Fern

Fern


Capítulo 10

Página 17 de 48

No pudo evitar preguntarse cómo sería vivir en aquel mundo, aunque fuera por poco tiempo. No podía imaginar cómo sería dormir hasta aburrirse, tener una criada que le llevara un desayuno compuesto de alimentos exóticos elegidos por ella y otra que la vistiera con trajes que costaran más que la granja de su padre, o estar rodeada de docenas de hombres apuestos que le suplicaran que les dedicara un rato de su tiempo, que paseara con ellos, que bailara con ellos, que se sentara a su lado, o que estuvieran dispuestos a renunciar a sus vidas a cambio de la flor que llevaba prendida en el pelo, de un pañuelo o de un beso robado.

Parecía un mundo de cuento de hadas, un mundo demasiado fantástico para ser real incluso para las mujeres hermosas, ricas y malcriadas que poblaban el universo de Madison. Incluso las bellezas millonarias y mimadas tendrían que hacer algún tipo de trabajo.

Pero sospechaba que no lo hacían, que el mundo en el que Madison había vivido antes de ir a Abilene estaba tan lejos de su realidad que ella se sentiría totalmente perdida si la transportaran allí de repente.

«Y te lo tendrías bien merecido si pretendieras hacer algo tan estúpido como ir a Boston».

Fern se obligó a abandonar sus ensoñaciones. Nunca iría a Boston ni a ningún lugar parecido. Había nacido en Kansas y esperaba pasar allí el resto de su vida.

—Y eso es más o menos todo —concluyó Madison—. Nada demasiado emocionante.

«Especialmente porque no has oído ni la décima parte de lo que ha dicho. Quedarás como una tonta si te hace alguna pregunta».

Se alejaron del camino transitado que cruzaba la pradera para coger el sendero que conducía a la granja.

—Parece que su padre está en casa —dijo Madison.

Ir a la siguiente página

Report Page