Ana

Ana


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- Axel, ¿Y si no es buena idea? Yo te amo pero no se nada de ti ni tu de mi y…._ El hombre le dio un beso en la frente y después en los labios_

- Ves a dormir princesa, mañana paso a buscarte a la salida del trabajo y hablamos ¿Entendido?_ Axel quería quedarse con aquel "si" que ella le había dado por la mañana y no quería arriesgarse ha hablar y perderla_

Rebecca no podía coger el sueño, revivía una y otra vez todos los momentos vividos desde que conoció a Axel. La cabeza estaba apunto de estallar le, cerró los ojos y al final le venció el sueño.

Esa mañana al despertar, miro el móvil tenía varias llamadas perdidas de Aby, la llamó de camino a la tienda.

- ¡Hola reina! Perdona pero apagué el móvil al subir al helicóptero y no pense en volver a conectarlo._ Rebecca intentaba excusarse ante su amiga por haber estado incomunicada_

- ¿Que helicóptero?... va explícamelo todo._ Aby alucinaba y apremiaba a su amiga para que le explicase todo lo que había pasado el día anterior_

Rebecca no la defraudó le dio todo tipo de detalles, Aby estaba callada escuchando hasta que Rebecca le dijo que Axel le había pedido matrimonio. Entonces Aby con su espontaneidad dejó ir un grito ensordecedor.

- ¿Qué dices? ¿Está loco o qué?

- Pues le he dicho que si._ Respondió Rebecca aun confundida por todo lo que había sucedido el día anterior_

- Rebecca pero ¿Que te pasa?_ Aby no daba crédito al comportamiento de su amiga, jamás había sido tan….no sabía como calificarlo….Imprudente, impetuosa. En fin que aquella Rebecca ella no la conocía_

- Creo que me he enamorado Aby, aunque no te niego que estoy asustada, apenas le conozco es encantador y le amo eso si lo sé.

Aby no podía permitir que hiciesen daño a su amiga. Rebecca era buena por naturaleza jamás desconfiaba de nadie todo lo contrario que ella. A si que en cuanto estuvo en casa se puso a investigar a ese tal Axel Domer. Miro Factbook, Youtube y no pudo encontrar nada que le llevase a saber del hombre._ Ves a saber se preguntaba Aby lo mismo ni es su nombre. Pero cuando estaba a punto de renunciar a la busqueda fue a dar con la pagina de un antiguo diario donde se hablaba sobre los seññores Domer. Axel Domer y su esposa April Domer. ¡Ho Dios mío! _Exclamó Aby_ estaba casado, valiente farsante querer aprovecharse de su buena posición para enredar a la pobre Rebecca. Se lo tenía qque decir, sabía que le iba hacer daño pero peor sería cuando fuese tarde y descubriese el engaño. Aby no leyó mas ya tenía bastante ese rico miserable no se iba a reír de la bondad de su amiga allí estaba ella para impedirlo.

La muchacha cogió su móvil y llamó a Rebecca.

- Hola Aby ¿Que haces?_Preguntó la joven ignorante de lo que se le venía encima_

- Pues mira por donde, salvarte la vida. Escúchame bien, ese tío es un sinvergüenza ¿Me oyes? ¡ Apártate de él!_ Aby estaba fuera de si y la pobre Rebecca no sabía a que venía aquello_

- Aby Aby, cálmate. ¿De que estás hablando?

-Rebecca está casado, Axel Domer está casado. Conéctate a Internet.

Aby le indicó la pagina donde había encontrado el articulo para que ella misma lo pudiese leer. Rebecca se quedó helada mientras miraba el ordenador, igual que hiciera Aby unos instantes antes en cuanto leyó señor y señora Domer apartó la vista del aparato. Con el auricular del teléfono aun en la oreja le dijo a Aby:

- Era demasiado bonito para ser verdad pero, yo le creía, pensaba que era honesto, no me parecía esa clase de hombres que pueden llegar ha hacer toda esa comedia para llevarte a la cama. ¡ Dios mío Aby! Había hecho que me enamorase de él.

Y cortó la comunicación, sus ojos se llenaron de lagrimas y arrancó a llorar desconsoladamente.

Elsa la encontró delante del ordenador llorando sin cesar.

- Rebecca reina ¿Que te ocurre? ¿Has tenido algún susto? ¿Han entrado a robar, te han hecho algún daño?

Rebeca se secó las lagrimas con el reverso de la mano y miró a Elsa.

-Todo ha sido una farsa, me ha enredado como a una tonta, mira el ordenador.

- ¡Ho Dios mío! Como lo siento cariño, que poca verguenza, jamás me lo había imaginado, creí que era todo un caballero. Elsa tocó el ordenador y salió de la pagina en cuestión y le dijo:

- Ves a casa y descansa, ¡Apa ves reina! Y no llores más ese caradura no se merece ni una lagrima tuya.

Rebecca aceptó el ofrecimiento de su jefa, pues no tenía el cuerpo para estar allí y mostrar una sonrisa. Se fue a casa y aunque era mediodía se tomó un buen baso de leche caliente y un Valium, solo deseaba dormir. Dormir y olvidar.

Aby la estuvo llamando todo el día, incluso se maldició por ser tan bocazas. Podía imaginarse que Rebecca no tenía ganas de hablar con nadie pero necesitaba saber que estaba bien. Después de ir a la tienda y que Ana le dijese que solo sabía que Rebecca se había ido a casa porque estaba indispuesta, Aby se preocuó mucho pero pensó que sería mejor dejarla tranquila y que se desfogase llorando, gritando o lo que quisiese hacer para sacar la rabia que debía sentir en aquel momento.

Axel aparcó el Porche cerca de la boutique, esperando que saliese su princesa. Había sido puntual como le prometió la noche anterior. Primero vio salir a Ana, después fue Elsa quien cruzó la puerta despues de apagar las luces. La mujer cerró la persiana de seguridad y él no se atrevió a preguntar por Rebecca. Pensó que quizas había podido tener algún problema familiar o no se había encontrado bien y no quiso presionarla no quería parecer que la controlaba. Si ella no le llamaba ya la vería al día siguiente.

Rebecca no tenia ánimos para nada, Aby la llamó al anochecer y se ofreció a hacerla compañía, en parse te sentía fatal por haber sido ella quien la pusiese en aquella situación. Pero Rebecca prefirió estar sola y le pidió que no se sintiese culpable por haberla abierto los ojos, le envió un beso y se despidió.

Rebecca llevaba todo el día sin comer, se hizo un sándwich y un té. Aun le hacía efecto el tranquilizante que se había tomado al mediodía y después de comer se fue de nuevo a la cama. Evocó la escena de otra de sus películas favoritas donde Escarlet Ohara decía:¡ Ahora no puedo pensar ya lo haré mañana!

Cuando despertó a la mañana siguiente, la cabeza le daba vueltas ella no tomaba nunca medicamentos y aquel Valium la había dejado ko. Llamó a Elsa aun la encontraría en casa y quería avisarla con tiempo que no iba a ir a trabajar. Elsa fue un encanto y le dijo que lo mejor que podía hacer era adelantar parte de sus vacaciones y hacer un viaje para cambiar de aires.

Al terminar de hablar con Elsa pensó que no era mala idea, hacía tiempo que quería ir a visitar a su tía, la hermana de su madre añoraba a su prima dos años mayor que ella, recordaba cuando eran unas crías y pasaban los veranos juntas. Se entendían muy bien y esa era una buena ocasión para volver a verse. A demás su prima tenía un trabajo que la fascinaba se pasaba horas enteras escuchándola hablar de tels tapices…. Era decoradora de interiores. No se lo pensó dos veces y después de avisar a Aby de su marcha se plantó en el aeropuerto y cogió el primer vuelo dirección a Irlanda.

Capitulo 6.

¡Madre de Dios! No recordaba lo bonito que era todo aquello de Cushendum decía para ella misma, mientras recorría los acantilados y veía aquel mar que siempre le pareció que tenía un color azul especial.

La casa de sus tíos estaba en un lugar privilegiado, en un cerro con unos campos verdes y el azul del mar a sus pies. La casa era muy acogedora, tenía mas de cien años era de la familia de su tío Eduard. Su tía Susan tenía toda la casa rodeada de flores que creaban un autentico espectáculo. Lilas, rosas, margaritas, gladiolos, lirios,amarillis y jazmines. Rebecca adoraba todo aquel abanico de colores que daban tanta alegría y eso era lo que necesitaba ella en ese momento. Del lado derecho de la casa, salía un caminito de tierra que llevaba a la destilería del tío Eduard, donde según él se hacía el mejor whisky de toda Irlanda. Rebecca llegó a casa de sus tíos sobre las seis de la tarde, el taxi la llevó hasta la misma puerta y nada más pararse la joven pudo ver a su lado un Audi 4 negro del que bajó su prima Brenda, que con curiosidad miraba hacia el taxi hasta que vio a su prima Rebecca bajar de él.

- ¡Ho, no! ¿Eres tú Rebecca? Pero, ¿Por qué no has dicho que venias? Que bien que estés aquí.

Brenda no podía esconder su ilusión por tenerla allí. Rebecca pagó al taxista y se abrazó efusiva mente con su prima.

- Brenda, ¡Estas preciosa, como siempre! Te he añorado muchísimo y aquí me tienes.

- Deja que te ayude_ Le dijo Brenda recogiendo del suelo una pequeña maleta que mas bien parecía un gran neceser_

Brenda y Rebecca caminaron juntas hasta la casa, donde se encontraban la tía Susan y el tío Eduard.

La tía Susan estaba en la cocina preparando la cena. Se sentía un delicioso olor a caldo acabado de hacer.

- Adivina mamá, ¿Sabes quien ha venido?

- Va Brenda, déjate de adivinanzas ¿Que pasa?_ Dijo la mujer que se encontraba atareada en la cocina acabando de colar el caldo_

La tía Susan era una mujer rellenita, su cara era redondita y desprendía alegría y bondad. Se había casado con el tío Eduard cuando era jovencita, se enamoró a primera vista y aunque eso suponía dejar a su familia e irse a Irlanda, no se lo pensó dos veces y jamás se arrepintió de esa decisión.

El tío Eduard era un irlandés muy arraigado a su tierra y era propietario de unas de las destilerías mas antiguas del país. Pertenecían a su familia hacía ya cinco generaciones, hacían un whisky muy artesanal y por eso era muy reconocido y valorado. Su mujer su hija y las destilerías eran su vida.

- ¡Por el amor de Dios Rebecca! Que bien que hayas venido, Tu madre no me dijo nada ayer cuando hablé con ella._ La mujer se limpiaba las manos con el trapo de cocina para abrazar a su sobrina_

- Hola tía Susan,¡Que guapa estas! Mi madre no sabía que venía, ha sido una decisión de última hora me dieron unos días de fiesta y decidí que me apetecía mucho estar con vosotros.

- ¡Claro que si hija!, siempre que quieras ya lo sabes_ Le decía la mujer mientras el tío Eduard aparecía por la puerta trasera del patio_ Eduard mira quien ha venido a vernos, Rebecca._ Le decía la mujer a su marido_

El hombre se fue hacia su sobrina y la cogió en volandas dándole un par de besos y diciéndole lo contento que estaba de que hubiese ido a verlos.

- Va, Rebecca_ Le dijo Brenda a su prima_ Vamos a la habitación a dejar el equipaje.

Brenda, que conocía muy bien a su prima enseguida supo que alguna cosa le había pasado a su prima para que ella se presentase allí de improviso.

- ¿Que, problemas de amor primita?

- Si pero, por ahora prefiero no hablar.

- Bueno, ya sé lo que tu necesitas. Distraerte y yo tengo la solución, mañana te vendrás conmigo a ver una preciosa mansión en Portrush. Bueno eso me han dicho que es una maravilla yo todavía no la he visto._ Brenda intentaba impresionar a su prima y al mismo tiempo entusiasmarla para animarla un poquito_

-¿Te han contratado para decorar una mansión?_ Preguntó Rebecca incrédula de lo mucho que había prosperado su prima_

- ¡Pues eso parece primita! Parece ser que el señor de la casa ha mandado cambiar la mayoría de las estancias, mi jefa me ha dicho que por lo visto hace años que no vivía allí, es más por lo visto ni aparecía por la mansión desde que la antigua ama se murió. Dicen que siempre corrió el rumor que el marido la envenenó después de enterarse que la señora era un pendón y que le engañaba con su mejor amigo. Otros dicen que fue un accidente, que ella abusaba de la bebida y los tranquilizantes y una noche se le fue la mano. Mira a mi me da lo mismo, yo lo que quiero es que paguen y me dejen hacer mi trabajo.

- Debe haber conocido a otra mujer y lógicamente quiere que todo sea nuevo ¡Es natural!_ Dijo Rebecca muy convencida de que eso debía ser lo que pasaba_

- Si, seguro que tienes razón. Sea como sea mañana iremos para allá, tardaremos más o menos una hora en llegar, ¡Ha y abrígate bien! Por lo visto tenemos el mar cerca que aquí y hará bastante frío. Bueno primita ¿Como va el trabajo en la boutique y Aby tan loca como siempre?

Las dos primas se pusieron al día de sus vidas pero Rebecca no se decidía a explicar nada sobre Axel. Brenda debería esperar.

 

Capitulo 7.

El día era claro lucía un buen sol, pero hacía frío. Estaban a primeros de Febrero y aun quedaba un buen tramo del invierno. Las chicas desayunaron bien, pues la tía Susan era muy estricta en eso siempre decía, " El desayuno es mue importante es la comida que nos da vida para todo el día". Brenda recogió todas las muestras de tela que tenía que se tenía que llevar. Le pidió a Rebecca que cogiese la cámara de fotos que había dejado sobre la cama pues siempre hacía fotos d las estancias por si en algún momento necesitaba recordar algo.

- Creo que lo tenemos todo. Adiós mamá, da un beso a papá._ La muchacha se despidió de su madre y Rebecca hizo lo mismo_

- Adiós tía Susan, hasta la tarde._ Rebecca le dio dos sonoros besos a su tía y la mujer respondió de igual forma_

Las dos chicas, subieron al Audi de Brenda y se pusieron en marcha.

Realmente fue una hora y poco más lo que tardaron en llegar. Ya de lejos se podía apreciar la majestuosidad de la hacienda, los jardines estaban arreglados con un gusto exquisito y el mar acariciaba los pies de la casa, al final del camino que atravesaba los jardines se levantaba una construcción dy hierro en forma de arco donde podía leerse " Blumoon" era el nombre de la mansión.

- ¡ Por Dios Brenda esto es precioso! Has visto que nombre mas bonito para una vivienda, no creo que aquí haya podido pasar nada malo, todo es como de cuento de hadas_ Rebecca estaba maravillada con todo aquello, parecía una niña dentro de un cuento de príncipes y princesas_

La casa se alzaba magistral, era como un monumento solemne que se imponía al final de un camino frondoso que desembocaba en unos jardines donde los colores parecían estar mezclados con tanta delicadeza que cada uno de ellos resaltaba en su propio espacio.

La puerta principal estaba presidida por una gran escalinata que llevaba a un porche adornado con unos arcos bien definidos por una hiedra verde oscuro, las puertas y ventanas eran de un blanco inmaculado que resaltaba sobre el rosa palo de las paredes de la mansión.

Rebecca estaba entusiasmada y por un momento olvidó sus problemas y se dedicó a gozar de toda aquella belleza.

En cuanto el coche se paró delante de la puerta principal, pudieron ver a la señora Rose que las esperaba a pie de escaleras.

- Buenos días señoritas, si son tan amables de seguirme._ Dijo escuetamente la mujer con una pose que denotaba en ella firmeza, severidad y una cierta frialdad_

Brenda le pidió que le mostrase primero la alcova que iba de color champaña, la gobernanta hizo un gesto con la cabeza y caminó con paso firme, se paró delante de una puerta y la abrió. La habitación no tenía nada que ver con lo que se le había pedido que hiciese, tenía un punto vulgar.

Brenda estiró la ropa que llevaba soobre las ventanas, después sobre la cama y la verdad era que el cambio era espectacular. Tan solo la ropa daba una luminosidad y distinción a la estancia de la que ahora carecía. Rebecca asentía a todo lo que su prima hacía, le parecía espectacular la vista y el buen gusto que tenía su prima Brenda. La señora Rouse se había ido, era como si no quisiese saber lo que iba a pasar con la alcoba. Las chicas salieron de la habitación y no sabían que dirección tomar pues aun les quedaba ver tres estancias más, a parte del salón principal. En aquel instante regresó la señora Rouse.

- Si quieren seguirme, las conduciré hasta la sala de estar.

Brenda pensó que mientras ella acababa en la sala de estar Rebecca podría ir ha hacer fotos al salón principal. Tenía entendido que era enorme y necesitaría la visión de diferentes ángulos.

- ¿Sería tan amable de acompañar a la señorita al salón principal? Es para avanzar el trabajo_ Le pidió Brenda a la señora Rouse_

La mujer accedió y mirando a Rebecca le pidió que la siguiese.

A la muchacha le parecía sentir la frialdad que desprendía la mujer. Llegaron a unas grandes puertas de color nogal, se veían enormes y gruesas por su majestuosidad deberían guardar un salón de gran magnitud. La mujer giró el picaporte y se abrió ante ellas una gran sala, la mujer la convidó a pasar. Rebecca forzó una sonrisa y se adentró en la estancia, la señora Rouse encendió las luces y la habitación cobró vida.

En una parte había una gran mesa para por lo menos treinta comensales, sobre ella unas lámparas de araña con cientos de vidrios que lucían como piedras preciosas.

En el otro lado unos sofás bordeaban las paredes, dejando espacio abierto en toda su amplitud, en lo que sin duda era una pista de baile. Al fondo de la sala había un apartado con unos grandes sofás de color caoba que parecían abrazar una chimenea. Rebecca miraba todo con curiosidad mientras se acercaba al final de la sala.

Pero el alma se le heló cuando al mirar a la pared, sobre la

chimenea vio el cuadro del escudo heráldico de los Domer.

- ¡No puede ser verdad! Debe ser un familiar, no puede ser él.

Sin pararse a pensar, comenzó a mirar por toda la sala buscando alguna cosa que le dijese que no era Axel el propietario de la casa, cada vez se encontraba peor el corazón le latía muy deprisa y pensaba que perderia el conocimiento. Se agarró a uno de los sofás y entonces la vio, era una caja de tabaco. En su parte superior había una inscripción: A. D. no sintió nada más.

- ¡Rebecca por Dios, abre los ojos!_ Le decía su prima mientras le cogía la cara y la zarandeaba para que reaccionase.

-¿Me oyes Rebecca? ¿Que tienes?_ Brenda seguía gritando a su prima y moviéndola esperando que la joven abriese los ojos_

Rebecca por fin abrió los ojos y se encontró con la cara de su prima, Brenda la abrazó con fuerza y Rebecca comenzó a llorar pidiéndole que la sacase de allí.

Brenda, estaba muy asustada pero ayudó a su prima a levantarse, mientras la señora Rouse miraba extrañada preguntándose que le podía haber pasado a aquella muchacha. Por qué aquella reacción tan alarmista en querer salir de allí.

Brenda conducía sin dejar de mirar de vez en cuando a su prima, faltaba poco para llegar a casa y no era bueno que su madre la viese así. Paró el coche en una salida.

- Va Rebecca, habla, lo tienes que sacar todo._ Le pedía Brenda a Rebecca, sabía que algo la estaba angustiando y debía explicárselo para si fuese posible poder ayudarla_

Rebecca le explicó desde el principio su aventura con Axel Domer y como la había engañado.

- Pero Rebecca, bien mirado... El no te ha engañado ya no está casado y es parte de su pasado. Posiblemente pensaba explicártelo mas adelante.

- Si pero…. ¿Y si es verdad que la mató?

- Rebecca, eso se lo tendrás que preguntar a él, pero no creo que estuviese en libertad si la hubiese matado ¿No crees?

 

Capitulo 8.

Axel comenzaba a estar preocupado, Rebecca hacía dos días que no iba a trabajar, aunque le pareciese que podía invadir su intimidad, tenía que hablar con ella. Desde su vuelta de París no la había visto y no era normal que se escondiese de él. Solo le había pedido que se casase con él si no quería no tenía más que decirlo.

El portero del apartamento le abrió la puerta muy amablemente.

- ¿Puedo ayudarle en algo señor?_ Le dijo el ordenanza muy amablemente_

- Por favor, ¿La señorita Rebecca?

- ¡Ho! Si señor, la señorita Rebecca se fue ayer.

- ¿Como que se fue ayer? ¿A dónde se fue?

- Pues eso no se lo puedo decir señor, no lo se pero cogió un taxi y llevaba una maleta. _ El hombre por un momento pensó que tal vez había hablado demasiado, pero aquel caballero había acompañado un par de veces a la señorita Rebecca y se veía que estaba perdidamente enamorado de ella y era todo un caballero_

- Gracias, ha sido usted muy amable.

Axel le dio un billete de propina y el portero se quitó la gorra y volvió a saludarle, dándole las gracias.

¿Se ha ido? ¿Por qué? ¿donde ? ¿Peor qué no me ha dicho nada? Axel se hacía un montón de preguntes y no sabía como contestarlas. Rápidamente pensó en la boutique, ¡ Claro allí lo sabrían!

Elsa no estaba en la tienda y la Ana lo único que sabía era que Rebecca se había cogido unos días.

- Lo siento señor, no ser decirle nada más._Le dijo Ana_

Axel no se podía creer que la había perdido, si no quería casarse no tenía mas que decirlo, pero como se le ocurre marcharse sin decirle nada.

El helicóptero aterrizó en uno de los jardines, Axel entró directamente en la estancia y llamó enérgicamente a la señora Rouse.

- Señora Rouse. Buenos días, ¿Como van los cambios por aquí?

Axel estaba impaciente por saber que se había hecho en su ausencia.

- Verá señor, vino la decoradora pero la verdad no se como acabó su trabajo, pues venía acompañada por otra señorita que no sabemos como ni por qué la encontramos desmayada en el salón principal, cuando recuperó el conocimiento se puso a llorar y le pedía desesperadamente a la otra señorita que la sacase de aquí.

Axel sintió una punzada en el corazón y rapidamente le preguntó a la gobernanta.

- Señora Rouse, ¿Como se llamaba esa joven?

- No lo recuerdo señor, pero la señorita de la agencia de decoración... un momento señor.. que miro la agenda. La señorita Brenda, de la agencia Decor, supongo que allí le podrán ayudar a encontrar a la otra señorita.

-Gracias señora Rouse.

Axel se emocionó como un niño y le dio un beso en la frente a la mujer. Ella se quedó parada, su señor jamás había tenido esta familiaridad con ella en todos los años que hacía que trabajaba para él, que era toda su vida pues ella ya estaba en casa cuando el nació.

La agencia estaba al centre de Belfast, Axel no se conocía muy bien la ciudad, su vida estaba en Londres y cuando iva a Irlanda era para estar en Blumoon, pero no le fue difícil encontrar la agencia DECOR que estaba en el octavo piso de uno de los muchos rascacielos que había en la ciudad. Subió al ascensor y al llegar al octavo piso las puertas del ascensor se abrieron.

Axel salió decidido a averiguar quien era la joven que había acompañado a la decoradora a su hogar. Porque su corazón no le engañaba y le decía que era ella, que era Rebecca.

Estaba en la planta correcta, un cartel que decía DECOR estaba enganchado en una de las puertas, llamó al timbre y en un momento la puerta se abrió y apareció un joven que muy amablemente le preguntó que deseaba. Axel se presentó.

- Buenos días, soy Axel Domer hice un encargo hace unas semanas y….._ El hombre aun se encontraba en el descansillo esperando que le convidasen a entrar_

- Perdón señor Domer. Pase por favor, miraré en la agenda a ver…._ El joven no sabía quien estaba al cargo de la reforma del señor Axel Domer y sabía que en la agenda lo encontraría_

- No si yo solo…._ Axel estaba muy nervioso_ Tan solo quiero que me diga quien es la decoradora que enviaron a mi casa y si puedo verla, es urgente_

El chico miraba en la agenda mientras Axel seguía hablando.

- Brenda. Se llama Brenda Fergusson y vendrá por aquí esta misma tarde.

- Pues mire yo no puedo esperar ¡ A si que digame donde la puedo encontrar!

- Señor, no estoy autorizado a darle esta información.¡Entiéndalo!

- ¡Si claro tiene usted razón! Vendré esta tarde muchas gracias ha sido usted muy amable.

- Lo siento señor de verdad.

El joven lo decía de corazón, pues veía muy preocupado al hombre y le supo mal no poder ayudarle más. Pero de ninguna manera podía facilitarle la dirección de Brenda.

Axel comprendió la situación tan comprometida en que había puesto al joven y se resignó a esperar a la tarde.

¿Cuál sería la relación de Brenda Ferguson con Rebecca?¿ Y si estaba paranoico, por qué tenía que ser Rebecca? Tal vez era lo mucho que él deseaba que así fuese para estar tranquilo y saber donde estaba la mujer de su vida.

- Rebecca escucha has de volver a Londres, habla con él que te explique que fue lo que pasó. Sinceramente creo que es lo que debes hacer_ Le decía Brenda a su prima_

Rebecca sabía que Brenda tenía razón, nada más escuchar lo que le había contado Aby, ya le había sentenciado sin darle la oportunidad de explicarse.

- Tienes razón, mañana me iré si lo hiciese ahora parecería precipitado y no quiero preocupar a tus padres, porque después tu madre llamaría a la mía ¿Lo sabes verdad?_ Rebecca ya inventaría alguna excusa creíble para tía Susan_

Brenda le dio un beso a su prima y le sonrió antes de volver a poner el coche en marcha y seguir el camino a casa.

- Mañana tengo que ir a Belfast, tendría que ir esta tarde pero la quiero pasar contigo, llamaré y daré cualquier excusa, de esta forma yo te dejaré mañana en el aeropuerto ¿De acuerdo?

- Eres estupenda Brenda, ahora me siento mucho mejor y con fuerzas para enfrentarme a lo que se me ponga por delante

_Rebecca se sentía muchísimo mas tranquila, miró con complicidad a su prima y soltó una carcajada_

Axel se presentó en DECOR a media tarde. Estaba impaciente por preguntar a la señorita Brenda Ferguson, quien era la joven que la acompañaba. Tenia que ser Rebecca, ¡ Por Dios que fuese ella ,rogaba una y otra vez!

- La señorita Brenda Fergusson ¡Por favor!_ La voz de Axel sonaba dura impaciente y nerviosa, esta vez fue una chica quien le abrió la puerta de la agencia DECOR_

- Señor, la señorita Ferguson no vendrá esta tarde.

-¡ Pero esta mañana me dijeron….!_ Axel estaba furioso, pues todas sus ilusiones se vieron truncadas en un segundo_

- Si señor, es cierto que tenía que venir pero ha llamado disculpándose porque parece ser que le ha surgido un imprevisto.

Axel renegó encendido de rabia, pero enseguida se disculpó ante la joven diciéndole que era muy importante para él hablar cuanto antes con la señorita Brenda Ferguson.

- Señor solo le puedo decir que mañana a las once y media estará aquí. Si lo desea en cuanto llegue le dire que usted está muy interesado en hablar con ella.

- Gracias señorita y discúlpeme estoy algo nervioso_ Axel se disculpó con la joven mientras ella pensaba que no era nada difícil perdonar a aquel hombre tan interesante y atractivo_

No se molestó en volver a Blumoon, no tenía ánimos para conducir, se registró en un hotel cercano y solo deseaba que la noche pasase lo mas rápido posible. Ansiaba encontrar a Rebecca.

El día se había levantado lluvioso, cosa bien normal el mes de Febrero en Irlanda. Brenda ya lo tenía todo a punto para salir de casa Rebecca se estaba duchando mientras la tía Susan preparaba el almuerzo.

- Rebecca reina, si no hemos tenido ni tiempo para gozar de tu presencia. ¿Por qué te marchas ya? _ Tía Susan se lamentaba de que la joven solo hubiese pasado allí a penas dos días_

- ya te lo ha explicado mamá, debe volver al trabajo. Una compañera ha enfermado y debe regresar._ Brenda le decía a su madre lo convenido con Rebecca para excusarla_

- Está bien, está bien. Ya me callo pero es que ves tu a saber cuando volveremos a verla._ Protestó la mujer_

Las chicas se despidieron y se fueron camino a el aeropuerto.

- Rebecca hazme caso, habla con él cuanto antes. Ves a su restaurante, date una buena comilona y despues le pasas a él la factura._ Le dijo Brenda irónicamente _

Dicho eso las dos primas rieron mas relajadas. Rebecca cogió el avión a las diez menos cuarto y Brenda salió como un cohete para la agencia no podía retrasarse más. La restauración de Blumoon debía comenzar y mas ahora que estaba segura que su prima Rebecca sería la nueva Ama de la preciosa mansión.

A las oce menos cuarto Axel entraba por la puerta del edificio de oficinas estaba delante del ascensor a punto de entrar en él cuando una voz femenina le alertó para que se esperase y no se marchase sin ella.

- Gracias. Al octavo por favor si es tan amable_ Brenda le pidió que apretase el botoncito ya que ella iba cargada con toda clase de telas y carpetas que apenas le dejaban la cara al aire libre_

- Buenos días señorita._ Le respondió él mientras inclinaba la cabeza a modo de saludo de cortesía_

Brenda le miró de reojo y pensó que hombre mas atractivo, que mirada. El sin embargo no tenía otro pensamiento que no fuese Rebecca, ni siquiera advirtió que la joven iba al mismo piso que él. El ascensor se paró y la joven se avanzó él la seguía y los dos se encontraron delante de la puerta de DECOR.

- Perdóneme, ¿No será usted la señorita Brenda Ferguson?

- Pues si soy yo ¿ Y usted es?_ Preguntó la joven intentando no perder nada de lo que llevaba entre las manos_

- Axel, Axel Domer.

A Brenda se le cayeron todas las carpetas que tanto intentaba salvaguardar.

- ¡Ho bien! Pase por favor. Andrew que no nos moleste nadie por favor_ Brenda le pidió al muchacho que estaba en la recepción, mientras el joven le abría un poquito más la puerta, pues ella estaba agachada recogiendo las carpetas y Axel con ella ayudándola, el muchacho miraba expectante aquella situación.

Una vez recogido el estropicio, pasarón al interior de la oficina. Brenda sabía que tendría que dar alguna qque otra explicación a aquel hombre_

- Bien señor Domer si viene usted por las reformas de su casa le tengo que decir que….._ El la interrumpió de forma seca casi impertinente, pero necesitaba saberlo ya_

- Por favor, ¿Donde está Rebecca? Yo debo…._ Brenda le corto mientras hablaba_

- ¡Señor Domer!_ Dijo Brenda_

- Dígame Axel, por favor

- Gracias. Bien Axel, mi prima…se hha ido esta misma mañana a Londres, ella recibió un golpe muy fuerte al enterarse que estabas casado y despues los comentarios a cerca de lo qque pasó o no pasó ¡ Entiendelo, no se lo esperaba!

El sabía a que se refería Brenda, al hecho de que le acusasen de la muerte de su mujer, April.

- Si ya sé pero, no es cierto. Yo amaba a mi esposa, de hecho hasta que no he conocido a Rebecca, nunca habíha vuelto a poner los ojos en otra mujer, lo prometo._ Dijo Axel con los ojos casi llorosos, Brenda le creyó_

-Veras Axel, la casualidad de que jo tuviese que ir a tu casa para las reformas tampoco ayudo mucho, la señora que nos recibió en Blumoon no es que sea muy simpatica ni amistosa ¿No crees?

-Es cierto, ella adoraba a April, y se aunque sabe que yo no le hice ningun daño, ellaa me hace responsable de la infelicidad de su señora.

Brenda yo amo a Rebecca pero mi experiencia con April me ha hecho mas desconfiado y quiero que me amen por quien soy no por lo que tengo, ¿lo puedes entender?. Yo pensaba explicárselo todo. ¡Pero por el amor de Dios si le he pedido que se case conmigo! Pero no me ha dado tiempo ha desaparecido de mi vida

- Mira sé que hoy a las seis de la tarde ha quedado en Martin's para encontrarse con su amiga Aby, yo que tu no la dejaba escapar.

- Gracias Brenda, y espabila, que la boda será muy pronto._ él ya se iba cuando la chica le gritó_

- Axel, Axel ¿Sabes donde está Martin's supongo ?

- Si Brenda, soy el amo._ Le contestó él divertido y feliz, muy feliz_

Capitulo 9.

Axel ja estaba en Londres a la una del mediodía. Realmente el tener dinero concedía una serie de privilegios como disponer de helicóptero privado y tener de esta forma mas tiempo para preparar la sorpresa para Rebecca. En un principio había pensado cerrar Martin's solo para ellos dos, pero si cerraba ella no iría total le importaba poco que todo el mundo se enterase que amaba aquella mujer. Por tanto lleno el local de Jazmines, de esta forma ella sabría nada mas entrar que todo aquello era por y para ella.

Mientras….. Rebecca también en Londres hablaba con su amiga Aby.

-Aby, ya estoy aquí. Tenías razón estaba casado pero ya no. Sabes que mejor te lo explico todo cuando nos veamos.

- Ni lo pienses, voy para tu casa.

Aby fue como un relámpago, Rebecca aun no había desecho la maleta cuando su amiga ya llamaba a la puerta.

- Hola Aby, pasa._ Le dijo Rebecca dándole dos besos a su amiga_

Aby se estiró sobre la cama bocabajo y subiendo las piernas flexionadas por las rodillas y cruzadas entre ellas como una niña pequeña expectante ante las noticias de su amiga. Cuando Rebecca terminó de relatar los hechos Aby le pidió perdón por el daño que le había causado.

- Como lo siento cariño, soy tan burra. Siempre hago las cosas sin pensar en las consecuencias._ Se lamentaba Aby al saber el disgusto que le había producido a su amiga con su impetuoso carácter_

- Aby, tu lo hiciste con toda la buena intención, no era mentira que lo que me dijiste.

- Gracias Rebecca, eres una buena amiga te quiero.

- Y yo a ti también, ya lo sabes_ Le respondió Rebecca conmovida al ver que Aby estaba realmente dolida por el disgusto que le había causado_

- ¿Entonces cuando le verás, porque supongo que querrás hablar con él y aclararlo todo? _ Le preguntó Aby_

- Había pensado dejarme caer mañana por su restaurante.

- Bien mientras podríamos celebrarlo ¿No? Vamos a Martin's como habíamos quedado._ Aby vio la cara de fastidio en su amiga_ ¡Vamos Rebecca! Habíamos quedado allí_

- Si pero ya has venido a casa, para qué tenemos que salir ahora. A demás estoy agotada.

Apenas había terminado de hablar Rebecca que sonó el móvil de Aby. Era Brenda que tuvo la precaución de ocultar el numero de teléfono. Sabía bien que con lo impetuosa que era Aby no esperaría a encontrarse a la tarde en Martin's y eso podía llevar a que al final no fuesen a Martin's, como parecía que sucedería. Brenda estuvo acertada al pensar en llamar a Aby.

- Aby no digas mi nombre soy Brenda. ¡Escúchame bien! Apuesto a que estás con Rebecca ¿Verdad?

- Si, así es...

- Pues escucha, a las seis tenéis que estar en Martin's como habíais quedado. Axel estará allí y es importante que hable con Rebecca ¿Me oyes?

- Si, claro… mira a las seis estaremos en Martin's y se lo podrás preguntar a ella ¿Vale? Adiós._Aby improvisó como pudo pues le costaba no hablar mas de la cuenta. Brenda se dio por satisfecha_

- ¡Gracias Aby, un beso adiós pórtate bien!_ Se despidió Brenda_

Nada más cortar la comunicación Aby planeó una excusa para llevar a Rebecca hasta Martin's.

- Escucha Rebecca, que no te lo había dicho tenemos que ir a Martin's porque había quedado allí con una vecina de mi madre. La mujer tiene una boda y quiere que la asesores de lo que tienes en la boutique para hacerse una idea y no quedar en ridículo._ Aby se escuchaba a si misma y le parecía bastante convincente, esperaba causar el mismo efecto en Rebecca_

- ¡Pero Aby! Que venga a la tienda ¿ No crees que sería mejor?

- ¡Por favor Rebecca, por favor! Hazlo por mi se lo he prometido a mi madre.

- De acuerdo, siempre te sales con la tuya.

Aby le dio un beso, estaba entusiasmada al pensar que podría recompensar a su amiga después del disgusto que le había dado. Rebecca no quería disgustar a Aby pero realmente no le apetecía nada salir. Lo que quería era estar sola para poner en orden toda la información que tenía y prepararse para su encuentro con Axel. Pero acabó acompañando a Aby hasta Martin's.

Aby pasó delante, abrió la puerta del local y la sujetó para que entrase su amiga. Nada mas entrar Rebecca pudo sentir el perfume a Jazmín y vio los ramos que adornaban todo el local. Instintivamente buscó con la mirada y en el fondo de la barra le vio. El levantó la mano y comenzó a caminar hacia ella, Rebecca se giró buscando a Aby.

Aby ya iba hacia la salida y le tiró un beso con su mano.

- Hola Rebecca _ El hombre le cogió las manos y se las besó_ ¿Por qué no has confiado en mi?_ Le preguntó con mucho dolor en su voz_

- Yo... No sé, me asusté ¡Compréndeme casi no te conozco y me entero que estabas casado! ¿Qué podía hacer?

- Rebecca, ¿Mis besos no te han dicho quién soy? Te amo, lo sabes y ahora has estropeado la sorpresa que te guardaba en Blumoon._ A ella se le escapó una pequeña sonrisa como el de una niña que ha hecho una travesura y la han descubierto.

-Ven aquí _ Le dijo él y ella obedeció sin reservas, se acercó y los brazos de él la

cogieron con ansia y deseo. Le buscó los labios y ella correspondió con el mismo deseo. Rebecca murmuraba cada vez que sus labios quedan libres etre beso y beso.

- Axel quiero que me lo expliques todo, necesito saber….

- Lo haré, pero ahora bésame.

Aquella noche si que no pudo separarse de él. Llegaron al apartamento de Axel en el centro de la ciudad,una vez allí se dieron el uno al otro como si fuese la primera vez que descubrian el sexo.El la desnudó lentamente recorriendo todos los detalles de su piel,le recorrió el cuerpo con sus besos y cuando notó que ella se encendía mas y mas paró y se fue desvistiendo lentamente dejando al descubierto su musculoso y varonil cuerpo Rebecca le miraba impaciente deseosa de poder abrazar aquel cuerpo solo entonces cuando el hombre sintió la respiración agitada de la joven, la levantó y la sentó en sus piernas. Rebecca a horcajadas se dejaba acariciar y él enloqueció al besar sus pechos ya no había vuelta atrás hicieron el amor toda la noche y ya era de madrugada cuando cayeron rendidos llenos el uno del otro.

Cuando Rebecca abrió los ojos por fin, ya eran las once de la mañana. Axel no estaba en la cama, se levantó y al poner los pies en el suelo sintió la suavidad de decenas de flores de Jazmín indicándole el camino a seguir. Ella iba riendo, estaba feliz y le pareció ingenioso, romántico y maravilloso. Por fin llegó al salón donde se encontró una mesa cubierta de todo tipo de manjares, una jarra repleta de zumo de naranja, una cafetera que desprendía un aroma a café recién hecho, cruasanes y tostadas, mantequilla y mermeladas de diferentes sabores. En fin que a Rebecca se le abrieron todos los sentidos y el estomago le rugía pidiéndole que por favor devorase toda aquella exquisitez. Pero se quedó parada al descubrir que en la mesa tambien había una caja de regalo. La miro y la cogió, no sabía que hacer Axel no estaba en la sala y ella se moría de ganas por saber que había allí dentro.

Al fin la abrió y Axel la miraba desde la cocina y le encantaba ver la cara que ella ponía al ir descubriendo toda la puesta en escena que había realizado para ella.

Rebecca sacó una cajita pequeña que estaba en el interior de una mas grande, fue entonces cuando apareció Axel por detrás suyo, la sujetó por la cintura y le dijo:

- Va, a que esperas. ¡Ábrela!_ Le pidió con la misma ilusión que tenía ella por hacerlo_

Rebecca sacó del interior de la caja un anillo precioso, era justo el anillo de pedida que siempre había soñado.

- ¡Ho Axel! Es precioso.

- ¿Te gusta, de verdad?

- ¿Que si me gusta? Es perfecto, no podía ser de otra forma, sencillamente es perfecto.

Habían pasado mas de dos meses desde que había conocido a Axel, su vida había dado un giro de ciento ochenta grados, ahora iba a restaurantes lujosos a la boutique era ella quien ahora compraba, iba en helicóptero de lado a otro, día si y día también asistía a eventos sociales, bailes benéficos y mil y una actividad que mantenía a Rebecca muy ocupada. Pero era feliz muy feliz, amaba a un hombre maravilloso y él la amaba a ella pero lo cierto era que aun así algo en su interior le decía que estuviese alerta sobretodo si se nombraba Blumoon.

- Aby, me caso de aquí a un mes tengo mucho trabajo por hacer, Si quieres ven a casa y hablamos un rato ¿Vale?_ Aby echaba de menos a su amiga no la veía tanto como antes y quería hablar con ella como siempre solian hacer_

Aby aceptó la invitación y fue a casa de Rebecca. La muchacha se sentía inquieta, no sabía como decirle a su amiga que deseaba muchísimo que fuese feliz, pero sentía como una opresión en el pecho cada vez que pensaba se iría a vivir a Irlanda y ella no estaría allí para poder protegerla si l necesitaba y algo en su interior le decía que la iba a necesitar y eso la mantenía angustiada porque no quería empañar la felicidad de su amiga.

- ¡Hola! ¿Que es todo eso?_ Preguntó Aby al llegar a casa de Rebecca y ver montañas de tarjetas esparcidas por la mesa_

- Es el catalogo tarjetas de muestras de invitaciones. Fijase te me ha hecho tardísimo mañana mismo debo llevar la que quiero para que empiecen a imprimirlas y aun no me he decidido por ninguna.

- Pues mira esta es chula, a mi me gusta._ Le dijo Aby señalando una aunque a ella todas le parecían igual_

- Si, es verdad. Yo también había pensado en esta como la mas adecuada. ¡ Decidido! Déjame un momento que llamo a la imprenta para darles la referencia y así vamos avanzando un poco. Bueno y ahora dime ¿Qué es eso tan importante que debías decirme?-

- Rebecca no quiero que pienses que no estoy contenta por ti pero…._ A la chica le costaba demostrarle sus miedos a su amiga_

- Aby por favor, yo jamás pensaría algo así de ti yo se que deseas todo lo mejor para mi. ¿Pero que cosas dices?, ¿qué te sucede?-

- Pues verás, hay una cosita que no me deja ver esta decisión tuya con claridad, eso de irte a vivir a Irlanda. Siento como si algo fallase como si no….¡Lo siento no te lo se explicar!

- Aby yo también tengo una extraña sensación y te puedo asegurar que no es Axel no tiene nada que ver con él o sus sentimientos por mi. Pero se que él quiere pasar largas temporadas en Blumoon y eso me desconcierta y no se muy bien por qué.

- Pues diselo Rebecca antes que sea tarde.

- ¿Pero y si para él es tan importante? Si se lo digo y cambia de opinión para hacerme feliz, después tal vez se él el desdichado. Puede que todos estos sentimientos sean simplemente a la boda, los nervios por todos los cambios que están sucediendo en mi vida. ¿No crees?_ Le dijo Rebecca a su amiga mas que nada intentando convencerse a ella misma_

- Mira chica, no me hagas ni caso, debes tener razón, no le des mas vueltas. _Aby sintió como su amiga se angustiaba y quiso quitarle importancia al asunto e intentó distraerla cambiando de conversación_

- ¿Como va el vestido de novia?

-¡ Aby cariño! Gracias por recordármelo. Este jueves nos vamos a París.

- Que vida que lleváis, que envidia.

- Aby, ¿No me has sentido bien? Que nos vamos a Barcelona._ Rebecca disfrutó viendo la cara de enfado de Aby_

- ¡Coño Rebecca no soy sorda, ya te he oído que os vais a Barcelona!

- Ves como no te enteras_ Le dijo Rebecca mientras con el dedo índice señalaba a Aby y después a ella misma_

Aby abrió la boca incrédula y después gritó nerviosa para después preguntar a su amiga:

- ¿Yo? ¿Contigo? ¡Ho Rebecca, no me lo puedo creer!

Ahora mas tranquila le preguntó a su amiga.

- ¿Y por qué a París?

- Pues porque tengo un novio rico y ha decidido que quiere verme con un vestido de Rosa Clará ¿ La conoces? Es estupenda tiene unos vestidos de novia divinos y ese estará hecho solo y exclusivamente para mí.¿ Que te parece?

Y Aby produjo otro de sus gritos agudos, las dos amigas se cogieron de las manos y saltaban locas de felicidad.

Capitulo 10.

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