Un desafío que nos involucra a todos (+Audio)

Un desafío que nos involucra a todos (+Audio)

2022-03-02 21:44:18 / web.radiorebelde@icrt.cu / Teresa Valenzuela García

Para las próximas décadas la especie humana tendrá que crecerse para solucionar los desafíos y problemáticas en los que está en juego su propia existencia. Sobre todo las nuevas generaciones tendrán sobre sus hombros la responsabilidad de abrazar estrategias que conlleven beneficios para todos. Llega al límite la espera ante tanta agresión al entorno. Es la hora de enfrentarse y salvar al Planeta.

El cambio climático tiene variadas formas de mostrarse; provoca desde pérdidas de biodiversidad hasta reducción de costas por la subida del nivel del mar, pasando por catástrofes medioambientales que afectarían a centenares de millares de personas.

Con el objetivo de disminuir las consecuencias adversas, 171 países firmaron el Acuerdo de París en el año 2015, tratado que entró en vigor meses más tarde. Sin embargo, los científicos coinciden en que aunque el objetivo es que el incremento de la temperatura media del planeta solo sea de dos grados hasta el final de este siglo, los compromisos propuestos por los diversos países implican que se puedan alcanzar los 2.7 grados. De ser así nos enfrentaríamos al peor desastre de la humanidad hacia el año 2050.

Es apreciable el masivo deshielo ártico, incluyendo este invierno con temperaturas 20 grados superior a la media de la estación. Un escenario nefasto que implicaría, no solo una modificación substancial de numerosos ecosistemas de los que dependemos de manera directa o indirecta, sino múltiples desastres ambientales y un altísimo costo económico y humano.

Los huracanes y ciclones se vuelven más comunes y violentos, y aparecen en nuevas regiones. El régimen de lluvias cambia globalmente y afecta a las cosechas que alimentan a millones de personas. Uno de los efectos más dramáticos lo podría causar la variación de los monzones en el sudeste asiático, en donde vive un tercio de la población del planeta.

La gestión del agua, clave para la supervivencia, será uno de los principales conflictos, tanto a nivel local como internacional. Múltiples humedales, ríos y reservas en la que coexisten animales y comunidades de humanos se verán afectadas. No se debe de pasar por alto que grandes urbes han sido edificadas alrededor de estos.

El 35 por ciento del ser vivo más grande la Gran Barrera de Coral, que permite el desarrollo de una rica ecología marina ha muerto. Esto se debe a la pesca indiscriminada, asi como a que las grandes ciudades no tienen un proceso de limpieza de residuos los cuales terminan en el mar; durante décadas los ríos fueron usados como vertederos de las grandes industrias.

La superpoblación plantea múltiples retos. A mayor cantidades de personas se eleva el consumo de recursos. Si no se piensa en una solución medioambiental equilibrada que maneje estos recursos, veremos crisis y conflictos alimenticios a nivel global.

Otro de los grandes retos que enfrenta la humanidad es la indiferencia que muestra la mayoría de las transnacionales, interesadas en mantener un equilibrio económico, lo que conlleva a un desinterés por los ecosistemas, recursos naturales, asi como, la alteración de semillas genéticamente modificadas y otros productos transgénicos.

El hombre tiene ante si otra problemática: la guerra contra las infecciones. Después de décadas salvando a millones de personas, la efectividad de los antibióticos se reduce tanto por el mal uso en humanos, como por su aplicación para el engorde de animales. De hecho se indica que cada año fallecen 700,000 personas debida a la resistencia a los antibióticos. Esta cifra podría elevarse a 10 millones en el año 2050, y el gasto sanitario asociado triplicase hasta un billón de dólares, prácticamente el producto interior bruto de España.

Pero hay más: otras pandemias, en este caso causadas por virus, presentan sus propios problemas. Basta con recordar la gripe aviar que se desencadenó en el 2004, la porcina del 2009 u otras más recientes como la del ébola o el Zika.

Unos 140 millones de aves murieron o fueron sacrificadas en el primer caso, con un impacto económico estimado de 10,000 millones de dólares sólo para los granjeros asiáticos (los más afectados), por no hablar del número de personas fallecidas. Por otra parte, según CIDRAP (Center for Infectious Disease Research Policy), la tasa de infección de la gripe porcina alcanzó el 24 por ciento en seres humanos. El incremento de los viajes intercontinentales, la distribución de productos agrícolas y ganaderos, y las condiciones de producción no harán sino exacerbar este problema en el futuro.

El planeta también se enfrenta a otros peligros, generalmente de difícil predicción. Tal vez los más problemáticos sean los terremotos. Grandes zonas urbanas se encuentran localizadas en mitad de fallas tectónicas en las que se espera un gran terremoto, como es el caso de California y el denominado “Big One”.

Solo desde la responsabilidad colectiva e individual, la reflexión sobre hacia dónde vamos y desde la protección de los derechos humanos de todos se podrá conseguir que estos desafíos se superen con éxito.

¿Qué podemos hacer nosotros? La siembra de árboles contribuye al aumento de la creación de oxigeno y la eliminación de CO2, eliminar la utilización de jabas de nylon, así como, la limpieza de los costas y ríos, el uso de bicicletas ante autos, llevar un ahorro energético para eliminar al máximo la quema de hidrocarburos, así como muchas otras soluciones que aunque aparentemente parezcan insignificantes cuando esas labores se masifiquen el resultado será visible, y constituirán una modo de vida al cual todos deberíamos acogernos.

En el empeño nadie queda excluido, por el contrario, todos están llamados a poner su grano de arena en tan notable misión que devendrá continuidad de la existencia en las disímiles formas de vida que existen.

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