Ana

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- Brenda, escúchame bien, Kira no tiene un pelo de tonta si le dejamos el vestido en la casa Moller, ya no le hará ninguna gracia .

- ¡Claro! Y mi primita ya ha ideado un plan ¿Verdad que si primita….?_ Le dijo Brenda con ironía_

- Bien, había pensado que le diremos que es una fiesta para celebrar la vuelta de Aby y que lo haremos en una sala de fiestas. Nos vestiremos en Blumoon y volaremos con el helicóptero hasta la casa Moller.

- Buena idea tras la casa hay unos campos que permitira perfectamente el aterrizaje del helicóptero. Pero escucha has dicho que diremos que es una fiesta para Aby ¡Pero por Dios! ellas hablan muy a menudo sabrá que Aby sigue en Hawai._Dijo Brenda que no veía con claridad la idea de su prima_

- Pero volverá, ya lo creo que volverá. El otro día me confesó que echaba de menos a Sam Wellington y según Axel, Sam está hecho polvo, se enamoró de ella como un jovencito y no hace una a derechas. Ahora ya se ha despedido de la vida de jovencita descarrilada. Ahora ya le toca madurar y encarrilar su vida.

Rebecca tenía que hacer volver a Aby como fuese, la extrañaba muchísimo y además sabía que Sam y ella estaban hechos el uno para el otro.

Aby tan solo tenía miedo, jamás había estado enamorada de verdad de un hombre de verdad. Siempre había salido con jóvenes tan inexpertos e inconscientes como ella, pero Rebecca sabía que le había llegado la hora de formar una familia. Aby sería una buena esposa y madre tan solo tenía que tener confianza en ella misma y eso solo lo conseguirá Sam Wellington con su amor y su experiencia.

Rebecca no quiso esperar más y llamó a la su amiga, pero su móvil estaba cerrado o fuera de cobertura y así estuvo durante muchas horas tanto que aquella noche Rebecca se fue a dormir un tanto preocupada por su amiga.

La mañana siguiente nada más despertar estaba decidida a volver a llamarla, cuando escuchó sonar su móvil. Era ella, Rebecca sintió una paz en su cuerpo al ver reflejado el nombre de Aby en el teléfono.

- ¡Hola guapa! Ya se que es muy temprano pero he visto todas tus llamadas y….._ Rebecca estalló y lo primero fue reñir a su amiga_

- ¿Donde puñetas estabas con el móvil cerrado?

- Pues volando hacia aquí, estoy en casa, dejame dormir un poquito y después hablamos ¿Vale?

- ¡Si claro! Descansa cuando estés bien me haces una llamada. Te quiero petarda ¿Lo sabes verdad?_ Le dijo Rebecca cariñosamente y con la paz que le daba el saber que Aby estaba en casa donde debía estar_

- ¡Claro que lo se! Yo también te quiero mucho, después hablamos.

- Está bien descansa bonita, ¡ya estás en casa!-

Rebecca cerró el teléfono con una satisfacción que la llenaba. Aby ja estaba en casa, la encontró más pausada, ¡Si claro que estaba cansada del viaje! Pero había alguna cosa extraña en ella, tal vez si que realmente había regresado con la confianza que le faltaba y tanto necesitaba.

Kira estaba cada vez mas unida a August, tanto que el hombre se comenzaba a sentir mal por tenerla una poco o un mucho engañada respecto a su persona. Pero realmente en lo importante no la había engañado él se mostró tal como era y le demostró día tras día lo enamorado que estaba de ella.

Tan solo le había ocultado su primer apellido y lo tenía que hacer si quería mantener la sorpresa de la casa Moller.

Quedaban tan solo tres días para el “ Gran día “ Brenda y Rebecca habían hecho una buen trabajo, serian unos sesenta comensales para la cena intima donde Kira sería pedida en matrimonio y hasta doscientos convidados a la fiesta posterior para la presentación de Kira en sociedad como futura señora Moller.

Todo estaba a punto, Rebecca se sentía pletórica pero un tanto cansada, había subido y bajado varias veces de Blumoon a Kesh hasta que lo tuvo todo organizado. Su marido Axel, estaba de viaje, llegaba un día antes de la fiesta ella se había encargado de tener a punto el esmoquin para él, se había encargado también de quedar con Monic, la chica que se encargaba de los niños mientras ellos estaban fuera. Todavía le quedaba ir a recoger su vestido, ir al salón de belleza y recoger a Aby en el aeropuerto. Brenda ya estaba en Kesh ultimando todos los detalles de última hora como el catering y las flores.

Habían escogido rosas blancas y nude hechas expresamente para la ocasión ya que combinaban con la gama de colores con la que Brenda había decorado las estancias de la casa.

Cuando fueron a comprar los vestidos para la fiesta Brenda y Rebecca hicieron muy bien su papel. La pobre Kira estaba convencida de que la fiesta era para Aby y que la organizaba Sam Wellington, se lo tomó como un juego. Es así como Rebecca muy astutamente le explicó como sería el viaje hasta el lugar de la celebración.

- Pues si, iremos las cuatro en el helicóptero, logicamente Aby no sabe que Sam la pedirá en matrimonio y será una sorpresa. Tenemos que fingir que ninguna de nosotras lo sabe ni tampoco sabemos donde nos llevan pues los hombres nos haran ir con los ojos tapados hasta llegar allí. Cuando lleguemos seguiremos con el engaño como si todo hubiese sido preparado por ellos ¿ Lo entiendes Kira? _ Rebecca comprobaba que Kira estaba super convencida de que Kira había creído que todo era una farsa para sorprender a Aby_

- Supongo que tu Brenda debes ser quien nos hagas de guía y quien se supone que estás en complot con los hombres,¿verdad?_ Preguntaba Kira inocentemente confiando en todo lo que sus amigas le estaban diciendo_

- Eso es, lo has acertado. _Le respondió Brenda_

Brenda i Rebecca se miraban satisfechas al ver que toda su trama estaba saliendo bien. Aby ya estaba al corriente, de todo pero pobre inocente no sabía que ella también se llevaría una buena sorpresa. Sam Wellington estaría allí esperándola y con la intención de no dejarla escapar esta vez.

Axel Domer alucinaba con la inventiva que tenía su esposa, tenía una mente brillante y disfrutaba viéndola tan ilusionada cada vez que organizaba alguna fiesta y sobre todo ejerciendo de celestina. La pareja hablaba cada día aunque él estuviese en la otra punta del mundo.

Rebecca le explicaba todo el montaje que tenía preparado para ir hasta Kesh. El hombre intentaba entenderlo todo para no meter la pata.

- ¡Vale cariño ya lo he entendido! Yo voy a casa directo, Sam y August me vendrán a buscar ¿Es eso?_ Le repetía el hombre las instrucciones que le iba dando su esposa_

- Si, muy bien, ya se que estarás muy cansado ¡Pero como dices que no puedes venir antes! yo te lo tendré todo a punto mi vida.

- Sabes tal vez saldré esta misma noche hacia allí y estaremos mas tranquilos los dos.

- ¿De verdad, podrás venir antes amor mío?_Dijo Rebecca entusiasmada, estaba acostumbrada a los viajes de su esposo pero siempre le esperaba como el primer día_

- Pues mira si, lo que queda por hacer ya pueden terminarlo sin mi. Yo tengo una mujer muy bonita a la que no puedo dejar solo por mucho tiempo, porque tiene un montón de pretendientes a punto de quitármela. Y si la pierdo me moriría de pena.

- ¡Que tonto que eres! Te quiero muchísimo amor mío y no podría vivir sin ti, ¡Ya lo sabes! Y ahora te dejo tengo muchas cosas por hacer.

- Piensa que llegaré de madrugada, no te preocupes_ Axel como siempre cuidando a su mujer_

- De acuerdo, me encontrarás dormidita.

Kira estaba realmente entusiasmada con la fiesta, Aby ya la había llamado para decirle que había vuelto a casa. Las dos jugaban a despistar la una a la otra. Aby era consciente de lo importante que sería para Kira la sorpresa que le tenían preparada pero como siempre le costaba guardar el secreto, aunque esta vez cumplió con la promesa que le había hecho a Rebecca.

Kira por su parte estaba convencida de que la fiesta era para Aby y también cumplió con la promesa de no decir nada.

De esta forma las dos engañadas y las dos recibirían su sorpresa.

Kira sabía de la intención de August por pedirle que viviesen juntos pero para nada se podría imaginar que sería pedida en matrimonio y aun menos que la casa de sus sueños era suya y si ella quería sería su hogar, donde criar sus hijos y poder amar y ser amada.

Ni por un momento tuvo la mas minima sospecha. ¿Y Aby?

Ella era completamente ignorante respecto a las intenciones de Sam Wellington, estaba segura que aquel hombre la debería odiar por como lo había dejado abandonado en Hawai.

Seguramente él estaría convencido de que ella se había liado con el primer tío que encontró por allí. Pero nada más lejos de la realidad, lo cierto era que una vez que se deshizo de Sam se quedó hecha polvo, sabía que lo que había tenido era miedo, jamás había estado enamorada de verdad y aquel sentimiento de pertenecer a alguien la asustó muchísimo. Y cuando estuvo sola se dio cuenta de lo mucho que amaba a aquel hombre y que su estupidez había hecho que le perdiese.

No, no estuvo con ningún otro hombre mientras estuvo en la isla. Después de haber hecho el amor con Sam no quería tener nada con ningún otro hombre y ahora lo había estropeado.

En parte le daba miedo ir a la fiesta de Kira pues era probable que Sam estuviese allí, pero también pensó que quizás no iría para no verla. Lo mejor sería preguntarle a Rebecca aunque tambien sabía que su amiga le diría lo que fuese con tal de que ella no se perdiese la fiesta.

Aby y Kira hablaban de los últimos preparativos y fue Aby quien decidió preguntar a Kira.

- ¡Oye Kira! Tú sabes si han convidado a Sam, porque me puedo morir de vergüenza al pensar en tener que verle.

Kira con su convencimiento de que la fiesta era en honor de su amiga y que Sam estaba dispuesto a pedirle matrimonio, no sabía como disimular ni que decirle. De ninguna de las maneras quería influir en Aby y que decidiese no asistir a la fiesta, Rebecca no se lo perdonaría.

Por tanto salió de la situación como pudo

- Mira Aby si es allí, pues no pasa nada. ¿Tu todavía le amas?_Preguntó Kira, aunque ya sabía cual sería la respuesta_

- ¡Ya lo creo! Más que nunca.

- Entonces escúchame bien, si estuviese allí seguro que podré hablar y explicarle que lo que te ocurrió fue que tuviste miedo, tan sencillo como eso y que estos días sin él te han servido para saber con certeza que no puedes vivir sin él, ¡ya verás mujer! No se resistirá no sufras.

- ¡Ojala!, porque ni siquiera me he atrevido a llamarle desde que he llegado. ¡Mira sabes que te digo! Que mañana saldremos de dudas yo aun tingo que ir a la peluquería ¿Y tu, ya has ido?

- No como dice Rebecca que vendrán a recogernos a las siete, he pedido hora para mañana por la mañana.

- ¡De coña! Pues pide hora para mi también por favor, yo me encargo del taxi de la tarde para ir hasta el helipuerto ¿De acuerdo?_ Aby tenía mucho miedo a enfrentarse al día siguiente pero de momento creyó mejor no pensar más_

- ¡Vale, trato hecho! Te vienes aquí a casa y nos vestimos juntas ¿Te parece bien? _ Le ofreció Kira_

- Si mejor porque yo ya sabes que soy un poco desastre.

- De acuerdo mañana día de belleza, estate a punto a las diez que paso a buscarte no me hagas esperar_ Kira advertía a su amiga, la conocía lo suficiente como para saber que la puntualidad no era uno de los puntos fuertes de Aby.

Las cuatro mujeres viajaban en el helicóptero de Axel Domer, ahora era la hora que se suponía tenían que taparse los ojos pues era una sorpresa. La única que estaba a salvo era Brenda que se suponía que era la colaboradora de los hombres para llevarlas al lugar donde se hacía la celebración.

Las chicas estuvieron un poco reticentes a taparse los ojos, Incluso Rebecca representó perfectamente su papel de engañada.

Brenda consiguió que se pusiesen los antifaces y en pocos minutos el helicóptero aterrizaba en los campos de la casa Moller.

Todo estaba a punto Axel, Sam y August el anfitrión esperaban impacientes la llegada de las mujeres. Los convidados ya estaban dentro esperando el gran momento.

Brenda tocó levemente el brazo de su prima Rebecca para que se quitase el antifaz y Aby también fue avisada tan solo Kira continuaba con él puesto ignorante de que el engaño seguía adelante.

Brenda se hizo con la situación, Gerald el fiel amigo de August Moller se acercó hasta el aparato y ayudó a bajar a Brenda, seguidamente fue Rebecca y después Aby. Por ultimo Kira ayudada por Brenda salió del aparato y Gerald sin decir ni una palabra les indicó que le siguiesen.

Kira estaba muy emocionada, las demás seguían la comedia haciendo ver que estaban tan a oscuras como ella.

Al llegar ante la puerta Rebecca, Brenda y Aby tuvieron que contener su entusiasmo al ver la iluminación y el esplendor de los jardines. Brenda no se separó ni un minuto de Kira mientras Axel recibía a su esposa y a Aby que disimuladamente miraba al su alrededor esperando ver a Sam Wellington, pero ahora debía estar por la entrada de Kira en la casa no se lo podía perder.

Kira estaba preciosa su vestido en color nude que resaltaba con el dorado de su piel. La noche era un poco fría las chicas se habían abrigado. Kira llevaba un abrigo de piel de zorro que era de su madre ya que no era una pieza de ropa que ella no había tenido nunca la oportunidad de utilizar. Su cabello corto negro llevaba un poquito de brillantina que producían pequeños destellos brillantes, unos pequeños pendientes y una pulsera en forma de cadena eran todas las joyas que adornaban su piel.

August miraba a su amada como si fuese la única mujer que hubiese allí. La veía preciosa y estaba impaciente porque se quitase el antifaz que cubría sus lindos ojos azules.

Brenda, Rebecca y Aby le dijeron a la vez. " Preparada " Rápidamente al escuchar la voz de sus amigas Kira fue consciente de que todo aquello había sido preparado para ella.

Mientras descubría sus ojos, sintió la voz de August.

- Bienvenida a a tu casa amor mío._ Al hombre le temblaba la voz, de la emoción_

Kira creyó que estaba soñando y de un momento a otro despertaría. Con solo un vistazo general supo que estaba en la casa Moller, pero no acababa de entender que hacían todos allí, ni por qué el hombre que amaba le dijo que era su casa.

La chica buscó una explicación en los ojos de August y él no la decepcionó, había llegado la hora de presentarse como erta debido.

- Señorita: August Moller McGregor a sus pies._Le dijo él haciendo una reverencia e inclinándose ante ella_

- ¡August!, ¿como me has podido tener tanto tiempo engañada?

- Creo que valía la pena , ¿No crees?_La cogió por la cintura y la acercó tanto a él que Kira casi no podía respirar, le acercó sus labios a los de ella y le susurró_ Dime ¿Valía la pena esperar o no?_ Y sin dejarla contestar la besó con pasión, ella sintió como el hombre reaccionaba a su beso húmedo, sintió su virilidad y ella le deseó con todo cuerpo y su alma_

Se separaron al tomar consciencia de que los invitados estaban pendientes de ellos. La chica miraba la casa de arriba a bajo, era exactamente como se la había imaginado, sin duda Brenda había hecho un buen trabajo. Fue entonces cuando se dirigió a sus amigas y se abrazó con cada una de ellas para demostrarles su gratitud y compartir su alegría.

August la cogió de la mano y juntos entraron en el salón, una suave música sonaba y cuando la pareja estuvo en medio de la sala la música se paró. August sacó de su bolsillo una pequeña caja de “ Tiffanys “ la abrió y sacó de ella un anillo de oro blanco con un diamante. Kira lo miraba todo como si estuviese flotando y pudiese verlo desde fuera de su cuerpo, no podía ser real no estaba pasando. Hasta que escuchó la voz de su amado que resonaba en la sala ante el silencio sepulcral que se había producido al comenzar a hablar August Moller.

- Kira Ormond, ¿querrías concederme el honor de ser mi esposa?_ Dijo August muy serio con pose de caballero de época_

En aquel momento Kira volvió a la realidad, pero le pareció tan inverosímil lo que aquel hombre le estaba pidiendo que no podía articular palabra.

La sala seguía en silencio a la espera de la su contestación, pero parecía que no se iba a producir nunca.

Kira miró a Aby después a Brenda y por ultimo encontró las caras sonrientes de Axel y Rebecca. Todo iba sucediendo como si fuese a cámara lenta, en aquel momento Aby se acercó a ella y miró a August. Aby llevaba el móvil pegado a la oreja.

- August, un momento quieren hablar con Kira.

El hombre ya sabía quien estaba al otro lado del aparato y gustosamente esperó a que Aby le pasase el teléfono a Kira.

A la chica le parecía todo tan extraño que no era consciente de lo que estaba sucediendo. Aby le puso el móvil a su amiga en el oído y Kira dejó ir dos lágrimas.

_ Kira hija, que feliz que estoy nos encantaría estar allí contigo, pero tu padre ha sufrido una caída y se ha roto el fémur, no te preocupes él esta bien pero no se puede mover mucho. ¿Qué ya has respondido a ese joven tan amable? Me han dicho que te quiere mucho y que es muy guapo. A nosotros nos ha caído muy bien cuando hemos hablado con él. ¡Kira! ¿Estás ahí? Hija por Dios di alguna cosa.

Kira se puso a llorar y Aby le separó el móvil del oído al ver que estaba tan emocionada que no podía ni hablar.

- Un momento señora Ormond, que ahora Kira responderá a August yo pondré el altavoz y así lo podrán escuchar._ Aby sabía lo importante que era aquel momento para los padres de su amiga y les hizo participar de la única forma posible en aquel momento_

Entonces Aby le hizo una seña a Kira para que se apresurase a contestar pues estaban todos esperando.

August le cogió las manos y se las besó, en un intento de tranquilizarla.

-Amor mío tranquila ya se que son muchas emociones juntas, pero no he sabido hacerlo mejor. Va contéstame ¿Te quieres casar conmigo?

Kira aun con las manos cogidas sintiendo el calor que le producía el contacto con el hombre que amaba, dio un suspiro mientras él le secaba las lágrimas con mucho amor. Ella le miraba con ternura y contestó.

- Si, August Moller McGregor, quiero ser tu esposa para el resto de mis días.

La sala estalló en gritos y aplausos al sentir la contestación de la joven. Ella se acercó al teléfono que Aby mantenía conectado y habló con su madre.

- Mamá soy muy feliz, dile a papá que se recupere pronto por que me tiene que llevar del brazo.

- Hija estamos muy felices por ti y estamos deseando conocer a ese hombre que ha conseguido llevarte al altar. _ La mujer estaba muy emocionada, con el carácter de su hija jamás pensó que llegaría ese momento_

- No alucines mamá sabes de sobra que no me casaré por la iglesia.

- Ya me extrañaba a mi que nadie te hubiese podido cambiar tanto. Bueno es igual eso es lo de menos un beso de parte de tu padre no se pone porque se ha tomado la medicación y se ha quedado dormido. Mañana ya te llamará, un saludo a todos y un beso para tu futuro marido. Adiós hija.

- Buenas noches mamá, yo también os quiero. Hasta pronto.

Sam Wellington observaba a Aby sin perder detalle. La encontraba radiante, aquel vestido rojo ceñido a su cuerpo resaltaba su figura, le había crecido una poco el cabello, ahora le parecía más rojo que cuando la conoció y es que Aby se había dejado su color pelirrojo natural, la media melena la llevaba con ondas estilo años cuarenta que le favorecían mucho.

La chica estaba muy contenta todo había salido muy bien su amiga Kira era feliz y ella estaba encantada de que fuese así. Entonces le vino a la cabeza Sam, durante los minutos que llevaba allí no le había visto, quizás al final no quiso ir, sabiendo que era seguro que ella estaría allí. Ahora se arrepentía un montón de haber sido tan cobarde, pues le añoraba y mucho se había dado cuenta que estaba realmente enamorada de aquel hombre. En ningún momento pensó en hablar con él dio por seguro que él estaría muy enfadado con ella y que ni siquiera se dignaría a escucharla. Lo había tenido rendido a sus pies y lo dejó marchar ahora ya era tarde.

Aby no era consciente de que era observada, la joven hablaba con una señora que no conocía de nada, ni siquiera escuchaba lo que la mujer le estaba diciendo, Aby seguía haciendo toda clase de cabalas hasta que escuchó aquella voz que conocía muy bien.

Sam se le había acercado por detrás y con sus labios rozando su oído le susurró.

- Estás preciosa pelirroja.

Aby se giró dejando a su acompañante con la palabra en la boca, la mujer que rápidamente se percató en seguida que allí sobraba se despidió casi sin ser escuchada.

Aby sintió que le temblaban las piernas y su cabeza comenzó a funcionar como si de un computador se tratase.¡Sam Wellington la había saludado! Después de lo que ella le había hecho aun la saludaba y de que manera. La joven sintió el aliento del hombre sobre la piel de su cuello y un escalofrío le recorrió el cuerpo de arriba abajo.

Cuando la tuvo delante de él la agarró por la cintura y se inclinó hacia ella con la intención de besarla, ella se anticipó y se dieron dos besos en las mejillas. Sam no sabía que pensar, realmente Aby le estaba marcando una distancia o era que simplemente no supo reaccionar ante la situación de encontrarse con él y tener que saludarlo.

Axel Domer, le había asegurado a Sam que Aby seguía enamorada de él y que por lo que le había dicho Rebecca, ni siquiera había estado con nadie cuando se separaron en Hawai. Axel le había explicado que por lo visto lo que Aby sintió fue un ataque de pánico ante su nueva vida. Jamás se había enamorado de esa forma, ni nunca había estado con un hombre como él con todo lo que eso implicaba. Ella se sintió insegura no se creía capacitada para enfrentarse a el mundo en que Sam se movía.

Si todo aquello era cierto, aquellos besos en la mejilla eren más de lo mismo, inseguridad de no saber que era lo que él quería de ella.

Por tanto Sam pensó que lo mejor sería dejar las cosas claras de una vez por todas.

Si soltar el cuerpo de Aby la mantuvo sujeta por la cintura y no pensaba dejarla ir tan fácilmente.

- ¿Que princesa, crees que con dos besos en la mejilla tendré suficiente? _ _le dijo Sam mientras intentaba mantenerse serio para no ponérselo tan fácil como en realidad él deseaba hacerlo_

- Yo, no sé, ¿qué quieres decir?_ Aby se hacía la tonta estaba claro_

- Mira, ahora te daré un beso como es debido y tu me corresponderás y después te diré que te amo y tu me dirás que no puedes vivir sin mi y jamás. ¡Escúchame bien princesa. Jamás nos volveremos a separar!

La joven se encontraba como en una nube, aquel hombre le estaba diciendo que la amaba y que quería estar con ella, como podía ella negar que sentía exactamente lo mismo por él. Ahora tan solo deseaba que él la besase. Y eso mismo es lo que Sam hizo en aquel momento, le dio un beso dulce pero al mismo tiempo intenso, como si le reclamase todo aquello de lo que le había privado al separarse de él en la isla.

Pero ahora la volvía a tener entre sus brazos y esta vez no la dejaría escapar.

Rebecca muy atenta a todo lo que pasaba percibió rápidamente el acercamiento de Sam Wellington a Aby y no perdió detalle, por eso al ver que se besaban, se abrazó a su marido que estaba justo a su lado y le reclamó su atención.

Una vez más había triunfado el amor y ella que tanto quería a su marido y se sentía tan querida, era muy feliz en ese momento al ver a su buena amiga Aby llena de felicidad.

El salón se había llenado con los comensales dispuestos a disfrutar de una buena cena. Las cuatro amigas se miraban las unas a las otras compartiendo la felicidad de la que disfrutan cada una de ellas. Rebecca se estaba convirtiendo en toda una experta en formar parejas de enamorados. Miró a Kira a Aby y a Brenda y esta precisamente fue su próximo reto. Ya estaba siendo hora que su querida prima formase una familia, no sabía aun como ni con quien pero estaba segura que encontraría el candidato ideal parar ella. Pero como decía su admirada Scarlett Ohara en "Lo que el viento se llevó" Ya lo pensaré mañana.

 

 

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