Secret

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Capítulo 31

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Capítulo 31

El haz de luz entraba por la pequeña abertura que había en la cortina, me pegaba directamente en los ojos. Pase mi mano por la enfrente y me cubrí los ojos.

Al tratar de mover la otra mano me doy cuenta que Harry me la está sosteniendo. Bajo la mirada y veo, Harry me tiene rodeada por su brazo izquierdo mientras que con su misma pierna izquierda me tiene abrazada de las piernas.

¡Lo había olvidado!

Harry durmió conmigo, solo durmió. Eso es lo único que me logra tranquilizar hasta hora, pero el pánico no desaparece cuando pienso que haré cuando el despierte. ¿Finjo dormir? ¿Me voy antes que él? No tengo ni idea de cómo reaccionar.

Me muevo un poco pero el aprieta más si brazo hacia él. Veo hacia mí al rededor buscando una manera para volver a dormir y no lo logro. Vuelvo a moverme cuando escucho su ronca voz en mi oído.

─ ¿Tratas de escapar de mí, conejita? ─ su voz suena más ronca de los normal y mucho más sexy.

No sé qué hacer y entonces suelto una risita nerviosa.

─ Quería ir al baño.

En un movimiento rápido me gira hacia él. Nuestras narices rozan y me quedo embobado ante sus ojos.

Harry me pone un mechón de cabello detrás de mi oreja.

─ Jamás me había percatado de los ojos tan hermosos que tienes.

Sonrió como estúpida mientras siento algo dentro de mi algo extraño. Siento dulzura y cariño cuando lo dice.

Mis hoyuelos se marcan en mis mejillas. Lo sé cuándo el mete sus dedos en ellos.

Regreso al mundo cuando recuerdo a aquella chica de la fiesta a la quien beso.《Maldita sea, he besado a un mujeriego》 Me hago hacia atrás con la esperanza de que no lo note.

─ Harry, creo que…

Las fuertes zancadas y gritos de una persona hacen que me quede callada.

─ ¡Ally! ─ era Des ─. ¡No vas a creer lo que paso!

Carajo.

Me paro de la cama de un salto asustada.

─ Es Des, vete ─ digo llena de angustias.

Harry frunce el ceño cuando se levanta de la cama y me mira.

─ ¿Qué te da miedo que tu amiguita nos vea juntos? ─ da varios pasos hacia a mi hasta que su aliento me paga en la frente.

─ N-n-o, es solo que…─ balbuceo.

─ Tienes dieciocho, ya eres mayorista ¿no crees? ─ arquea sus cejas.

Estaba contra la pared con su nariz pegada a mi frente, cuando de repente escucho la manija rechinar. No sé cómo ni cuándo, pero simplemente aparte a Harry de mí y lo encerré en el baño.

─ ¡Ally! ─ ambos gritaron pero el grito de mi amiga fue mucho más fuerte que el de el por lo tanto hundió su voz.

─ No tienes ni idea de lo que ocurrió ─ dice llena de emoción cuando entra al cuarto y cierra la puerta.

Me acomodo un par de mechones que se cayeron a mi rostro mientras encerraba a Harry en el baño.

─ ¿Qué? ─ recupero el aliento ─. ¿Dónde estabas anoche? ─ volví la mirada hacia a ella.

─ Pareces mi mamá ─ dejo su bolso en su cama ─. ¿Por qué mi cama está descendida?

─ Este…─ mire hacia el baño. Se podía reflejar la sobra de Harry en la puerta ─ Den, si Den se vino a dormir aquí ─ hice una sonrisa fingida.

─ Claro…─ me miro extraño ─. Bueno, ya te cuento.

Ella se dirigía al librero que estaba justo alado del baño.

─ Aja ─ lance una almohada hacia la puerta del baño. Justo pego ahí.

─ ¿Qué? ─ Des me miró confundida ─. ¿Por qué lanceaste la almohada?

La silueta de Harry desapareció.

─ Es que…había…había….un mosquito ¡si! Un mosquito ─ volví a sonreír. No podía estar más nerviosa.

─ ¿Hay algo que me estés ocultando pero no me quieras decir?

Volví a mirar el baño y después mire a Des.

─ No ─ reacomode mi cabello.

─ Okay ─ ella se deshizo la coleta ─. Bueno cuando terminamos de comer, Derek me llevo a un tour nocturno por Londres…

Mantenía mi concentración y mí vista directamente en la puerta del baño hasta que Des me sacó de los pensamientos.

─ ¿Me estas poniendo atención? ─ puso sus manos a su cintura.

─ Ah, si…

─ ¿Qué te estaba diciendo? ─ arqueó ambas cejas.

─ ¿Qué Derek te fue a dar un paseo? ─ afirmo pero suena a pregunta.

─ ¿Qué más?

─ Humm ─ me quede en silencio.

─ Sabes que, iré a darme una ducha ─ se dirigió al baño.

─ ¡No! ─ corrí hacia ella y la empuje.

─ ¡Oye! ─ me gritó.

─ Lo lamento ─ sonreí ─, es que creo que acaba de llegar Andrés y necesito urgentemente el baño.

─ Hay baños abajo.

─ Si, pero estas de acuerdo que no voy a bajar toda manchada con las niñas ¿si?

─ Voltéate.

─ ¿Qué? ─ me pego a la puerta del baño.

─ Quiero ver si no estás tan manchada para que bajes con ellas.

─ ¡No! ─ volví a gritar ─. Quiero decir, no… mejor entro ya.

─ ¿Ally? ─ entre al baño ─. ¡Ally! ¡Estúpida!

─ Lo siento es urgente.

─ Te esperare hasta que termines ─ ella suena fastidiada.

Empecé a buscar a Harry por el baño, cuando lo veo él estaba adentro de la ducha con los brazos cruzados.

─ ¿Andrés? ─ arquea sus ojos sonriendo.

─ Si ─ asiento con la cabeza.

─ Y… ¿qué es eso? ─ camina hacia a mí.

─ Ya sabes, el que visita a las mujeres cada mes ─ sonrió orgullosa de mi broma.

─ ¡Vaya! Que creativa eres ─ dice en tono burlón y con una sonrisa.

─ Tal vez ─ me encojo de hombros ─, pero es lo suficiente para hacerte reír.

─ Sí que lo haces ─ vuelve a reír ─Una de las únicas que lo hace.

Sale de la ducha dándome la espalda.

─ No es verdad, has salido con muchas.

Se gira hacia a mí.

─ Pero tú eres diferente.

Me quedo atónita por lo que ha dicho, quiero decir. Él es el típico chico que ha salido con medio millón de mujeres, tengo que admitir que es extraño pero al mismo siento emoción en la parte baja de mi vientre.

─ Amm…─ busco algo que decir mientras sus ojos esmeraldas me doman.

Harry suelta una carcajada.

─ Además, tus ojos me encantan, conejita.

Conejita ¿a cuantas mujeres les ha dicho así? O tal vez yo sea la única.

Me quedo mirándolo fijamente mientras pienso besarlo una vez más.

─ ¡Allyson! ─ el grito de mi amiga me sobre salta ─. Sabes algo, mejor me voy a los baños de abajo.

Escucho sus fuertes asotanes y cómo sale de la habitación azotando la puerta.

─ Se ha ido ─ murmuro a Harry.

Él me toma de la cintura y me atrae hacia él.

─ Deberíamos estar juntos más seguido ─ dice en tono lento y tierno

Observo sus profundos ojos verdes. No sé qué decir y entonces desvío mi mirada.

─ Hay, hay que salir ─ murmuro.

Él solo asintió y salió hacia la habitación, fui detrás de el con pasos sigilosos hasta que llegamos a la ventana por donde entro a noche.

Harry iba a salir, pero entonces lo detuve.

─ El día de la cabaña…─ se giró hacia a mí ─. Trate de huir de ti porque pensé que eras…eras, un persona quien he escapado durante años ─ lo miro.

─ ¿Quién? ─ pregunta con el ceño fruncido.

Tomo una larga y profunda respiración.

─ Mi padre ─ empuño los ojos esperando mi respuesta.

Cuando abro los ojos me percato con su rostro lleno de confusión; Harry me mira esperando una respuesta, pero no puedo dársela. Espero a su respuesta, sin embargo, él no me responde hasta que yo abro los labios para hablar, Harry lo hace.

─ No entiendo ─ se acerca más a mí ─. ¿Qué hizo?

Me dejo caer en la cama.

─ No lo cuento, odio contarlo ─ digo recordando el momento ─. Él jamás me tocó, pero hizo algo que jamás olvidare ─ trago saliva nerviosa ─Mi madre y mi padre se divorciaron ya hace varios años ─ volví a tragar saliva ─. Cuando mi padre se fue de la casa mi madre prohibió estrictamente que él me visitara, pero a él no le importó. Cuando mi mamá iba a trabajar, yo regresaba de la escuela, mi papá me iba a visitar y me llevaba a diferentes lugares, ya fuera a comer o pasar el tiempo o algunas veces me llevaba con sus compañeros de trabajo; hasta que cumplí quince años ─ cerré mis ojos mientras pasaban las imágenes en mi mente de aquel día.

 

Flashback

Subí al nuevo auto de mi padre emocionada. Mi padre me había dicho que iríamos a cenar con uno de los mejores amigos de mi padre, siempre que lo acompañaba con ellos me daban obsequios o inclusive me daban dinero.

─ ¿Cómo se llama tu amigo? ─ mis ojos se llenaban de emoción.

─ Marco ─ contestó mi padre colocándose el cinturón de seguridad ─. Por cierto, hija, te traje un obsequio.

─ ¿En serio? ─ pregunte con emoción. Mi padre asintió levemente con la cabeza ─. ¿Dónde está?

─ En el asiento trasero.

Cuando mi padre arranco pase mi cuerpo hacia los asientos traseros. Vi dos cajas forradas de color rosada, la primera era grande como para ser un libro, pero la segunda era del tamaño perfecto y así que tome ambas cajas y las pase hacia el asiento de adelante.

Las coloque en mis rodillas y abrí la caja más pequeñas. Pero no era lo que pensaba sino eran un par de tacones color crema.

─ Espero que sepas caminar en tacones ─ sonreí falsamente.

Opte por pasar a la caja más grande, la abrí y había un vestido color negro con encaje en todo el vestido. Odiaba usar vestido pero no podía rechazarlo.

─ Es hermoso ─ fingí estar emocionada.

─ Es bueno que te haya gustado.

Llegamos al restaurante que estaba situado en un hotel cinco estrellas. Baje del auto y me dirigí hacia el baño a ponerme el vestido que mi padre me había dado.

Los tacones eran extremadamente altos para mi pequeña estatura me vía muy alta con ellos. Medía 1.67 metros con ellos puestos. Acomode mi cabello marcando más mis caireles con los dedos. Salí del baño hacia el restaurante donde me esperaba mi papá con Marco.

Era un hombre alto con ojos azules claros, cabello negro y rastros de barba. Era joven para ser compañero de mi papá.

─ Soy Marco ─ me saludó.

─ Ally ─ besó mi mano cortésmente pero la quite de inmediato.

Mi padre me miró fulminante pero lo cual ignore. Pasamos a la mesa donde tenía nuestro apellido en una carta blanca en cursiva, Marco se sentó justo alado de mí y mi padre al frente.

Transcurrió una hora exactamente hasta que dieron las ocho en punto. Marco se acercó a mí pero me aleje lo antes posible.

─ Cariño, me acompañas por tu obsequio ─ se paró de su asiento extendiéndome su brazo ─. ¿Me acompañas?

Lo demás compañeros acostumbraban a darme los regalos frente a mi padre pero este hombre sí que me asustaba. Sentí un nudo en la garganta cada vez que me hablaba.

─ Mejor esperare…

─ Le encantaría subir ─ menciono mi padre.

Lo mire exaltada pero él lo ignoro, y con sus ojos me hizo señas para que tomara su brazo. Dudosa y nerviosa lo tome.

Caminamos hacia el elevador para después subir al octavo piso. Estaba totalmente callada, había un silencio incómodo entre nosotros.

Cuando el elevador paro en el piso correcto fuimos hacia su habitación. El la abrió. La contemple, estaba vestida de rojo, la cama con colchas blancas y pétalos de rosas formando con corazón, había una pequeña de champagne dentro de una cubeta, juro dos copas de cristal a lado. La habitación tenía un olor a rosas con un toque de canela, hacían una combinación deliciosa. Se sentía placer justo cuando inhalabas el aroma.

─ Es preciosa ─ comente mientras entraba a la habitación, mientras el cerraba la puerta.

─ Es bueno que te guste ─ pasó a mi lado buscando algo entre sus cosas que se encontraban dentro de un armario.

Habían puesto faroles color rojo para que así pintaran más la habitación de un rojo más intenso. Marco tenía una pequeña caja amarilla en la mano izquierda y con la derecha tenía la botella de champagne.

─ ¿Quieres? ─ me extendió la botella color verde.

─ No gracias ─ la parte ─. Tengo quince, no tomo.

Se encogió de hombros y regreso la botella a su lugar.

─ Ten ─ me extendió la caja con un pequeño moño blanco en ella ─. Ábrelo.

Quite la tapa sonriente. Pero se me borro la sonrisa al mirar el obsequio que solo se trataba de un papel que tenía escrito.

"¿QUIERES DIVERSIÓN?"

En letras mayúsculas y muy remarcadas. No espere más y me eche a correr hacia a la puerta. Marco se interpuso con los brazos extendidos en ella.

─ ¡Déjame salir! ─ grite.

Sus ojos se posaron en los míos y puede ver todo en él. Todo lo que me quería hacer, la maldad que sus ojos mostraban eran igual de grandes que el universo. Estaba aterrada.

─ No lo harás ─ masculló.

Mi respiración de acelero por cada inhalación que hacía.

─ Mi padre te matara si se entra de todo esto.

El carcajeo.

─ Cariño, tu padre fue quien planeo todo esto ─ continuó mostrando sus dientes blancos ─. Él te vendió, pero para serte franco fuiste muy cara. Costaste más de un millón de dólares.

Di pasos hacia atrás dando tropezones con mis propios tacones.《Mi padre no pudo haberhecho esto》 me dije.

─ No es verdad ─ dije a defensiva.

─ Pruébalo tú misma ─ señaló detrás de mí.

Mi padre salió con la cabeza baja pero no llevaba la mirada triste o arrepentida. Cuando lo mire no dude y caí de rodillas a el suelo a llorar.

─ Necesito el dinero ─ mencionó antes de cerrar la puerta con seguro.

Las manos de aquel hombre rozaron mi espalda desnuda. Para después besar mi cuello. De inmediato la bilis me subió a la garganta al sentir su lengua contra mi piel y sus brazos sobre mi cintura hizo que soltara un sollozo.

Lo supe. Él no era un amigo de mi padre, él era un violador.

─ ¡Apártate! ─ lo empuje con la espalda. El dio pasos hacia atrás y yo aproveche el momento para correr, para así ganar tiempo e huir.

Corrí por la habitación cuando me tomó de la cintura y aventó hacia la cama. Mi grito de socorro no ayudo a ahuyentarlo, él solo me sonrió con la lengua de lado hacia fuera.

─ No te escaparas.

Se colocó arriba de mi torso y empozo a besar mi cuello e inclusive más abajo casi llegado a mi pecho. Me agitaba y pataleaba pero no se movía.

Seguía llorando con desesperación y moviéndome con brusquedad, gritaba pero nadie me escuchaba. El seguía recorriendo mi cuerpo con sus manos y mi rostro con sus labios. Baje la vista y observe mis tacones. Mientras el me besaba estire mi mano hasta tomar el zapato y pegarle tan duro en la espalda que se retorció.

Lo quite de encima y corrí hacia la puerta.

─ ¡Ayuda! ¡Por favor! ¡Socorro! ─ golpee la puerta varias veces.

No pude ni siquiera apartar de la puerta cuando vi que esta se partió en dos. Caí fuertemente junto con los demás trozos de puerta.

Abrí los ojos y aunque no podía ver nada ya que pedazos de madera habían entrado en mi cornea pude visualizar varias siluetas entrando a la habitación. Alguien me tomo por los hombros y lo primero que hice fue patalear y gritar pero cuando escuche una voz diferente a la de Marco supe que estaba a salvo.

─ Tranquila estas bien. Estas a salvo.

Un oficial me abrazo y llore en sus hombros. Veía a Marco y a mi padre salir esposados con varios a policías alrededor.

─ ¡Me vengare, Allyson! ─ gritó mi padre cuando salió por la puerta.

Fin del Flashback

 

─ Pensé que John me llevaba a todos esos lugar para pasar tiempo padre e hija pero nunca pensé que fuera para venderme con ellos ─ suspire mirando hacia el horizonte ─. Un mes después mi madre recibió una llamada de John advirtiéndole que se vengaría de mi algún día, hoy en día temo a que venga por mí y me quiera vender a personas que…─ se me entrecorta la voz ─ que, sean peor que Marco.

Harry se quedó callado para después pasó su mano a mi rostro limpiando mis lágrimas.

─ Nunca entenderé porque me hizo esto a mí ─ niego mientras más lágrimas caen por mis mejillas ─. John está cerca y vendrá por mi…no puedo evitar estar aterrada.

Harry me mira con atención mientras yo permanezco con la cabeza baja. Siento su brazo rodearme el cuello, cuando con su otra mano me alzaba la barbilla para que lo mirara.

─ Estarás bien ─ dice con voz lenta y suave.

Lo veo con ojos llenos de emoción. Se acerca hacia a mi hasta que su respiración llega a mi frente, Harry se agacha hacia a mí con sus labios casi rozando los míos y entonces cierro los ojos. Cierro los ojos con la esperanza de que me lleguen a tocar sus labios una vez más, cierro los ojos aún más para saborearlos otra vez. Aunque, este nunca llego.

Lo noté cuando su mano que me sostenía se volvió solo aire y su calor se convirtió en frío. Siento mis labios temblando cuando abro los ojos y solo miro su mano con la cruz tatuada desaparecer por la ventana.

 

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