Escape – Capítulo 6. El significado de la tecla ESC – Parte 4

Escape – Capítulo 6. El significado de la tecla ESC – Parte 4


Escape – Capítulo 6. El significado de la tecla ESC – Parte 4

Pero ahora, Ilya estaba en un estado de ira incontrolable. Estaba a punto de hacer pedazos a Imran. ¿Es porque Imran atacó la mansión? No, todo era por Ryu Jin. Su ira fría, que había estado reprimida durante todo el camino hacia aquí, estaba a punto de estallar, ante una situación en la era demasiado evidente lo que Imran pensaba a hacer con Ryu Jin, al verlo en esa posición.

—Jaa. —Ilya exhaló un largo suspiro. Parecía haber reunido un poco de razón frente a la disuasión de Andrei. Pero tan pronto como bajó el brazo y sacó el arma que había estado atorada en la boca de Imran, éste rápidamente sacó algo de su cintura y lo lanzó hacia el cuello de Ryu Jin. Sucedió tan rápido que Andrei y Viktor se sorprendieron y no pudieron responder de inmediato.

¡Ta-ang! —Se escuchó el sonido de un disparo. Las miradas de todos, incluida la de Ilya, se volvieron hacia Imran y Ryu Jin. El jambiya de Imran había sido cuidadosamente dividido en dos por una bala que voló desde algún lugar justo antes que tocara a Jin.

«Con esto, he pagado mi deuda.» —dijo Natasha, que había pasado por la ventana, todavía apuntando con su arma a Imran.

—Jaa. —un suspiro de alivio salió de la boca de todos. En particular, Andrei se sintió más aliviado que los demás. Si Ryu Jin hubiera muerto por ese ataque, ¿qué hubiera hecho para lidiar con las consecuencias? Su cuerpo se estremeció ante el mero pensamiento.

Cuando Ilya hizo un guiño con el ojo, otros hombres agarraron a Imran por ambos lados, impidiéndole moverse. Su rostro se había vuelto sombrío, como si no quisiera quedarse de brazos cruzados, mientras Ilya recuperaba a Ryu Jin.

—Il…ya… .

Al escuchar la voz débil de Jin, Ilya se volvió hacia él. Sus mejillas, su cuello y todo su cuerpo estaban rojos. El aroma de las feromonas de Jin se había extendido tardíamente. Los demás miembros de la organización no pudieron notarlo, porque él les había ordenado tomar inhibidores de reacción por si acaso, para evitar ser influenciados por las feromonas de omega, antes de ingresar al área.

Ilya se acercó a Jin y soltó las esposas que le sujetaban las muñecas. Cuando los brazos de Jin se aflojaron, su cuerpo cayó hacia adelante. Mientras ponía un brazo en su pecho para sostenerlo, él se apoyó en Ilya. A medida que se acortaba la distancia entre ellos, el olor de sus feromonas se hacía más intenso. El rostro de Ilya se endureció ante el fuerte aroma que estuvo a punto de marearlo.

‘¿Por qué? Su ciclo de calor no ha pasado. De vez en cuando, independientemente de su ciclo de calor, Jin reacciona ante mis feromonas, pero en esos momentos no emite un olor tan fuerte. Imran debió haberle hecho algo.’

—Ilya… .

La voz de Jin ya estaba ronca. Era similar, pero a la vez muy diferente a cuando llegaba su ciclo de calor.

—Il…yaa… .

Jin estiró las palabras y se colgó del cuello de Ilya. Cuando levantó la cabeza, pudo ver que sus brillantes ojos marrones estaban húmedos. Y cuando sus ojos se encontraron, Jin saltó sobre él como si hubiera esperado y le lamió la barbilla. Su lengua también estaba caliente. Entonces, fue acercándose gradualmente a sus labios para abrirlos y metió su lengua entre ellos. En el momento en que esa lengua roja entró en su boca, Ilya no pudo soportarlo más.

Entonces, apretó las mejillas de Jin e hizo que sus labios se unieran con tanta fuerza, que no quedó ningún espacio entre ellos. Empujó su lengua en la boca de Jin, la envolvió con la suya para chuparla, y luego, le lamio el paladar y el espacio debajo de la lengua. Jin se aferró a Ilya con un sollozo, mientras frotaba su centro repetidamente.

Cuando Ilya bajó una mano y puso su dedo entre sus nalgas, ya estaba mojado. El líquido espeso fluía hacia sus muslos, sin mencionar la cantidad que había entre sus nalgas.

—Ja, maldición.

Ilya, que estaba maldiciendo, empujó sus dedos medio e índice en la entrada húmeda al mismo tiempo.

—…Ah.

El cuerpo de Jin se estremeció y su cintura rebotó. Entonces, se arrancó la camisa rota, se apretó los pechos y abrazó la cabeza de Ilya suplicándole a gritos.

—Apúrate, um, ponlo, adentro…el tuyo, ah… .

Jin gemía y se estremecía. Pensando en lo que podría haber estado haciendo con Imran en ese estado, el cerebro de Ilya estaba a punto de estallar. Jin intentó desabrochar el cinturón de Ilya con sus manos temblorosas. Sin embargo, sus manos seguían desalineándose debido a su falta de fuerza.

—No te preocupes. Lo haré yo mismo. —gruñó Ilya, mientras hincaba los dientes en el cuello de Jin.

Tan pronto como se desabrochó los pantalones, su pene, que ya había sido estimulado por las feromonas de Jin, rebotó en el aire. Con solo empujar el pene entre su ingle y frotarlo debajo de sus testículos, el pene de Jin comenzó a escupir semen.

Entonces, Ilya le dio la vuelta a Jin y lo colocó contra la pared. Al notar que Ilya estaba agarrando a Jin por la cintura, Andrei se asustó, y le ordenó a todos los miembros del equipo que salieran al pasillo. No sabía lo que estaba pasando porque se había tomado un inhibidor de feromonas, pero al parecer, Ryu Jin estaba en celo. Y cuando los demás miembros de la organización vieron a su jefe y a Ryu Jin entrelazados de repente, en una evidente atmósfera sexual, se quedaron paralizados como estatuas de yeso, y no podían apartar sus ojos de ellos.

Al escuchar los gritos de Andrei, pidiéndoles que se retiraran de inmediato, todos los hombres se volvieron de mala gana, pero no pudieron evitar seguir mirando a Ryu Jin. El estímulo visual era demasiado intenso, a pesar de que no estuvieran bajo la influencia de sus feromonas. Ryu Jin, quien seducía al jefe con mucha codicia, lucía tan erótico que cualquiera podría notarlo.

«¿Crees que tienes dos vidas?»

Natasha, que se había acercado a su lado, apuntó con el arma a uno de los miembros de la organización que estaba espiando a Ryu Jin. Ella sonrió cuando sus ojos se encontraron. Como Natasha ya tenía una compañera omega impresa, era la única en ese lugar que no reaccionaba en absoluto a la apariencia de Ryu Jin. Ante la advertencia, y a pesar de que ella sonreía mientras le apuntaba con el arma, el hombre tosió con fuerza y rápidamente salió al pasillo.

Pero a pesar de que todos los hombres habían salido al pasillo junto con Imran, los gemidos de Ryu Jin se escuchaban claramente.

«Es realmente asombroso.» —murmuró Imran de nuevo, reafirmando su deseo.

A diferencia de los miembros de la organización, él tenía los ojos entrecerrados como si estuviera influenciado por las feromonas de Ryu Jin. Los subordinados de Ilya, que ya habían experimentado lo que se sentía el estar expuestos a las feromonas de Jin sin inhibidores, suspiraron para sus adentros y Natasha frunció el ceño como si estuviera ofendida. No podía encargarse de él como quería, porque Andrei le había advertido que él era el heredero del trono del Medio Oriente, pero personalmente, sentía la fuerte necesidad de acabar con él.

Ah, Ah, Ugh… .

Los gemidos de Jin continuaron. A Ilya parecía no importarle que tuvieran público, porque estaba penetrando a Jin tan fuerte, que el sonido de sus carnes chocando se escuchaba en el exterior.

—Más…¡Más profundo, Ah!

Mientras sostenía la cintura de Jin, empujó su pene con tanta fuerza que su cuerpo fue impulsado hacia adelante, hasta que Jin estalló en un gemido. Incluso en medio de esa situación, la pared interna de Jin apretaba al miembro de Ilya con tanta fuerza, sin posibilidades de liberarlo. Más bien, parecía querer succionarlo más y más. Al apretar el pene con fuerza, la sensación de eyaculación aumentó.

—¿Hiciste esto con ese bastardo? —preguntó en voz baja Ilya, mientras mordía a Jin en el hombro.

Jin negó con la cabeza, pero Ilya no sabía si eso significaba ‘no’, o si era simplemente un gesto sin sentido.

Con el pene en su lugar, le dio la vuelta a Jin y puso sus piernas alrededor de su cintura. Cuando se levantó en esa posición, su unión se profundizó, y Jin se aferró a Ilya soltando un gemido doloroso. Mientras sostenía a Jin, Ilya movió su cintura como un pistón. Instintivamente, Jin, que colgó los brazos alrededor del cuello de Ilya, le lamió el lóbulo de la oreja y le mordió las mejillas repetidamente. Su gesto, similar al de un gatito, animó aún más a Ilya.

—Bien… el tuyo, si, está bien… .

Como si Jin fuera un bebé, hundió la cara en el hombro de Ilya y se frotó contra él. Estaba mareado por la intensidad del aroma floral.

—Ah. —Ilya respiró hondo e hizo que la espalda de Jin tocara la pared. Entonces, levantó la cabeza, le besó los labios y se los mordió con fuerza, y luego, acarició el pene que ya estaba húmedo con la mano. Mientras recibía el beso, Jin estaba desesperado y no sabía qué hacer. La situación, lo obligó a que girara la cabeza para exhalar, y luego sus labios se superpusieron nuevamente.

—Ah…¡Ugh!

Jin se endureció por un instante. Un chorro de semen ensució la ropa de Ilya.

—Ugh…ahora…ah.

La sensación de sacar su pene del interior de Jin, que lo miraba, era extraña, así que frunció el ceño y decidió tragarse sus palabras. Cuando lo liberó de su agarre, Jin colapsó inmediatamente en el suelo, como si sus piernas no funcionaran correctamente. Ilya, que dobló sus rodillas para ponerse al nivel de los ojos de Jin, le agarró la barbilla y le levantó la cara.

—Parece que te has calmado un poco.

Los ojos de Jin se aclararon. Su enfoque al mirar a Ilya, también fue claro. Jin, que tenía los labios abiertos como si fuera a decir algo, simplemente respiró hondo y trató de apartar la mano de Ilya. Sin embargo, Ilya le dio más poder a su mano y agarró la barbilla de Jin con más fuerza.

—Dime la verdad. ¿Lo hiciste con él?

Las delgadas cejas de Jin, que miraba a Ilya, estaban ligeramente distorsionadas.

—Me estás preguntando si me dejé penetrar por ese bastardo.

—Jaja. —sonrió Jin impotente, mientras levantaba una mano y envolvía la mejilla de Ilya.

—Realmente debes estar loco. Es increíble que eso sea lo primero que quieras preguntarme en medio de esta situación.

Jin, que se reía como si se hubiera quedado sin palabras, besó ligeramente la mejilla de Ilya y la mordió.

—Me salvaste por un pelo. Así que no te enojes. —dijo Jin y sonrió amablemente. Solo entonces, el rostro endurecido de Ilya se relajó.

—¿Por qué te llegó el ciclo de calor de repente?

—Fue por un acelerador del celo. Es lo que usa el comerciante de pornografía.

—Ah.

Andrei se lo había contado antes. Pero no sabía que esa droga hubiera caído en manos de Imran.

—Dame algo para ponerme. —le pidió Jin a Ilya, quien miró a los miembros de la organización que estaban en el pasillo.

Miró a su alrededor, pero no encontró nada que Jin pudiera ponerse. Ilya chasqueó la lengua, se quitó el abrigo que traía puesto y lo puso sobre los hombros de Jin. Había una diferencia notable en su físico, por lo que incluso solo la parte superior del abrigo lo cubría casi completamente.

—Por favor, ayúdame a levantarme.

Jin le tendió la mano. Cuando le agarró el brazo y lo levantó, Jin le dio fuerza a sus piernas y: —Ah… .— gimió y frunció el ceño. Cuando miró hacia atrás, Ilya notó que los rastros de su pasión fluían por sus muslos.

Ilya chasqueó la lengua. El semen que fluía a través de sus muslos blancos era tanto, que si se lo mostraba a sus subordinados o a Imran, que estaba afuera, no podría renunciar a Ryu Jin hasta que muriera. Finalmente, no pudo arriesgarse a hacer eso, y sacó un pañuelo, dobló sus rodillas, se sentó y limpió los muslos de Jin.

—¡Ah! —gimió Jin, cuando su mano subió al interior de su ingle. Ilya sonrió torpemente mientras fruncía el ceño y miraba hacia arriba.

—Es porque me tocas de manera extraña.

Trató de poner alguna excusa, así que extendió la mano para pedirle el pañuelo y le dijo que lo haría él mismo. Pero Ilya se levantó después de ignorar su mano y limpiarle el lugar entre sus nalgas.

—Si haces algo que no debes, te mataré… . —murmuró Jin detrás de él, lo que hizo que un tendón se hinchara en la frente de Ilya, pero él fingió no escucharlo ya que debía limpiarlo para evitar que quedara en embarazo.

Tan pronto como salieron al pasillo, los miembros de la organización que los esperaban enderezaron rápidamente su postura. Mientras tanto, algunos de ellos miraron a Jin y a Ilya.

«Jajaja.»

Imran rompió su silencio y se rió como un loco. Ilya lo miró y endureció su rostro. Realmente tenía muchas ganas de hacerle un agujero en la cabeza de inmediato. Pero no podía hacerlo ahora. Debido a que toda la organización de Ilya se había movido, la Agencia Federal de Seguridad Rusa también los estaba vigilando, y en su trayecto quedaron evidencias de que habían cruzado la frontera bielorrusa. La Asociación de Naciones del Medio Oriente también intentaría culparlo por la muerte de Imran. Si pasaba algo, Rusia, Bielorrusia y las naciones de Oriente Medio se volverían en su contra.

Así que si quería matarlo, debía esperar a que el bastardo saliera de Europa y regresara a su país. Para Ilya, era más fácil moverse desde Rusia o sus alrededores, y la seguridad de Imran también era más laxa, pero si ocurría un accidente allí, todo el mundo lo señalaría como culpable. Por lo tanto, aunque Imran reforzara su seguridad, era mejor atacarlo en su propio país.

Por eso lo mantuvo con vida. Ilya nunca había sido una persona que pudiera fácilmente perdonar a los demás.

«Tu Omega ha hecho que me interese aún más.»

Quizás debido a que no había podido liberar su creciente lujuria por causa de las feromonas de Jin, sus ojos rojos estaban inyectados en sangre.

«Como dije antes, no habrá más tratos entre nosotros. No olvides que me he convertido en tu enemigo, así que deberías contener tu respiración.»

Fue una advertencia muy cortés. Pero a pesar de la advertencia de Ilya, Imran levantó las esquinas de su boca y sonrió sarcásticamente.

«A partir de ahora, podré atacar a este tipo sin dudarlo.»

Los ojos de Imran se movieron de Ilya a Ryu Jin. El rostro de Ilya se distorsionó cuando lo escuchó decir que no tenía intenciones de rendirse.

«De todos modos, ni siquiera estás impreso, ¿verdad?»

El aroma incontrolablemente fuerte de las feromonas de Jin, también significaba que él, aún no era de nadie. Imran señaló ese punto.

Imran sacó el arma, como si ya no pudiera soportarlo más. Mientras apretaba el gatillo, Viktor rápidamente extendió el brazo para detenerlo. —¡Taang! —Un disparo rompió el silencio. La bala que iba dirigida a Imran se desvió por poco de su objetivo y rompió la ventana que estaba detrás de él.

«¡Jefe! ¡Cálmese! Ahora no. ¡Usted lo sabe!» —Andrei detuvo a Ilya. Le suplicó con los ojos como diciéndole: ‘Por favor, solo espere y déjelo ir ahora. Solo limítese a rescatar a Ryu Jin y a regresar.’ —Después de eliminar a todos los miembros de su séquito, la idea era llevar solo a Imran a su tierra natal. Ese era el plan inicialmente. De todos modos, ya no tenían que seguir fingiendo que eran amigos en el futuro. Y como Imran lo había atacado primero, ya no había marcha atrás.

Pero a pesar de la disuasión de Andrei y Viktor, Ilya no bajó su arma. Sus dedos en el gatillo temblaron, mientras apuntaba directamente a Imran. Como habían supuesto sus subordinados, Ilya estaba dividido por el conflicto entre su razón, que le indicaba que no debería hacer eso en ese momento, y su instinto, que lo impulsaba a matar a ese bastardo de inmediato.

«Debes estar en problemas por mi culpa.» —dijo Jin, quien estaba observando la situación detrás de Ilya.

Los ojos de todos los presentes se volvieron hacia Jin. Sabían que Ryu Jin era el causante de todos esos problemas. Sin su presencia, Imran e Ilya no habrían entrado en conflicto. La mayoría de los miembros de la organización coincidían en ese punto. Pero nadie podía insinuar nada al respecto. Mientras Ryu Jin estuvo desaparecido, todos ellos se habían dado cuenta de lo obsesionado que estaba Ilya con él.

«No sé por qué estás tan obsesionado con tenerme.»

Jin se movió lentamente y se ubicó en medio de Ilya e Imran. Gracias a Jin, el cuerpo de Imran no quedó expuesto ante el cañón de la pistola de Ilya.

«No quieres que el jefe le dispare aquí, ¿verdad?»

Cuando Jin preguntó, Viktor asintió en voz alta primero. Y entonces, notó inmediatamente como el ceño de Ilya se fruncía.

«¿Por qué estás tan obsesionado conmigo? Es difícil comprender tu fijación, y además, existen muchos omegas además de mí.» —le preguntó Jin a Imran.

Imran le sonrió como si sus palabras fueran correctas.

«Es porque no puedo tenerte. Y no quiero que pertenezcas a alguien más si no puedes ser mío. Solo es por eso.»

Jin, que estaba molesto por escuchar su respuesta egoísta y simple, ni siquiera pudo esbozar una sonrisa.

«Vaya, era de esperarse.»

Jin chasqueó la lengua. ‘Bueno. Es un hombre al que le llaman Su Majestad, por lo que es posible que no pueda soportar el hecho de que hay algo que quiere pero que no puede tener. Pero eso no significa que sea comprensible.’

«¿Qué diablos puedo hacer para que renuncies a mí? No tengo ninguna intención de abrirte las piernas.»

No preguntó esperando una respuesta particularmente sabia. Estaba tan sorprendido por su actitud, que solo sentía curiosidad por la forma en la que podría resolver esa situación. En cualquier caso, la vida de Ilya con un enemigo como Imran sería un dolor de cabeza.

«Lo haré cuando mueras.»

—Jaja. —respondió Imran casualmente con una sonrisa.

«No tienes que escuchar tonterías.»

Ilya agarró a Jin del brazo y lo hizo a un lado.

«Si mato a este bastardo, todo estará bien.»

Los miembros de la organización se quedaron perplejos, mientras Ilya levantaba su arma y apuntaba a Imran. Pero Imran simplemente sonrió y se encogió de hombros como preguntándole dónde le iba a disparar. Jin rápidamente se paró frente a la pistola.

‘De verdad…¿Por qué tengo que estar en medio del jefe de la mafia rusa y el heredero pervertido de las naciones del Medio Oriente?’ —Incluso si fue su propia culpa el haber venido hasta Rusia, en realidad fue culpa de Ilya que Imran se enterara de su presencia. — ‘Si no me hubiera arrastrado a esa reunión con Imran, él no estaría interesado en mí.’ —.

Con eso en mente, quería dejar que Ilya matara a Imran, sin importar que su organización se metiera o no en problemas. Además, era evidente que el trabajo de Ilya era a menudo ilegal y si su organización fracasaba, era posible que muchas personas encontraran la paz. Y dado que es un gran traficante de armas, su desaparición del negocio contribuiría a la paz mundial.

Si lo juzgaba racionalmente, la respuesta era natural, pero esa solución no le gustaba. Ese era el problema. Cuando pensaba objetivamente, quería ponerse del lado de Ilya, que no tenía a nadie que lo apoyara. Eso estaba realmente más allá de la comprensión. Él no era miembro de la organización, ni tampoco el amante de Ilya.

‘Entonces, ¿por qué estoy haciendo esto ahora?’

En un instante, todo tipo de pensamientos pasaron por su cabeza. Era una locura. A pesar de que él pensaba eso, lo que quería hacer estaba claramente establecido, y su cuerpo se movió más rápido que su cabeza.

—¿Te lo he dicho alguna vez?

Jin extendió la mano y agarró la pistola que sostenía Ilya. Él frunció el ceño como si no entendiera lo que estaba haciendo.

—Que con el Jefe, no…que estoy muy agradecido contigo, Ilya.

Ilya, que no tenía idea de lo que quería decir, miró a Jin con los ojos entrecerrados. Jin sonrió alegremente. Esa sonrisa se parecía a la sonrisa que hizo para ocultar sus sentimientos, cuando lo trajo por primera vez a Rusia. Ante esa idea, un terrible presentimiento le recorrió la espalda.

—Sabes que hay una tecla Esc en el teclado, ¿verdad?

—¿Qué quieres decir? — Cuanto más trataba de evaluar las intenciones de sus palabras, más profundas se volvían las arrugas en su frente. — ‘Por supuesto que conozco la tecla Esc. Pero, ¿qué tiene eso que ver con esta situación? —.

—¿Sabes que Esc es un acrónimo de Escape?

Incluso aunque Ilya no respondió, Jin continuó con su historia.

—Ha habido dos inventos revolucionarios en la historia de la programación: la tecla ‘Esc’ y el otro es ‘Ctrl + F4’. Esc significa literalmente desviarse de cualquier código o idioma. En otras palabras, significa escapar de un patrón existente. En resumen, es como salir de algún modo de la computadora.

—¿Qué se supone que debo hacer con esa información? —preguntó, cuando la historia parecía irse por las ramas.

—Antes de que se inventara la tecla Esc, no había salida, pero esa tecla se convirtió en una forma fácil de salir de una situación complicada.

La mano de Jin se apartó del cañón de la pistola, y agarró la mano de Ilya, que sostenía el mango.

—Curiosamente para mí, tú eras mi tecla Esc.

—… .

Jin sonrió más alegremente mientras miraba a Ilya, quien no entendía lo que estaba diciendo.

—Así que esta vez, seré la tecla Esc para ti, en esta situación.

Jin agarró el cuello del traje de Ilya con la otra mano y tiró de él con fuerza. Mientras su cuerpo se inclinaba ligeramente, presionó sus labios sobre los de Ilya.

—Adiós, Jefe. —susurró mientras sus labios estaban en contacto, y un cálido aliento rozó su mejilla.

Incluso antes de que las palabras fueran transmitidas a su cerebro, Jin movió la mano que estaba sobre el arma, colgó su dedo en el gatillo y lo apretó con fuerza. El color se desvaneció del rostro de Ilya, mientras sus dedos apretaban el gatillo.

¡Tang! —Un disparo rompió el silencio. Nadie pudo comprender la situación correctamente hasta que Jin, que estaba apoyado contra Ilya, se derrumbó.

—¡Pam! —Después de que Jin cayó al suelo, Ilya miró su mano. El recuerdo del momento en que se disparó la bala, permanecía intacto en su mente. No solo eso, sino que su mano estaba completamente empapada de sangre. No tardó mucho en darse cuenta, de que esa era la sangre de Jin.

Puf, Jajaja.

Imran se echó a reír, en medio de una situación en la que nadie parecía poder abrir la boca fácilmente. Sus ojos brillaban con locura. Al verlo reírse como un loco, Ilya perdió la poca cordura que le quedaba. Entonces, apretó el gatillo sin pensar. Otro disparo sonó e Imran gimió, dobló una pierna y se cayó al suelo. La sangre comenzó a brotar de su muslo.

Ilya volvió a apuntar con el arma. Esta vez, el arma apuntaba directamente a la cabeza de Imran.

«¡Ilya!»

Cuando Natasha reconoció el movimiento de Ilya y extendió la mano para tomar su arma, él se dio la vuelta, la esquivó y tomó otra pistola e incluso la apuntó con ella.

«No te muevas.»

Ante su fría advertencia, Natasha levantó las manos.

«Mantén la calma. ¿No deberías calmarte y aclarar la situación?»

—¿Calma? —Ante esas palabras, Ilya sonrió. Su mirada se volvió hacia Jin, que yacía en el suelo. —¿Calmarme en esta puta situación? Es imposible. —.

«¡Jefe!»llamó Viktor a Ilya, a pesar de que se sentía avergonzado.

Pero la razón de su llamada, no fue porque Ilya le había disparado a Imran, ni porque le había disparado a Ryu Jin. A lo lejos, se escuchaba débilmente, la sirena de un coche de policía.

«La policía de Bielorrusia se debe estar moviendo. Tenemos que regresar.»

Como se habían escuchado disparos cerca de la frontera, la policía parecía pensar que era sospechoso y por eso comenzaron a moverse. Ilya apretó los dientes y se alejó de Imran. Cuando se dio la vuelta, notó que el suelo estaba cada vez más manchado de sangre. Sin importarle que la sangre manchara su ropa, puso sus brazos alrededor de Jin y lo levantó. Viktor se acercó y se ofreció a ayudarlo, pero él fingió no escucharlo.

«¿Estás intentando llevarte su cadáver para masturbarte con él?»

Escuchó las palabras burlonas de Imran que gritaba detrás de él. Ilya apretó sus dientes, hasta el punto en que se destacó su mandíbula.

«Pronto me verás de nuevo, Imran Al-Gala. Será mejor que decidas quién será tu sucesor antes de eso.»

Después de lanzar su advertencia, se alejó sin mirar atrás. Los miembros de la organización siguieron los pasos de Ilya. Por último, Natasha, que estaba a punto de salir de la habitación, se dio la vuelta como si se hubiera olvidado de algo y se arrodilló frente a Imran. Luego, rompió el dobladillo de su camisa y lo envolvió alrededor de la herida del muslo que Ilya le había causado, para que dejara de sangrar.

«Veo que además de hermosa eres dulce.»

Imran sonrió. Natasha, que le devolvió la sonrisa, de inmediato agitó el puño hasta dibujar un semicírculo. Pam, se escuchó el sonido de un hueso rompiéndose y la cara de Imran se giró hacia un lado.

«Aunque sea hermosa también puedo hacerte sangrar. Si mueres aquí será un problema, por eso lo hice.»

Natasha se puso de pie y miró a Imran sin borrar la sonrisa de su rostro.

«No olvides la advertencia de Ilya. Creo que está muy enojado. Me temo que ni siquiera yo podré detenerlo.»

El consejo que le dio mientras sonreía era frío, a diferencia de su sonrisa.

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