Twister

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De pie, al lado de Dusty, Bill mira el cielo, con las manos en los bolsillos. Da una patada al suelo terroso y observa la dirección que toma el polvo, arrastrado por el viento. Vuelve a levantar la mirada.

Interior de la cafetería

Jonas y los miembros de su equipo se sientan a una mesa apartada. Abren los ordenadores portátiles y empiezan a teclear. Parece una convención de la IBM. Luego miran hacia fuera.

Jo y Timmy de regreso

Ella mira a Jonas y a sus muchachos, sentados en el reservado y vigilando a Bill, que sigue fuera.

JO: Menuda bandada de buitres.

Coge un chicle de un paquete y le ofrece otro a Timmy, que niega con la cabeza.

TIMMY: ¿De veras crees que Jonas se limita a esperar para ver qué hacemos nosotros?

JO: Ninguna ley le impide hacerlo.

Jo se mete el segundo chicle en la boca. Timmy la mira desconcertado, mientras ella desenvuelve otro. Ahora tiene la boca llena.

JO: ¿Quieres disculparme?

Jo pasa junto a Melissa, que está de pie, a un lado, hablando por el teléfono portátil.

MELISSA: SÍ, comprendo que es un problema… Bueno, todos tenemos días malos.

Junto a las camionetas de Jonas. Tarde

Jo sale de la cafetería, masticando chicle. Eddie, un joven universitario de rostro bronceado, está apoyado contra una furgoneta, contemplando la gran tormenta que se avecina.

JO: Hola, Eddie.

EDDIE: Hola.

JO: Es una condenada nube…

EDDIE: Sí…

(Jo se acerca más a él.) ¿Qué estás haciendo aquí?

Ella se apoya contra la camioneta, por el lado del conductor, junto a Eddie.

JO: Sólo quería echar un vistazo a vuestro nuevo escáner.

EDDIE: Sabes que no puedo enseñártelo. Jonas me mataría.

JO: Sí, lo haría. ¿Te apetece un chicle?

EDDIE: Claro.

Mientras él desenvuelve el chicle, Jo mira el cielo y observa la cabeza de la tormenta.

JO: Creo que se nos echa encima una fuerte. Es posible que la línea seca se esté ampliando.

EDDIE: SÍ, parece que habrá más corriente aérea ascendente.

JO: Pero todavía no se distingue la cola de castor.

EDDIE

(señalando): Creo que está formándose una por allí.

JO: ¿Dónde?

Mientras hablan, Jo desliza la mano al interior por la ventanilla abierta del conductor.

EDDIE

(señalando): Allí. ¿No la ves a lo largo de aquella línea? Ya han aparecido las primeras estrías…

JO: Sí, tienes razón. Eso podría ser una cola de castor en formación.

EDDIE: Sí, claro que sí…

JO: En tal caso, esa nube podría dejar caer un tornado en cualquier momento.

EDDIE: No lo creo.

JO: ¿Por qué no?

EDDIE: Porque tú estás aquí demasiado tranquila.

JO

(le da un ligero golpe en el hombro): No será por mucho tiempo, Eddie

(se aleja). Si alguna vez quieres un trabajo decente, ven a verme.

Jo se dirige hacia la zona de aparcamiento, donde están Bill y Dusty.

Bill y Dusty. Tarde

De espaldas a nosotros, observan atentamente la gigantesca cabeza de la tormenta a unos ocho kilómetros de altura; es un magnífico atardecer. Sus figuras quedan empequeñecidas ante la enorme formación nubosa.

BILL: El viento amaina.

DUSTY: Sí.

Surge un rayo de la base de la nube y a continuación se produce un fuerte restallido.

Interior de la cafetería. Tarde

Plano cercano de una pantalla de ordenador en la que se muestran varias ventanas abiertas: radar Doppler coloreado, diagramas de contornos en milibares, campos de velocidad, etc.; datos de la tormenta que se avecina.

JONAS: Se están produciendo ráfagas rápidas que se separan de la corriente ascendente principal. Ahí está la curva de trescientos milibares, donde la verticidad de bajo nivel no excede de cero coma dos.

Plano amplio. Se ve a Jonas y a los miembros de su equipo ignorando el aspecto del cielo, mientras se hallan concentrados en las pantallas de ordenador, rodeados de tazas de café, módems y faxes celulares.

JONAS: El mesociclón nunca se desarrollará a tan baja altura, pero… ¿tenemos datos de la zona superior?

(Los ayudantes revisan unos papeles.) Necesito más información de lo que está sucediendo a niveles más altos…

Exterior. Por encima de la nube tormentosa.

Tarde

La cabeza de la tormenta avanza, cortada horizontalmente por otra nube. Resuenan los truenos. Descenso de la imagen desde la nube gigantesca hasta Bill y Dusty, que se hallan de espaldas a nosotros, observando el cielo. La nube aparece teñida de verde y púrpura.

BILL: Está adquiriendo una tonalidad verde.

DUSTY: Sí.

Bill extiende una mano y Dusty deja caer en ella las llaves del vehículo. Ninguno de los dos ha dejado de mirar el cielo.

En el interior de la cafetería

Jonas y sus hombres continúan con las narices pegadas a las pantallas.

JONAS; No creo que aparezca un nuevo tornado sin un mecanismo capaz de generar rotación de bajo nivel, porque…

UN AYUDANTE: ¡Jonas, mira!

Todos miran por la ventana: Jo y los miembros de su equipo están subiendo a sus vehículos, dispuestos a abandonar la zona de aparcamiento. Melissa todavía habla por el teléfono portátil. Dusty la coge del brazo y la empuja dentro de un coche.

El reservado de la cafetería ha quedado vacío en un santiamén. Jonas y los suyos tropiezan entre sí mientras se precipitan hacia el exterior.

Exterior de la cafetería. Tarde

Jonas sale de la cafetería con sus hombres. Se está poniendo el sol, y el cielo ha adquirido un tono rosado que contrasta con la amenazadora nube verde y púrpura. Cuando llegan al aparcamiento, los vehículos dejo y su equipo se distinguen a lo lejos.

JONAS: ¡Vamos!

Sus hombres corren a los vehículos. Jonas ocupa el asiento del pasajero de la camioneta que conduce Eddie.

Interior de la furgoneta

Jonas mira fijamente la carretera, para no perder de vista los vehículos que se alejan. Eddie se dispone a poner en marcha el motor.

JONAS: ¡Vamos, Eddie, muévete!

EDDIE: ¡Qué demonios…!

El joven se inclina por debajo del volante. Una gran masa de chicle cubre la llave de contacto, que está puesta.

EDDIE: ¿Dónde está la llave?

JONAS: ¡Nitrógeno! ¡Nitrógeno! ¡Necesito llaves de repuesto para la camioneta uno! ¡Ahora mismo!

(Fulminando a Eddie con la mirada.) Estuviste hablando con ella. ¿Cuántas veces te he dicho…?

Desde el asiento de atrás le tienden un pulverizador. Jonas rocía la cerradura del encendido y se forma espuma alrededor del chicle.

JONAS: No se puede confiar en Jo.

La masa de goma congelada se desprende en bloque, y deja libre la cerradura. Al mismo tiempo una furgoneta se detiene al lado. Jonas abre la puerta y toma las llaves de repuesto, que entrega a Eddie.

JONAS: ¡Vamos!

Vista amplia de la zona de aparcamiento

Jonas y sus hombres se alejan levantando tras de sí nubes de polvo.

Interior de la furgoneta de Jonas

La carretera se extiende desierta, y se lanzan por ella a toda velocidad.

JONAS: Conecta el radar. Trataremos de encontrarlos.

VOZ DE TÉCNICO

(por el intercomunicado): Ya los tenemos, Jonas.

Eddie aprieta un botón en el tablero de mandos.

MELISSA

(por la radio): ¿Lo han intentado ya catorce veces?

EDDIE: Tiene que ser alguna clase de código…

MELISSA

(por la radio): Claro, tiene los pezones demasiado sensibles… ¿Han practicado el sexo cada día?

Jonas frunce el entrecejo mientras escucha.

MELISSA

(por la radio): Recuerde que después debe tumbarse de espaldas durante quince minutos. No, no, nada de sexo oral. Eso sería una pérdida de tiempo…

JONAS: Apaga eso.

EDDIE: Pero…

JONAS: ¡Apágalo!

Eddie obedece. Jonas mira por la ventanilla.

EDDIE

(resentido): Quizá se trate de una información importante. Podríamos…

JONAS (

sin dejar de mirar por la ventanilla): Abandonarán en cuanto se les eche la noche encima. Ya no tienen la suficiente luz.

(Acciona un botón del panel de mandos) Pero nosotros podemos seguir trabajando a pesar de la oscuridad, ¿Verdad, muchachos?

Interior parte trasera de la camioneta

Iluminada por la luz rosada del atardecer, aparece atestada hasta el techo de equipo electrónico.

TÉCNICO UNO; En efecto, Jonas. Podemos trabajar durante toda la noche si quieres.

Interior de la polvorienta furgoneta de Bill.

Tarde oscura

Jo y Bill en los asientos delanteros.

BILL: Está oscureciendo… Pronto tendremos que dejarlo.

JO: A menos que quieras continuar.

BILL: Tornados nocturnos? No disponemos del equipo necesario. Es demasiado peligroso.

JO

(incrédula): ¿Demasiado peligroso?

BILL: Recuerda que mañana me marcho a Phoenix.

JO: Y no quieres que te pase nada. Ahora tienes un objetivo en la vida. Vas a Phoenix para dejar que te domestiquen.

BILL: Sí, quiero formar un hogar.

JO: Querrás decir que pretendes llevar una vida gris.

BILL: Eso es.

JO: Irás cada día a la emisora de televisión, te maquillarán antes de salir en antena…, jugarás al golf con el director e intentarás promocionarte como hombre del tiempo.

BILL: Sí, suena bastante bien.

Cae un relámpago bastante cerca y empieza a llover. Bill pone en marcha el limpiaparabrisas,

JO: Desde luego jamás pensé verte con un dogal alrededor del cuello, comiendo en un plato que lleva grabado tu nombre.

BILL: Siempre has creído saberlo todo sobre mí, pero estás muy equivocada.

JO: ¿Sí?

BILL: Sí.

JO: ¿Y por qué crees que no huirás de ella como huiste de mí?

BILL: ¿Huir?

JO: Bueno, un día llegué a casa y me encontré con que te habías marchado llevándote todas tus cosas. Ni siquiera me dejaste una nota sobre la almohada.

BILL: ¿Para qué? Tú nunca hablaste conmigo.

JO: Bueno, señor Comunicación, tú tampoco dijiste demasiado. Simplemente desapareciste.

BILL: Me cansé de tratar de hablar contigo.

JO: Y te volverás a cansar ahora.

Se produce un momento de silencio.

JO: No sabes luchar.

Exterior. El camión en la carretera. Segundo tornado

Altos árboles flanquean la carretera, de la que surge un camino que conduce a una granja. Cuando el vehículo pasa ante los árboles, vemos otro tornado a la derecha; su color negruzco contrasta con el tono verde oscuro del cielo. Es claramente más grande que el aparecido durante el día.

Interior del Camión

Bill y Jo miran ensimismados el tornado.

VOZ EXCITADA

(por la radio): ¡En el suelo! ¡Tornado en el suelo!

JO

(por la radio): ¿Dusty? ¿Lo ves?

DUSTY: SÍ. La cuña parece tener unos cien metros.

BILL: Quizá más. Tiene buena forma, debe de ser un F dos…

JO: Columnas verticales…

BILL Y JO

(al unísono, con un mismo pensamiento): Debería mantenerse.

BILL: Sí, debería hacerlo.

VOZ

(por la radio): Cuña grande. Se dirige al noreste. Lo veo desde la carretera cuarenta y cuatro… Avanza a unos cuarenta y cinco kilómetros por hora.

Los dos concentran su atención en el tornado.

BILL,: Es posible que éste sea…

El tornado

Se mueve hacia ellos. Si mantiene esa trayectoria, cruzará la carretera a unos pocos kilómetros por delante del camión.

Interior del camión

BILL

(hablándole al tornado): ¿Vas a cruzar la carretera? Vamos, vamos, hazlo… Yo estaré ahí…

JO

(por radio): ¿Dusty? Prepárate para instalar los aparatos.

Interior coche de Dusty

Dusty se halla a la altura de la granja que vimos antes, a pocos kilómetros por detrás de Jo y Bill, en una carretera paralela. Junto a Dusty, vemos a Melissa, francamente nerviosa. El tornado se levanta a su izquierda.

DUSTY: ¿Vamos a por éste?

BILL

(por la radio): Sí, vamos a por él.

Melissa reacciona con preocupación, pero Dusty, concentrado en su trabajo, no se da cuenta.

DUSTY: ¿Dónde estáis ahora?

JO: A unos tres kilómetros de distancia… Y tenemos granizo.

Interior del camión de Bill

El granizo golpetea la chapa del vehículo y cae sobre la calzada. Es algo grande…, ¡del tamaño de pelotas de golf!

DUSTY

(por la radio): ¿Cuándo debo instalar los aparatos?

JO: Ahora.

Bill mira el cielo, tratando de elegir el momento adecuado.

JO

(por la radio): ¡Tenemos corriente ascendente! ¡Dusty! ¡Corriente ascendente!

BILL: Desataré los instrumentos.

Se vuelve hacia atrás, salta y sube a la parte trasera del camión. Simultáneamente, Jo se sitúa tras el volante y pisa a fondo el acelerador.

Atrás, con la lona levantada, vemos a Bill inclinado sobre la caja de instrumentos y soltando las cuerdas que la sujetan. El tornado todavía está lejos, pero oye el sonido lastimero del viento, que azota la hierba de la pradera. El granizo cae sobre él, dañándole las manos y dificultándole el trabajo.

JO

(asomándose): ¿Estás bien?

BILL: ¡Conduce!

Jo se dirige a ciento treinta kilómetros por hora hacia un oscuro cielo y un tornado rugiente y negro, teñido de púrpura y verde.

Bill, en la caja del camión, trastea con las cuerdas anudadas que sujetan el equipo de instrumentos, tratando de desatarlas en medio de ese torbellino. Jo preocupada en la cabina.

JO

(por la radio): Ya se distinguen diferentes objetos en el aire.

Grumos de tierra y ramas desgajadas de los árboles golpean el parabrisas y el costado del camión. En la caja, donde está Bill, entran diferentes residuos arrastrados por el viento. Parece que todo empieza a empeorar…

Exterior vehículo de Dusty. Cuneta de la carretera

El maletero está abierto. Apresuradamente, él y Timmy sacan trípodes, videocámaras, ordenadores, radiorreceptores; todo ello sin dejar de escuchar la radio.

VOZ UNO

(por la radio): Es increíble la fuerza que tiene…

(interferencia).

VOZ DOS

(por la radio): Si no lo veo, no lo creo. Acaba de pasar volando una camioneta roja que iba directamente al centro del tornado…

(chisporroteo) ¡con un tipo de pie en la caja!

MELISSA: ¿Es Bill?

DUSTY: Probablemente.

(Por la radio.) ¿Rick?

RICK

(por la radio): Estoy colocando los instrumentos.

DUSTY

(a Melissa): Toma esto.

Le entrega una videocámara con paneles de plástico montados delante de la lente.

Dusty se aleja del coche para instalar el caballete en medio del campo. Melissa se apresura a seguirle. Cuando llega junto a él, Timmy coge la cámara y la coloca encima del trípode. Mientras tanto, Dusty prepara los radiorreceptores, que conecta a los ordenadores portátiles.

DUSTY: Bill está poniendo la caja de instrumentos en el camino del tornado. Nosotros registraremos los datos. (

Trabajando con rapidez ) El vídeo para la fotogrametría. Y ahí se reciben los datos de telemetría.

(Señala.) Rick está por allí.

Se ve a Rick en medio del campo, a unos ochocientos metros de distancia, trabajando con otros instrumentos.

En el campo

Rick y Larry están colocando cámaras, ordenadores, etc., con la máxima rapidez.

LARRY

(con el trípode): Dame esa montura.

RICK: Empiezo a tener hambre.

LARRY: Y el calibrador…

Rick se va a por él. Pueden ver a Dusty y a Melissa en la distancia.

Melissa y Dusty

MELISSA: ¿Estás triangulando?

DUSTY: Sí.

Mira a través de la videocámara. Está grabando. El espectador ve la imagen que recoge: una gran nube en movimiento giratorio.

Al lado de Dusty, Melissa se siente alarmada. El cielo está demasiado oscuro y bajo. Observa el tornado. I.

MELISSA: Esto es peligroso. ¿Por qué lo hacéis? Es una locura…, es realmente…

Camión de Bill

El granizo martillea el techo del camión. En realidad, toda la chapa del vehículo está abollada.

Bill sigue en la caja. Ha sufrido cortes en las manos a causa de los objetos y residuos arrastrados por el viento, así como por el granizo; sin embargo, continúa tratando de desatar las húmedas cuerdas. Se oye el ulular quejumbroso del viento, ensordecido por el ominoso rugido de un gigantesco tren de mercancías. Bill levanta la mirada hacia el tornado.

El tornado

Salvaje y rugiente, teñido de un verde amenazador. Es el plano más cercano que hemos visto de un tornado. El cielo verdusco aparece iluminado por los repentinos fogonazos de los rayos. Es una escena de pesadilla.

El tornado alcanza las torres de alta tensión instaladas en el campo, produciendo una serie de explosiones deslumbrantes.

En la carretera

Es un lugar peligroso; un árbol, arrancado de raíz, vuela por los aires, y láminas de metal giran alocadamente como abejas gigantescas. La pared de una casa, con una ventana y una puerta, se acerca dando tumbos y cruza la carretera. El aire es denso a causa del polvo.

Jo conduciendo

Conduce con gesto ceñudo. Los escombros golpean constantemente el camión y las ventanillas. De repente, algo se estrella contra la ventanilla lateral, junto a su rostro. Aprieta los frenos y hace girar el volante.

JO: ¡Ya está!

Exterior del camión

El vehículo se detiene, Bill sigue en la caja. Jo baja y se dirige hacia la parte de atrás. Ambos se gritan, mientras son azotados por el viento, que apenas les permite oírse.

BILL : ¡Vuelve a la cabina!

Ella baja la compuerta y tira de la caja de instrumentos. Bill sigue dentro, cerca del equipo. Todavía queda una cuerda por desatar.

JO: ¡Vamos!

BILL: ¡Jo, no! Todavía no he…

Ella tira con fuerza y la tapa de la caja de instrumentos se desprende. Jo cae hacia atrás y arrastra con ella el valioso equipaje.

El contenido se desparrama por el suelo: docenas de pelotas de plástico rebotan alrededor de ella, sobre la calzada, y se dispersan impulsadas por el fuerte viento. Jo, atónita, se vuelve hacia Bill, y corre a subirse a la cabina.

JO

(se acerca a él, gritando): ¿Qué ha pasado?

BILL: ¡Aún estaba atada!

El salta por el lado izquierdo del vehículo.

Corre hasta la cabina, y una vez sentado tras el volante, pisa a fondo el acelerador y gira en redondo. Ella se sujeta, baja la ventanilla que comunica la caja con la parte delantera y asoma la cabeza.

JO: ¿Por qué no me lo dijiste?

(grita).

BILL: ¡No podía!

Mientras el camión se aleja, vemos que el tornado cruza la carretera, justo por donde ellos estaban momentos antes. La fuerza del viento levanta alguna de las pelotas desperdigadas.

En el espejo retrovisor

Bill se da cuenta de que las pelotas están siendo elevadas por el viento, y no las pierde de vista, a pesar de que conduce a toda velocidad.

En la caja del camión

Jo mira el tornado, que cruza la carretera y hace girar enloquecidamente algunas de las pelotas que todavía están allí. Al tiempo que la caja blanca de los instrumentos sale despedida hacia la cuneta.

JO: Teníamos una posición perfecta.

Luego asoma de nuevo la cabeza en el interior de la cabina.

En la cabina

JO: No podíamos estar mejor. ¡La posición era perfecta! Justo lo que habíamos estado buscando!

BILL: ¡Y lo habríamos conseguido… si no hubieras tenido tanta prisa…!

JO: ¿Por qué no me lo dijiste?

BILL: Lo intenté.

JO: ¡No lo suficiente!

BILL: No me escuchaste. Tenías demasiada prisa…

JO: Muy bien, ahora resulta que todo es por mi culpa. También es culpa mía que nuestro matrimonio haya fracasado, ¿no es cierto?

BILL: Así es.

JO: ¡Fuiste tú quien se largó!

BILL: ¡No quería hacerlo! ¡Estaba loco por ti!

Melissa y Dusty

Junto a la carretera, mientras recogen el equipo, escuchan la discusión por la radio.

JO: Nunca me lo dijiste.

BILL: ¡Pues te lo digo ahora! ¡Estoy loco por ti!

JO: ¡Estupendo, y me lo dices ahora! Ahora que todo ha terminado, ¿no?

BILL

(por la radio): ¡Eres imposible!

JO: ¡Dímelo! Vamos, dímelo, vaquero. Dime que todo ha terminado. Que amas a otra mujer. ¡Dímelo a la cara!

Melissa escucha mucho más intensamente de lo que aparenta.

BILL

(por la radio): Eres condenadamente agresiva…

JO

(despreciativa): ¡Fíjate en ti! ¡Ni siquiera sabes lo que quieres!

Dusty sacude la cabeza. Melissa escucha la conversación con una actitud fría, con una expresión imposible de descifrar.

MELISSA: Las relaciones tormentosas siempre son muy difíciles de terminar…

Dusty percibe su angustia, y trata de suavizar la situación.

DUSTY: Nunca se llevaron bien. Se han pasado la vida discutiendo.

Cambia la frecuencia de la radio. Ahora escuchamos voces diseminadas que gritan excitadamente acerca de la tormenta. Regresan al coche. Dusty va delante, seguido por Melissa.

MELISSA: Los segundos matrimonios suelen ser mucho más sanos. Más maduros.

DUSTY

(sin dejar de caminar): Supongo que sí.

Continúan andando hacia el coche. Resuenan los truenos.

Interior del camión de Jo

Jo habla por teléfono mientras avanzan.

JO: ¿Dusty? En marcha. Vamos a llegar tarde a cenar.

DUSTY

(por la radio): Os llevamos ventaja, Jo. Rick ya está de camino.

RICK

(por la radio): ¡Filete! ¡Filete!

LARRY

(por la radio): ¡Con salsa! ¡Con picadillo!

BILL: Pero un momento…

JO: Vamos a Guthrie.

BILL: No, no vamos.

JO: Ya está todo arreglado. Mamá nos espera.

BILL: No, Jo.

JO: Vamos, relájate. Sólo vamos a cenar. Da la impresión de que no has comido carne desde hace mucho tiempo.

Exterior. Afueras de Guthrie.

Ultimas horas de la tarde

Los vehículos pasan junto a una vieja gasolinera de los años cincuenta, un motel y un cine para coches, con un cartel de neón que anuncia: «THE GALAXY.»

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