Secret

Secret


Capítulo 53

Página 57 de 104

Capítulo 53

 

Pasamos por el palacio de Buckingham hasta llagar al puente de la Torre Bridge donde nos esperaba un yate.

─ Señor Moore, su yate lo espera ─ un señor ya grande con traje señaló un yate blanco.

─ ¿Qué significa esto? ─ di una pequeña carcajada.

─ Tu solo sígueme ─ caminábamos hasta el yate ─. Gracias, Luck.

Subimos al yate junto con Luck.

─ ¿Champaña? Señor ─ Luck nos mostró dos copas y una botella.

─ ¿Quieres? ─ me miró Harry.

─ Humm… ¿sabe muy fuerte?

─ No lo sabrás sino la pruebas.

Rechine mis dientes.

─ Okay.

Miró a Luck.

─ Si, por favor.

Él sirvió champaña en ambas copas, después estiró una copa a Harry y la otra a mí.

─ Los dejare solos ─ el señor de traje puso la champaña en una hielera, bajo por unas escaleras hasta llegar a una cabina.

─ Salud ─ Harry estiró su copa hacia a mí.

─ ¿Por?

─ Estar juntos ─ chocamos las copas.

Mire el líquido amarillo con espuma arriba para después beber un poco. Separe la copa de mis labios y después lo saboree.

─ ¿Y? ─ el arqueo una ceja.

─ Esta rica ─ me lamí los labios.

─ No te vayas a emborrachar.

─ Creo que te lo tendré que advertir a ti.

─ Yo aguanto más que tu ─ me dijo burlón.

Reímos. Admiraba toda Inglaterra mientras pasábamos abajo del puente y a lado del Big Ben.

─ Quiero que me enseñes tu vida ─ le dije.

El trago la champaña que tenía en la boca.

─ ¿Qué?

─ Me refiero a que quiero ser parte de tu vida.

─ Pero…ya lo eres ─ me miro extraño.

─ Solo muéstrame lo que heces cada día de tu vida, como si yo no tuviera aquí, quiero que salgamos pero que me muestres lo que haces ¿si?

─ Recuerda el trato.

─ ¿Acaso tú lo cumpliste? ─ deje la champaña en la pequeña mesa que había frente a nosotros.

Suspiró.

─ Bien te la enseñare pero no te vaya a asustar.

─ ¿Asustar? ¿Por qué me asustaría? ─ me separe un poco.

─ Solo prométeme que no lo harás.

─ Si, si lo prometo ─ bufe ─. Pero ¿por qué asustarme?

El negó un par de veces y después me tomo las manos.

─ Promete que pase lo que pase jamás me dejaras.

Mire su cara de angustia《¿por qué estaba así?》 Sea lo que le esté pasando me está asurando.

─ ¿No crees que ya han sido muchas promesas por hoy?

─ Solo dilo y me harás muy feliz.

─ Es que…

─ Prométeme que pase lo que pase jamás me dejaras.

Mostré una sonrisa pero a la vez lo mire confundida.

─ Lo prometo.

─ Genial ─ sonrío mostrando sus hoyuelos.

Volvimos a chocar las copas.

─ Nunca pensé que Londres fuera tan bonito ─ mire el agua que estaba al rededor.

─ Nos pudimos haber quedado aquí.

─ Si…─ pause ─ no creo, amo mi cuidad.

─ Okay, donde tú estés yo estaré.

Eche la cabeza hacia atrás soltando una carcajada.

─ ¿Qué?

─ Harry que filósofo eres ─ volví a reír.

Empujo su espalda hacia atrás.

─ ¿Filósofo?

─ ¿O prefieras que te diga cursi?

─ ¿Por qué me llamarme así? ─ arqueó su ceja izquierda.

─ Por cada frase que se te ocurre, suenan muy…cursis ─ tome un trago.

─ Así soy y así me gusta ser.

Volví a dar un trago y poner la copa en la mesa. Mire sus profundos ojos cuales, nunca había visto los verdes que los tenía, podía ver perfectamente su pupila al cómo se agrandaban cuando me veía y su mirada pesada era lo que me atraía más.

─ Nunca dije que no me gustaba.

Puse mi cabeza entre su hombro y su cuello, él puso su venza encima de la mía; sentí como giro la cabeza lentamente después planto un beso en ella.

─ ¿Harry? ─ alce mi mirada.

─ ¿Si?

─ ¿Quiénes eran ellas? ─ quite mi cabeza de su hombro.

─ Esperaba a que lo preguntaras ─ se recargó bien en el respaldo del yate.

─ Ya lo hice, ahora ¿ya me cuantas? ─ me incline más a él y el solo sonrió.

─ Hace tres años en décimo grado, había un grupo de chicas en el cual destacaban las dos hermanas Jenner, Natalie y Bárbara Jenner. En ese entonces, Derek y yo éramos los chicos más populares por lo tanto varias chicas nos deseaban.

Arquee una ceja.

─ Así que ¿desde pequeño has sido acosado?

─ Si, algo así.

《Ugh, su orgullo era lo que más odiaba de el》

─ Sigue.

─ Okay. Odiaba a esas chicas, eran tan ofrecidas y tan perras que no los podía a aguantar. Como sea, en la fiesta de graduación ambas chicas quemaron mi auto…

─ Espera ¿qué? ¿Quemaron tu auto? ¿Por qué? ─ abrí mis ojos más de lo normal.

─ Si lo hicieron.

─ ¿Por qué? ¿Qué fue lo que les hiciste?

─ Fue una tontería en realidad ─ pasó su brazo detrás de mi espalda.

─ Entonces quiero que me cuentes esa tontería.

El rodeó los ojos al mismo tiempo mostró una sonrisa de desagrado.

─ Deje a Bárbara plantada en el baile de graduación, por eso encendieron mi auto.

─ ¿Y por qué a mas lo hicieron?

─ Son como uña y mugre.

─ ¿Tanto así?

Asintió con la cabeza, se aclaró la garganta y después hablo.

─ Cuando me enteré que encendieron mi auto lo primero que se me ocurrió fue enviarlas a el triángulo de las Bermudas en barco pero se me ocurrió otra idea sin poderlas matar. El mismo día que incendiaron mi auto le pedí a un chico que llevaba droga me dirá un poco para después ponérsela a esas par de…─ hizo un gesto ─ lagartijas, así que las endrogue. Conseguí a dos tipos para que se acostaran con ellas; justo el día de la graduación llegó con veinte chupetones en el cuello, con ojeras miradas casi negras. Cuando se enteraron de que las endrogue me gritaron "¡Tú siempre serás una puta!" Y me lanzaron sus zapatos a la cabeza.

─ ¿Zapatos? ¿En serio?

─ Si zapatos, creo que su tacón se enterró en mi espalda.

Reí.

─ Me hubiera encantado haber visto eso.

─ No fue gracioso, estuvo demasiado doloroso. Aun creo que tengo la marca.

Me cubrí con la mano mi sonrisa el me hecho una mirad fulminadora.

─ Ya basta, para de reír ─ dijo seco.

─ Es gracioso, tienes que admitirlo.

─ Uy si seguro ─ hizo sus manos atrás en forma de burla ─. Lo dices porque no tienes una marca de tacón marcada.

─ ¿En qué parte?

─ En la espalda ─ se giró mostrándome su espalda mientras en señalaba con su dedo la parte superior.

─ ¿Y te dolió?

Él se giró a mí dando una mirada obvia.

─ No. Grite de felicidad ─ dijo sarcástico.

─ Ay perdón.

─ Solo sigue admirando el paisaje.

Asentí y me acomode entre los brazos de Harry mientras él seguía bebiendo.

El aroma de Londres, Inglaterra o más bien el aroma de la cuidad antigua atravesaba mis órficos nasales una y otra vez, este olor era delicioso en San Francisco es diferente es un aroma a nuevo. Algunas de las personas que pasaban por las calles o se asomaban hacia el río su porte eran realmente recto y caminaban a la perfección pero la otra parte estaban peinados con estilo punk y estaban tatuados con sus camisas abiertas y las mujeres con su escote realmente abierto. Habían muchos chicos guapos para ser sincera pero sólo tenía ojos para un de mil chicos en todo Londres y ese chico era Harry. A pesar de haberlo conocido hace un mes me tenía rogando de sus pies, me traía realmente loca, lo cual nadie me había hecho sentir así. Lo que sentía por Harry era realmente especial, nunca me había sentido así.

Reaccione después de que el morro del yate dejo de soñar y el yate dejo de arrancar.

─ Señor Moore ─ dijo él mismo señor que nos sirvió la champaña ─ su recorrido termino.

─ Oh…uh…gracias ─ se paró y se puso del enfrente de mi ─. Es hora de irnos.

─ Okay.

Me pare del asiento y ambos nos bajamos del yate.

─ Gracias por el viaje ─ le mostré una sonrisa al señor.

─ No hay de que, señora Moore.

Fruncí que el ceño ligeramente y mire a Harry.

─ Aun no lo es ─ Harry guiño un ojo ─. ¡Oh! Y gracias por la champaña.

─ Seguro, señor Moore.

Ambos nos giramos para irnos hacia el auto. Aun no lo es. Repitió en mi cabeza.《¿A qué se refería?¿Me quería pedir matrimonio? Okay. Esto me asusta.》

─ ¿A qué te referiste con "aún no lo es"? ─ subí ligeramente la mirada mientras él la bajaba.

─ Nadie sabe el fruto, All tal vez seas la futura señora Moore.

Sonreí pero te pídame te la borre antes de que se diera cuenta. Sacó de su bolsillo trasero las llaves del auto, apretó el botón y se abrió el auto.

─ Sube ─ abrió la puerta del copiloto.

─ ¿Puedo manejar? ─ me quede frente a él esperando una respuesta pero el solo dio una carcajada.

─ ¿Sabes manejar?

─ ¿Cuántos años crees que tengo? ¿Ocho?

─ A veces lo creo.

Entre cerré mis ojos dándole una mirada fulminadora, volvió a reír.

─ Bueno, prefiero tener la mentalidad de alguien de ocho que de un feto en desarrollo ─ cruce mis brazos arqueando la ceja derecha.

─ Los fetos a un no tienen cerebro.

─ Exacto ─ le quite las llaves del auto y me dirigí hacia el lado izquierdo.

Subí al auto, el hizo lo mismo.

─ Espero que no nos multen ─ dijo mientras se ponía el cinturón.

─ Ugh, tranquilízate pareces muy preocupado.

─ Si nos multan tú la pagas.

─ Si seguro ─ introduje la lleve.

Encendí el motor. Arranque pero en vez de ponerlo en reversa el auto se fue de frente provocando que chocará con un auto cuya alarma empezó a sonar.

─ ¡Dijiste que sabias manejar! ─ gritó.

─ Perdón, pensé que lo había puesto en reversa.

─ Solo ponte de reversa ¡ya! ¡Ya!

─ No vamos a bajar…

─ ¡Ya!

Rápidamente puse la palanca en reversa y este lo hizo. Cambie la velocidad a segunda para salir disparados del parking.

─ Ten suerte que nadie se dio cuanta ─ el mantenía los ojos firmes al frente.

─ Si lo sé ─ cambie la velocidad.

─ Pensé que sabias manejar ─ repitió.

─ Si se, no es mi culpa que estén mal las velocidades.

─ Te recuerdo que nosotros manejamos del lado izquierdo ─ cambio la velocidad ─Por cierto, tenías que cambiar la velocidad desde hace media cuadra.

Lo mire de reojo y después puse mi vista al frente.

─ ¿Te parece que tu manejas la palanca? ─ señale la palanca.

─ Me parece buena idea.

Sonreí. Un sonido sonó a lado de Harry, volví a mirarlo de reojo. Cuando vio su celular frunció el ceño, lo bloqueo y volvió a poner su mano en la palanca.

─ ¿Quién era?

─ Nadie importante ─ contestó seco.

─ ¿Era Derek?

─ Como dije, nadie importante.

 

Ir a la siguiente página

Report Page