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El equipo de «Estar presente»

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El equipo de «Estar presente»

EL equipo de «Estar presente» ofreció un enfoque totalmente diferente, lo que dio lugar a un grato cambio de ritmo. Con música suave de fondo, uno de los miembros del grupo dijo:

-Vamos a cerrar los ojos y a relajarnos durante un minuto. Respiremos hondo y dejémonos guiar por una serie de visualizaciones que nos ayudarán a estar totalmente presentes.

Cuando hubo acabado, la misma persona dijo: -Ahora escucharemos los pensamientos que nos ofrecerán algunos miembros de nuestro grupo. Seguiremos relajados, intentando regular la respiración y mantener los ojos cerrados.

A continuación se hicieron una serie de lecturas inspiradoras. Una de ellas decía así:

El pasado es historia.

El futuro es un misterio.

Hoy es un regalo,

por eso se le llama presente.

John explicó una historia personal:

-Yo siempre estaba muy ocupado -dijo con voz triste-,intentando que me llegara el dinero y complacer a todo el mundo. Un día mi hija me propuso ir al parque. Le contesté que me parecía una idea fantástica pero que tenía mucho que hacer en aquel momento. Le pedí que se esperara hasta después y que me dejara terminar lo que estaba haciendo. Pero siempre tenía que hacer algún trabajo muy apremiante y urgente y los días pasaban. Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses.

Con la voz rota, contó que pasaron cuatro años y no fue nunca al parque. Su hija tiene ahora quince años y ya no está interesada en ir el parque, ni tampoco lo está en él.

John hizo una pausa y respiró hondo.

-Hablando con uno de los pescaderos del tema de estar presente, me he dado cuenta de lo poco que estoy presente en casa y en el trabajo. El pescadero me invitó a visitar el mercado con toda mi familia. Mi hija no quería ir, pero finalmente la convencí para que lo hiciera. Lo pasamos muy bien, y me esforcé en estar presente con mis hijos. Mi esposa entró con mi hijo en una juguetería, yo me senté con mi hija y le dije lo mucho que lamentaba no haber estado más con ella. Le dije que esperaba que pudiera perdonarme y que, aunque no podía cambiar el pasado, quería que supiera que ahora iba a dedicarme a estar presente en el presente. Me contestó que no era un mal padre y que lo que tenía que hacer era animarme un poco.

»Me queda mucho camino por delante -continuó-, pero estoy mejorando. Estar presente puede ayudarme a recuperar una cosa que no sabía que había perdido: la relación con mi hija.

Cuando John terminó, Lonnie le susurró a Mary Jane:

-El pescadero era Jacob. Está más contento que unas pascuas desde entonces. Es nuevo y fue su primera oportunidad de ayudar realmente a alguien.

Janet también se emocionó bastante describiendo a una compañera de trabajo que había tenido en otro empleo.

-Esa persona intentaba llamar mi atención -dijo-, pero yo estaba distraída por mis temas personales y no llegamos a conectar. Entonces estalló el infierno. Parece ser que ella no podía más y estaba cubriendo la falta de progresos escribiendo informes imaginarios. Cuando todo salió a la luz, era demasiado tarde para corregirlo. Perdió su trabajo, la empresa perdió un cliente y un montón de dinero, y yo acabé perdiendo mi empleo porque fuimos incapaces de hacernos cargo de su trabajo. Todo esto se podría haber evitado si yo hubiera estado presente cuando una compañera me pedía ayuda.

A continuación, Beth contó algo que le había pasado a ella un día que estaba sentada en su bicicleta estática, delante de la televisión, intentando leer cuando llegó su hijo y se sentó en el sofá. Enseguida supo que le ocurría algo.

-Una madre sabe esas cosas -dijo-. En el pasado, habría seguido con lo mío mientras hablaba con él. Pero la experiencia y un divorcio me enseñaron que la eficiencia no es siempre la opción más sabia con los seres queridos. De manera que apagué la televisión, me bajé de la bicicleta, dejé las revistas y pasé la hora siguiente escuchando con atención las dificultades que tenía mi hijo. Y me alegré mucho de haber escogido la opción de estar totalmente presente.

Otros miembros del grupo contaron otras historias en las que se mezclaban lo personal y lo profesional. Luego reiteraron su compromiso de estar presentes unos con otros y con los clientes internos.

-Cuando estás presente, muestras consideración hacia la otra persona -añadió uno de los miembros del equipo.

También se comprometieron a estar totalmente presentes cuando discutieran un tema, ya fuera entre sí o con un cliente; escucharían con atención y no se permitirían distracciones. Se animarían unos a otros a preguntar:

-¿Te parece bien que hablemos ahora? ¿Estás presente?

Para apoyarse mutuamente y hacer estas preguntas, establecieron una frase a modo de pista. «Pareces distraído», fue elegida como la pista especial para atraer la atención al tema del momento presente. Todo el mundo estuvo de acuerdo en intentarlo. Y todo el mundo estuvo de acuerdo en no leer o contestar el correo electrónico mientras estuviera hablando por teléfono con un compañero o con un cliente.

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