Renata

Renata


Inicio

Página 2 de 2

-Suena delicioso. Es música para mis oídos. Nunca he salido fuera de América. Me encantará conocer Europa. Y en Paris podemos encargar a nuestro pequeñajo.

 

-Si quieres lo encargamos ahora. Para qué esperar. Aterrizo en un momento y lo creamos en medio de la naturaleza, rodeados de todos los árboles y de la nieve. No hay nada más sano que el ejercicio físico al aire libre.

 

-¿Quién sabe con toda la actividad que hemos tenido los días pasados, lo mismo ya está en camino? Pero tampoco me importa la idea que has tenido. Me divierte mucho el deporte. Por mí no hay problema.

 

-Ganas no me faltan. Pero estamos llegando a nuestro destino.

Hablaremos con el Inspector de la Península de Alaska. Él nos dará la última pista que nos queda.

 

-¡Qué ganas tengo de cazar al “Mapache”, se me van las manos al hacha!

 

-¿Tienes la pistola reglamentaría bien cargada, cielo?

 

-Estoy armada hasta los dientes. ¿Y tú mi amor?

 

-Eso ni se pregunta. “Rambo” no era nadie a mi lado. Hasta un cuchillo muy afilado que me regaló “Zarpas de Oso”, lo llevo en la bota derecha.

 

-Si te lo ha dado él, tiene que ser el mejor cuchillo. Es muy bueno haciéndolos. Se dedica también a venderlos. Cualquiera te dice nada y te lleva la contraria, das miedo, mi vida.

 

-Tú puedes decir y hacer lo que te dé la gana conmigo. Me tienes en tus manos princesa.

 

-Me dan ganas de besarte mientras aterrizamos. Estás para comerte.

Y tengo un hambre que no veas.

 

-Puedes besarme después del aterrizaje, no sea que nos quedemos colgados de un árbol.

 

-Trato hecho. No te vas a escapar a ningún lado. Tienes a la mejor rastreadora de Alaska. Te encontraría siempre. Tú olor lo tango impreso en mi memoria.

 

-Agárrate fuerte Renata, que la pista está muy helada. Luego me das mi recompensa por ser tan buen piloto.

 

-¡Uf, ha estado cerca el caernos al Océano! Ya estamos a salvo. Ven aquí maridito, que te muerda un poquito.

 

Besé con fuerza a Dereck, no me cansaba de su sabor. Lástima que tuvieran que salir de la avioneta. Me costó separarme de sus labios.

 

-Esto es un anticipo mi esposa. Cuando lleguemos al hotel, te voy a devorar entera.

 

-Sí, que bueno. Nos daremos una ducha caliente y nos tomaremos una buena comida, para tener fuerzas y entrar en acción.

 

-Coge tu bolso cariño. Menos mal que estamos cerca del alojamiento, con esta ventisca que se está preparando nos podemos quedar congelados.

¡Date prisa!

 

-Estoy acostumbrada, no te preocupes.

Venga te echo una carrera hasta el hotel. Él que pierda paga todo.

 

-Vale, te daré algo de ventaja, ya que soy “Águila Veloz” y te puedo atrapar “Pajarillo”.

 

-Ni en tus sueños, me puedes coger. Corro como una gacela. Ya lo verás.

 

Salí corriendo y le dejé atrás, claro yo no llevaba tanto peso. Jugaba con ventaja. Llegué al alojamiento antes que él, riéndome a carcajadas.

 

-Casi te cojo. Si que corres, he estado a punto de hacerte un placaje, pero me daba pena aplastarte con mi peso.

 

-Ja, ja. Ni de casualidad ibas a atraparme. ¿No conocías a la campeona de atletismo de mi Universidad? Tengo mi habitación llena de medallas. Bueno, te confieso que tenía toda la ventaja sobre ti, ibas cargado con todo el equipaje.

 

-He sido generoso y te he dejado ganar. Prefería mirar como salías disparada con tu melena al viento. Eres digna de admiración. Me he sentido como un león que quiere cazar a su gacela.

 

-Ya me tienes bien cazada. Ahora a subir al dormitorio y a relajarnos como nos merecemos. Después hablaremos con el personal de la comisaría.

CAPÍTULO XII

 

-Renata, vístete cariño. Deberíamos ir ya a ver al inspector, enseguida se hace de noche y luego no hay quien salga.

 

-Ya voy. No sé si ir armada. Meteré en el bolso la pistola.

No creo que nos tropecemos con los asesinos. Sería mucha casualidad.

 

-Viene bien ir armados por si acaso. Pero ven aquí a que te dé un repaso reglamentario antes de salir, no sea que no cumplas las normas policiales.

 

-Es su obligación hacerme un chequeo por todo el cuerpo mi sargento. No opondré ninguna resistencia. Puede empezar por mis hombros y va bajando poco a poco hasta mis botas.

 

-Cumples todas las normativas. Tienes cada cosa en su sitio. Y le agradezco su colaboración. Me siento muy satisfecho del trabajo realizado.

Ya podemos salir en busca de nuestro objetivo.

 

-Gracias mi sargento. Siempre a su disposición.

 

Abracé a Derek y salimos a la intemperie. Íbamos riéndonos y recordando el buen rato que habíamos pasado antes; amándonos cada vez con más pasión. La comida, la habían subido a la habitación. Nos pusieron un estofado de arce para chuparse los dedos. Estábamos pletóricos de felicidad.

 

Llegamos enseguida a la Central.

 

-Buenas tardes. Somos los Inspectores de los Ángeles: Renata Richardson y Dereck Johandson, venimos a ver al Teniente John Strong.

 

-Buenas tardes. Ya les está esperando, pueden pasar al fondo de la sala donde la cristalera azul.

 

-Muchas gracias. Sargento Roger.

 

-De nada Inspectores.

 

-¿Dereck?

 

-Sí, mi vida.

 

-¿Tú crees que debo cambiarme el apellido de soltera? Cuando me has presentado, me he dado cuenta que si ya estamos casados, tendré que llevar tu apellido y llamarme Renata Johandson.

 

-Ni lo había pensado, tienes razón. Además en esta misión se supone que ya estamos casados. Ha sido un despiste. Ahora te presentaré como mi compañera y esposa. Si te parece bien princesa.

 

-Es lo mejor. Ya no tenemos que seguir fingiendo. Somos el “Señor y la Señora Johandson”. Suena divertido, ¿no crees?

 

-A mi me suena de maravilla “Señora Johandson”. No sé qué nombre voy a usar para llamarte, tienes tantos que lo mejor será decirte mi amor siempre.

 

-En el fondo eres un blandito romántico. Y eso que el primer día que te vi, creía que me ibas a dar una paliza. Me encanta que me digas cosas tan bonitas.

 

-Pues el primer día que yo te miré creía que me iba a derretir como un helado puesto al sol en verano. Pensé que estabas para lamerte. No pienses que no me costó no perder la compostura y empezar a babear como los demás.

 

-¿En serio? Eres muy bueno disimulando. Si te soy sincera, me pareciste un tío duro, pero cañón. Me impresionaste mucho. Intenté como tú disimular. Pero me temblaban las piernas de emoción de lo rico que te veía.

 

-Vaya par que estamos hechos. Me parece que no engañamos a nadie de nuestro distrito.

 

-Me parece que no. Pero ha sido todo muy divertido.

 

-Bueno, allá vamos. A ver que nos cuenta el bueno del Teniente.

 

(Llamamos al despacho con dos toquecitos)

 

-Pasen, por favor. Les estaba esperando.

 

-Buenas tardes, o buenas noches, según se mire; aquí anochece enseguida. Somos los Inspectores Renata y Dereck Johandson.

 

-Claro, la famosa pareja de recién casados. ¿Qué tal va esa “Luna de Miel”? ¿Les está gustando nuestro País?

 

-Es maravilloso Teniente Strong. Mi esposa Renata, ha nacido en estas tierras. Y le encanta venir siempre que puede. Yo, es la primera vez que estoy aquí y le puedo asegurar que estoy enamorado de toda la belleza de Alaska.

 

-Me alegro Inspector Johandson, espero que cuando resuelvan el problemita que les ha traído, vuelvan a visitarnos y les enseñaremos más tranquilamente todos los encantos de la zona.

 

-Muchas gracias Teniente Strong. Mi marido y yo volveremos todos los veranos, tengo familia Comanche en el otro lado de la Montaña. Y nos encantará venir aquí a la Península para admirar el paisaje tan hermoso que tenemos.

 

-Si me lo permite Inspector Johandson,  quiero decirle que tiene una bellísima esposa.

Es un hombre afortunado. Es un orgullo que una mujer tan guapa proceda de nuestro territorio. ¿No tendrá una hermana gemela para mí, verdad?

 

-Lo siento, solamente tengo un hermano. Pero si se acerca por mi poblado, puede encontrar mujeres muy hermosas. Allí conoció mi padre a mi madre.

 

-Anotaré la dirección y no dude que me pasaré por allí.

Bueno iremos a temas más serios.

Tengo aquí la carpeta con toda la documentación que poseemos sobre el hombre que están buscando.

Es un elemento de cuidado. Bastante peligroso y se rodea de otros hombres de su misma especie.

La última pista, nos lleva a las Islas Foz. Le vieron coger una embarcación y dirigirse allí.

 

-Entonces le atraparemos rápidamente; si está en una Isla no puede escapar tan fácilmente.

 

-La verdad, Inspector Johandson es que en la Isla Foz, puede esconderse en cualquier lado. Lo bueno es que la barca no se la va a llevar al interior. Pueden empezar localizándola.

 

-Teniente Strong. ¿Cree que mi marido y yo necesitaremos refuerzos de su departamento?

 

-Por supuesto que sí. Desgraciadamente aquí en la Península tengo poco personal. Ha dado la casualidad, que mis tres ayudantes se han ido a una misión en la frontera con Canadá y hasta dentro de tres días no volverán. Pueden quedarse si lo desean. En estos momentos solo estamos el sargento, la secretaria Nelly y yo.

 

-No esperaremos más tiempo Teniente Strong. Llevo deseando este momento durante más de dos años.

Con la compañía de mi esposa Renata y una buena lancha motora bien equipada, nos las apañaremos.

 

-Siento mucho no poderles acompañar. Pero por supuesto disponen de todo el material que necesiten para la operación.

Y por favor me podéis llamar John.

Llevaros la carpeta y repasar bien los detalles. Mañana a primera hora tendréis todo lo necesario para que comencéis la búsqueda de esa alimaña.

Ahora espero que me permitáis invitaros a tomar algo en el bar de Stephen. Se alegrará ver caras nuevas, además es el cotilla del condado.

 

-Muchas gracias John, estaremos encantados de acompañarte. Así te puedo seguir hablando de las muchachas Comanches que hay en el poblado.

Tengo una prima que te vendría muy bien, es maestra. Enseña a todos los chiquillos de la zona. Y es muy guapa. Haréis buena pareja, ya que tú eres muy rubio de ojos azules y delgadito, ella tiene unos hermosos ojos rasgados castaños y un pelo negro largo precioso, también es muy esbelta.

Y lo más importante no ha escogido todavía pareja. Si te das prisa, la puedes conocer y adelantarte a tus adversarios.

 

-Mañana mismo voy a verla. No voy a dormir en toda la noche pensando en ella. ¿No tendrás una foto suya por casualidad?

 

-Sí que la tengo. Llevo en mi cartera fotos de toda mi familia y amigos de la tribu Comanche. Ahora te la enseño mientras tomamos algo calentito en el bar.

 

-¡Vaya es una preciosidad! Se parece bastante a ti. Menos en los ojos y en que es más bajita. Ojalá me corresponda. Me he enamorado nada más oír hablar de ella.

 

-Déjame ver la foto, mi vida.  Es verdad que sois muy parecidas. No la vi en nuestro enlace.

 

-Estaba trabajando, ya sabes que va recorriendo todas las zonas más pobres y va enseñando a los chiquillos a leer y a escribir. Lo hace altruistamente, le encanta ayudar a todo el mundo, es muy buena persona.

 

-¿Cómo se llama mi futura prometida?

 

-¿Quieres saber su nombre Comanche o el oficial?

 

-Dime los dos nombres, seguro que son bonitos. Como ella.

 

-En Comanche la llamamos: “Dulce Gacela” y su otro nombre es: Elizabeth.

 

-¿Crees que tengo alguna posibilidad de quedar con ella?

 

-Claro que sí. Somos sencillas pero modernas, tenemos teléfonos móviles. ¿Quieres que la llame y te la presente?

 

-Si no es mucha molestia para ti, te lo agradecería mucho.

 

-Te ha dado fuerte, John. Desde luego estás mujeres son peligrosas, en cuánto las miras te enamoras de ellas. ¡Suerte!

 

-Gracias, Dereck.

 

-Esperar un momento. Ya la tengo en línea.

“Hola mi “Dulce Gacela”. ¿Cómo estás?

Ya conoces la noticia, imagino que la abuela te lo ha contado.

Sí. Es un hombre maravilloso, si no, no me hubiera atrapado.  (Miraba a mi marido con amor, Dereck me sonreía).

Mira estoy con el Teniente John Strong, en la Península.

Se ha quedado impresionado con tu foto. Quiere conocerte si tú lo deseas.

Sí, nos está ayudando en la investigación.

¿Qué cómo es? Te paso el teléfono y él mismo te lo puede explicar.

Un beso mi gacelita. Te quiero. Estás invitada para que puedas asistir a la repetición de la boda pero al estilo americano. Cuento contigo para ser mi Dama de Honor. Cuídate, te quiero”.

 

          -John ya puedes hablar con mi prima. Te dejaremos tu privacidad.

Mientras, Dereck y yo nos sentaremos en la mesa de la esquina y vamos pidiendo algo para los tres. Te esperamos allí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO XIII

 

-¡Despierta Renata! Ya son las siete de la mañana. Tenemos que prepararnos.

 

-(Bostezando) Vete tú sólo. No puedo ni abrir un ojo. Me has dado una paliza esta noche que me duele todo el cuerpo. ¡Sí me acabo de dormir!

 

-Venga perezosa. Creía que tenías más aguante. ¿Dónde está mi mujer guerrera? Puedo ponerte en forma rápidamente.

 

-Como sigas besuqueándome, no nos movemos de aquí en un año.

Aparta para que me levante. Me doy una ducha rápida y me visto enseguida.

 

-Te acompaño, así será más divertido.

 

-Puedes frotarme la espalda, me dejaré que me laves como a un bebé.

Hace mucho que nadie me mimaba tanto. Llévame en brazos hasta el baño “Águila Veloz”. Voy a disfrutar como un “Pájaro del Cielo”.

 

( Nos dejamos llevar por la pasión).

 

-Tómate otra taza de café así te despejarás amorcito.

 

-Ponme otra. Ya me encuentro más despejada. Mi tomahawk está brillante. Llevo de todo encima.

 

-Estupendo. Entonces cogeremos la lancha que nos habrá preparado John y rumbo a por el “Mapache”.

 

-Dereck. ¿Sabes manejar la lancha? Yo la manejo muy bien, así mientras la tripulo, tú vas leyendo las notas de la investigación.

 

-Sí. Se llevar cualquier barco. Viviendo en los Ángeles y siendo poli, tengo el carnet de capitán. Puedo hasta con un transatlántico. Te daré el capricho de pasearme.

 

-Gracias por dejarme. Tú pilotas la avioneta y yo te paseo por el Océano. Es un acuerdo genial. ¡En marcha mi capitán!

 

 

-Dereck. ¿Has encontrado algo interesante en las hojas que estás leyendo?

 

-Lo que sabíamos por el Teniente John. El criminal está en la Isla Foz. Atracaremos la lancha donde veamos la barca que se trajeron.

 

-Voy a dar la vuelta alrededor de la Isla, estate pendiente si ves algo en movimiento.

 

-Gira hacía la Costa Oeste, me ha parecido detectar algún barco.

Cogeré los prismáticos, afloja un poco la velocidad, Cielo.

 

-Parece un poco escarpado el terreno. Me arrimaré lo que más pueda para dejar la lancha al lado de la barca.

 

-Maniobra muy despacio. Hay unas cuantas rocas que sobresalen.

Cogeremos las mochilas, no sabemos si se encuentran por esta zona.

 

-Ya está. Salta y amárrala en el saliente. Yo cogeré lo necesario, Dereck.

 

-Empezaremos a buscarlos hacia la cima más alta. Sería el lugar más lógico para que controlen todos los movimientos de la Isla.

 

-Espero que no nos estén observando. Somos un blanco muy fácil.

 

-Les despistaremos entre la maleza. Acércate más a mí. Quiero decirte algo al oído.

 

-Dime mi amor. ¿Tienes algún plan?

 

-Nos vamos a besar y a abrazar, tenemos que representar nuestro papel de recién casados.

 

-Eso es fácil de obedecer.

 

( Le abracé con todas mi fuerzas y le besé durante un buen rato)

 

-Si no paramos, vendrán a buscarnos por escándalo público. Has estado muy convincente en el papel de enamorada.

 

-Tú lo has hecho a la perfección. Tenemos que ensayar a menudo para practicar. Cada vez nos saldrá mejor y nadie podrá dudar de nuestro amor.

CAPÍTULO XIV

 

-Renata, si estás muy cansada descansamos un poco, nos tomamos las vituallas y bebemos mucha agua.

 

-Me caigo de cansancio. Vamos a sentarnos en las rocas más planas y recobramos fuerzas.

 

-Toma el bocadillo de bonito con pimientos. Y la lata de zumo de naranja. Estaremos un rato. Y enseguida nos ponemos en marcha. A ver si lo atrapamos antes de que oscurezca. Si no tenemos que pasar aquí la noche.

 

-¡Está buenísimo el bonito! Tenía mucha hambre. ¿No quedará algo de fruta por ahí?

 

-Comes muchísimo, no sé donde lo echas. Toma cariño, queda un plátano y galletas de chocolate.

 

-Gracias, nene. Ahora soy persona. Esto es otra cosa. Bueno, cuando quieras nos ponemos en marcha.

 

-Nos llevará dos horas llegar arriba. No pararemos hasta entonces.

¿Aguantarás mi “Pájaro del Cielo”?

 

-Dalo por hecho “Águila Veloz”. Podría caminar veinticuatro horas…

 

          -Por fin la cima. Aquí no creo que tengan muchos rincones donde esconderse los asesinos. ¿Tú qué piensas, Dereck?

 

-Renata. Presiento que ya estamos muy cerca del final.

 

-¡Mira! Me parece que detrás de esos peñascos hay una cabaña.

¿Quizá se escondan ahí?

 

-Vamos a acercarnos muy sigilosamente. Tendrán a alguien que vigile la entrada.

 

-¿Sacamos ya las pistolas?

 

-Sí. Es mejor ir preparados. No me fio de ellos. Cuando estemos muy cerca, entraré yo primero y tú me cubres.

 

-Vale. Suena como en las películas.

 

-¡Renata! Hablo muy en serio. Esto no es un juego de ir a cazar un ciervo. Hay que tener mucho cuidado. No quiero que te arriesgues. ¿Has entendido? Te quiero demasiado. No permitiré que te ocurra nada.

 

-Lo siento no pretendía ser tan frívola, solo lo he dicho para quitar un poco de tensión.

 

-Está bien. Pero prométeme que en este caso seguirás todas mis instrucciones. Si te ocurriera algo me moriría. Eres lo más importante en mi vida.

 

-Y tú también. Dame un beso de la buena suerte. Y acabemos de una vez con esa chusma.

 

-Tus deseos son órdenes para mí. Ven que te voy a besar hasta dejarte sin sentido.

 

(Nos besamos con toda el alma)

 

          -Vamos muy despacio, no quiero sorpresas. Cuando diga: ¡ya! Me cubres. Voy a dar una patada a la puerta y entramos. ¿De acuerdo cariño?

 

-Estoy ya preparada. Manejo el tomahawk con la mano izquierda.

Los quitaré la cabellera y daré un grito de guerra.

 

-Esa es mi chica. Suerte mi amor.

 

-Suerte mi corazón.

 

          Cubrí a Dereck, mientras entrabamos en la cabaña. Los pillamos a todos borrachos y fue fácil de detenerlos. Estaban tumbados y roncando como animales.

“Mapache” estaba en estado de shock, quiso levantarse y atacar. Antes de que lo intentara, Dereck le metió un puñetazo en su cuerpo y lo derribó al suelo.

Los esposamos  y llamamos a la Jefatura del Teniente John para que mandaran al Sargento, con otra lancha y llevarlos a todos a la cárcel.

 

-¡Levantaros todos! ¡Rápido! ¡Vais a bajar la cuesta rodando!

¡Os esperan unos años muy felices! ¡El que sobreviva se lo va a pasar en grande! ¡Tendréis un juicio justo a la medida de cada uno!

¡”Mapache”! ¡Pagarás por todo el daño que has hecho y tu asesinato no quedará inmune!

 

-¿Le quitamos entonces con mi hacha la cabellera, mi cariñito?

Así tendríamos un recuerdo memorable.

 

-Tesoro, no quiero que te ensucies las manos por esta bestia, ni se manche tu precioso tomahawk.

 

-Me dejas con las ganas. Le puedo hacer una raya en el pelo, le quedaría muy bien.

 

-Bajemos a esta escoria. Enseguida llegará el Sargento y nos ayudará a repartirnos a los presos.

 

-Me pido a “Mapache” para llevarlo con nosotros de regreso a la Península. Será un viaje muy entretenido. La de cosas que podemos hacerle para sujetarle y que no se caiga por la borda.

 

-Buena idea mi Renata. ¡En marcha todo el mundo!

CAPÍTULO XV

 

 

Renata admiraba su vestido de novia.

 

-Mamá. ¿Qué tal me queda? ¿No lo ves un poco estrecho?

 

-Estás preciosa. Te sienta maravillosamente. ¿Quieres llevar el pelo suelto?

 

-Lo prefiero. Me pondré unas sencillas flores en el cabello.

Sabes mamá, estoy muy feliz de compartir con todos este momento. ¡Hasta la abuela se ha atrevido a volar en avión para verme!

 

-Nadie se lo perdería por nada en el mundo. Se te ve tan radiante y nosotros somos dichosos por ti. Has sabido elegir muy bien, mi “Pájaro del Cielo”. Dereck es un hombre excepcional. Le queremos mucho todos.

 

-Gracias mamá. Las mujeres Comanches sabemos escoger a nuestros maridos. Y tenemos un gusto exquisito.

Luego te fijas en la prima “Dulce Gacela” y en su Teniente. Creo que ya ha cazado a su presa. Le tiene hechizado, no para de mirarla. Podemos ir pensando en la próxima boda.

 

-Tienes toda la razón mi nenita. Iremos de compras cuando regreses de tu viaje a Paris. O si no, tráeme algún modelito parisino para la ceremonia en Alaska.

 

(Abracé  y besé a mi madre).

 

-Vamos mamá. Están esperándonos todos para comenzar la celebración.

 

-Sí. Vamos hija mía que “Águila Veloz” estará muy nervioso, pensando que se le ha escapado su “Pájaro del Cielo”.

 

(Nos echamos a reír  y bajamos abrazadas)

 

-¡Renata! ¡Estás hermosísima, guapísima y preciosísima! Cada vez que te miro, más enamorado estoy de ti. ¡Qué ganas tengo de irnos de viaje!

 

-Tú tampoco estás nada mal. Hasta te has puesto un traje muy elegante.

También te quiero y te voy hacer el hombre más feliz de todos.

 

-Y yo a ti. ¿Espero que en el vuelo no te marees? Nuestro primer encargo ya está en camino. Te voy a malcriar “Pájaro del Cielo”, no voy a saber decirte que no. Y a nuestros hijos les daremos todo nuestro amor.

 

-Es bueno saber que me das ventaja en todo. Soy muy competitiva y te voy a ganar en besuquearte durante toda la vida.

 

-Te daré un poco de ventaja. Luego te adelantaré y no te soltaré.

 

 

“Águila Veloz” por fin consiguió a “Pájaro del Cielo”. O ¿fue “Pájaro del Cielo quién consiguió a “Águila Veloz”? Con esos pensamientos me casé con Dereck.

Si te gusta esta obra puede que te gusten también las siguientes obras de la autora en www.amazon.com:

 

1-MONTAÑA AZUL

2-CASTLE WHITELAN

3-EL TORREÓN

4-RENATA

5-TWICE IN THE ISLAND

6-TÍA PETUNIA

7-CASUALIDAD O DESTINO

8-VIOLETA

9-ANDROS-5

10-ANN Y ROBERT

11-LA SUREÑA

12-UN TREN PARA RAQUEL

13-ANGELINA

14-EL CÓDICE MONÁSTICO

15-IKAWUE

16-LA JOVEN DESCONOCIDA

17-LOS DEDOS MÁGICOS DE VICTORIA

18-EL CAFETAL DE VIRGINIA

19-EL EMBRUJO DE GREG

20-PATRICIA Y EDGAR

21-EL SONIDO MÁS HERMOSO

22-LA HECHICERA Y EL ENMASCARADO

23-LA DUALIDAD DE GERARD

24-LARS

25-LA ABADIA

26-BRITANNY

27-LA PIEDRA MÁS PRECIOSA

28-BRIGITTA

29-LA HERENCIA DE JUDITH

30-KARL Y CINTHIA

31-SUNSHINE

32-ENCANTADOS CON EL ENCANTAMIENTO

33-EL MISTERIOSO CABALLERO

34-EL CONJURO DE LAS CONSTELACIONES

35-EL SUEÑO DE KNUT Y AINE

36-EL MAGNETISMO DE ÁFRICA

37-EL GUERRERO DE YAYZA

38-CRUCE DE CAMINOS

39-DOS ALMAS QUE SE HABÍAN ENCONTRADO

40-EMMELINNE

41-KORALINA

42-BAJO LA OSCURIDAD

43-ATHAN EL INMORTAL

44-IONA

45-EMILY

              Página 56

 

 

RENATA

 

 

 

 

              Página 43

 

Has llegado a la página final

Report Page