Fetish
Capítulo 56
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Andy había llamado a Makedde cada cinco minutos con su móvil desde que habían salido de la comisaría, pero ella no contestaba. Esperaba que Ed estuviera demasiado ocupado en salvar su propio pellejo para poder secuestrarla. Quizá Makedde estuviera trabajando. O corriendo.
El nudo de su estómago le decía otra cosa.
Un surfista bronceado y con el pelo largo se paró y se quedó mirando con aspecto de tonto cuando el coche patrulla se detuvo frente al edificio de Bronte. Andy saltó del coche y corrió hasta la puerta principal con Jimmy pegado a él. Le pareció oír un débil sonido de sirenas en la distancia: los refuerzos que venían de camino.
Aporreó la puerta.
- ¡Makedde!
Nadie respondió.
- Iré por detrás. -Andy corrió por el césped y subió los escalones del porche de dos en dos. La buscó a través de la ventana-. No hay rastro de nadie. Vamos por la puerta trasera -gritó.
Jimmy apareció en segundos. Contaron hasta tres y abrieron la puerta con un par de patadas simultáneas.
No había nadie en la sala de estar… ni en la cocina… ni en el baño. En el dormitorio encontraron unos pantalones de chándal y una sudadera tirados en un rincón. Dos cajones estaban abiertos y el contenido de un maletín de maquillaje, extendido sobre la cómoda que había junto a la cama. Debía de tener prisa. No la habían encontrado por poco.
Las sirenas callaron en el exterior. Jimmy dejó a los agentes entrar por la puerta principal y les resumió la situación mientras Andy buscaba frenéticamente una pista de adonde había ido Makedde.
- Hay un equipo preparado para ir al piso de Ed Brown -dijo Jimmy-. Estamos trabajando para enviar un helicóptero en busca de la Volkswagen. ¿Y ahora?
Andy advirtió el brusco cambio de actitud. Volvía a ser uno de ellos. Le creían.
