Ana

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- Creo que esta vez podría enamorarme, si no lo estoy ya. Por cierto quien es el tal August McGregor. Porque mucho hablar de mi pero ese hombre no te dejó ni un momento._ Preguntó Aby mirando picadamente a Kira y esperando que ella explicase todo sobre aquel hombre_

Rebecca y Kira la pusieron al día y luego planearon el día. Aby comería con Rebecca y después se irían juntas a Londres. Aby a su rutina diaria y Rebecca a buscar los niños que los había dejado con sus padres aquel fin de semana.

Kira por su parte volvería a Portsenart, pensaba seguir con su investigación de la casa en Kesh, le gustaba aquella casa y el lugar, la vista del lago desde la casa era impresionante y quería disfrutar de aquella vista mas a menudo.

August McGregor esperó impaciente que fuese lunes, su secretaria lo puso en contacto con la agencia GLAMOUR PRESS.

La directora de la agencia Magi Lane fue muy amable con él, es mas estuvo encantada de que August McGregor le proporcionase la exclusiva del lanzamiento del nuevo ferry. Lo habían intentado varias veces pero él jamás había querido salir en ninguno de los reportajes. A si que Magi no entendía muy bien a que se debía aquel cambio hasta que él le puso su condición.

- Kira Ormond, si no lo hace ella no se molesten en venir._ Dijo tajantemente el hombre_

- Pero señor McGregor, Kira en este momento está de vacaciones y le aseguro que me dejó muy claro que no pensaba atender a ninguna de mis llamadas. Sin ir mas lejos el otro día la llamé tan solo para saber como le iba y si se lo estaba pasando bien y no respondió a mi llamada.

Por favor solo le pido que espere un par de semanas, no creo que tarde más en regresar.

- De acuerdo dos semanas, ni un día mas o daré la exclusiva a la competencia._ August cedió ante la presión de la mujer, valdría la pena esperar por Kira_

- No se preocupe señor McGregor, cumpliremos.

- Por cierto no quiero que ella sepa nada de mi hasta que no esté aquí ¿Entendido?

- Pues la verdad es que no lo comprendo, pero haré lo que usted diga señor McGregor.

August colgó el teléfono satisfecho, tampoco quería interrumpir les vacaciones de la joven, se había informado sobre ella y le constaba que necesitaba de aquellas vacaciones. Pensándolo bien él también necesitaba de unos días de relax. Kira le había dicho que se alojaba en Portsenart, ahora se lamentaba de no haber arreglado nunca la casa familiar. Ahora podría ir y estaría muy cerca de la chica. No importaba el apartamento que tenía en Belfas le serviría, una vez allí ya haría lo que hiciese falta sobre la marcha.

Kira cogió una muda y la metió en una bolsa, Quizás tendría que pasar la noche allí hasta que diese con alguien para poder hablar sobre la casa.

Estaba decidida a remover todo el pueblo hasta que alguien le dijese como se podía hacer con la casa. Siempre había sido una chica muy y muy cabezona cuando se le metía algo en la cabeza no paraba hasta conseguirlo. Cuando decidió que quería ser fotógrafa, trabajó en un montón de trabajos precarios pero donde tenía flexibilidad horaria para estudiar, cuando lo consiguió se endeudó para tener la mejor maquina de fotografiar y cuando había hecho centenares de fotos se dedicó a ir agencia por agencia ofreciendo su trabajo. En poco tiempo se la rifaban, realmente Kira Ormond tenía un ojo fantástico.

Al llegar a Kesh lo primero que hizo fue ir a tomar un café, esperaba que Bob le pudiese decir alguna cosa más sobre la casa.

El chico estaba detrás de la barra con su camisa blanca impoluta, estaba haciendo una infusión para la misma señora que el otro día le explicó a Kira la historia de los Moller.

La señora no la conoció en principio pero cuando la joven se dio a conocer, enseguida la identificó como la joven del ayuntamiento.

- ¡Hola hija! ¿Qué te trae de nuevo por aquí? _ Le preguntó la mujer_

- Pues no pude ver el otro día al señor alcalde y he pensado que hoy probaré a ver si le localizo para poder hablar con él de la casa Moller.

- No entiendo ¿Y para que quiere una jovencita tan bonita como tu ver al alcalde de este pequeño pueblo? ¡Pues no se que tiene que ver él con la casa Moller!

- ¡Bueno como la señora del ayuntamiento me dijo que la casa pertenecía al pueblo…..Pues a ver si me la quisiese vender.

- Pero ¡Si ya se vendió, la casa Moller!_ Dijo la señora, muy segura de lo que decía_

- ¿Como puede ser? la señora del ayuntamiento me dijo que…

- ¡ Que si hija que si, hace unos cinco años vino un pariente lejano, un bisnieto o tataranieto no lo se seguro del capitán Moller.

- Por qué debería comprarla si no se ha molestado en arreglarla._ Dijo Kira contrariada_

- Mira ahora te diré algo que tal vez te parezca una bobada pero la Molly….¿Sabes quien quiero decir verdad? _ Le preguntó la mujer a Kira para estar segura de que la comprendía, Molly era la joven del ayuntamiento combinaba su trabajo en el ayuntamiento con el reparto de la tienda del pueblo_ Bueno como te decía la Molly explicó que un días fue a llevar un pedido a la casa Moller y que aquel hombre salió de la casa como si acabase de ver al propio diablo.

- No me extraña._ Pensó en voz alta Kira_

Rápidamente se percató de lo que había dicho, sabía que no era prudente revelar nada de lo que ella había vivido allí, temía que la tomasen por loca y decidió dar un giro a la conversación .

- Entonces dice que la casa Moller ya no pertenece al pueblo. Pues ahora si que me ha dejado parada, yo ya me veía como dueña de aquella bonita casa. ¡Bueno ya se que ahora no está bonita pero yo la dejaría preciosa!¡Que rabia me da! _ Kira se sentía decepcionada_

- Bueno siempre puedes hablar con el nuevo amo, ya que no la utiliza a ver si quisiera vendértela ¿No crees? Total que te puede decir ¿ Que no? Pues eso ya lo tienes y quizás te diga que si._La mujer intentó que Kira encontrase una salida pudo ver la decepción en la cara de la joven_

- ¡ Coño pues tiene razón! _ Exclamó efusivamente la chica y al momento se disculpó al ver que había dicho un taco_ Perdone es que me entusiasmado.

- Yo me tengo que ir, puede que nos volvamos a ver jovencita

¡Vaya! Si no tardas mucho porque a mi no es que me quede mucho tiempo.

La mujer tenía un sentido del humor excelente, salió del bar caminando lentamente pero con paso firme.

Kira también salió del bar y fue directa a casa del alcalde, como le había sugerido Bob.

Al llegar a la casa, le abrió la puerta una mujer de unos cincuenta y pico de años, seguramente la esposa del alcalde. La mujer llevaba puesto un delantal, seguro que la había enganchado cocinando para su familia. La mujer miró con curiosidad a Kira, no había visto a esa muchacha en su vida, seguramente era alguna vendedora. En el pueblo no iban mucho pero de tanto en tanto y sobre todo en verano aparecían vendiendo toda clase de objetos. Pero enseguida su curiosidad fue despejada.

- Buenos días señora, soy Kira Ormond y Bob el chico del bar me ha indicado que venga aquí porque quisiera hablar con su marido.

La mujer no le dio tiempo a terminar de explicarse, al escuchar que preguntaba por su marido. Kira notó enseguida que se ponía a la defensiva y rápidamente intentó explicarle lo que quería de él.

- Señora yo busco al alcalde del pueblo, le quería hablar de la casa Moller

- ¡Ha! Pues ahora está en el campo, si quiere le encontrará allí nada mas tiene que atravesar el puente y ya lo verá allí con el tractor

- Gracias, ha sido usted muy amable._ Mintió Kira intentando ser educada_

- ¿Y que dice que quiere de la casa Moller?_ Dijo la mujer con curiosidad_

- Me interesaría comprarla, pero bueno ya hablaré con su marido. Adiós y gracias.

Kira se fue antes que la mujer la entretuviese mas tiempo.

Había visto los campos que la mujer le había indicado, nada mas atravesar el puente había un pequeño montículo que bajaba hasta allí.

Enseguida vio el tractor rojo, hacía balas de trigo. Kira intentó ponerse de manera que sin que pudiese hacerse daño l hombre pudiese verla.

El hombre paró el tractor tan pronto como vio a Kira haciéndole señas con los brazos. Kira se fue acercando mientras que el hombre bajaba del tractor que a Kira le pareció mucho mas alto y grande que cuando lo había visto desde el puente.

- Señorita lo que usted ha hecho es peligroso, podía haberle hecho daño._ La reprendió el hombre_

- Discúlpeme supongo que tiene razón, lo siento pero es que desde el otro día que intento hablar con usted, si tuviese un momento por favor.

- Está bien dígame.

- Me llamo Kira Ormond y estoy interesada en la vieja casa Moller. ¡Si! ya se que ahora ya no pertenece al pueblo pero puede ser que usted me dijese quien la compró para que yo hablase con el propietario. Me gustaría poder convencerle para que me la vendiese ya que he visto que no se han molestado en arreglarla.

- Chica que ansia por comprar esa casota vieja. Tu no tienes ni idea de cómo está, necesitaría un buen repaso empezando por el tejado._ La informó el hombre_

- Usted no se preocupe por eso, yo ya me espabilaré, piénselo de esta forma, si la puedo comprar, los paletas del pueblo tendrán trabajo para una buena temporada. ¿Qué le parece?-

- Pues mira, no lo había pensado. Por cierto mi nombre es Henri Wood. Mira déjame terminar el campo y después iré a comer si te parece bien sobre las siete de la tarde podríamos vernos en el ayuntamiento y hablar mas tranquilamente.

- Muy bien gracias hasta después, no se olvide._ Le dijo la joven_

- ¡No sufra mujer! A las siete en el ayuntamiento y ahora discúlpeme si no el trabajo no se hará solo._ Le respondió el hombre mientras iba caminando hacia el tractor para seguir con su trabajo_

Kira iba dispuesta a comerse uno de aquellos guisos que cocinaba la madre de Bob esa mañana cuando entró a tomar el café sintió un olorcillo que le pareció ternera estofada, toda la mañana estuvo esperando la hora de la comida.

Cuando estaba sentada esperando que la sirviesen recibió un mensaje. Era Magi su jefa de la agencia como sabía que no respondía al teléfono, le envió el mensaje esperando que al leerlo se apiadase de ella y la llamase para poder hablar.

Kira leyó el mensaje, puso atención al ver escrito un nombre. August McGregor. La joven llamó a Magi aunque que no pensaba volver al menos hasta la semana próxima.

- Magi que conste que te llamo porque comienzo ha estar descansada, pero no te ilusiones que aun no pienso volver.

A ver ¿De donde has sacado el nombre de August McGregor?_ Pregunto Kira con curiosidad_

- ¡Hola Kira! gracias por llamar, ¿Sabes quien es?

- Por supuesto, ¿qué sucede?-

- Quiere que cubramos el acontecimiento de la botadura de su nuevo Ferry con un amplio reportaje._ Le explicó la mujer_

- ¡Pues mira que bien! Ala pues a trabajar ya me dirás como te ha ido._ Kira sabía que eso no era todo_

- No lo has entendido. Quiere que lo hagas tu. ¿De que conoces a este tío?

- Ahora es largo de explicar, no pienso volver._ Dijo Kira_

- ¿Como que no piensas volver?

- No ahora no.

- ¡ Joder! Que susto me habías dado. Ya lo se, ya se lo he dicho.

- ¿Y ha aceptado esperar?_ Preguntó Kira sin terminar de creerse que él estuviese dispuesto a esperar que ella regresase al trabajo_

- Pues si chica, ya me lo explicarás pero dice que lo haces tú o no se hace.

Kira había quedado impresionada, ella había notado que no le desagradaba al hombre, pero ¡Vaya! Parecía ser que le había impresionado más de lo que ella pensaba. La verdad es que el hombre le gustaba y además había aquel parecido que no podía reconocer aun pero que sabía que para una mujer como ella que se quedaba con todas las caras, un día u otro recordaría a quien se parecía August McGregor.

- ¡Kira chica! dime alguna cosa. ¿Que cuando piensas volver? Porque si me llama y me lo pregunta no sabre que debo decirle.

- ¡Oye! la semana que viene estoy allí ¿ok? _ Kira sabía que la curiosidad podría con ella con un poco de suerte ya tendría solucionado el problema de la casa Moller_

- Si claro esta bien. Entonces que te lo pases bien y gracias Kira eres un sol.

- ¡ Chao! Hasta la vista._ Se despidió Kira_

Estaba que se moría por meterle el diente a aquel estofado de ternera, dejó el móvil sobre la mesa y degusto aquel delicioso guiso. Ya estaba tomando café cuando recibió la llamada de Aby.

- ¡Hola guapa! ¿Que hay de nuevo?

- Eso tú que sigues de fiesta. ¿Por donde andas ahora?_ Le preguntó Aby_

- Estoy en un pueblecito que se llama Kesh, es precioso Aby.

- Si vale..... los pueblos son muy bonitos bla,bla,bla,bla¿Pero que hay de interesante por ahí?

- Pues eso paisajes preciosos que…..

- ¡ Joder Kira! ¿ Que sabes de aquel tío que conociste en Blumoon? ¿ No le has vuelto a ver?

- Pues no y no digas palabrotas._ Reprendió Kira a su amiga_

- ¿Pero no era de allí?

- No de la isla de Man.

- ¡Ha! Pensaba que vivía en Belfas.

- Tengo entendido que tiene un apartamento allí pero él vive en la isla de Man, Un ricacho de tantos, un naviero además de un orgulloso engreído.

- ¡Huy...! Estos enfados ya me los conozco yo. A ti lo que te pasa es que te gusta y no has vuelto a saber de él._ Le dijo Aby muy convencida de lo que estaba diciendo_

- ¡Apa, no digas burradas! ¿Y tu que? ¿Ya te han subido el sueldo?_ La atacó Kira para desviar el interés de Aby por August McGregor_

- Vale ya veo que tienes un mal día. ¿Que te pasa? va dímelo .

- Es que quiero una casa y resulta que la ha comprado alguien que no se a molestado ni en arreglarla un poquito y estoy muy enrabiada eso es todo_

- Pues tu amiga Aby te alegrará el día un poquito. ¿Sabes que? El lunes cuando estaba apunto de salir del trabajo me llegó un ramo de flores y….._ Kira no la dejó terminar_

- ¡No me digas! Sam ¿Verdad?

- Espera chica que le quitas la gracia. Pues eso un chico preguntó por mi y me dio un ramo que le tapaba toda la cabeza. Rosas rojas y blancas precioso y…_ Kira volvió a interrumpirla_

- Va di, que decía la nota._Preguntó Kira impaciente_

- ¡Espera joder! si no me dejas explicártelo. Pues la nota decía: Si no tienes nada mejor que hacer te espero en Martin's a las ocho y media. Piensa que la ausencia será motivo de expulsión inmediata por romper el corazón a un superior.

- ¡Ostras! Que bonito, ¿irás verdad?

- Creo que si porque me gusta muchísimo._ Le contestó Aby_

- Escucha pero ¿Entonces él ya sabe que tu sabes quien es él?

- Si ya estuvimos hablando el otro día yo le reñí un poco y él se disculpó, me dijo que solo le sabía mal no haber podido ver mi cara al enterarme.

- No sabes como me alegro por ti. Ya estaba siendo hora de que te enamorases de verdad de un hombre de verdad.

- ¡Vaya! Mira quien habla, yo al menos hasta ahora me he tirado a todo el que me ha venido de gusto. Pero tu solo tienes tiempo para tu cámara. Sabes estoy pensando ¡Que tal vez tendría que mirar un poquito mas mi vocabulario! ¿No crees?

- Me temo que si. Este hombre te llevará a lugares exquisitos y tienes que quedar bien, no querrás que se avergüence de ti._ Le dijo Kira como si fuese su madre_

- Escucha que te tengo que dejar, voy a comer. Un besito guapa

¿Cuándo vuelves? _ Le preguntó Aby que la echaba mucho de menos_

- La semana que viene, antes quiero dejar arreglado un asunto. Y no me preguntes que no pienso decirte nada.

- Bueno vale, pues adiós._ Aby se despidió de su amiga_

- Adiós hasta pronto.

A Kira le gustó hablar con su amiga, y estaba muy contenta de que Sam Wellington se interesase por ella, era lo que Aby estaba necesitando para estabilizar su vida.

Que ironía ahora que había encontrado un trabajo que le gustaba, posiblemente en poco tiempo no necesitaría trabajar, o al menos no con un horario marcado como cualquier otro trabajador. Pero todavía era muy pronto para eso, tendrían que esperar un tiempo para ver a donde llevaba aquella relación.

Eran las siete menos cuarto y Kira ya estaba delante del ayuntamiento, miró dentro y pudo comprobar que había luz. Estaba nerviosa y sin pensárselo dos veces pasó al interior.

El ayuntamiento era como una casa normal tan solo en la parte superior un gran rotulo indicaba que era el ayuntamiento.

Una vez dentro se encontró con una pequeña sala donde había dos sillones y una mesita con varias revistas y diarios. En una habitación al lado se escuchaba la voz de un hombre que sin duda era de el alcalde hablando con alguien por teléfono.

Kira tan solo entendió una o dos palabras pero enseguida el hombre se despidió y terminó la conversación.

Seguidamente, abrió la puerta y se encontró allí con la joven que le esperaba impaciente.

El hombre la saludó muy amablemente y la convidó a sentarse allí mismo, después lo hizo él.

- ¡A ver! ¿Que es exactamente lo que quiere señorita?

- Ya se lo he dicho esta mañana, estoy interesada en la casa Moller, el otro día una señora aquí en el ayuntamiento me dijo que la casa pertenecía al pueblo, pero después me he enterado que la compró alguien hace unos cinco años. Pero es que como la tienen tan dejada yo he pensado que tal vez el amo querría vendérmela y…_ El hombre la interrumpió_

- ¡Mujer! ¿Pero por qué ese interés en esa casa?

- Me gusta mucho y me gustaría invertir en una vivienda aquí en la isla. En Portrush tengo unos buenos amigos y estaría contenta de poder pasar aquí largas temporadas ¿Quien sabe? Quizás me trasladaría aquí a vivir.

- Bueno, ya veo que estas muy decidida._El hombre vio que la joven tenía las cosas muy claras_

- ¿ Entonces que, me piensa ayudar o no?_ Kira comenzaba a impacientarse con tatos rodeos_

- El amo me ha dicho que hablará con usted pero no podrá ser hasta el mes que viene. Ahora le es imposible por cuestión de agenda.

- Bueno ¿Podrá decirme quien esese hombre tan ocupado?

- August Moller.

Kira puso cara de sorpresa, en pocos días había sentido el nombre de August varias veces. Era por lo menos curioso.

- ¿Que pasa? ¿Lo conoce?_ Preguntó el alcalde al ver la cara de sorpresa de la muchacha_

- No, es que desde que he llegado a la isla he sentido este nombre varias veces.

- ¿Esta segura? El señor Moller no está en la isla normalmente. Supongo que se habrá dado cuenta que su apellido Moller es porque tiene mucho que ver con la casa. Tal vez sea eso lo que usted asocia.

- No, discúlpeme, no me he explicado bien está claro que el señor Moller está ligado a la casa, es el nombre August, pero no tiene importancia solo es curioso nada más.

¡ Entonces se la quedó un antepasado!

- Si creo que es un tataranieto del viejo August Moller. Por parte del hijo pequeño del capitán.

- Esta bien ¿Y como ha quedado con él?

- Me ha pedido que me dejes las....Perdona no te molestará que te tutee ¿Verdad? Eres tan joven.

- No, por supuesto tranquilo.

- Como te decía, me dejas tu numero de teléfono y él se pondrá en contacto contigo.¡Lo siento no he podido hacer más!_ Se justificó el hombre_

- ¡Bueno si no hay mas remedio!_ Dijo Kira intentando conformarse con lo que había conseguido_

La chica se fue un tanto decepcionada, pues tenía la esperanza deque podría haber hablado muy pronto con el amo de la casa pero no pudo ser.

Se obsesionó tanto que pensó en irse enseguida de vuelta a Londres, le parecía que ya había descansado lo suficiente y ahora que ya no tenía ningún misterio que resolver se aburriría, también pensó en que podría volver a ver el viejo caserón Moller pero seguramente eso le haría sentirse peor. Si la casa estaba habitada ya tendría tiempo de averiguarlo, pues pensaba hacerse con ella de una forma u otra.

Lo tenía claro volvía a casa y lo haría en Ferry de esta forma podría saber como trataba August McGregor a sus clientes y también podría enfrentarse a él durante el reportaje sabiendo de que iba la cosa.

Llamó al puerto para reservar pasaje para el día siguiente.

Cuando llamó la atendió una joven muy amable, que al escuchar su nombre se deshizo en atenciones hacia ella.

Le ofreció diferentes horas y días, a Kira le pareció que estaba teniendo mucha suerte, pues había escuchado que en aquellos días era un poco difícil encontrar pasaje y resulta que a ella le ofrecían la posibilidad de escoger días y horas.

La chica que la atendía repitió varias veces su nombre, como asegurándose que era realmente Kira Ormond quien estaba hablando con ella.

Cuando Kira llegó el día siguiente al puerto para recoger su pasaje, lo entendió todo.

En esta ocasión un chico muy simpático le hizo entrega de un sobre que contenía dos pasajes, uno en primera y otro en clase turista, lógicamente no tuvo que abonar nada era gentileza del señor McGregor.

Este tío era inteligente, advirtió a sus empleados que si hacían una reserva a nombre de Kira Ormond siguiesen sus ordenes.

¡ Claro si tienen que hablar de él, mejor que comencemos con buen pie!_ Pensó Kira_ Que tío mas astuto, además sabía que no podría comprar a Kira con un pasaje de primera porque eso se lo podía permitir ella. ¡ No, lo mejor era darle la posibilidad de que observase el servicio que él ofrecía desde todas las clases! Kira hizo la reflexión de lo sucedido y estaba segura de no equivocarse.

Kira acababa de poner sus pies dentro de su casa, que paz sintió al volver a respirar el olor especial y tan particular de casa. Era alguna de las cosas buenas que tenía el viajar por todo el mundo, conocías cosas que de otra forma nunca sabrías de ellas. Cuando hizo el viaje al Japón le obsequiaron con unos ambientadores que eran lo mas dulce que ella había olido nunca. Cuando entró por la puerta pensó que aun no había llamado a la Hagi Kiro para que pensase en enviarle unos cuantos recambios.

La Hagi Kiro era la chica que limpiaba en los bungalows donde estuvo mientras hacían la sesión fotográfica en Tokio. La chica una joven de unos quince años se ganaba la vida en verano haciendo aquellos trabajos de limpieza y así poder pagarse los estudios. Era una joven inteligente, hablaba perfectamente ingles y se interesó muchísimo por saber cosas de Inglaterra. Kira y ella hicieron amistad y además de intercambiarse los móviles, Kira se ofreció a acogerla en su casa si ella se decidía a ir hasta Londres. Kira era mujer de muchos conocidos pero pocos amigos, pero con la Hagi Kiro se sintió bien, le caía muy bien aquella nena y le pareció que tenía posibilidades de llegar lejos.

Ahora volvía a estar en casa, Michelle la mantenía impecable, la había llamado el día anterior para avisarla de su llegada y como siempre le había llenado la nevera y la despensa. Había tenido mucha suerte con ella, Michelle era tan leal con ella como lo había sido su madre que había trabajado siempre con los padres de Kira.

Ahora la mujer ya no lo podía hacer por sus problemas de corazón pero aleccionó muy bien a su hija Michelle y la muchacha compartía sus horas de trabajo entre la casa de Kira y los padres de esta, aunque últimamente como pasaban la mayor parte del año en Cádiz iba de vez en cuando a recoger el correo y mantener la casa limpia.

Kira dejó el equipaje en el cuarto de planchar y fue directa a su dormitorio, se puso un pijama bien fresquito después de una buena ducha.

Justo se estaba preparando un sándwich cuando llamaron al timbre de la puerta. Seguramente sería Aby.

La chica fue hasta la puerta y se encontró con un chico que llevaba un gran ramo de flores que casi no podía con él de lo mucho que pesaba. El joven quedaba tapado Kira tan solo escuchó su voz.

- ¿ Es la señorita Ormond, Kira Ormond?_ Preguntó el muchacho_

- ¡ Dios mío! Si soy jo.

- Señorita son para usted, si fuese tan amable de permitirme pasar para que pudiese dejarlas donde a uste le parezca oportuno. Le aseguro que pesan muchísimo.

Kira reía divertida, le pareció una situación muy cómica. El pobre chico casi no le salía la voz, suerte que el edificio tenía ascensor. La joven acabó de abrir la puerta y le dio paso para que el muchacho dejase el ramo sobre la mesa del comedor.

Cuando el chico se sintió liberado del peso volvió a coger su color normal de piel, que sin duda no era el rojo.

Después de hacer un suspiro y coger un trago de aire, el chico le dio las gracias a Kira y ella le dio un billete de 10 libres de propina el pobre muchacho se lo había ganado de sobras.

Kira se preguntaba quien demonios le enviaba aquel ramo de flores, una vez a solas va busco por el ramo hasta encontrar una tarjeta.

¡Por Dios! Aquel hombre estaba loco y decidido a que ella cayese rendida a sus pies.

Se que has tenido un buen viaje me alegro mucho ,estoy deseando posar para ti. Espero que sabrás sacarme bien favorecido. Por favor no tardes en venir.

Tu ferviente admirador.

August McGregor.

Kira se quedó de piedra, jamás la habían entrado de aquella forma tan sutil y tan directa a la vez. Tenía que llamar a Magi Quizás ella sabía alguna cosa más que ella no llegaba a entender.

Había pasado la noche dando vueltas y vueltas soñando con barcos y la casa Moller. Aparecía el retrato de aquel hombre pero no lograba ponerle cara. Cuando se despertó se sentía cansada como si hubiese estado caminando toda la noche.

Después de ducharse y vestirse se tomó un café y un par de torradas con mantequilla y mermelada. Pensó en pasarse por la agencia en vez de llamar a Magi. Quería ponerse al corriente en lo referente al reportaje de August McGregor, todavía no sabía para cuando estaba prevista la botadura del Ferry ni donde debía realizar el reportaje.

Kira estaba ansiosa por saber más. Y pronto todas sus dudas iban a quedar resueltas.

Magi estaba en su despacho se alegró mucho de volver a ver a su empleada.

Tan buen punto la vio aparecer por la puerta se levantó y fue hacia ella.

- ¡ Ho Dios mío ! Ya estas aquí que bien, no sabes que feliz que me haces.

- ¡ Vaya! Yo también me alegro de verte. ¿Que pasa se te acumula el trabajo?_ Le dijo Kira irónicamente_

- Escúchame el señor McGregor me llamó ayer para decirme que este sábado sería perfecto para que le hicieses el reportaje.

- ¡Pero oye!¿ No se supone que yo no volvía hasta la semana que viene? Mira este tío es la ostia, primer lo del pasaje y ayer nada mas llegar me envió un ramo de flores a casa que.._ Magi, estaba sorprendida_

- ¿Te envió un ramo de flores?

- Si chica, como quien dice aun no había ni entrado por la puerta de mi casa.

- ¿Había alguna nota? ¿ Que te decía?

-Pues que me esperaba pronto. Por cierto se supone que tengo que hacerle las fotos ¿ Quien cubre el texto? Supongo que debe ser…….._ Magi la interrumpió_

- Es para" Vanity Fer"_ Dijo Magi_

- ¡ Apa! ¿Así se trata de un reportaje glamoroso? -

- Si, tengo entendido que el hombre no esta nada mal, ¡claro ahora que lo recuerdo! Me dijiste que le conocías, ahora lo entiendo ese interés porque solo tú fueses quien le hiciese el reportaje. Vamos habla ¿ De que os conocéis?

Kira le explicó todo lo sucedido en la Isla y en la fiesta de Blumoon. A Magi le parecía que le estaba explicando un cuento de hadas.

Kira se ilusionó al recordar todo aquello. Se lo había pasado tan y tan bien.

Se fue embalando y al final terminó explicándole lo de la casa de Kesh y la experiencia que había vivido allí dentro. Temía que la tomase por loca pero para sorpresa suya, Magi estuvo muy receptiva a todo lo que le explicaba Kira y de pronto Magi le dijo:

- Kira ves con cuidado si has podido ver uno, es que eres muy receptiva y quizás querrán ponerse en contacto contigo para que les ayudes.

- Magi me estas asustando ¿Sabes? ¿ Que coño quieres que haga yo?_ Le dijo Kira realmente muy asustada_

- Se ve que cuando alguien muere de forma violenta no puede descansar en paz y si encuentran un receptor se ponen en contacto para pedirle lo que sea para buscar esa paz que necesitan.

- ¡ Basta! Si lo se no te lo explico, va dime ¿Donde puñetas tengo que ir y cuando?_ Kira atajo el tema que la estaba poniendo muy nerviosa y se centró de nuevo en el reportaje que debía realizar_

- El sábado en la isla de Man, un coche te recogerá a casa y te llevará hasta un helicóptero que te llevará hasta allí. Me han dicho que es un lugar espectacular.

- ¿Donde exactamente?_ Preguntó Kira_

- En la Bahía de Perwick.

- No lo conozco, bueno es igual. Horas, dime horas._ Kira estaba un tanto tensa y realmente ni ella sabía el por qué_

- A las nueve te recoge el coche, no estarás mucho tiempo. En helicóptero seguro que será cuestión de minutos._ Magi intentaba hacérselo ver todo muy sencillo pues ella también se percató de lo tensa que estaba la joven_

- ¿ Que…… Ya está? No tienes que decirme nada más?_ Preguntó Kira algo alterada_

- Bueno hemos quedado que él ya te irá diciendo lo que quiere remarcar y bueno tu ya sabes que debes hacer._ Le dijo Magi contrariada_

- ¡Pues no, no se que tengo que hacer!

Kira gritaba como una posesa, Magi no la entendía, no sabía por qué de pronto se había enfadado. Intentó tranquilizarla y que le explicase que era lo que le sucedía.

Pero posiblemente ni tan solo ella sabía lo que le pasaba, Magi quizás estaba mas acertada, cuando le dijo que si aquel hombre la desestabilizaba por algún motivo especial.

Kira no lo quería aceptar, pero terminó haciéndolo al final acabó dando la razón a Magi aunque no sabía muy bien por qué.

- ¡Mujer!, tal vez te gusta un poquito y no quieres aceptarlo_ Le dijo Magi con todo su cariño_

- No he dicho que no me guste.

- No yo quiero decir que quizás te gusta un poquito mas de la cuenta ¿No crees?

Kira no contestó se anotó cuatro cosas y se fue del despacho de su jefa no sin decirle antes que le traería un buen reportaje. Kira pensó que era una lastima que no fuese ella quien le pusiese el texto.

Magi la iba mirando mientras salía del despacho, estaba casi segura que Kira estaba enamorada de ese hombre y aun no era consciente.

Kira también se dio cuenta de como Magi la miraba ¿Como podía haber acertado tanto aquella mujer? Ella no había querido pensar mucho, pero no se podía engañar a ella misma, August McGregor había estado encantador con ella y cuando bailaron en Blumoon sintió que algo se movía dentro de ella, le pareció sentir esas mariposas que todos dicen que se sienten cuando uno se enamora. Cada vez que sentía el aliento del hombre en su cuello, sentía una sensación maravillosa. ¡ Y que decir de su cuerpo! La agarraba con firmeza a la vez que con suavidad y ternura.

Pero Kira se dijo que aquello había sido una noche, tan solo una noche nada más. Cuando ella ya se había hecho a la idea de que no se volverían a ver, aparece el puñetero reportaje.

Ni por un momento pensó que todo podría ser un montaje creado por August para volver a verla. El la hizo sentir como a Winona Rider en la película " una única" él mismo se lo dijo al referirse al vestido. A Kira le llamó la atención que él hubiese visto aquella película, después de todo tras aquella fachada de caballero serio y hasta un poco tosco se escondía una persona tierna y romántica.

La chica sabía que August McGregor podía llegar a enamorarla y tenía miedo. Él era un hombre que se movía en un entorno, que nada tenía que ver con ella y cuando la hubiese encandilado la dejaría como quien deja un juguete viejo. Eso es lo que hacían aquellos hombres y ella no estaba dispuesta a ser el juguete de nadie. Y continuaba sin recordar a quien puñetas se parecía August McGregor.

El helicóptero aterrizaba a las once empunto en el espacio reservado en la finca. A Kira le pareció fantástico el viaje desde Londres cuando vio la isla de Man desde el cielo le pareció un paisaje pintado sobre el mar, era precioso aquel trocito de tierra verde en mitad del mar.

Gerald, el hombre de confianza de August McGregor había ido personalmente a buscarla, ahora a la llegada a la isla el hombre bajó del helicóptero y ayudó a ira ha hacer lo mismo. Un chico de unos dieciocho o veinte años se acercó al aparato una vez paradas las aspas y recogió todo el equipaje que Kira llevaba. La joven preocupada por el material fotográfico advirtió al chico de lo delicado que era ese material.

El muchacho la sonrió y le dijo que se quedase tranquila. Pero ella no estaba tan segura aunque no le quedaba más remedio que confiar, tampoco era cuestión de llegar poniendo pegas por todo.

Cuando Kira giró la cabeza, una fabulosa casa se plantó delante de sus ojos. Dos grandes abetos uno a cada banda custodiaban la entrada. Unas anchas escaleras de mármol negro que brillaban como espejos daban paso a una gran puerta de madera maciza a los lados dos grandes ventanales dejaban ver el interior. Gerald abrió la puerta y dejó paso a la joven, mientras le daba la bienvenida, el hombre la acomodó en una sala de estar con diseño modernista.

El suelo del mismo mármol que la escalera exterior, contrastaba con los muebles y los sofás de color blanco, las paredes en gris ceniza y unos complementos como lámparas y cuadros escogidos con el mejor gusto y estilo.

A Kira le gustaba aquella estancia era simple y acogedora a la vez. Gerald le preguntó si deseaba tomar alguna cosa y ella pidió un Martini blanco.

La muchacha se preguntaba donde estaría August McGregor. Se suponía que le corría mucha prisa acabar con aquello. Gerald que sabía que la joven debería estar preguntándose donde estaba el anfitrión de la casa, se anticipó a la pregunta y le contestó.

- Póngase cómoda señorita el señor McGregor no tardará demasiado en venir.

Seguramente le hemos enganchado en su hora de natación. Espero que le disculpe pero lo hace por orden facultativa._ El hombre no quería que la chica pensase que su jefe era un descortés_

- ¡Caramba! ¿Tiene alguna dolencia?_ Preguntó Kira con verdadero interés_

- Si la espalda, hace unos años se cayó y se hizo daño. Desde entonces nada cada día. Parece ser que le alivia mucho. Yo si me disculpa la tengo que dejar ya nos veremos señorita. Siéntase como en casa.

- Gracias Gerald ha sido usted muy amable conmigo._Respondió la joven_

- ¡Per Dios señorita! Para mi ha sido un placer.

El hombre salió por la puerta que daba al jardín, la chica imaginó que fue a avisar a su jefe de que ya habían llegado.

Ni cinco minutos habían pasado cuando August McGregor entró al salón. Kira pensó que era mucho más atractivo de lo que ella recordaba, el corazón de la joven se disparó y ella no podía hacer nada por evitarlo.

Llevaba un pantalón de lino blanco y una camiseta negra que resaltaba sus ojos negros como el carbón, lo mismo que sus cabellos aun mojados.

Él también se quedó embobado al mirar a Kira, era como una muñeca. Le parecía menuda y frágil aunque sabía que tenía bastante carácter.

La chica llevaba igual que él un pantalón de lino pero de color negro i una camiseta del mismo color.

August la veía preciosa, sus ojos azul cielo resaltaban en aquel conjunto tan oscuro, no era tan solo la ropa su cabello y su piel dorada hacían resaltar mucho más la mirada clara de la mujer.

- Buenos días Kira, ¿Me permites llamarte Kira simplemente? Pero si lo prefiere que le diga señorita Ormond yo estaré igualmente encantado._ Mientras el hombre hablaba Kira no podía apartar la mirada de los labios del hombre, deseaba su boca y hasta le pareció enrojecer de deseo_

- No, no por favor dígame Kira_ Contestó ella un poco violentada_

- ¡Ha no! Pero tu también me debes llamar August tenemos que estar en igualdad de condiciones ¿No te parece?

- Bueno igualdad de condiciones ¡Lo dudo! Yo no tengo una naviera, aunque viajo en primera, eso si._ Dijo ella irónicamente refiriéndose al trayecto en Ferry desde Irlanda_

Gracias, de verdad fue un trayecto perfecto. La verdad es que ofreces una gran comodidad tanto en pasaje preferente como en clase turista.

Tampoco hay mucha diferencia en las hamacas. Que sepas que pude dormirme un ratito. ¡Claro! también es cierto que yo no pude disfrutar de la diferencia de tener que abonar o no la consumición ya que fui convidada. De verdad gracias fuiste muy amable conmigo y disfrute mucho del trayecto.

Cuando veía los Ferrys salir del puerto siempre me daba la sensación de que se debían mover muchísimo, pero doy fe de que no se nota nada de balanceo.

- ¡Caramba! Que halagador, que tu me digas eso. La verdad es que intento no ser clasista en nada de mi vida, pero bien es la propia clientela quien quiere diferenciar el viajar en primera o en turista y yo intento satisfacer sus deseos.

En aquel momento entraba el chico con el equipaje de la joven, tanto ella como August le dieron las gracias. Va ser August quien le dijo que podía marcharse ellos mismos se ocuparían de subir el equipaje al dormitorio que estaba preparado para Kira. Ella sabía que al menos una noche la tendría que pasar allí pero quería saber cuando tenía pensado August ir a ver el Ferry y hacer la sesión fotográfica. Kira no esperó más y fue al grano.

- August supongo que tal vez quieres una parte del reportaje mas intima, mostrar como vives en esta linda casa ¿Cuándo querrás ir al puerto? Por cierto aun no se.... El Ferry ¿Está aquí en la isla, en Belfas o en Londres? Porque ahora que lo pienso nadie me lo ha dicho._ Kira intentaba averiguar alguna cosa porque hasta ahora iba muy perdida_

- ¡Ha, si si el Ferry! De momento no se podrá botar, se tendrá que aplazar un tiempo. ¡Problemas burocráticos, ya sabes!_August soltó aquello y se quedó tan tranquilo, pero Kira comenzó a sentirse nerviosa_

- ¡Entonces……! ¿Que puñetas hago yo aquí?

August se iba acercando poco a poco a ella hasta que la tuvo delante mismo, tan cerca que podía olerla y sentir como su respiración se iba acelerando por momentos.

Kira no se podía mover ni un milímetro, sentía la necesidad de acercarse a él, de sentirle, de sentir sus manos sobre ella. Sin darse ni cuenta la chica cerró los ojos en un acto irreflexivo que no pudo dominar.

August percibió que Kira estaba rendida completamente, pero no quiso precipitar los hechos y sin dar tiempo a que ella reaccionase se separó de ella y alzó un poco la voz para sacarla del ensueño en que se encontraba.

- ¡Pues mira! Ya que has venido podríamos aprovechar y te enseño la isla. Te puedo asegurar que es preciosa, tendrás un montón de fotos para hacer.

Ahora si que Kira estaba furiosa ¡Que coño repensaba aquel tío! Se estaba riendo de ella ¿O qué?

- Mira perdona, pero esto ya es demasiado. Yo he dejado unas vacaciones por hacer este reportaje, he dejado cosas por ti. Te piensas que todo el mundo estamos a tu servicio, te crees que puedes utilizar a las personas como tu quieras pues…….

La chica se dio cuenta que él la miraba con cara de deseo, ella lo percibía y estaba enrabiada porque ella también le deseaba. Y de pronto ya no tuvo mas fuerzas para seguir renegando.

- ¡A ver, me escuchas bien! ¿Ya te has desahogado?

Ahora si se acercó hasta ella y la cogió por la cintura, la acercó tanto a él que casi que no la dejaba respirar. Con la mano que le quedaba libre August le acariciaba la cabeza y fue bajando por su cara y el cuello, se entretuvo en su hombro remarcándolo con el dedo.

August notaba como ella tiritaba y se le aceleraba la respiración, sintió el calor de sus pechos y entonces creyó que se volvería loco.

Buscó sus labios y la besó con suavidad, como investigando si ella quería ser besada. Y después cuando tuvo la confirmación la besó con pasión y deseo al que ella correspondió de la misma forma. Era tan menuda que pudo cogerla en brazos y la llevó hasta la planta superior donde estaba su dormitorio. La dejó sobre la cama y la fue desvistiendo lentamente mientras ella gemía de deseo. Cuando estuvo desnuda él le llevó sus pequeñas manos hasta su camiseta y se las introdujo por debajo de la prenda. Cuando August sintió el tacto de sus manos su deseo se desenfrenó tanto que él se comenzó a quitar los pantalones mientras Kira ya había dejado al descubierto su torso. La chica le beso el pecho y hundía su cara en aquel pectoral tan bien formado lo aspiraba como si se alimentase de él. Sus cuerpos estaban desnudos y se exploraron mutuamente cada milímetro de su piel, Kira le tumbo y ella se sentó sobre él a horcajadas frotó su sexo contra el de él y el hombre dejó escapar un quejido de placer. August levantó su cuerpo y besó los pechos de Kira en ese momento se introdujo en ella, la chica se movía con ritmo suave mientras él le decía que siguiese que no parase y ella aceleró su ritmo hasta llegar al clímax total sus respiraciones eran entrecortadas por la excitación y por los besos húmedos que se prodigaban.

Kira estaba en una nube como podía haber caído de aquella manera. Realmente se había enamorado jamás se había entregado a un hombre de aquella forma. Cuando ella se había ido a la cama con un hombre tan rápidamente siempre había sido solo sexo, ningún compromiso.

Cuando se había enamorado que podía haber sido un par de veces se lo pensó muchísimo antes de tener sexo. Por eso esta vez no entendía que hubiese sido así, pero también era verdad que nunca había sentido lo que sintió con August.

Este hombre era diferente, cuando estaba con él no le importaba nada más, no necesitaba nada más y sentía que le faltaba el aire si no estaba cerca de él.

Esta vez se había enamorado de verdad, con el cuerpo y el alma.

August ya no estaba en la cama se había levantado, Kira notó que tenía hambre no había comido nada en todo el día. Se levantó y se metió en la ducha no tenía ropa limpia allí, su maleta estaba en su cuarto salió de la ducha y se envolvió en una toalla y salió al pasillo en busca de su dormitorio.

Dos habitaciones más allá vio su pequeña maleta sobre la cama del que parecía ser la habitación de convidados. Entró y cerró la puerta, sacó de la maleta un vestido camisero blanco estilo ibicenco y un conjunto de ropa interior también blanco. Era un verano raramente caluroso ya que en las islas normalmente no tenían temperaturas tan altas aunque por la noche refrescaba bastante.

Se calzó unas menorquines també blancas y se puso unas perlas pequeñitas en sus orejas, no llevaba ninguna joya más.

Se sentía bien muy bien pero tenía como un sentimiento de vergüenza ¿Que pensaría aquel hombre de ella? ¿Y si para él tan solo había sido una conquista más? Ahora Kira se hacía un montón de preguntas y realmente ella sabía que no había motivos para hacerlo pues lo que ella había sentido al estar con August no fue solo sexo, había mucho mas y por las dos partes ella lo había percibido así.

Cuando salió al pasillo pudo oler un agradable aroma, tenía tanta hambre que se comería cualquier cosa. Pero August estaba cocinando dos filetes de ternera a la brasa, estaba fuera en el jardín sobre la mesa había preparada una ensalada y una madera con diferentes quesos, panecillos de diferentes clases y una botella de vino negro que ya estaba abierta.

El hombre percibió que ella ya estaba allí y se acercó a recibirla, la agarró por la cintura y la besó en el cuello.

- ¡ Humm! Que bien hueles ¿Has dormido bien? Debes tener hambre no has comido nada en todo el día después iras diciendo que no soy hospitalario._ Le dijo él sonriendo_

-No, eso no podré decirlo. Y si, tengo un hambre que me muero ¡Que buen olor!

August sirvió una buena copa de vino a Kira y brindaron

- ¡Vamos ten! _ El le ofreció la copa mientras cogía una para él_ ¿Por qué brindamos?

- Pues por una bonita amistad ¿Te parece bien? _ Dijo ella sin querer comprometerse para no llevarse un chasco_

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