Ana

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- No ha ha venido todavía por aquí señora._ Le respondió el cocinero_

- Por favor, si la ven pueden decirle que venga a verme a la biblioteca. Gracias.

_ Por supuesto señora, como usted mande.

Rebecca quería saber por qué aquella puerta estaba cerrada con llave y si alguien lo sabía era la señora Rouse.

Pasó casi media hora, Rebecca seguía en la biblioteca leyendo estirada en uno de los sofás de la estancia. La puerta estaba abierta a si que la señora Rouse se limitó a entrar.

-Señora……. ¿Deseaba hablar conmigo?_ Rebecca se incorporó en el sofá y la miró.

- Si señora Rouse, en ala oeste hay una porta que no he podido abrir, me puede dar la llave por favor.

- Señora, aquella estancia se cerró ya hace bastante tiempo y no se donde puede estar la llave.

Rebecca sabía perfectamente que la estaba engañando, en su tono de voz quedaba reflejado.

-Pero yo la he sentido a usted dentro hace unos minutos._ Le dijo Rebecca sin esconder su incredulidad_

- No señora, está usted equivocada, tal vez era…_ La mujer se calló provocando que Rebecca le siguiese preguntando_

- ¿Tal vez qué?_ Insistió la joven_

- Verá señora, yo y alguna que otra persona del servicio, hemos escuchado voces que salían de la habitación, yo estoy segura que es la señora Domer._ La mujer intencionadamente mencionó a April como señora Domer y como ella esperaba Rebecca saltó rápidamente con indignación_

- ¡ La señora Domer soy yo!_ Dijo Rebecca desafiándola_

- Si claro, perdone…..es la costumbre.

La chica vio una pequeña sonrisa en la cara de la mujer, a Rebecca le molestó mucho. La gobernanta satisfecha de conseguir molestarla siguió diciendo.

- Como le decía, la voz es de April, estoy segura. Ella no ha marchado, sigue aquí pobrecita. Era tan joven y le quitaron la vida de una manera tan……_ Rebecca no la dejo terminar_

- No diga bobadas, yo no creo en fantasmas y creo que usted tampoco, deje ya de hacer comedia y déme la llave de la habitación.

La señora Rouse se encendió como un misto y gritó a Rebecca :

- Ella no les dejará ser felices, ella está aquí y no se irá._ Gritó la mujer con los ojos encendidos de ira_

Y dicho eso salió de la biblioteca como un rayo sin dar tiempo a que Rebecca replicase. La chica se quedó blanca y pensó _ Esta mujer no está bien, tendré que hablar con Axel cuando vuelva del viaje.

La joven pasó el día entre la biblioteca y su dormitorio, no tenía ganas de ver a nadie solo de llamar a Aby y hablar con ella. Tenía que explicarle el último encontronazo con la Rottetmeyer como Aby la llamaba.

- Vente para aquí, iremos a mirar ropita para mi futuro sobrino._ Le dijo Aby a su amiga_

Aby había tenido una buena idea, Rebecca y ella quedaron al día siguiente en Londres. Estaría allí hasta que Axel regresase de New York.

Ya era de madrugada cuando Rebecca se despertó sobresaltada, la ventana estaba abierta y sentía la lluvia que caía con fuerza.

Se levantó a cerrarla y vio luz en el pasillo, abrió la puerta de la habitación y cuando estaba volviendo a cerrarla le pareció escuchar voces que venían del ala oeste. Rebecca se puso la bata y se dirigió hacia allí para ver que ocurría.

Cuando estaba en mitad del pasillo se apagó la luz. Rebecca aun no conocía muy bien la casa y se desorientó, de pronto se paró sin atreverse a seguir caminando y entonces sintió como la empujaban y la hacían caer escaleras abajo.

 

Capitulo 17.

 

Todo era de color blanco, le dolía todo sobre todo la cabeza. Instintivamente llevó su mano hacia su barriga y dijo_ Mi bebé, mi bebé_ Axel estaba allí y le cogía con cariño la otra mano.

-¡ Hola amor mío, no sufras estoy aquí contigo mi amor!_ La joven solo acertaba a decir _ Mi bebé, mi bebé_

- Está bien, todo está bien mi vida .

- ¿Dónde estoy? ¿ Y el bebé?

- Estás en el hospital, has caído, pero todo está bien no te preocupes._ La tranquilizaba Axel, aunque él estaba tiritando del susto_

- ¡Y un cuerno ! _ Renegó furiosa ella, Axel pensó que desvariaba_

- Tranquila vida mía.

- Axel, que no me caí, que me empujaron._ Decía ella mientras se llevaba las manos a la cabeza pues creía que le iba a estallar del dolor que sentía_

Axel no la comprendía, pensó que desvariaba debido a la medicación y la iba dando la razón como a los tontos para no alterarla mas.

- Axel, ¿Es que no me estás oyendo? Que me hicieron caer, con la oscuridad no pude ver quien fue, pero me hago una idea.

_ Dijo ella muy segura de lo que estaba diciendo_

Eran las dos de la madrugada cuando la señora Rouse llamó a Axel al hotel de New York, cuando le puso al corriente de lo sucedido cogió el primer vuelo para regresar a casa con su esposa. Pero antes dio órdenes precisas a la mujer para que llamase un helicóptero medico y la trasladasen a Londres rápidamente, él iba allí directamente.

Después de hacerle toda clase de pruebas al día siguiente le dieron el alta, estaba bien muy dolorida y la advirtieron que si en algún momento tenía perdidas, dolores abdominales o cualquier molestia fuera de lo normal de lo que eran las magulladuras del cuerpo acudiese rápidamente al centro médico. Por el momento no se veía ningún peligro ni amenaza de aborto.

Rebecca está segura de quien la había empujado, pero en ese momento tenía demasiada rabia para poder hablar con Axel.

Solo le apetecía ver a Aby y estar con ella pero no sabía como decírselo a su marido. Rebecca no tenía ninguna gana de volver a Blumoon intentó crear una estrategia para salirse con la suya sin molestar a su marido.

- Axel ¿Como llevas el trabajo, siento haber interrumpido tu viaje?_ Le dijo muy cariñosamente, mirando de enfocar lo que le quería decir_

-Ara no te preocupes por eso, puedo aplazarlo todo lo importante eres tçu y que te recuperes.

-Axel no sé cómo decirte esto. Quisiera quedarme unos días con Aby por favor, ya había quedado con ella para ir de compras para el bebé.

Axel la comprendió pero antes quiso hablar con el doctor quería que le verificase que no había ningún problema en que Rebecca siguiese con su vida normal. Así se lo confirmó el doctor y Axel se quedó mucho mas tranquilo.

-Pero tenemos que hablar de lo que has dicho antes._ Le dijo Axel, no comprendía como su mujer acusaba que la habían empujado ¿ Quien iba a querer hacerle daño? Pero ahora no vio oportuno presionarla mas creyó mas conveniente dejarla su espacio y que se tranquilizase_

- Sí, lo se pero hablaremos cuando regrese a casa._Contestó ella_

- Bien y ¿Cuando tienes pensado regresar?_ Le preguntó él tranquilamente, intentando así planear los próximos días_

- Pues como estabas fuera había hecho planes para dos o tres días, ¿Te parece bien cariño?

- Si, está bien, yo aprovecharé que estoy en Londres y volaré a París, tengo varios proyectos que me gustaría atender desde allí.

Axel tenía pensado hacer ese viaje la semana próxima y llevarse a su mujer, pero ahora no quiso decirle nada. Lo importante era que la caída de Rebecca había quedado en un susto y ella estaba bien, sabía que a veces se sentía muy sola en Blumoon y no quiso quitarle la ilusión de quedarse en Londres esos días.

-Gracias por entenderme Axel, ¡ Te quiero! ¿Lo sabes verdad?_ Le dijo la joven con un cierto sentimiento de culpa al dejar solo a su marido después que él había volado rápidamente a su lado_

- Yo también te quiero vida mía. Te llamaré continuamente, quiero saber que estás bien en todo momento.

Al salir del hospital Rebecca llamó rápidamente a Aby.

- Aby ya estoy en Londres, quedamos en el apartamento

¿Vale?_ Rebecca le dejó el mensaje en el buzón de voz._

Tan pronto como Aby salió de trabajar se fue directamente al apartamento de su amiga. Cuando Rebecca la vio se tiró a sus brazos y estalló a llorar, era lógico llevaba tiempo aguantando mucha presión por no preocupar a su marido. Pero ahora Aby estaba allí con ella y ya no tenía que disimular.

-Pero reina ¿Que te pasa? ¿Cómo has venido tan pronto, has discutido con Axel?

Rebecca negaba con la cabeza mientras lloraba con sentimiento y se iba limpiando las lágrimas.

- Pues si no es Axel,¡No me digas más! es la bruja Rottetmeyer ¿Verdad?

Aby comenzó a renegar y a decir que si no le explicaba a Axel todo lo que la bruja hacía, se lo explicaría ella misma.

- No Aby, cuando vuelva a casa hablaré con él, pero temo que piense que soy yo que le tango manía y no me crea. Pero hablaré con él te lo prometo.

Rebecca le relató a su amiga todo lo sucedido los últimos días con la señora Rouse y le confesó su sospecha de que fue ella quien la empujó por las escaleras.

Después las chicas se fueron de compras. No era nada fácil comprar ropa de bebé, ¡Toda era tan bonita! Y además aun no sabía si era niño o niña, pero de todos modos compró las primeras mudas y estuvieron mirando cochecitos, cunas y toda clase de artilugios. Ya tenía una idea de todo lo que compraría llegado el momento.

Rebecca llamó a Axel, él había estado todo el día liado en reuniones y visitas. Estaba cansado y se iba a dormir cuando le sonó el móvil.

- Hola reina ¿Como te encuentras?. Yo he estado liado todo el día, estoy muerto ahora te iba a llamar para desearte buenas noches antes de ponerme a dormir_ En ese preciso momento el hombre produjo un fuerte bostezo_

- Cariño, solo decirte que estoy bien no quiero entretenerse te nota cansado. Mañana ya hablaremos mejor que descanses, yo estoy bien un poquito dolorida pero no es nada. Y ¿Sabes? He comprado cositas para el bebé, son tan monas_ Rebecca estaba tan ilusionada, que perdió la consciencia de lo cansado que estaba su esposo y continuó diciéndole_ Tengo tantas ganas de que las veas, te van a encantar.

- Pues si tienes tantas ganas ven mañana a casa, yo voy para allá a la que me despierte._ El hombre mantenía la esperanza de que ella le dijese que se iba con él_

- ¿Axel amor, vas con el helicóptero o en vuelo comercial?

- Con el helicóptero. ¿De verdad quieres que te venga a buscar? ¿Es eso lo que quieres decir? Me haría mucha ilusión que volvieses a casa conmigo. ¡Te añoro tanto!

- ¡Claro que es eso lo que quiero! Nos vamos a casa.

Las palabras de su mujer fueron el mejor consuelo para descansar tranquilo. Quedaron a la mañana siguiente a las once en el helipuerto de Londres.

 

Capitulo 18.

 

Rebecca llenó la cama de ropita pequeña, Axel la miraba embobado parecía una niña pequeña jugando con jugetes nuevos. ¡ Y él era feliz al verla así! Se emocionó al pensar que pronto su hijo llenaría aquella ropita, fue hacia su mujer y la abrazó, le dio un beso y después le dijo:

- Rebecca cariño, prométeme que te cuidarás y no harás nada que te ponga en peligro.

- ¡Escúchame bien se que lo dices por la caída y ahora vas a oír lo que tengo que decirte. Yo no me caí, me empujaron ¿Te queda claro?

Axel quería decir algo pero ella le hizo callar poniéndole suavemente sus dedos en los labios.

- Sentí ruido y me desperté la ventana se había abierto, llovia con fuerza y la lluvia me despertó. Entonces escuché ruido eran como gritos ahogados, salí al pasillo y cuando estaba justo en la mitad se apagó la luz. Me desorienté y me paré y entonces noté como alguien me empujaba por la espalda con tan mala suerte que tenía la escalera justamente delante de mi. ¿ O quizás no fue tan solo mala suerte? Esto sucedió justo despues que esa misma tarde me pasee por el ala este y encontré una habitación cerrada con llave, dentro había alguien se sentía una voz y yo juraría que era la señora Rouse.

¿Y sabes lo mejor? Le pregunté y me dijo que no era ella pero que estaba segura que era la señora Domer April Domer. Que ella continuaba aquí y que no nos dejaría ser felices.

- ¡ Por Dios Rebecca! Eso es ridículo.

- ¡Lo sabía ! Sabía que no me creerías, pero es cierto y esa mujer me odia y….. _ La joven se alteró y se puso a llorar, él al verla en aquel estado intentó tranquilizarla, no quería que se alterase y pusiese en peligro al bebé_

- Está bien cariño cálmate después hablaré con ella te lo prometo.

- Si, y pídele la llave de la habitación por favor._ Axel besó a su mujer en la frente y se fue en busca de la gobernanta_

Rebecca estaba en la biblioteca cuando su marido fue en su busca. Axel tenía un semblante serio y le pidió que le acompañase, ella le siguió y enseguida adivino que se dirigían a la habitación del ala este, la que Rebecca encontró la tarde anterior cerrada a cal y canto. Al llegar vio que estaba abierta, dentro solo había cajas viejas, la joven miro a su esposo y vio la cara de incredulidad en la mirada de él.

- ¿Que? ¿Piensas que me lo invento? Está claro que la a abierto ella ._ Le decía Rebecca indignada a su marido_

Después fueron a su alcoba, Axel sacó un bote de pastillas de la mesita de noche y le preguntó directamente a su mujer.

- ¿Por qué tomas tranquilizantes?_ Fue una acusación mas que una pregunta_

- Yo no tomo nada._ Contestó ella muy enfadada e indignada por el trato que le estaba dando su marido_

- Rebecca, estas embarazada ¡ Por el amor de Dios! No puedes medicarte ¿ No lo entiendes? _ Axel realmente sufría por ella, por un momento el hombre se sintió culpable estaba seguro que Rebecca se sentía sola en Blumoon sin sus amistades ni familia y eso pudo llevarla a tomar tranquilizantes, de ahí sus desvaríos referentes a la señora Rouse_

-Ha sido ella, ¿no lo ves? No me quiere aquí, está loca. Axel por favor no permitas que te separe de mi _ Gritaba Rebecca a su esposo, llena de rabia e impotencia_

La joven lloraba sin cesar, estaba tan dolida por la incredulidad de Axel. Rebecca cogió el coche condujo sin parar.

Axel estuvo dando vueltas toda la tarde, llamaba a su esposa sin cesar y ella no le respondía a sus llamadas- Comenzaba a ponerse nervioso ya hacía horas que Rebecca se había marchado, llamó a Brenda por si su mujer se le ocurrió ir a visitarla.

No sabía como hacerlo para no preocupar a Brenda y su familia a si que aprovechando que faltaban algunos pequeños detalles por acabar en la casa, la llamó de esta forma si Rebecca estaba allí de una forma u otra se enteraría.

A Axel se le estaba complicando todo, los negocios necesitaban de su atención era un momento critico, pero estaba claro que Rebecca atravesaba un mal momento.

El sabía que la señora Rouse podía ser muy especial, pero de eso... a la malicia que Rebecca veía en ella……. No se lo podía creer, pero no quería perder a su esposa la amaba con locura por tanto no le quedaba otra solución que jubilar a la señora Rouse si era ella quien desestabilizaba a Rebecca.

-Si, claro señor, lo entiendo perfectamente, yo solo quiero lo mejor para el señor._ Dijo la mujer cínicamente aguantando estoicamente lo que su señor le estaba diciendo_

La mujer aguantaba toda su furia, de ninguna manera permitiría que Axel se percatase de la rabia que la invadía.

- Señora Rouse, yo he pensado que una vez que haya nacido el bebé, mi esposa se encontrará mejor y necesitará ayuda. Estoy seguro que podremos contar con usted. Tomeselo como unas merecidas vacaciones, lleva años dedicada a mi familia. Por supuesto yo mismo le arreglaré todo el papeleo y documentación necesaria para que usted cobre una buena y merecida pensión.

Axel intentaba suavizar el golpe, que de seguro era para la mujer, al sentir que prescindían de ella.

- Muy bien señor, si le parece bien al señor mañana mismo me iré y así que esté instalada enviaré a recoger mis cosas.

La mujer no perdió en ningún momento el porte arrogante que la caracterizaba.

Axel volvió a llamar a Rebecca, sabía que aunque no le contestase ella sentiría los mensajes y esta vez se aseguró de que ella le restase atención.

- Rebecca, la señora Rouse ha sido despedida, espero que cuando escuches este mensaje vuelvas a casa a mi lado. Te necesito y te amo.

Rebecca llevaba horas, mirando el mar, faltaba poco para las ocho de la tarde y comenzaba a tener frío. No había hablado con nadie hacía horas. Estaba segura que no podría vencer a la vieja bruja por tanto se iría unos días a Londres hasta que tomase una decisión. La joven cogió el móvil dispuesta a llamar a Aby y comunicarle lo que había decidido hacer.

Cuando conectó el aparato estaba lleno de llamadas perdidas y mensajes de voz. Habían varias llamadas de Axel diciéndole que la amaba.

Una llamada de Brenda, que le preguntaba si pasaba alguna cosa, porque la había llamado Axel y le había encontrado raro.Y por último miro el mensaje escrito donde Axel le decía que la señora Rouse estaba despedida.

Rebecca se quedó de piedra, de ninguna manera se esperaba que Axel tomase aquella decisión, cerró el teléfono y se puso a llorar.

 

Capitulo 19.

 

Los días pasaban plácidamente para Rebecca, la panza no paraba de crecer y ahora ya sabía que era un varón. Axel lógicamente estaba como loco, aun no había escogido un nombre para el niño, Axel relegó en su mujer ese cometido.

La veía tan feliz desde que había desaparecido de sus vidas la señora Rose, no había vuelto a ver ningún gesto de angustia en su cara y á él eso le hacía feliz. Solo la veía entristecer cuando él tenía que ausentarse por motivos de trabajo y de nuevo debía darle una mala noticia negocios mue importantes requerían de su presencia y no podía relegar en nadie esas obligaciones.

- Rebecca vida, debo marchar unos días, pronto será Navidad y después todo se complicará más con las fiestas por medio._ La chica puso cara de pucheros y a él se le partía el alma_

Axel estaba abriendo un complejo turístico en Bali, era lejos y el trabajo complicado, si no se iba pronto las fiestas navideñas se le echarían encima y después el bebé vendría enseguida y no quería perderse nada de ese niño. Intentó dar una idea a su esposa para que no se encontrase tan sola, pero ella ya tenía pensado lo que iba ha hacer.

-He pensado que podías decir a Aby y a Brenda que viniesen.

-No, iré yo a Londres y compraré la cuna, el cochecito y un montón de ropita y me traeré para aquí a Aby para el fin de semana.

- Bueno ¿Te encuentras bien para tanto ajetreo? No hagas esfuerzos, cuídate mucho. Ves en el helicóptero y lo compras todo de golpe que te lo lleven hasta el helipuerto y lo carguen aquí ya tienes la ayuda de…….._ Axel, hablaba y hablaba sin para como si fuese un padre preocupado por niñita, a lo que ella le respondió con sorna. ¡ Si papi, lo que tu digas papi!

- Aby no hagas planes este fin de semana, cuando salgas de trabajar vete al " Faro del mar"._ Le dijo Rebecca a su amiga sin darle opción a replicar_

-¿Piensas pagarme una comida en ese restaurante tan carísimo de tu queridísimo esposo?_ Le dijo Aby con tono de guasa_

- Bueno de hecho no vamos a pagar ninguna de las dos, lo pagará él. _ Dijo Rebecca divertida y las dos amigas se pusieron a reir_

-¿Te quedas en Londres el fin de semana?_ Preguntó Aby entusiasmada de poder estar con su amiga_

- No nena no, esta vez tu vendrás a conocer Blumoon._ Aby dio uno de sus gritos de entusiasmo, Rebecca que ya la conocía apartó el móvil de su oído.

- Además veras a Brenda. ¿Cuánto hace que no os veis?

- ¡Ho Dios mío, ¿Haremos una fiesta del pijama?_ A Rebecca le gustaba ver a su amiga tan entusiasmada_

- Aby tengo que colgar, he despedir a Axel._ Le dijo la joven al ver que su marido estaba dispuesto para salir de viaje y no quiso hacerle esperar_

- ¿Y donde va ahora el señor? _ Preguntó Aby con recochineo_

- A Bali, ¿Que te parece?_ Le dijo Rebecca sabiendo que le repateaba la vida de idas i venidas de Axel_

- ¡Que envidia! Ese tío siempre de un lado a otro._ Rebecca arrancó una carcajada, pues sabía lo mucho que a Aby le gustaría hacer todos aquellos viajes_

- Adiós boba, hasta el viernes._ Se acabó despidiendo Rebecca_

Brenda tenía a punto el papel pintado que le había encargado Rebecca para la habitación del bebé, las lámparas, los muñecos de peluche y demás complementos de decoración. Conducía su Audi de camino a Portrush, no había vuelto desde que termino la reforma de la mansión. Disfrutaba del paisaje que era de una gran belleza.

Cuando llegaba a Blumoon le pareció ver a alguien escondido en los jardines, por un momento le pareció la señora Rouse pero no podía ser tenía entendido que hacía un tiempo que había abandonado la casa. Brenda no le dio mas importancia y siguió adelante hasta aparcar delante de la casa. Rebecca y Aby ya habían llegado y el servicio estaba descargando todo lo que habían comprado para el bebé en Londres. Las chicas salieron a recibir a Brenda y a ayudarla con lo que traía para la reforma del dormitorio infantil

Rebecca lo tenía todo organizado, al día siguiente vendrían a colocar el papel pintado y después podrían amueblar y decorar el dormitorio. Ya habían entrado todas las compras y eran casi las ocho de la tarde.

Sonó el teléfono en la casa y Rebecca lo atendió. Era su esposo, mientras ella hablaaba con él Aby y Brenda se ponían al día de sus vidas. Aby le explicaba a Brenda lo bien que veía ahora a Rebecca desde que se había desprendido de la señora Rouse. Entonces Brenda recordó lo que le parecía haber visto en los jardines al llegar a Blumoon y se lo explicó a Aby.

- Pero no puede ser, Axel la despidió, no creo que tenga narices de volver_ Decía Aby con su forma tan peculiar de hablar_

Rebecca entraba en la sala y escucho la última parte de la conversación entre les dos chicas.

-¿Quien no tendrá narices para no se que?_ Preguntó Rebecca que pensaba que Aby estaría haciendo alguna de sus propuestas absurdas e infantiles_

Las chicas que se percataron de que la joven no se había enterado de toda la conversación, optaron por no decirle la verdad para no preocuparla.

- Decíamos que Axel no tendrá narices de entrar en la hora del parto._ Dijo Aby muy elocuentemente_

- ¡Oh! Aby, mi marido es un hombre muy valiente, si se entera que piensas eso de él te espabilará.

Las muchachas rieron con complicidad al haber conseguido salir airosas de la situación sin que Rebeca se diese cuenta de lo que realmente estaban hablando. Tuvieron una cena tranquila recordando viejas aventuras y se fueron a dormir pasada la media noche.

El día llegó muy rápido, se fueron a dormir tarde y ahora les costaba levantarse. El timbre de la mansión sonó.

- ¡Vamos chicas ya está aquí el pintor!_ Les dijo Rebeccas a las otras dos jóvenes_

Despues de un breve desayuno, las muchachas subieron junto con el pintor al piso superior. Todas iban riendo y comentando lo linda que quederia la estancía cuando estuviese terminada. Rebecca abrió la puerta del dormitorio y un buen numero de ratas se paseaban arriba y abajo por toda la habitación. Las chicas gritaron de tal manera que todo el servicio se persono allí para ver que les ocurría. El pintor intentaba tranquilizarlas, entró en el cuarto y cerró la puerta, el hombre las fue tirando por la ventana y se aseguró que no quedase ni una antes de volver a ha abrir la puerta.

Aby i Brenda habían bajado a Rebecca a la biblioteca, Monic le llevaba una taza de tila para que se la tomase e intentase calmarse. Aby y Brenda se hacían miadas complices, las dos pensaban lo mismo. La señora Rouse era la culpable de aquello, mientras Rebecca no paraba de decir:

-¿Como es posible? ¿Cómo ha podido pasar?

- Podría ser que hubiese un nido en el armario y despues de las reformas……._ Brenda intentaba dar una explicación que tuviese alguna lógica al asunto, pero sabía que su prima no era boba y que no se lo iba a tragar tan fácilmente.

Aby subió hasta la habitación del bebé para decirle al pintor que hiciese su trabajo, cuando el hombre terminase las chicas del servicio limpiarían y desinfectarían el dormitorio a consciencia.

Y a Aby le salió todo tal y como había pensado y al final del día Brenda había dejado todo precioso y con delicioso olor a colonia de bebé. Nada recordaba a la imagen grotesca que habían presenciado esa misma mañana. Cuando le dijeron a Rebecca que fuese a verla la joven subía con recelo, pero al abrir la puerta y ver el buen trabajo que había hecho su prima se puso a llorar.

- ¡Ho! Brenda, está precioso. Me encanta como ha quedado _Pero aun así Rebecca no podía olvidar el susto de la mañana y cuando estuvieron todas reunidas cenando Rebecca le dijo a las chicas_

- Chicas quiero que seáis sinceras, lo de esta mañana ha sido muy extraño ¡ No digáis que no! Tal vez pensareis que estoy loca pero yo creo que alguien puso aquellos bichos allí y es más creo que se quien a sido.

Las chicas se miraron y Brenda decidió decirle a su prima lo que creía haber visto cuando llegó a Blumoon.

- ¡Dios mío! ¿Es que no piensa parar? ¿Pero por qué me odia tanto? Pienso irme de Blumoon, no quiero poner a mi hijo en peligro, espero que Axel lo entienda, pero no lo puedo permitir.

Aby y Brenda la vieron tan preocupada que pensaron en como distraerla y se les ocurrió ponerse a buscar nombre para el bebé.

- Va Aby di cinco nombres._ Alentó Brenda a Aby para que comenzase a hablar_

- Elvis, como el rey del rock._ Dijo Aby, sabiendo que sus amigas protestarían_

- ¡No!... Gritaron Brenda y Rebecca.

-Mikel._Siguió diciendo Aby_

- ¡Tampoco!_ Volvieron a gritar alegres, parecía que Rebecca participaba del juego._

- Pues, Pol, Ringo, John……Seguía diciendo Aby mientras reía con cada nombre que pronunciaba.

- Basta Aby, nada de cantantes. ¡Va! Ahora tu Brenda._ Rebecca paró a Aby que ya llevaba un ratito haciendo el tonto y dio paso a su prima a ver si al final podían sacar algún nombre decente para la criatura_

- Yo soy muy mala para los nombres, a ver déjame pensar. Armand _ Dijo Brenda después de estar unos segundos pensando_

Ahora eran Rebecca y Aby quien no daban el ok a los nombres propuestos por Brenda.

- No por favor que serio_ Dijo Rebecca_

- ¿Hugh?_ Propuso Brenda_

- Está muy visto últimamente._ Replicó Aby_

- ¿Y tu como lo sabes?_ le preguntó Rebecca a su amiga_

- Porque dos de los cuatro últimos tíos que he probado se llamaban así._ Dijo Aby pícaramente_

- Pero ¡ Que pendón estas hecha!_La amonestó Brenda, que sabía de sobras que Aby llevaba una vida amorosa intensa_

Las muchachas reían y disfrutaban del momento que estaban pasando. Rebecca se encontraba realmente feliz.

- Matías._ Insistió Brenda_

- Muy carca guapa. Ya está... Elliott. Bueno mejor que no, no sea que te nazca ya con las mallas de ballet puestas._ Aby se refería a Billy Elliot la película.

- No penséis más, mi hijo se llamará Alastair._ Dijo Rebecca y sus dos amigas pensaron que el nombre que había escogido Rebecca era realmente bonito y original.

-Tiene mucha personalidad, me gusta._ Le dijo Brenda_

- Estoy completamente de acuerdo_ Replicó Aby_

El teléfono sonó y Rebecca fue decidida acontestar a la llamada.

- Hola vida mía, te echo de menos_ Lñe decía su marido amorosamente_

Y Rebecca que estaba de lo mas sensible al escuchar la voz ded su marido se puso a llorar.

- Pero ¿Que tienes?_ Preguntó el hombre preocupado por su mujer y ella que no pretendía hacerlo le dijo_

- No es nada, que la habitación de Alastair está acabada y a quedado preciosa y tengo muchas ganas de que la veas.

- ¿Alastair? ¡Vaya! ¿Así se va a llamar mi hijo? Está bien me gusta.

- ¿De verdad te gusta?_ Insistió ella en preguntarle_

- Si amor mío, es muy bonito y con mucha personalidad. ¿De donde lo sacaste?

- Lo descubrí en un libro que tienes en la biblioteca, era un príncipe.

- Pues perfecto entonces para nuestro príncipe._Respondió él muy orgulloso_

 

Capitulo 20.

 

Rebecca que niño mas lindo hija,_ le decía su madre_ A Axel se le caía la baba cada vez que alguien alababa a su hijo.

La puerta de la habitación de la clínica se abrió y entró Beatriz Domer.

- ¡Madre! Te pensaba llamar._ Fue lo único que acertó a decir Axel cuando vio a su madre_

Axel no esperaba la visita de la su madre. Hacía mucho tiempo que no se veían, desde que se casó con April. La mujer no estaba de acuerdo con aquella boda y le dejó muy claro que iba ha hacer lo que le viniese en gana. Después cuando todo empezó a ir mal y cuando murió April, no la llamó pensó que ella seguiría sin querer saber nada de él. Aunque sabía que no era así fue él quien se separo de su madre y quien la mantuvo alejada de su vida. Pero ahora había nacido su nieto y ella estaba lo suficientemente enterada de quien era Rebecca y sabía que era la mujer perfecta para su hijo. No pensaba renunciar a ver crecer a su nieto mientras pudiese hacerlo.

La casa era un entrar y salir de gente, los regalos llenaban la habitación del bebé. Eran realmente felices, Axel se había tomado unos días de descanso para disfrutar de su hijo y su mujer. Tan pronto como volvió la calma a Blumoon, a las horas de sol se abrigaban bien y daban largos paseos. Durante el recorrido, Axel le iba hablando a su hijo diciéndole:

- Mira hijo mío todo esto será tuyo algún día.

- Pero mira que eres bobo, que cosas se te ocurre decirle al niño, antes debe saber algunas otras cosas_ Le reprendió Rebecca_

- ¿Por qué?_ Preguntó el hombre_ Así se va acostumbrando a la voz de su padre.

Ella siguiendo el tono de broma de la conversación le dijo a su marido:

- ¡Ha! ya se, ¿Lo haces por si cualquier otro pretende quitarte el sitio?_ Lógicamente Rebecca lo dijo riendo, pero enseguida pudo observar que a su marido no le había hecho gracia alguna_

- No vuelvas a decir eso ni en broma si algun día me dejas por otro sería capaz de……._ Nada más terminar de hablar Axel se arrepintió de sus palabras, sabía que su mujer hablaba en broma pero a él se le dispararon las neuronas y el recuerdo de April y sus engaños fue superior a él.

Rápidamente te disculpó con su esposa y ella pacientemente se paró y le miró a los ojos para decirle:

- Axel, ya es hora que aprendas que yo no soy April, deja de compararme con ella, comienzo a estar harta.

La pequeña discusión con su esposo llevó a Rebecca al desanimo, recordó a Aby y entonces tuvo una idea que por desgracia para ella no dio el resultado que ella esperaba obtener.

-Aby, por favor tendrás un buen sueldo casa gratis y estaremos juntas. ¡Por favor por favor! _ Rebecca le suplicaba a su amiga que fuese a trabajar a Blumoon en calidad de canguro del pequeño Alastair_

Rebecca intentaba convencer a su amiga pero Aby le hizo entender que ella era una muchacha de ciudad y no tenía una razón tan poderosa como tenía Rebecca al amar a Axel, como para que ella se fuese a vivir a aquel remoto lugar.

- ¡Lo siento Aby cariño!, tienes razón, no me hagas caso ya buscaré una Nanni de por aquí.

Una vez fracasado el plan de traerse a Aby a Blumoon, lo que Rebecca tenía claro era que necesitaba ayuda con Alastair y así se lo hizo saber a su marido.

- Está bien cariño, yo me ocuparé de buscar la mejor Nanni para nuestro príncipe _ Le dijo él amorosamente, todavía le dolía la mala contestación que le había dado a su esposa en los jardines_

Le dijo a su mujer muy seguro que se ocuparía del tema de la Nanni pero lo cierto era que no se le ocurría nadie mas que la señora Rouse, esperaba que la mujer entendiese su posición en ese asunto y que le ayudase a buscar alguien de confianza para cuidar del pequeño Alastair. Lógicamente no le diría nada a Rebecca.

Beatriz Domer, llegó a Blumoon cargada de regalos para su nieto.

- ¡Que alegría que estés aquí Beatriz!_ Le dijo Rebecca al saludarla cariñosamente con dos besos en las mejillas, la mujer percibió rápidamente la sinceridad con que su nuera le daba la bienvenida_

- Supongo que debes estar cansada, ¿Verdad hija? Los niños a esta edad te quitan toda la energía, ellos parece no perderla nunca. Recuerdo cuando Axel nació, no me dejaba dormir mas de dos horas seguidas, siempre tenía hambre y yo me pasaba las noches arriba y abajo._ La mujer dibujaba una dulce sonrisa en su cara al recordar la niñez de su hijo_

Rebecca la miraba extrañada pensaba que había sido la señora Rouse quien se había ocupado siempre de Axel. Beatriz percibió la mirada extraña de la joven y le preguntó.

- ¿Deseas preguntarme alguna cosa querida?

- Perdón Beatriz, pero yo pensé que la señora Rouse….. _ La mujer no la dejo terminar de hablar_

- Si, si ya se que es lo que crees. Que fue ella quien cuido de mi hijo. ¡ Eso es lo que hubiese querido ella! No habría dejado nunca mi hijo en sus manos, no sabes como te admiro por haberte podido deshacer de ella, yo fui incapaz de lograrlo con mi marido. Hubo un tiempo que pensé que me había vuelto paranoica, pero veo que tu también has sabido ver la parte oscura de esa mujer. ¡Gracias a Dios que ya no está aquí! Y dime querida ¿Te trata bien mi hijo?

- ¡Ho! Si es un ángel, pero todo lo que le recuerda a April le saca de sus casillas y eso me da miedo.

- Aquella mujerzuela sacó lo peor de mi hijo, yo le intenté avisar e impedir que se uniese a ella pero no puede evitarlo. Bueno ya basta esa mujer no merece ni un segundo de nuestro pensamiento. ¿ Donde está ahora mi hijo? Debo hablar con él.

- Está en la biblioteca, revisando unos documentos._ Le dijo Rebecca a su suegra_

- Pues voy a preguntarle si me concede unos minutos.

Axel estaba sentado tras la gran mesa de roble, miraba un montón de papeles. Cuando sintió la presencia de su madre en la puerta levantó la cabeza.

- ¡Hola madre! Ya has llegado_ El hombre se levantó y fue a saludar a su madre, le dio dos besos y le dijo lo feliz que le hacía el tenerla allí, Axel la había echado mucho de menos aunque nunca quiso reconocerlo ni tampoco supo como volver a recuperarla_ Dame un segundo y estoy con vosotras.

- Si pudieses dedicarme unos minutos hijo quisiera hablar contigo. No queda tiempo, ¡ Mira Axel! Siento mucho el tiempo que hemos estado separados….no, no calla déjame terminar_ La mujer hizo callar a Axel que intentaba quitar importancia al asunto ahora que su madre volvía a estar junto a él_

- Como te decía, lo siento mucho y más ahora que no me queda tiempo.

- Madre, ¿Que quieres decir?_ El hombre no comprendía lo que su madre le estaba diciendo, ni se le pasó por la cabeza que ella pudiese estar a punto de morir_

- Me estoy muriendo, el cáncer que tuve hace dos años, se ha reproducido y avanza rápidamente.

- ¿Como no me has dicho nada en este tiempo madre? Pero que te han dicho los médicos, se podrá hacer alguna cosa ¿No?_ Axel no se esperaba aquella noticia, no sabía como afrontarla_

- No hijo, no pienso volver a pasar por la quimioterapia y sufrir de nuevo aquel calvario y espero que respetes mi decisión.

El hombre se abrazó a su madre y se puso a llorar. Como se reprochaba el tiempo que estuvo separado de ella y ahora tal vez no estaría a tiempo de demostrar a su madre lo mucho que la quería.

- No llores hijo, has de ser fuerte tienes una familia maravillosa y yo quisiera hablar contigo de Alastair. Pienso dejar mi pequeña fortuna a mi nieto, tu estas muy bien situado y así cuando a él le llegue su momento podrá hacer su vida, podrá comenzar y recordará que su abuela Beatriz le facilitó las cosas. ¿Te parece bien hijo?

- Si madre, pero lo que yo quiero es que tu….._ Ella no le dejó terminar, le dio un beso en la frente y salió de la sala_

Axel sintió la necesidad de abrazar a su hijo fue a su habitación y le vio dormir tan placidamente que no pudo despertarlo, cogió una silla, se sentó al lado de la cuna y se quedó mirándolo durante un buen rato pensando en su madre y reprochándose lo tozudo que había sido con ella.

Su vida habría sido muy diferente si la hubiese hecho caso, ahora tenía un hijo y podía comprenderla mejor y entendió lo que debió sufrir su madre que solo trataba de protegerlo. Mirando el bebé recordó la promesa que le hizo a Rebecca de que él se ocuparía de buscar una Nanni para Alastair. Se levantó sin hacer ruido y fue de nuevo a la biblioteca.

- ¿Señora Rouse? Soy Axel.

Después de saludarse mutuamente, Axel le pidió a la mujer si sabía de alguna chica cualificada para cuidar al bebé.

- Si señor, ya sabe que yo estaría encantada de hacerlo pero no se preocupe señor le entiendo perfectamente y no seré yo quien le busque un problema con la señora Domer. No me será difícil encontrar una buena chica, yo misma la enviare a la casa señor.

- Es usted muy amable señora Rouse, si me permite quisiera pedirle que le diga a la muchacha que en ningún caso diga que viene de su parte. ¿Lo entiende verdad?

- ¡Por supuesto señor! No se preocupe no habrá ningún problema._

Axel se relajó por un momento al pensar que se había quitado de encima un problema en dos días llamaría a la señora Rouse para que le comunicase quien y cuando se presentaría en casa para ocupar el puesto de Nanni de Alastair.

Unos días después todo estaba a punto para recibir a la nueva Nanni, Rebecca se estaba acabando de arreglar mientras Axel la apremiaba para que terminase de hacerlo.

- Rebecca, Moe vendrá en poco menos de diez minutos, ¿Está vestido el niño?

Axel fue hasta la habitación del bebé para comprobar que todo estaba en orden. Allí le encontró la chica del servicio cuaando fue a avisarle de la llegada de la Nanni.

- La señorita Moe señor, _ Dijo Monic_

- Gracias Monic, la puede hacer pasar a la salita pequeña y sírvale un té por favor.

- Si señor, ahora mismo.¿Desea algo mas el señor?

- No Monic gracias, ahora bajamos.

Moe siguió a Monic, mirando embobada de arriba bajo todo. La casa le parecía fantástica, Monic la dejó en la salita, tal y como li había indicado el señor. Allí la encontraron Axel y Rebecca, sentada sin mover ni un músculo parecía asustada.

- Hola Moe, yo soy Axel Domer y ella es la mi esposa Rebecca.

Se saludaron y fue Axel quien le explicó a la joven los pormenores de su trabajo, horarios salario y día de fiestas. Lógicamente todo cambiaba si ellos tenían que viajar, entonces tendría que quedarse al cuidado del pequeño durante toda su ausencia. Moe estuvo encantada era un buen sueldo y buenas condiciones. Aclarados todos los puntos subieron a la habitación del bebé para presentárselo a Moe

La chica se quedó embobada con el niño, era una monada, por un segundo pensó en irse no se vio capaz de poder hacer ningún daño a aquella maravillosa familia, pero se veía obligada.

La familia de Moe era una familia complicada, el padre era un borracho que pegaba a su madre y su hija casi nunca podía ir al colegio, debía cuidarla noche y día. Cierta vez, cuando era aun muy jovencita, entró a trabajar en una casa a servir y debido a su desesperación, robó las joyas de la dueña de la casa con tan mala suerte que la pillaron, La señora Rouse se apiadó de ella y le pidió a su hermana que retirase la denuncia que le había interpuesto a la joven ya que habían recuperado las joyas.

La señora Rouse y su hermana, supieron de la mala vida que llevaba la joven en su casa y decidieron ayudarla, le pagaron los estudios y le dieron una vida digna a ella y a su madre.

La chica se sentía en deuda con ellas y cuando la señora Rouse le pidió que la ayudase, no pudo decirle que no. Aunque no entendía que la señora que tanto la había ayudado fuese la misma que ahora le pedía que le hiciese aquella maldad a la pobre Rebecca.

Moe es sentía muy a gusto en casa de los Domer, pero pronto comenzó a recibir las llamadas al móvil de la señora Rouse. La mujer le ordenó que fuese al pueblo, tenía algo que darle.

Moe no sabía que contenía aquel botecito, ella pensaba que sería algo para mantener a la señora, más tranquila y controlada. La señora Rouse le dijo que le pudiese cada noche una gota, en el vaso de leche que Rebecca acostumbraba a tomar antes de dormir.

Siempre había sido Monic la chica del servicio, quien le había servido la leche en la alcoba cada noche, pero poco a poco con diferentes excusas fue Moe quien le llevaba el vaso de leche a la señora. A Monic no le molestaba, al contrario ya que la muchacha tenía suficiente trabajo por hacer.

Moe ponía una gota del liquido que contenía el botecito que le la señora Rouse la había dado. Rebecca estaba encantada con Moe ahora podía dedicarse un tiempo para ella, había podido volver a quedar con Aby y visitar a sus compañeras de trabajo que estaban encantadas que a pesar del cambio que se había producido en la vida de Rebecca, ella continuaba siendo la misma chica sencilla de siempre.

Rebecca volvió de Londres y se metió en la cama, no se encontraba nada bien, en el helicóptero se mareo y ahora estaba en la cama con fuertes escalofríos y dolor de estomago, parecía haber cogido un resfriado. Comenzaba ha hacer buen tiempo y prescindir de la ropa de abrigo tan pronto quizás no era muy oportuno.

Axel, en cuanto supo que su mujer había regresado, fue a verla pero no se esperaba encontrarla en la cama.

- ¡Amor mío! ¿Que tienes, que te pasa?

El hombre se preocupó porque vio que su esposa tenía muy mal aspecto su piel tenía un color grisáceo.

Axel pensó que lo mejor sería coger el helicóptero y llevar a Rebecca al hospital, pero ella le pidió que esperase al día siguiente seguramente te encontraría mejor. Ahora tan solo deseaba dormir, pidió su baso de leche y que le llevasen al niño para darle un besito. Rápidamente Moe se ofreció para ir a buscar el bebé y de paso prepararle el vaso de leche a Rebecca.

Besó a su hijo, se tomó la leche y le pidió a Axel que cerrase todo bien quería dormir.

Cuando Axel se metió en la cama ya era de madrugada, había estado revisando documentos y estaba agotado, acercó la mano al cuerpo de su esposa pero no obtuvo respuesta la creyó bien dormida y entonces él se acomodó y rápidamente cayó rendido al sueño.

Axel se levantó temprano como de costumbre, su mujer seguía dormida, bajó a almorzar debía ir a la ciudad pero no quería irse sin comprobar primero que su mujer se encontraba mejor.

Rebecca no bajaba, ni había pedido nada, él se comenzó a inquietar y subió hasta la alcoba. Ella continuaba en la cama en la misma posición que la había dejado antes de bajar a almorzar, se acercó a ella y la tocó, ella no respondió su respiración era lenta casi no se percibía. Axel lanzó un grito de dolor y todo el servicio subió rápidamente en su auxilio.

- Rápido llamar a emergencias del hospital general, decid, que llevo a mi esposa.

Después llamó al helipuerto con mucha urgencia.

- Soy Axel Domer, envíen mi helicóptero urgentemente a mi propiedad, rápido es urgente mi mujer debe ir al hospital general. Axel sabía que sería mejor un helicóptero hospitalizado pero no sabía lo que podrían tardar en enviarlo, de todos modos lo pidió si llegaba antes que el suyo propio mejor, pero no quería arriesgarse.

Moe no se esperaba que pasase algo tan grave, su consciencia no la dejaba vivir.

- Señora Rouse, se han llevado a Rebecca al Hospital General está muy mal ¿Que he hecho, que he hecho?_ Se reprochaba la chica angustiada por el daño que había causado.

- Sal de la casa ahora mismo y ven aquí, procura que no te vean, llama un taxi cuando ya estés fuera de los jardines ¿ Has entendido? _ la señora Rouse gritaba sus ordenes reclamando la atención de la muchacha.

 

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