Escape – Capítulo 6. El significado de la tecla ESC – Parte 1

Escape – Capítulo 6. El significado de la tecla ESC – Parte 1


Escape – Capítulo 6. El significado de la tecla ESC – Parte 1

Todo su mantuvo tranquilo durante más de 15 días. Jin nunca salió de la mansión. Después de un tiempo, supo demasiado bien que la autorreflexión sería beneficiosa para su seguridad. Por alguna razón, Imran seguía en Moscú sin regresar a su país, y su presencia en Moscú no era muy buena señal para Jin. Era difícil saber la razón por la cual estaba tan obsesionado con él, cuando solo le había visto la cara una sola vez. El gusto de la gente, era un asunto muy difícil de comprender.

Parecía ser más popular con los Alfas ahora. Tal vez eso sucedía solo con aquellas personas que pasaban por momentos difíciles.

Suspiró ante ese pensamiento. Ilya estaba bien. Conocerlo fue un evento auto impuesto, y al conocerlo, su vida cambió, ya sea para bien o para mal. Sin embargo, Imran era un oponente con el que no quería evitar tener problemas. Su orientación sexual era completamente inaceptable, por muy poderoso que fuera. Porque lo que él hacía no era sexo, sino un crimen.

«Jin, Ilya te está buscando.»

Natasha se acercó a Jin, mientras él buscaba algo en la estantería del estudio privado de Ilya. Ciertamente, gracias a que ahora podía caminar libremente por la mansión, una vez que Jin se metía en algún lugar, todos tenían dificultades para encontrarlo. Sin embargo, eran Ilya o Natasha los que siempre lo encontraban.

Ilya decía, que incluso aunque Jin no estuviera en celo, siempre olía a flores. El aroma era tan sutil que nadie más podía sentirlo, pero él si podía. Y Natasha… quien era alguien inexplicable. A menudo aparecía sin avisar, y se aparecía delante de Jin como si fuera un fantasma. Jin supuso que tal vez, ella podría haber tenido algún tipo de entrenamiento especial.

«¿Para qué me necesita el jefe?»

Aunque lo había llevado a la mansión, Ilya estaba ocupado la mayor parte del día, por lo que era muy difícil verlo. Pero en su lugar, siempre regresaba a su habitación, aunque ya fuera tarde, y dormía junto a Jin, sin importar que tuvieran sexo o no. De todos modos, era raro que lo buscara durante el día, y por eso se preguntó si había pasado algo.

«¿Para qué me llama el jefe?»

Natasha resopló en lugar de responder a la pregunta de Jin.

«¿Qué?»

«¿Ilya te dijo que lo llamaras jefe?»

¿Acaso importa cómo lo llame? —. Natasha frunció el ceño cuando Jin inclinó la cabeza.

«Probablemente no.»

Lo odiaba. En particular, cuando comenzaron a mezclar sus cuerpos, él le dijo a Jin que no era su jefe y que lo llamara por su nombre. Ahora que lo piensa, ¿quizás odiaba que lo llamaran jefe? ¿Y de qué otra manera debía llamar al jefe?

«Obviamente sus subordinados lo llaman jefe, pero a Ilya no le gusta que las personas con las que tiene una relación personal, lo llamen así. Además, nunca quiso convertirse en el jefe de la mafia en primer lugar.»

¿Qué demonios estaba diciendo? No sabía exactamente cuántos años tenía, pero por su apariencia, se notaba que no tenía más de treinta, por lo tanto, para poder llegar a ser el jefe de esa organización a una edad tan temprana, debía haber heredado el cargo por rebelión, en lugar de ser un sucesor normal. Entonces, ¿por qué no quería ser el jefe?

«Tiene sus propias razones.»

Natasha le dijo que no podía decirle nada más porque eso hacía parte de su vida privada, así que le guiñó el ojo y se dio la vuelta. Si no le iba a decir toda la verdad, ¿para qué había despertado su curiosidad?

«Pregúntale a Ilya directamente si tienes curiosidad. Probablemente él te lo dirá.»

Ah. Al final, supuso que eso era lo que le quería decir después de todo. En algún momento, había quedado en evidencia que Natasha estaba tratando de unirlo más a Ilya. Los demás miembros de la organización estaban realmente preocupados de que pudiera tener una relación seria con él, pero Natasha era inusual.

«Natasha, ¿ sabes mucho sobre Ilya?»

«Lo conozco mejor que los otros miembros de la organización Crecimos juntos desde que éramos pequeños.»

«¿Desde la infancia?»

Después de responder casualmente, ella puso una expresión melancólica y le pidió que le preguntara a Ilya. Era fácil pedirle que le preguntara a Ilya sobre esos asuntos, pero Jin no se sentía muy cómodo con eso. Aunque ya no lo amenazaba con matarlo, consideraba que era un oponente con el cual no podía lidiar.

‘¿Realmente me responderá si le pregunto? No, antes de eso ¿para qué quiero conocer sus datos personales? ‘

Aunque pensó que no necesitaba saberlo, tenía curiosidad, porque está ya había sido encendida por Natasha. ‘Averigüemos sobre Ilya ahora que tenemos tiempo. Porque no tengo nada más que hacer’. La única razón por la que quería saberlo, era porque estaba aburrido.

Fue al salón con Natasha, donde no solo Ilya y Andrei estaban reunidos, sino también todos los miembros claves de la organización. Se preguntaba por qué lo estaba llamando a él a un lugar como ese.

—Estaré fuera por unos días.

Dijo Ilya, tan pronto como vio a Jin. En el pasado, Ilya solía estar en viajes de negocios u otros asuntos, por lo que no era nada nuevo para él.

—Te dije que no te obligaría a estar encerrado, pero Imran todavía está en Moscú, así que no salgas demasiado.

—OK. —. Jin asintió con la cabeza suavemente. Ilya lo miró con sorpresa porque no porque no podía creer que le respondiera con tanta obediencia.

—Siempre te lo he dicho. Mi vida es muy preciosa.

Ilya miró su rostro sin decir nada. ¿Más bien no era mejor decir que no consideraba a su vida tan preciosa? ¿Se atrevería un hombre cuya vida es preciosa a jugar con moneda virtual, escapar de las manos de la mafia y engañar al heredero de un país del Medio Oriente? Con solo observar lo que había hecho, parecía que no le importaba mucho como viviera su vida.

—Me quedaré quieto.

Jin levantó las manos como si hubiera notado que Ilya no le creía.

—¿Puedo preguntarte adónde vas?

Hasta ahora, nunca antes le había preguntado a Ilya sobre sus asuntos. Por eso la expresión de Ilya se volvió sutil, como si pensara que era una pregunta muy inesperada. Pero después de hacerle esa pregunta, Jin se preguntó por qué lo había hecho.

—No, no tienes que responder. Ni siquiera me di cuenta que estaba… .

—Solo pregunta si tienes curiosidad.

Ilya cortó las palabras de Jin. ‘No, no tengo curiosidad. Pensándolo bien, es mejor no saberlo’. Las palabras que se quedaron en su garganta de alguna manera no pudieron ser emitidas. Todo se debía a los ojos de Ilya. No podía decirle una palabra cuando lo miraba a los ojos, como si estuviera esperando algo.

—Al medio oriente.

—¿Al medio oriente?

¿Está relacionado con Imran? Al principio había dicho que debía entregarle las armas y los mercenarios, así que era bastante posible. ¿Pero no está Imran todavía en Moscú?

—Tengo que ir a comprobarlo por mí mismo, porque parece que hay un problema con el arma que les envié antes. Tengo tiempo para ir y venir, así que tardaré al menos unos tres días, pero intentaré volver lo antes posible.

La forma en la que habló sonaba como si dijera que iba a volver lo antes posible, porque temía que se sintiera solo. Eso lo ponía nervioso. Ilya ni siquiera podía ajustar su horario por su culpa.

—¿Hay algo que necesite saber?

Le preguntó, porque se sentía incómodo cada vez que se quedaba mirándolo fijamente. Ilya, que respiró hondo con la boca firmemente cerrada, se dio la vuelta después de decir ‘nada’. Le pidió a Natasha que cuidara de Jin, y luego salió con sus subordinados de la mansión.

Ilya, que subió a su propio helicóptero en lugar de usar su automóvil, miró por la ventana con un rostro inexpresivo.

«Todo saldrá bien.»

Dijo Andrei.

«Por supuesto. Pero no tengo un buen presentimiento al respecto.»

Era una premonición, pero las corazonadas de Ilya generalmente eran acertadas. El sentimiento siniestro que seguía tirando de sus nervios, no se borraba.

«¿Y qué hay de Imran?»

«Parece que el comerciante de pornografía que le enviamos en ese entonces, le gustó bastante. Está casi encerrado en un hotel lidiando con él. El informe de que hubo un problema con las armas que le entregamos parecía haber sido entregado con rapidez, pero su país de origen solicitó enérgicamente de usted debía ir personalmente a resolver el asunto.»

«¿Ese coreano está vivo?»

«Quizás todavía lo esté.»

Conociendo las tendencias sexuales de Imran, era natural que sus cejas se fruncieran cuando escuchó que ese tipo le gustaba. No le importaba mucho si el comerciante de pornografía moría o no, pero ahora que habían pasado 15 días, se estaba cansando de la situación.

«Asegúrate de obtener un informe del tipo que infiltraste en su organización de vez en cuando. Si ve algo sospechoso, que no se tarde en contactarnos.»

Andrei miró a Ilya, incluso después de que dijo que sí. Ilya, que sintió su mirada penetrante, le preguntó la razón.

«¿Todavía cree que Imran está buscando a Ryu Jin?»

«Si se rindiera fácilmente, lo habría hecho hace medio año.»

«¿La feromona de Ryu Jin también afecta a Imran?»

«Sí.»

Ilya frunció el ceño, como si la sola idea lo hiciera sentir mal. Andrei miró hacia la mansión que se alejaba. Rezó una y otra vez para que no pasara nada hasta que regresaran. Quería olvidar el hecho de que la organización casi se viene abajo, la última vez que Ryu Jin desapareció.

Toc. Toc. Al oír los golpes en la puerta, Imran se levantó de la cama y se puso la bata. Después de un momento, la puerta se abrió y entró uno de sus sirvientes. La mirada del sirviente se volvió un poco hacia la cama. En la cama, el coreano completamente sucio de semen, estaba dormido como si estuviera desmayado. ‘No está muerto, ¿verdad?’ Al pensar en eso, tragó en seco. Todavía debía estar vivo. Aún no podía morir.

{Ilya y sus hombres han abandonado la mansión.}

Los labios de Imran se curvaron al escuchar el informe de su sirviente.

{Prepárense.}

Con solo escuchar una palabra, el sirviente se inclinó y se retiró. Imran se sentó en la cama y tocó el cabello del hombre desmayado con los dedos.

—Todo es gracias a ti.

Susurrando con voz dulce, se inclinó, besó su cuello, sacó la lengua y lo lamió. Mientras inhalaba el aroma de su piel durante un rato, levantó los dientes y mordió su hombro con fuerza. Aún así, el hombre coreano no se movió ni un poco. Imran, que dejó una marca de dientes manchada con sangre, finalmente se sintió satisfecho.

Durante los últimos quince días, Imran había sido muy amable con él. Era difícil reprimir sus ganas de apretarle el cuello, pero tuvo que contenerse con el fin de conseguir lo que quería.

Día a día, el hombre se sintió atraído por Imran. También se había revelado implícitamente que Imran era el heredero al trono de un país del Medio Oriente y que tenía poder absoluto. Al enterarse de ese hecho, el hombre comenzó a mirar a Imran con mayor confianza y respeto.

‘Está bien. Te protegeré, así que no tengas miedo.’

Sorpresivamente, el hombre lo abrazó con ternura. Esperaba divertirse con el tipo que solía producir y vender pornografía, pero sus expectativas fallaron, porque era la primera vez que un hombre lo abrazaba. Aún así, lo trató con infinito cuidado.

‘Así que dime. ¿Quién te amenazó?’

El hombre, que no había dicho otra cosa diferente a que era un hombre joven, reaccionó ante la imagen de Ryu Jin, que Imran le mostró intencionalmente.

—¿Conoces a este hombre?

Le preguntó casualmente y él respondió: —Es el coreano que me pidió que viniera a Rusia. —. Finalmente lo había encontrado. Imran acarició la cabeza del hombre, ocultando la emoción que se le subía a la cabeza.

‘Siento escuchar que hayas sido engañado por él.’

Cuando se puso del lado del hombre, él confesó sobre Ryu Jin, y un ruso que parecía tener el cabello de color rubio platino. ‘Ilya…’ Al escuchar el nombre, Imran rechinó los dientes. ¿Cómo se atrevían esos dos tipos a jugarle una mala pasada, Ryu Jin e Ilya?

Iba a hacerlos pagar por sus burlas. Y empezaría con Ryu Jin, ese feroz informante.

El Medio Oriente era más caluroso que Rusia. Debido a eso, los miembros de la organización de Ilya se abanicaban con las manos repetidamente. La frente inexpresiva de Ilya también estaba cubierta de sudor. Esa era la razón por la cual, no quería venir al Medio Oriente. Ilya frunció el ceño mientras miraba una enorme tormenta de arena. La MEU (Unión de Naciones del Medio Oriente: The Middle East Union) que alguna vez fue unida, ahora solo era el pináculo del caos.

Mientras algunos países del Medio Oriente abogaban por la democratización para escapar de la Monarquía, el resto de los países con regímenes monárquicos se sintieron incómodos por los cambios y presionaron la unificación. Sin embargo, no fue fácil llegar a un acuerdo sobre quién sería el rey de la unión. Los países que rechazaron la monarquía protestaron, pero fueron dominados por la fuerza. Fue Imran Al Gala quien tomó la iniciativa en ese trabajo y realizó una gran contribución. Al final, el país de Imran se colocó en la cima de la coalición, e Imran recibió el poder absoluto como el primer sucesor entre los miembros.

Y fue la organización de Ilya la que ayudó a Imran a obtener ese lugar. No solo le proporcionó armas y mercenarios, sino que también se encargó de asesinar a sus opositores políticos. En algunos casos, el propio Ilya se encargó él mismo de lidiar con ciertos asuntos. Y si por el contrario, alguna de las figuras claves del lado de Imran eran capturadas por opositores políticos o terroristas, la organización de Ilya se encargaba de rescatarlos.

Así que para Ilya, Imran era un cliente importante, pero para Imran, la organización de Ilya era una ayuda indispensable. Sin la organización de Ilya, habría sido difícil o prácticamente imposible para Imran, alcanzar su posición actual. Ilya desconocía si Imran tenía conocimiento de cuán importante era mantener los lazos con su organización, para alcanzar sus objetivos.

Tsch. Ilya chasqueó la lengua y cortó sus pensamientos. En ese momento, pudo ver el lugar de reunión justo debajo del edificio. Imran no parecía estar allí, solo su asistente, quien era su ayudante más cercano, estaba esperando al grupo de Ilya.

«Muéstrame el arma que ha presentado problemas.»

A petición de Andrei, el hombre sacó una gran caja de madera. Cuando abrió la tapa, descubrió que era el arma tipo dron de última generación, que había sido entregada hace una semana. Era un dron que podía llevarse como una banda en la muñeca, para luego ponerlo a volar por los aires cuando fuera necesario hacer un trabajo de espionaje por control remoto, o también podía equiparse con bombas ultra pequeñas para atacar la ubicación deseada.

«¿Qué pasa con esto?»

Fue un arma que superó todas las pruebas en la organización de Ilya, antes de ser entregada a Imran. A Imran le había gustado bastante porque se podía operar en cualquier lugar mediante la vinculación con un teléfono inteligente.

«Se ha informado que la información del dispositivo también puede ser capturada por otros teléfonos inteligentes durante su funcionamiento.»

Respondió el asistente de Imran. Era algo imposible. Era un gran problema que la seguridad de la información no estuviera disponible en esas armas modernas. En primer lugar, los desarrolladores de armas no podían haber pasado eso por alto, y ya la habían probado lo suficiente dentro la organización de Ilya con el fin de determinar si la información podía ser pirateada o no.

«Como es un asunto de suma importancia, debe comprender la razón por la cual le pedimos a Ilya que viniera en persona.»

El asistente inclinó la cabeza profundamente. Era como si estuviera pidiendo disculpas cortésmente por haberle pedido a Ilya que viniera en persona. Así que no tenían otra opción más que encontrar la solución más rápida posible.

No podían saber cuál era el problema con solo mirar el exterior. No tenían otro remedio más que desmontar y verificar el programa, lo que requería un experto. Si se los hubieran informado antes, lo habrían traído desde el principio, pero no podían traer un experto solo porque les habían pedido que vinieran de inmediato.

«Dile al desarrollador que envíe a alguien que pueda resolver el problema de inmediato. Le enviaremos un helicóptero, así que diles que se vayan esta misma noche.»

Incluso si una persona a cargo de la empresa de desarrollo llegara esa misma noche, el problema no podría confirmarse hasta el día siguiente. Por lo tanto, debían quedarse en ese lugar al menos tres días, antes de que salieran los resultados.

«Hemos preparado un lugar para que puedan quedarse. Síganme, por favor.»

El asistente de Imran, también guió al grupo de Ilya a un alojamiento pre-preparado, como si esperaran que se quedaran unos días. Y aunque lo siguió de mala gana, el rostro de Ilya estaba lleno de leves arrugas.

Al menos tres días… De hecho, cuando salía de viajes de negocios, solía abandonar la mansión no sólo por tres días, sino por más de quince. Pero esta vez, no sabía por qué no podía dejar de sentir que tenía una espina clavada en el cuello.

«Enviará a alguien para solucionar el problema hoy mismo.»

Informó Andrei, quien había terminado de hablar con el desarrollador durante la caminata. Ilya asintió con un rostro inexpresivo. Ahora, lo primero que debía hacer, era enfocarse en solucionar el problema.

«¡Ah!»

El asistente de Imran, que llegó al albergue y los guió a sus habitaciones, se quejó de repente, como si se hubiera acordado de algo. Cuando Ilya se dio la vuelta para averiguar qué pasaba, el hombre le ordenó a otra persona que trajera unos documentos.

«¿Pueden agregar más mercenarios?»

«Hasta donde yo sé, ya hemos enviado a todos los mercenarios este mes.»

«Sí, lo sé. Pero aquí está la solicitud que escribió Su Majestad con su propia letra.»

Cuando Ilya recibió los documentos, descubrió que la solicitud firmada por Imran, era correcta. Además, se le informó que el grupo terrorista civil, que había estado vigilando, probablemente causaría un incidente, y por eso le solicitaba más mercenarios para responder de inmediato cuando surgiera algún incidente. El número de persona solicitadas no era pequeño. Para satisfacer esa demanda, parecía que tendría que movilizar a todos los miembros de su organización que estaban en Moscú y además, traer mercenarios adicionales del exterior.

«En lugar de solicitarlos apresuradamente, debieron hacerlo hace una semana. Debido a eso, triplicaremos el costo de los mercenarios.»

A Viktor, que estaba parado detrás de Ilya, se le encendieron los ojos cuando su jefe pidió el triple. Sorprendido, murmuró que sabía que Imran era rico por el petróleo, pero pensó que estaba gastando mucho dinero, a lo que Ilya le respondió chasqueando la lengua. Si aceptaba pagar más, no había razón para negarse. El asistente de Imran aceptó rápidamente sus condiciones y después de firmar el acuerdo, Ilya ordenó traer a los hombres que esperaban en Moscú.

La mansión se sentía particularmente vacía. Y no se sentía así porque Ilya no estaba, sino porque había pocos miembros de la organización circulando dentro del lugar.

«¿Qué está pasando? No veo casi gente… .»

Natasha, que estaba sentada en la sala, intercambiando mensajes con alguien en su celular, levantó la cabeza ante la pregunta de Jin. Luego, miró a su alrededor una vez y se encogió de hombros como si no supiera nada.

«Es en serio. La mansión está especialmente tranquila.»

«¿De verdad?»

Solo entonces Natasha asintió, como si aceptara las palabras de Jin.

«¿No se fueron todos los mercenarios de prisa? Parece que de repente hicieron una solicitud adicional.»

Jin miró a Natasha en silencio.

«¿Qué?»

Natasha le pidió que le dijera lo que estaba pensando.

«Es solo que… es asombroso. Natasha, tú no eres miembro de la organización, ¿verdad?»

Al principio, Jin pensó que Natasha era miembro de la organización, pero cuando escuchó que había crecido con Ilya desde la infancia, ahora lo sabía con certeza. Ella no era parte de la organización, Natasha solo se estaba moviendo por solicitud personal de Ilya, no como parte de la organización. Y por eso, tampoco le decía jefe a Ilya. Como ella le había dicho, era alguien que pertenecía a la esfera privada de Ilya.

Sin embargo, ella superaba a cualquiera de los miembros de la organización. De hecho, nunca la había visto lidiar con armas o usar su cuerpo para pelear, pero tenía la plena seguridad que ella era mejor que los demás. Podía decirlo con solo mirarla. Lo notó por el hecho de que ninguno de los miembros de la organización la trataba de forma descuidada y, sobre todo, porque Ilya confiaba en ella y le había pedido que lo vigilara y protegiera. Porque sin importar que ella hubiera conocido a Ilya desde su infancia, era poco probable él le diera trabajo alguien que no tuviera habilidades teniendo en cuenta su forma de ser.

«Natasha, ¿puedes contarme sobre tu historia con Ilya?»

Natasha parecía incómoda ante la pregunta inesperada.

«Estoy preguntando por tu historia, Natasha, no por la de Ilya.»

Añadió Jin, mientras sonreía. Significaba que le estaba pidiendo que hablara de ella misma. Natasha sonrió y se sentó con las piernas cruzadas.

«¿Qué es lo que quieres saber?»

Había una pequeña expresión de burla alrededor de sus ojos. Ella también lo sabía. Jin quería negarlo, pero sentía curiosidad por Ilya. Bueno, eso era obvio.

«¿Qué edad tenías cuando lo conociste?»

«¿Unos diez años?»

Era más joven de lo que pensaba. ‘¿Acaso eran amigos del vecindario?’

«Mi padrastro de repente me presentó a Ilya un día. Me dijo que debíamos ser como hermanos desde ese momento.»

«¿Tú padrastro?»

‘¿Y sus padres biológicos?’

«He sido huérfana desde que nací, e Ilya… él debería contártelo. No creo que le guste que yo hable de eso.»

«¿Han sido cercanos desde entonces?»

«¿Cercanos? Ni lo menciones.»

Natasha sonrió y sacudió la mano.

«No he hablado con Ilya durante casi 3 años.»

«¿De verdad?»

Pero vivían en la misma casa. ¿Cómo era eso posible? Pensó que era ridículo, pero se calló cuando recordó que después del incidente de su violación masiva en la escuela secundaria, también se mantuvo alejado de su familia, cortando toda comunicación con ellos. Así que, si era posible. Cosas como esas también pasaban. ¿Qué importancia tenía vivir en la misma casa?

Sin embargo, Ilya había hecho un buen trabajo. La mayoría de ellos podía verse cara a cara a diario.

«Quizás no podíamos evitarlo entonces. Fue una época en la que Ilya y yo éramos muy sensibles.»

Murmuró Natasha, y cuando Jin la miró, ella trató de sonreír casualmente. Ilya y Natasha debían haber tenido algunos altibajos en la vida. Natasha suspiró brevemente mientras permanecía en silencio porque no sabía hasta donde podía profundizar en las historias de otras personas. Entonces, abrió la boca nuevamente, pensando que no era necesario cohibirse tanto.

«Mi padrastro nos adoptó porque éramos Alfas.»

‘¿Qué diablos significaba eso?’ Natasha sonrió levemente, en lugar de agregar una explicación. Por primera vez, se veía amargada, a pesar de que siempre estaba llena de alegría y naturalidad. ‘¿Los adoptó porque eran Alfas? ¿Y qué pensaba hacer con Alfas?’

«Jin, ¿es cierto que no estás registrado como omega en ninguna parte?»

«Ah.»

Porque se consideraba una vergüenza para su familia. Ninguno de ellos estaba dispuesto a registrar a un niño de una destacada familia Alfa como Omega. Dado que su familia tenía mucho poder e influencia, no fue problema para ellos omitir el informe de género de un niño. También les fue fácil encontrar un supresor de celo, ya que tenían vínculos comerciales con compañías farmacéuticas. Por lo tanto, no habría tenido que registrarse como Omega, porque eso era casi un tabú.

Pero para explicar todas esas circunstancias, primero tenía que hablarle sobre su familia. Odiaba hacer eso, así que cerró la boca y evitó la mirada de Natasha. En el momento en que regresó a la casa, todos esperaban algo más de él, no de ‘Ryu Jin’ en sí. Y si esa expectativa se rompía, todo cambiaría implacablemente.

Nadie en la organización de Ilya o Natasha, sentían curiosidad por la familia de Jin. Es por eso que lo trataban por ser él, y no por ser ese ‘Ryu Jin’. Era…cómodo. Quizás esa fue la razón por la que había regresado a la mansión.

«Ilya tampoco está registrado como Alfa.»

Jin quedó perplejo ante las palabras de Natasha.

«¿Por qué…?»

¿Por qué un Alfa evitaría el registro como si fuera un Omega? No podía entenderlo, así que Natasha sonrió levemente y le pidió que le preguntara a Ilya después. Estaba seguro de que había algo en su pasado, pero en ese momento no podía profundizar en ello. La reacción de Natasha, que fue diferente a la habitual, hizo que Jin fuera más cauteloso.

«¿Quieres que salgamos a tomar un poco de aire fresco?»

Como si quisiera cambiar de tema, Natasha se estiró y se quejó de que estaba aburrida de quedarse en la mansión.

«Le prometí a Ilya que no me movería de aquí.»

Ante la respuesta de Jin, Natasha respondió que no era gracioso. Jin sonrió y volvió sus ojos hacia la tableta que sostenía. Ilya le dijo que se mantuviera en calma, así que pensó que debía quedarse en la mansión. Además, era terrible que Imran todavía estuviera en Moscú.

Tal vez se había quedado en el hotel porque le gustaba el comerciante de pornografía que Jin e Ilya le habían enviado. Y aunque sus preocupaciones fueran inútiles, pensó que no había nada de malo en tener cuidado. Sin importar cuán rudamente había vivido Jin su vida, no podía aceptar las tendencias sexuales de Imran. Así que decidió mantener la calma bajo la protección de Ilya.

«Natasha, puedes salir si quieres. Me quedaré aquí.»

Lamentaba que elle ni siquiera pudiera moverse por su culpa. Natasha solía desaparecer cuando Ilya y Andrei estaban en casa. Quizás se iba con su amante. Pero cuando Ilya no estaba allí, no se separaba de Jin las 24 horas al día, esperando que le pidieran que hiciera algo.

«¿Sin ti? ¿Y además con los demás miembros de la organización fuera de la mansión? Mejor no. Si Ilya se entera, me mata.»

Incluso si Ilya le hiciera eso, ella seguramente no parpadearía. Pero en lugar de decir lo que pensaba, Jin simplemente se echó a reír. Por un momento pensó que sería conveniente que Natasha trajera a su amante a la casa, para que estuvieran todos juntos, pero luego dejó de pensar en eso al recordar donde se encontraba. Porque sin importar cuanto amara a su amante, no querría traerla a la guarida de la mafia.

Report Page