Hitchcock

Hitchcock


Periodo norteamericano » 1969. Topaz

Página 64 de 92

T

O

P

A

Z

(TOPAZ - 1969)

Producción Universal, Alfred Hitchcock; Estados Unidos.

Dirección: Alfred Hitchcock.

Asistente de producción: Herbert Coleman.

Guión: Samuel Taylor, basado en la novela de Leon Uris.

Fotografía (en color): Jack Hildyard.

Música: Maurice Jarre.

Edición: William H. Ziegler.

Vestuario: Edith Head.

Asistente personal de Hitchcock: Peggy Robertson.

Intérpretes: Frederick Stafford (André Devereaux), John Forsythe (Michael Nordstrom), Dany Robin (Nicole Devereaux), John Vernon (Rico Parra), Karin Dor (Juanita de Córdoba), Michel Piccoli (Jacques Granville), Philippe Noiret (Henri Jarre), Claude Jade (Michèle Picard), Roscoe Lee Browne (Philippe Dubois), Per-Axel Arosenius (Boris Kusenov), Michel Subor (François Picard).

Duración: 127 minutos. // Rodada de 1968 a 1969 en Copenhague, Wiesbaden, París, Nueva York, Washington y en los estudios Universal. Estrenada en 1969.

SINOPSIS: En 1962, el agente de la CIA, Michael Nordstrom es comisionado en Copenhague para ayudar a Boris Kusenov, oficial de seguridad ruso, a obtener asilo político en Occidente. Kusenov denuncia entonces la infiltración rusa en la isla de Cuba y en la misma OTAN a través de Francia. Uribe, secutarlo de Rico Parra, hombre de confianza de Fidel Castro, se halla en Estados Unidos y está dispuesto a revelar información más detallada. Se arregla que se fotografíe la reunión en una floristería de Harlem. Devereaux viaja a Cuba contra los deseos de Nicole, su mujer, que sospecha, con justa razón, de la infidelidad de su esposo, quien se reúne en la isla con su ex amante Juanita de Córdoba, líder de la resistencia y actual amante de Rico Parra. El complot es descubierto y Juanita muere a manos del cruel Parra. Devereaux viaja a Washington con la información vital. Su familia lo ha dejado para volver a Francia y él es sospechoso ante los ojos de su gobierno. Deveraux indaga sobre el hombre que comanda la operación Topaz en la OTAN en Francia. El sujeto en cuestión, Granville, resulta también amante de Nicole y, al verse descubierto, acaba por suicidarse. Un periódico proclama: «La crisis de los misiles cubanos termina. Estados Unidos abandona el plan de bombardear las bases».

A Hitchcock se le ha calificado frecuentemente como «un cineasta de secuencia», o sea, como alguien capaz de crear extraordinarias secuencias que sobresalen por encima del resto de la cinta. Aunque esto es parcialmente real, no se puede ver como una regla general de su obra. Sin embargo, aunque en el caso de

Cortina rasgada la sola secuencia del asesinato de Gromek sostiene la cinta,

Topaz también goza de una afortunada secuencia (aquella en la que muere el personaje de Juanita).

Hitchcock emprendió

Topaz con la vaga conciencia de que «estaba ahí». Los derechos de la mediocre novela habían sido comprados por la Universal. Samuel Taylor fue llamado con urgencia por Hitchcock, y según su propio testimonio, escribió parte del guión durante el rodaje, teniendo listas algunas secuencias «horas antes de que fueran rodadas».

Donald Spoto afirma, en un arranque de pasión, que uno encuentra el verdadero sentido del filme «después de verlo media docena de veces» y después de tan noble dedicación, declara que «es un filme cuyos ángulos y colores narran la historia». La benevolencia de Spoto no es compartida por la mayoría, que ni siquiera puede encontrar en ella media docena de minutos rescatables. Resulta inconcebible que

Hitch haya optado por un asunto tan carente de matices durante una época en que la mayoría de los filmes presumían de una posición «comprometida»; casi todos los críticos se mostraron «asqueados» ante el maniqueísmo de la historia.

Sin embargo, Spoto destaca, muy justamente, las imágenes finales de la muerte de Juanita (Karin Dor), y describe así la secuencia: «En un maravilloso plano subjetivo la cámara desciende la escalera [poniéndonos en el lugar de Juanita bajando suavemente, como en una danza de muerte, hacia Parra. Ella lo abraza […] y la cámara, viajando 180 grados, sube hasta quedar por encima de sus cabezas. Un revólver dispara y la cabeza de Juanita cae hacia atrás, con los ojos abiertos, hundiéndose suavemente en el blanco piso de mármol, con su bata de lavanda extendiéndose bajo ella, como un oscuro y fatal lecho de lirios. (El efecto se logró insertando alambres en la bata, ya intentado por Hitchcock con la bata de Joan Fontaine en

Sospecha, con menor éxito dramático, ya que el plano no estaba situado desde arriba). La imagen es un ejemplo perfecto de la curiosa unión entre lo bello y lo grotesco, propia de cuando se trata honestamente la tragedia». Juanita queda en un suelo de diseño similar a un tablero de ajedrez, como un frágil peón en el juego político.

Para rematar las incongruencias de la cinta, Hitchcock fue obligado a filmar tres finales: uno en el que Devereaux y Granville se baten a duelo y el último es asesinado por un francotirador, otro en el que Granville escapa de nuevo hacia sus colegas comunistas y el final que la cinta tiene.

APARICIÓN DE HITCHCOCK: En una silla de ruedas de la que se levanta.

Topaz (1969). Muerte de Juanita, un espectacular plano de la actriz Karin Dor

Ir a la siguiente página

Report Page