Escape – Capítulo 8. Una nueva etapa – Parte 8

Escape – Capítulo 8. Una nueva etapa – Parte 8


Escape – Capítulo 8. Una nueva etapa – Parte 8

Sentado en el sofá de la sala de estar de la casa de Jin, Ilya permaneció inmóvil, mirando fijamente la ventana del frente durante horas. Un destello de luz se reflejó en sus ojos color esmeralda, pero lo que estaba viendo no era la vista nocturna.

Cuanto más la miraba, más hermosa le parecía esa casa. A parte de la amplitud del espacio, la tranquilidad le agregó otra cualidad a la vista. La mansión de Moscú siempre estuvo llena con sus subordinados. Era la primera vez que Ilya sentía tanta tranquilidad en su vida.

Cuando era niño y vivía con sus padres, era económicamente pobre, pero no se sentía solo. Incluso cuando fue adoptado por un hombre inflexible, no pensó que se sintiera solo porque Natasha estaba allí.

Ryu Jin…¿Qué pensaría en este lugar? —Era extraño, porque no era sorprendente que no supiera lo que él podría pensar en ese momento. Tenían tan pocos puntos en común, por lo que toda su relación parecía una mentira.

Había estado con él durante 10 meses y casi 300 días, pero todavía no conocía a Ryu Jin. Todo lo que Ilya sabía era que era un tipo travieso, descarado que no era cobarde, con unas feromonas de un aroma erótico y vertiginoso.

‘¡Ah…Uh!’

Incluso cuando tenía pesadillas, no decía nada, excepto un gemido reprimido. No tenía idea de que era lo que lo molestaba. Además de ser muy inteligente, Jin era muy bueno para esconder las cosas.

El hecho de que hubiera tantas cosas que todavía le ocultaba, lo estaba frustrando cada vez más. Pero poco después, se dio cuenta de que nunca antes había sentido tanta curiosidad por alguien.

‘Si lo encuentro esta vez, realmente le romperé las piernas. No necesita estudiar en la universidad, ni nada, así que utilizaré cualquier medio para mantenerlo junto a mí. Si es necesario, lo dejaré embarazado para que permanezca a mi lado.’

—Haa. —Se quedó atónito y dejó escapar un suspiro. Embarazo…Ilya había se había prometido no dejar descendencia cuando muriera. Él era un Alfa extremadamente raro, nacido entre un beta y un omega. Aunque era un Alfa superior a los demás en muchos aspectos, no podía ascender a los rangos superiores. Sin importar que fuera un alfa, la clase de los padres también era importante. La clase Alta no le cedía su lugar a Ilya.

Ilya no podría garantizar que su hijo fuera Alfa, Beta u Omega. No tenía la intención de discriminar a nadie por cuestiones de género, pero él se dio cuenta a una edad muy temprana, de que no podía responsabilizarse de poner a las personas que lo rodeaban y a el mismo en un terrible infierno. Así que se prometió a sí mismo, que nunca tendría hijos. Por eso Ilya siempre había usado anticonceptivos cuando dormía con Jin.

Fue después del incidente de Imran, cuando su resolución colapsó. Después de ese día, en que casi pierde a Jin frente a sus ojos, Ilya dejó de usar anticonceptivos. No fue un acto consciente. Pero ahora que lo pensaba, lo fue. Fue su instinto el que lo impulsó a mantener a Jin bajo su custodia, con el pretexto de un ‘hijo’.

Jiing. El sonido de un mensaje rompió el silencio. Ilya, quien sacó su teléfono celular y lo revisó, inmediatamente presionó el botón de llamada.

«¿De qué estás hablando?»

La voz de Ilya era fría. Era evidente que no se sentía bien, después de que Jin desapareció, pero ahora actuaba con mayor frialdad que de costumbre.

«Es exactamente lo que le envié. Comenzando con la policía coreana, me alineé un poco más arriba y aunque dijeron que encontraron a alguien que conocía a Ryu Jin, de repente cambiaron sus palabras y respondieron que no lo sabían.»

«Investiga un poco más. Es muy probable que silenciaran a esos idiotas. Aunque Ryu Jin es un omega, ni siquiera está registrado como tal ante el gobierno. Eso significa que alguien muy poderoso ejerce presión para mantener oculto sus datos.» —lo instruyó Ilya, mientras se frotaba las arrugas de la frente con la otra mano.

«Traté de investigar con la alcaldía de Seúl y con la compañía de medios más grande de Corea pero todo está bloqueado.»

Ilya apretó los molares con fuerza. Jin no le contó nada sobre él, por lo que incluso tuvo que robar información a las instituciones públicas. La organización de Ilya incluso le pasaba datos a la Interpol. Sin embargo, le estaban informando que no podía encontrar nada sobre Ryu Jin.

«Investiga un poco más. Hagas lo que hagas, trae cualquier información que encuentres.»

Después de la llamada, Ilya se perdió en sus pensamientos. —Alguien que pueda controlar los medios de comunicación, al alcalde de Seúl, a la Agencia Nacional de Policía y a las agencias gubernamentales…Si es así, el alcance es bastante limitado. Nunca imaginé que Ryu Jin estuviera tan involucrado con un trasfondo tan grandioso.

Volvió a agarrar su celular y llamó a Andrei.

«Hay cerca de diez familias, o personas que tienen la mayor influencia en los asuntos internos de Corea. Investiga si alguno de ellos tiene algo que ver con Ryu Jin.»

—Lo encontraré, lo prometo. —Una vena brotó en su puño bien apretado. Sus ojos, que miraban a lo lejos, brillaban intensamente en la oscuridad.

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