Escape – Capítulo 4. Puñalada por la espalda – Parte 4

Escape – Capítulo 4. Puñalada por la espalda – Parte 4


Escape – Capítulo 4. Puñalada por la espalda – Parte 4

Andrei llamó a la puerta de Ilya y entró. Había una botella de vodka colocada en la mesa redonda junto a la ventana. No estaba borracho, pero estaba preocupado por su salud ya que las botellas vacías parecían salir una a una sin saltarse un día. Sin embargo, parecía de buen humor, así que ni siquiera podía indicarle cómo cuidarse.

«Empezó a moverse.»

El informe de Andrei agudizó la mirada de Ilya.

«Aquí está.»

Andrei le entregó una hoja de papel. Allí había un registro de Imran Al-Gala recogiendo informantes en todas partes para encontrar a Ryu Jin. Comenzó a buscar informantes en Rusia, como si no pudiera encontrarlo solo con los subordinados que residían en el país.

No era que Ilya no quisiera buscar a Ryu Jin de esa manera. Pero justo antes de hacerlo, quería hacer un análisis del virus que circulaba por todas las redes de Internet de la organización. Sabía que él había jugado con las computadoras y los teléfonos celulares que tenían restricciones. Dado que pasó medio año en la mansión, no era razonable que pensara que no había hecho nada con la red de Internet de la mansión.

Y después de todos sus esfuerzos, pudo encontrar un virus muy oculto. Los expertos lo describieron como un virus leve que no tiene ningún efecto. ¿Por qué lo plagaría con un virus que no dañaría a ningún programa en absoluto? La respuesta llegó pronto. Estaba claro que Ryu Jin estaba monitoreando la organización de Ilya desde afuera. Al ver que no había ningún movimiento hasta el momento, parecía que no estaba tratando de entrometerse o interrumpir el negocio de la organización. Quizás lo que único que le interesaba era saber si él lo estaba persiguiendo, para conocer la información de antemano y actuar en consecuencia.

Siempre estuvo equivocado con respecto a Ryu Jin y su enorme talento. Cuando hizo su primera estafa con moneda virtual, él no esperaba grandes ganancias, solo lo hizo porque estaba aburrido, así que solo ganó dinero de bolsillo, eso era todo. Por lo tanto, era razonable que el virus plantado en la organización era solo para su comodidad en lugar de tener otros propósitos.

Andrei le pidió a un experto que se deshiciera del virus, pero Ilya lo detuvo. Ese chico sin duda lo notaría en el momento en que lo eliminaran. Así que era mejor dejarlo allí, para tranquilizarlo y usar otro método.

Entonces, lo que pensó fue en usar a Imran Al-Gala. Ryu Jin ya no le pertenecía. Lo invitó a propósito a la mansión para avisarle. Si seguía obsesionado con cosas raras e inútiles, definitivamente estaría ansioso por encontrarlo en el momento en que descubriera que Ryu Jin estaba fuera de su alcance.

Era mucho más fácil monitorear a Imram Al-Gala que encontrar a Ryu Jin, que era su punto débil, y la probabilidad de éxito era mayor.

La pregunta era si Ryu Jin, aparecería frente a Imram. Ya se habían tirado los dados. Incluso si Ryu Jin no aparecía directamente, era suficiente con detectar algún rastro.

Y obviamente, nunca pensó en entregarle a Ryu Jin a Imram.

✤✤✤✤✤✤

Grand Hotel M en Moscú, Rusia. Imran Al-Gala nadaba solo y tranquilo en la piscina del espacioso hotel. Alquiló toda la piscina y no había otros huéspedes. Solo sus asistentes lo custodiaban, colocados en cada una de las entradas.

El agua, que parecía ser turquesa debido al fondo de la piscina, se dividía a medida que se movía. Cuando llegó al final de un extremo, una camarera le sirvió una bebida fría. Sacudiéndose el agua de su cabello y tomándose un trago, se metió en la piscina y la miró.

El hombre que se acercó lo miró de espaldas.

{¿Tuviste algún resultado?}

Ante la pregunta de Imran, el hombre le tendió una carpeta de plástico. La boca de Imran se elevó trazando una línea, en el momento en el que abrió la carpeta con las manos mojadas.

{¿Esto es todo? ¿No hay algo más?}

{Por ahora …}

Imran frunció una ceja ante la respuesta del hombre. En la carpeta de archivos, había una foto de Ryu Jin. Pero solo había una foto. No se agregaba más información, como su nombre, profesión o nacionalidad.

{¿Cómo obtuviste la imagen? ¿El lado de Ilya?}

{No. He estado en contacto con proveedores de información que trabajan en Rusia aquí y allá. Uno de ellos acaba de enviar esa foto.}

{Hum.}

Imran resopló un rato y miró la imagen en la carpeta de archivos. Estaba golpeando la imagen con su dedo, y cuando salió de la piscina, el asistente rápidamente le puso una bata por detrás. Se acercó al hombre que vino con la carpeta.

{Contacta a ese informante de nuevo. No importa cuánto pida, simplemente dile que averigüe cualquier cosa. Si dice que sabe dónde está, págale hasta un millón de dólares.}

{Su majestad, un millón de dólares es un poco…}

El ansioso hombre vio el rostro de Imran e inmediatamente cerró la boca. Imran, que miraba al hombre con ojos mordaces, sonrió cuando bajó la cabeza y respondió que obedecería la orden.

{Un juguete pequeño y caro está bien. Si vale la pena.}

Su psicología era muy extraña. Si alguien trazaba una línea diciendo que algo no podía ser suyo, extrañamente quería obtener ese algo a toda costa. De hecho, no le importaba si valía la pena o no. Primero quería conseguirlo. Y sobre todo por Ilya, porque fue él quien trató de protegerlo mientras trataba de conseguir a ese chico ese día.

✤✤✤✤✤✤

«¡Kyaaah!»

Dos mujeres que vestían solo ropa interior salieron de la habitación de Ilya como si las hubieran echado. ¡Pam! Las mujeres que se sentaron en el suelo mientras miraban cómo se cerraba la puerta estaban perplejas y pronto parecieron aterrorizadas.

Viktor, de pie en el pasillo, ayudó a las mujeres caídas a levantarse y suspiró. Ya había pasado varias veces. El jefe había estado buscando tener sexo todas las noches desde hace días, pero ninguna persona era de su gusto. Ilya puso todo tipo de excusas y expulsó a todas las personas que entraron en la habitación.

«¿Y ahora, dónde voy a conseguir un Omega en celo?»

Fue un diálogo interno a medias, pero Andrei, que estaba a su lado, rápidamente frunció el ceño y lo miró.

No, bueno, piénsalo. En el pasado, el jefe no era tan exigente con las parejas sexuales, ¿verdad? Por supuesto, solo trataba con personas en buenas condiciones, pero ahora las odia casi incondicionalmente. ¿Y quién tiene la culpa de eso? Ryu Jin, ¿no es por ese niño? Eso significa que el jefe solo va a estar tranquilo cuando lo encontremos.

Había muchas cosas que quería decir, pero cuando dijera todo eso, era obvio que la cara de Andrei solo se endurecería, así que renunció. Si el jefe lo escuchaba, también iba a ser muy difícil pedir excusas.

«Entonces, ¿encontraremos a alguien que se parezca a Ryu Jin?»

Viktor dijo con sinceridad de nuevo, pero Andrei suspiró. Y como si no quisiera enfrentarlo más, sacude la cabeza y se da la vuelta.

«Parece un trabajo bastante duro.»

Natasha que subía las escaleras, al ver a Andrei y a Viktor, sonrió y los saludó. Después de la desaparición de Ryu Jin, ella era la única en la mansión que no había cambiado. Natasha también era increíble en ese momento. Sabía lo que pasaba por la expresión de Ilya, pero ante la atmósfera donde la mayoría de ellos contenía la respiración, ella continuaba siendo la misma sin preocuparse.

«Parece las echó, ¿puedo entrar?»

Natasha miró hacia la habitación de Ilya. Andrei asintió con la cabeza, como diciéndole que hiciera lo que quisiera. Bip. Al ver que la puerta se abría sin llamar, Viktor sintió sinceramente respeto por ella. Eso era suficiente para ir más allá de su propio ritmo.

«Si no puedes acostarte con nadie, entonces no sigas llamando gente en primer lugar. ¿Por qué les dices que las traigan si las vas a echar? Viktor y Andrei también están sufriendo.»

Natasha soltó su voz repugnante de inmediato. Ilya la miró y se sirvió vodka en un vaso fingiendo no escucharla. Mientras se acercaba, chocó un vaso vacío con el de Ilya, como si hicieran un brindis.

«¿Acaso no puedo?»

Ilya la miró con una expresión, como preguntándole de qué estaba hablando, en una oración donde se omitían tanto el sujeto como el objeto.

«No quieres a nadie excepto a Jin. »

Natasha sonrió con una sonrisa juguetona. Ilya frunce el ceño y se ríe mientras bebe vodka.

«Bueno, tal vez me comporté de forma inusual cuando Jin estaba aquí.»

Vació el vaso de vodka de una vez, colocó el vaso vacío sobre la mesa y miró a Ilya. Por lo que ella sabía, Ilya era un hombre ascético. Tenía deseos sexuales como cualquier otro, pero él solo satisfacía sus deseos al mínimo, hasta que estuvo con Jin. ¿De quién se enamoraría un hombre así? Pensó que no podía existir tal cosa.

¿Acaso ha comenzado a confiar en la gente? Ilya básicamente no creía en nadie, y no trataba de meterse con nadie. Puede ser que los horribles recuerdos de su infancia le congelaran el corazón.

Sin embargo, ese hombre frío, solo fue un poco diferente cuando comenzó a tratar a un chico asiático llamado Ryu Jin. No estaba segura, pero ante los ojos de Natasha, Ilya había puesto a Jin en su línea de alguna manera.

«¿Qué harás si lo encuentras?»

Preguntó como si él se lo estuviera preguntando a sí mismo. Ilya, que parecía preocupado por un momento, frunció el ceño y abrió lentamente la boca.

«Le voy a romper las piernas. Para que no pueda volver a huir a voluntad.»

«¿Y después de eso?»

Ilya no respondió de inmediato y solo su mirada se calmó. Los labios de Natasha se alargaron. Se lo follará o le romperá la pierna. Cuando lo encuentre, no sabrá qué hacer.

«¿Matarlo?»

Ella sonrió y agregó.

«Le romperás las piernas y lo encerrarás. Pero si estás tan molesto, ¿no sería mejor romperle las piernas y después matarlo?»

Comparado con el contenido de esas malditas palabras, su expresión era lo suficientemente clara como para demostrar que estaba incómodo. Ilya, que la miró en silencio, suspiró y estrechó las manos como si reconociera sus intenciones.

«Si no puedes matarlo, admítelo honestamente.»

«¿Qué?»

«El hecho de que Jin es especial.»

Hasta ahora, pensó que no lo admitiría. La idea aún no había cambiado mucho. Sin embargo, eso tal vez se debía a que no entendía que estaba sintiendo el vacío por la partida de Ryu Jin.

A pesar de eso, Ilya no dijo nada. Ah, que aburrido. Los ojos de Natasha se curvaron levemente.

«No puedes romperle las piernas.»

Entonces, se acercó a Ilya y le dio unas palmaditas en el hombro. Inclinó la parte superior de su cuerpo y llevó sus labios a su oído mientras estaba sentado en la silla.

«Si lo encuentras, sea amable y amistoso. De esa manera, no huirá. Quizás incluso podrías confesarte.»

Y como si estuviera contándole una historia secreta, susurró y luego se apartó. Ilya la miró con una expresión distorsionada. Natasha sonrió aún más y se dio la vuelta.

«La brisa primaveral está soplando.»

Mientras salía de la habitación y murmuraba, miró a Viktor, quien le preguntaba con los ojos qué tonterías estaba diciendo. Ya la primavera se había acabado y estaban en verano, por eso se preguntó si estaba loca. Ja, no me refiero a eso, Natasha bajó las escaleras con una carcajada. Víktor se volvió hacia Andrei y le preguntó si ella estaba realmente loca, y Andrei se agarró la frente como si de verdad le doliera.

✤✤✤✤✤✤

Piing. Apareció una ventana de notificación en la parte inferior de la pantalla de la computadora. Eso significaba que había llegado un nuevo correo. Jin movió lentamente el mouse para revisar el correo. Era el hombre que buscaba al contratista de Ilya.

Al mismo tiempo, llegó un correo electrónico más. Cuando le envió la foto en respuesta, esta llevaba un virus. En el momento en que se descargó la foto, un virus se propagó automáticamente en la otra computadora y la información ahora se transmitía a Jin.

El usuario, estaba usando internet en una computadora portátil personal y el área desde la cual se accedió era un hotel famoso en Moscú. Hotel… eso significa que Moscú no es tu hogar. No pudo entender nada más. No sabía quién lo estaba buscando.

¿Ilya notó que estaba monitoreando la red de Internet de la mansión y trató de conectarse desde afuera? No. Jin negó con la cabeza. Incluso si se daba cuenta, el contenido del correo electrónico que envió no era para Ilya. Él no podría describirlo como un “contratista”.

Quién conoce a Ilya, que quiera encontrarme… .

Suspiró y se sentó en la silla. ¿Dónde está ese tipo? En primer lugar, encontrarse en Moscú era incómodo. Sin importar cuánto lo pensara, no había nadie más que Ilya que quisiera encontrarlo.

Jin sonrió al leer el contenido del correo electrónico. Estaba escrito que le pagarían US$ 1 millón le decían dónde vivían. Era tan fácil ganar dinero en el mundo. Un millón de dólares a cambio de vender su posición. ¿O valgo tanto y todavía no lo sé? Apretó el botón en respuesta, pensando tonterías.

Esta vez, escribió aproximadamente sobre sus datos personales. Agregó su nombre y su edad, la universidad a la que asistió y la vida escolar que llevaba. Luego, en la última oración, escribió que de repente desapareció un día. Si es alguien de Corea, sería extraño. Cualquiera que no conozca a Ilya, diría que lo había secuestrado.

Ahora bien, ¿cómo lo sabría? Si quería saber algo más, debía pedirles la información que tenían. Si le brindaban información, podía agregarla para encontrar la morada de Ryu Jin.

Al enviar el correo, la boca de Jin dibujó una línea suave. Era divertido tener el propósito de descubrir al cliente. Su corazón volvió a latir por primera vez después de abandonar a Ilya.

¿Es la primera vez desde que dejaste Ilya? Sus pensamientos, que estaban fluyendo inconscientemente, se frenaron a sí mismos. ¿Quieres decir que alguna vez te ha latido el corazón cuando estás cerca de Ilya? Se detuvo ante la pregunta que se estaba haciendo.

Se mordió su labio inferior y se levantó. Incluso si alguna vez latió, seguramente fue por miedo. No puede haber otro significado.

‘Ryu Jin.’

En el momento en que recordó su voz baja llamándolo, su cabello se erizó.

Maldición. Jin golpeó la pared con el puño. De repente, su cuerpo comenzó a tener fiebre. Rápidamente buscó en el bolsillo de su chaqueta, sacó el medicamento y lo vertió en su boca. Sin embargo, a diferencia de otras veces, el calor no desapareció fácilmente.

Parecía sentir algo similar al ciclo de calor, pero era diferente. Y como si pudiera sentir el toque de alguien sobre todo su cuerpo, sintió un escalofrío. Jin se sentó en la cama, y se bajó los pantalones y la ropa interior. Tanto su parte delantera como la trasera palpitaban, así que no podía soportarlo.

‘Jin…’

La voz ronca que suena en su oído lo distrae. —Ah… Un gemido bajo salió de sus labios. Una mano envolvió su pene y lo frotó hacia arriba y hacia abajo, y la punta se fue mojando gradualmente. Ugh… Estaba asombrosamente falto de estimulación. Sintió que se corría, pero cuando no pudo hacerlo, se desesperó más y más.

Bajó aún más la mano y se tocó la entrada trasera. Ciertamente no estaba mojada como en su ciclo de calor. Cuando empujó su dedo en el lugar rígido, solo le dolió. Inevitablemente, tuvo que meterse el dedo en la boca y lamerlo con la lengua. Una vez empapado, volvió a bajar su mano y metió el dedo por el agujero trasero.

—¡Ah … !

El placer estalló a pesar de que solo entró la punta del dedo. Su pared interior tembló y absorbió su dedo. Ahora, el placer se maximiza cuando se estimula su entrada en lugar de la parte delantera. Ni siquiera podía suspirar, porque su cuerpo se había acostumbrado a recibir placer.

Puck, Puck. El sonido que venía de abajo estimuló su audición. Más… Un poco más profundo… Era una pena que no pudiera alcanzarlo con sus dedos.

‘Ryu Jin.’

—Ugh, Ah…Ilya… .

En el momento en que esa voz clara susurró en su oído, la sangre corrió. —Ahh. Jin respiró hondo. Se miró las manos mojadas y se rió emocionado.

Ilya, había eyaculado pensando en él. Pensó que su condición física era más aterradora de lo que pensaba.

La estrecha pared interior envuelve su pene como si lo mordiera. El lugar que había estado conteniendo tanto calor estaba tan ardiente, como si fuera a estallar.

‘Ilya…Ilya…’

Una voz empapada de emoción llamó el nombre de Ilya. Sus delgados brazos están estirados. Y como para darle un abrazo, Ilya envolvió su hombro con un brazo. Cuando lo abrazó con fuerza y golpeó el área en la que se entrelazaban, gimió y tembló.

Le gustaba ese momento. El instante en que Ryu Jin perdía todos los estribos por completo, y estimulaba con su interior a Ilya para hacer estallar su deseo. Al poner los dientes en su piel suave, no sabe qué hacer con ellos. El placer y el dolor, irónicamente se combinaban en ese precioso momento.

Jin empapó su abdomen con su semen y se colgó de Ilya. ¿Desaparecerá esta hambre después de que mastique y trague a este tipo? ¿Por qué no se siente como si fuera mío, incluso aunque lo tenga en mis brazos?

El inexplicable vacío hizo a Ilya más violento.

‘¡Ah, ugh, ah, detente, ahhh!’

Jin empujó el pecho de Ilya con dolor. Entonces, él le agarró el brazo y le mordió la muñeca. ¡Uf! Al escuchar un gemido sin aliento, Ilya también vertió mucho de su semen en su interior.

Blink. Con los ojos abierto, Ilya frunció el ceño, se sentó y enrolló la manta.

«Haa….»

Era ridículo y en vano. Qué sueño…ni siquiera un muchacho adolescente lo haría, y soñando a esta edad…Nunca había hecho algo como eso en los últimos 10 años. Nunca se había abstenido lo suficiente como para tener un sueño erótico. Tenía tantas parejas sexuales a la mano, que podía acostarse con cualquiera cuando quisiera.

Pero la situación había cambiado en el último semestre. Solo había dormido con una persona, Ryu Jin, pero aunque solo dormía con él durante su ciclo de calor, era más de lo que hacía en un mes con los demás, por lo que no era normal que hubiera acumulado tanto deseo sexual.

Solo había estado en abstinencia durante tres meses. Solo tres meses, después de que Ryu Jin desapareciera.

‘Si no puedes matarlo, admítelo honestamente.’

Las palabras de Natasha se repitieron y resonaron en su oído.

«En otras palabras, ese niño … Esto es ridículo.»

Sus palabras eran sucias, pero el solo hecho de recordar a Ryu Jin le hacía doler el corazón y las yemas de sus dedos. No era una emoción que pudiera explicarse simplemente por su ira hacia él.

Sí, al principio estaba enojado. El hecho de que se atreviera a engañarlo y huir lo puso febril. Además de eso, no era extraño que quisiera atraparlo y matarlo porque se escapó con un millón de dólares diciendo que era su tarifa.

Pero a medida que pasaba el tiempo, sin saber lo que Ryu Jin podía sentir o lo que estaba haciendo, más nervioso se ponía. Durante el tiempo en que pensó que Ryu Jin tendría su ciclo de calor, se volvía lo suficientemente sensible como para sentirse sofocado consigo mismo.

Sin embargo, tenía que admitirlo… No era tan estúpido como para no saber de qué estaba hablando Natasha. Lo sabía, pero había algunas cosas que no se podían admitir fácilmente.

Aún no era el momento, pero se levantó y fue al baño. Abrió el agua fría, se puso debajo, y la sangre en su cabeza pareció calmarse un poco. Bajó la mano y la frotó, sosteniendo su pene todavía medio erecto.

‘Ilya …’

Ahora, conscientemente trató de recordar la voz, hasta el punto de que estaba harto de ella. Pero la emoción dominaba su razón. No podía llegar al clímax sin recordar esa maldita carita pequeña y bonita, y la voz húmeda que lo llamaba por su nombre.

✤✤✤✤✤✤

El estado de ánimo de Ilya fue incómodo desde la mañana. Aunque estaba sentado, soplaba una fría brisa siberiana. Los subordinados solo lo miraban, encogiéndose de hombros, ya que no podían hablar. En ese punto, estaban más ansiosos, porque ni Andrei ni Natasha, se encontraban allí para ayudarlos.

«¡Jefe!»

De repente, Viktor abrió la puerta de la sala y entró. Los otros hombres se asustaron y lo miraron con ganas de preguntarle que pasaba, pero Viktor no pudo entenderlos. ¿Qué? ¿Qué sucede? ¿Cuál es el problema? Ante esas expresiones, él solo se encogió de hombros y luego se colocó frente a Ilya.

«Esto fue enviado por Andrei.»

El papel que sacó ya estaba arrugado y hecho jirones, tal vez porque había estado corriendo. Ilya frunció el ceño y chasqueó la lengua. Los subordinados miraban a Viktor con la mente irritada, pero la persona en cuestión ni se inmutaba.

Ilya, quien recibió el papel, revisó el contenido. No hizo ninguna expresión, pero por un momento sus ojos brillaron. Entonces, se levantó de su asiento, después de dejar en la mesa el papel que había leído.

«Jefe, ¿a dónde va?»

Preguntó Viktor.

«Todos vayan con Andrei.»

No hubo otra explicación, solo una orden breve. Cuando Ilya salió de la sala, todos lo siguieron a toda prisa. Uno de los curiosos se acercó sigilosamente al lado de Viktor y le empujó el codo en el costado.

«¿Qué pasa? ¿A dónde vamos?»

«Vamos a atrapar a Ryujin»

Víctor respondió emocionado.

«¿Eh? De Verdad? ¿Realmente apareció?»

El subordinado abrió mucho los ojos. No podía creer que finalmente hubiera aparecido el tipo que no pudieron encontrar, aunque habían buscado en todo Moscú durante casi tres meses.

«Así es. Vamos, apúrate.»

Víktor lo apresura, golpeándole espalda. Era obvio que estaban felices. Tenían que estarlo. Considerando que el jefe los había torturado hasta ahora por culpa de Ryu Jin, estaban ansiosos por encontrarlo para retorcerle el cuello. Pero obviamente, pensó que sin permiso del jefe, tal vez no pudieran hacerlo.

✤✤✤✤✤✤

Imran Al-Gala no se desvió de las expectativas de Ryu Jin. El día que envió la información adicional, dijo lo mismo que cuando lo vio, que Ryu Jin estaba en la organización de Ilya y que él no tenía intención de venderlo, sin importar cuánto ofreciera. Además, volvió a enfatizar que pagaría 1 millón de dólares si le informaba de su ubicación actual o acordaba encontrarse con él.

Jin se rió al recibir el correo electrónico. Parecía que ahora sabía quién era el cliente. Era el príncipe de Medio Oriente, que vio cuando fue forzado a asistir a una espléndida reunión en un helado día de invierno, el segundo mes después de haber llegado a Moscú.

Pensó que le era fácil ofrecer 1 millón de dólares, pero cuando lo investigó, lo entendió de inmediato. Como un hombre en las filas de sucesión al trono de una familia real en el Medio Oriente, cuya principal fuente de ingresos eran las exportaciones de petróleo, se decía que solo sus activos personales ascendían a varios cientos de billones de wones, en dinero coreano, y que si se combinaban con los activos de su familia, serían miles de billones. Entonces, eso significaba que para él, pagar 1 millón de dólares, era como comprar un chicle.

El problema era su personalidad única. La apariencia en el exterior parecía suave y distante, pero detrás de escena, era indescriptiblemente desordenada. Se decía que tenía un harén separado a pesar de que ya tenía tres esposas oficiales, pero se rumoreaba que nadie regresaba con vida después de ingresar al harén. No se conocía sin las personas vivían felices bajo el amor del heredero al trono para siempre, o si terminaban como un cadáveres.

Era un adicto al sexo duro, e incluso un sádico terrible. Según los rumores que se han difundido en secreto, se dice que siente placer al ver a una pareja sexual luchar con el dolor justo antes de morir. A veces jugaba a ahogarlos y también escuchó que se emocionaba con la sangre que fluía mientras cortaba a su pareja sexual con un cuchillo.

Jin gimió, mientras organizaba la información recopilada. Solo vivía por vivir. Nunca había visto a un hombre con un gusto tan pervertido. Pensó que no era un crimen en este momento, pero las leyes varían de un país a otro, y como está en la cima de su poder, no parece que lo castiguen. Todos los jefes superiores son iguales en cualquier país.

Le dio las gracias a Ilya por negarse a venderlo. Si hubiera caído en las manos de Imran, podría haber caído realmente en el fondo. Bien. Si su valor era un millón de dólares, el dinero que recuperó fue unas mil veces mayor que esa cantidad. Se rió amargamente al recordar las palabras de Ilya, cuando dijo que lo habría vendido si le hubiera ofrecido el precio correcto.

A veces no sé si es amable o discreto.

De todos modos, si pensaba con frialdad, la respuesta correcta era ignorar esa solicitud. No tenía miedo de ser rastreado, porque ya había colocado escudos para evitar que los correos que escribía fueran ubicados.

Sin embargo, Jin, que estaba preocupado, respondió: ‘Te dejaré encontrarte con Ryu Jin.’ Y en su lugar, les pidió que depositaran el 50% del monto prometido por adelantado. La razón fue que quería verificar si tenían la capacidad de pagar el dinero porque no era una cantidad pequeña.

El dinero se depositó en la cuenta de Ryu Jin a solo una hora después de enviar el correo electrónico. Jin, que se rió con ironía, inmediatamente tomó el dinero, lo transfirió a otra cuenta, luego lo convirtió a moneda virtual y lo transfirió a otra cuenta, en un país diferente a Rusia.

Dos días después, y después de dos meses, hizo check out en el hotel, y se dirigió a la estación de Yaroslavl. Para el propietario del centro comercial en el que trabajaba a tiempo parcial, le escribió una nota en la que decía que lamentaba haber dejado el trabajo y la colocó frente a la entrada de empleados.

Cuando llegó a la estación, compró un boleto a Moscú y se encajó aún más el sombrero.

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Fin volumen 1

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