puedo….

Romero apreció rápidamente que el hombre se había encariñado con la niña y realmente, pensó que ganaba él separando a la niña de él y de Lucía. Entonces fue directo al grano.

Hacía días que Romero sabía que Lucía había abandonado a su marido y solo había que ver como se miraban ella y Daniel para darse cuenta que entre ellos había algo.

- ¡ A ver Daniel! Se sincero conmigo. ¿ Que hay entre tú y Lucía? Y no me engañes que soy perro viejo.

- Pues verás la amo y se que ella me ama a mi. En cuanto tenga el divorcio de aquel impresentable la haré mi esposa. ¿ Te vale con eso?

- ¡ Joder, no pensé que fuese tan serio? _ Le dijo el policía _

- Pues si ya ves me he vuelto a enamorar y…..

- Si ya se, no hace falta que me pongas los dientes largos, ya me imagino lo que debe ser estar con una mujer como Lucía.

¡ Bueno, amigo! No tengo mucho mas que decir solo desearte que seas feliz y que tengáis mucha suerte.

- ¿ Que quieres decir con eso, que hay de la niña?_ Preguntó Daniel muy confuso sin saber que era lo que Romero quería decir_

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