Escape – Capítulo 2. Adaptación – Parte 4

Escape – Capítulo 2. Adaptación – Parte 4


Escape – Capítulo 2. Adaptación – Parte 4

Imran Al Gala, que miraba fijamente la puerta cerrada, se tocó la barba y luego abrió la boca.

{Investiga al chico que Ilya abrazó. Averigua desde cuando ha estado en esa organización y qué es lo que en realidad está haciendo.}

Cuando le ordenó eso al subordinado que tenía al lado, este se puso pálido.

{Si comete un error, puede convertirse en enemigo de Ilya. Eso sería un grave problema.}

{¿Acaso te pedí tu opinión?}

Dijo Imran, con el ceño fruncido.

{¿Por qué de repente está interesado en una persona como esa?}

{¿Qué no es obvio? Ilya parece muy interesado en él. Si tiene alguien en su organización que ni siquiera sabe usar un arma, debe haber una buena razón. Entonces averígualo. ¿Cuándo habías visto a Ilya molestarse tanto por algo?}

Imran entrecerró sus grandes ojos. Tenía curiosidad por saber, por qué Ilya se molestaría tanto por pretender a ese joven oriental, cuando no era capaz de expulsar ni una gota de sangre aunque lo apuñalaran con una aguja. Obviamente, tenía la extraña convicción de que ese chico debía ser su debilidad.

✤✤✤✤✤✤

¡Bang! La puerta del auto se cerró ruidosamente. Ilya parecía incómodo después de empujar a Jin en el asiento trasero primero y luego de sentarse a su lado. Colocó el dedo en el nudo de la corbata y lo jaló para aflojarla un poco, luego exhaló lo suficiente como para hacer un zumbido.

No, no he hecho nada malo, entonces, ¿Por qué no me dice lo que le pasa?

Cada vez que Ilya se movia nerviosamente, Jin temblaba y no sabía que hacer. Algo parecía haber estado hablando el tipo árabe con él, pero no tenía idea de lo que estaba pasando. Sin embargo, desde que salió de la habitación, incluso antes de abandonarla, Ilya parecía molesto.

—Perdóname… .

Una palabra se deslizó de su boca abierta. Ilya miró hacia atrás con el ceño fruncido, sin ocultar su molestia.

—¿Puedo preguntarte por qué estás tan enojado?

Era una terrible curiosidad para una persona que sabía que podía morir en cualquier momento si cometía un error. Sin embargo, ¿Qué debo hacer? Tengo que preguntarle. Pero Ilya solo lo miró, sin darle ninguna respuesta. Entonces, ¿Qué hice mal?

Su mirada fría daba miedo, pero aún así tenía curiosidad al respecto.

—¿Quién era esa persona?

Le preguntó más específicamente, porque pensó que su anterior pregunta había sido demasiado amplia. Estaba enojado porque tenía curiosidad acerca de la persona que había tenido esa conversación con Ilya.

—¿Necesitas saberlo?

Ah, sí. Por supuesto que no tienes que decirme. Tuvo esas palabras en la punta de la lengua, pero se las tragó. Es gente que no necesito conocer, entonces ¡¿Por qué juegas conmigo?!

Cuando dejó de insistirle, volvió la cabeza y miró por la ventana. El paisaje blanco se asomaba sin importar a donde mirara, le había parecido extraño al principio, pero ahora estaba harto de eso. Estaba repitiendo todo tipo de insultos dentro de él, pero de repente sintió una fuerza que lo hizo contenerse. —Ah, dijo antes de gemir y volvió la cabeza. La cara de Ilya se acercó a su nariz y eso hizo que sus ojos se agrandaran.

—¡Ugh!

Sus labios fueron atacados salvajemente. A medida que el dolor se extendía entre sus labios, una lengua suave se empujó en su boca.

¡Diablos! ¡¿Por qué haces esto de nuevo?! ¿Por qué me besas si no estoy en celo?

Debido a sus muchas experiencias se dio cuenta de que no podía resistirse aunque lo intentara, y por eso aceptó el dolor en su boca. Cuando Ilya abrió los labios, después de mucho tiempo, miró a Jin fijamente. Los ojos esmeraldas brillaron con colorido. El color de sus ojos lo atrapó, y ni siquiera pudo parpadear.

—¿Qué demonios fue eso?

Eso es lo que quería preguntar. Al no poder entender las palabras de Ilya, sus cejas se distorsionaron.

—Pensé que habías entrado en tu ciclo de calor pero no fue así, además no estabas emitiendo esas malditas feromonas. Entonces, ¿Por qué atraes a la gente?

Cada vez se sentía más confundido. ¿Quién, cuando, a quién?

—¿Fue a esa persona por la que te pregunté antes?

Preguntó sin dudar, pero las arrugas glaciales de Ilya se volvieron cada vez más severas. Oh, lo entiendo más o menos ahora. Sin embargo, fue un poco sorprendente. Sin que emitiera feromonas, el tipo lo había percibido como un objeto sexual. Bueno, no era nada extraño. A veces no necesitaba mucho para atraer a una pareja.

—¿Acaso es mi culpa?

No sabía lo que le había dicho el árabe, pero no hizo nada malo. Ilya fue quien lo llevó a rastras allí, y cuando llegó a ese lugar, se quedó parado detrás de él como Andrei le ordenó.

No fue su culpa, pero Ilya chasqueó la lengua y lo respondió cuando intentó protestar.

—Te habría vendido si me hubiera pagado el dinero que me hiciste perder.

¿De qué estaba hablando? Quizás el árabe le había ofrecido pagar su rescate. Pero su corazón latió cuando escuchó que lo iba a vender. Quedar atrapado en la organización de Ilya no era una situación muy placentera, pero hubiera sido peor si un árabe lo llevaba a su harem.

—Gracias. Por no venderme y por no dejarme atrás.

Cuando respondió y suspiró, Ilya lo miró sin ninguna expresión. Luego sacudió la cabeza y se tocó la frente como si la cabeza le doliera.

—Después de que me pagues… .

Mientras intentaba decir algo, se quedó callado de repente. Después, giró la cabeza hacia la ventana sin intentar continuar con lo que estaba diciendo. Solo un pesado silencio invadió el auto.

¿Qué harás entonces cuando te pague? Jin se contuvo, antes de preguntar. No esperaba que lo enviara a Corea tan fácilmente. No era ni puro, ni estúpido para tener tanta esperanza.

Después de pagar el dinero, ¿Qué debo hacer entonces? Lo pensó por un momento antes de detenerse. La respuesta a esa pregunta no le iba a llegar de inmediato. Tal vez encontraría una manera adecuada si permanecía en silencio. Ahora, el objetivo principal de Jin, era mantenerse con vida hasta que pudiera hacer algo para escapar.

✤✤✤✤✤✤

Se preguntaba si ya había pasado más o menos un mes. Cuando llegó a la mansión de Ilya, se sintió como en casa y su nerviosismo se calmó. Jin pensó sinceramente que debía estar loco. Debía estarlo, si podía sentirse como en casa en ese lugar.

Pasó medio día desde que quiso salir porque estaba aburrido, pero ahora hacía frío y estaba sucio, tampoco había visto nada interesante, así que concluyó que era mejor permanecer en la mansión ganando dinero.

Tan pronto como entró a la casa, Ilya se volvió hacia Andrei y le ordenó algo. No sabía qué estaba diciendo, pero parecía que no era algo bueno, al ver la dura expresión de Andrei. Trató de marcharse a su habitación, pero con una seña de Andrei, otro hombre se lo impidió.

—No tienes que hacer esto, no pienso huir.

Andrei se acerca cuando lo escucha murmurando. Poco después, Ilya desapareció.

—Vas a mudarte de habitación, así que espera.

¿Otra vez? Después de su último ciclo de calor, lo habían trasladado a una habitación en el mismo piso que Ilya, pero no podía entender por qué lo iban a mudar nuevamente. Recordó la atmósfera sangrienta que permaneció durante todo el viaje en el auto, y se le puso la boca seca.

—¿Van a condenarme a un régimen de aislamiento?

Todavía seguía pensando que no había hecho nada malo, pero preguntó, porque parecía claro que Ilya se traía algo entre manos.

—Preferiría que fuera eso.

La reacción de Andrei también fue fría. Originalmente, era muy contundente, pero hoy también había desilusión en su mirada. Oh, en serio. Entonces si hice algo grave.

Mientras permanecía en la planta baja y esperaba, un miembro de la organización se acercó y habló con Andrei. Hasta entonces, Andrei, que había endurecido su rostro, se volvió hacia Jin y le gritó que lo siguiera. Jin, mientras caminaba en silencio junto a él, quería escapar cada vez más, a medida que se acercaba a su destino.

Cuando Andrei dejó de caminar, —¿Eh? un sonido de sorpresa se escapó de su boca. Estaba frente a la habitación de Ilya. Más bien, justo en frente de la puerta de al lado y preguntó si no era un error, pero Andrei solo asintió sin ninguna expresión.

—¿De verdad?

Como no le gustaba responder con palabras, Andrei volvió a inclinar la cabeza.

—¿Por qué?

¿Por qué lo mudarían a la habitación al lado de Ilya? Esta era una intención demasiado evidente… No le gustaba a Andrei, así que tenía sentido que quisiera dispararle.

—No salgas de la mansión por un tiempo, incluso si Natasha te lo pide.

Quería decir algo sobre eso nuevamente, pero miró a la habitación y luego a Andrei.

—Porque es molesto, así que haz lo que te diga.

—¿Puedes darme una mejor explicación? De todos modos, no tengo otra opción, pero estaría más tranquilo si lo supiera, para no cometer el mismo error.

—Tú, fuiste pretendido por un oponente problemático.

A pesar de no decírselo directamente, Andrei fue quien le respondió cuando se lo preguntó.

—¿El árabe?

—No solo es un árabe. Es el sucesor de un trono en un país de Oriente Medio y es nuestro principal cliente, por lo que el jefe está preocupado. Regularmente trafica armas y mercenarios con él, pero al parecer es diferente si se trata de ti.

—¿Cómo?

Un mercenario. ¿El significado de un mercenario que conozco es diferente al significado de un mercenario utilizado aquí? ¿O soy un mercenario que puede darle dinero?

—Tú no sabes disparar.

—Nunca he querido dispararle a nadie.

Andrei chasqueó la lengua.

—Ah, entonces el jefe… .

Ilya había estado con él en el auto, invadido de feromonas, así que tal vez el árabe lo había visto como un objeto sexual.

—¿Pero qué tiene que ver eso, con tener que quedarme en esta habitación?

—Así estarás a solo un paso de distancia.

—Sin embargo, no creo que haya alguna amenaza dentro de esta mansión.

—El jefe no le cree a nadie. Solo confía en Natasha.

Ante su propia respuesta, Andrei sonrió amargamente. Jin, que parecía encogerse de hombros ante la idea de que Ilya no confiara el 100% en Andrei, que siempre estaba a su lado, entró en la habitación y se sentó en la cama. Ya sea aquí o allá, no veía ninguna diferencia.

¿Eh?

Los ojos de Jin se abrieron cuando se sentó en la cama y miró alrededor de la habitación.

—Eso… .

Jin señaló la pared con el dedo. Andrei miró hacia atrás y gimió. Había otra gran puerta en la pared que daba contra la habitación de Ilya.

—¿Puedo abrir eso?

Era una pregunta estúpida. Era natural que era una puerta.

—Para que lo sepas, está bloqueada de este lado. Solo el jefe puede abrirla.

—Haa. Jin exhaló. Realmente ahora si estaba confundido. ¿Por qué Ilya está tan obsesionado conmigo? ¿Por qué no me entregó a ese árabe?

¡Ah…!

‘Te habría vendido si me hubieras pagado el dinero que me hiciste perder.’

Lo dijo antes. No sabía si estaba contento o triste de que el dinero que había perdido fuera mucho más que el dinero que iban a pagar por él. Estaba explotando su fuerza laboral intelectual de forma gratuita, pero si se iba con los árabes, ¿Tendría que pagar de forma sexual? Lo cual era más cómodo. Dormir con Ilya o con el árabe, no creo que hay alguna diferencia…

Hubo una risa disimulada ante el pensamiento que continuó. Realmente tocaste fondo, Ryu Jin.

‘Así fue como naciste. Aunque intentes fingir que eres noble, al final todo es lo mismo.’

Las palabras que escuchó un día apuñalaron su corazón con una punta afilada.

Sí, soy así. No importa quien juegue con mi cuerpo, de todos modos da lo mismo.

Una visita más a la habitación de Ilya no era la gran cosa. Mientras permaneciera en esa mansión, no podría escapar de sus manos. Es solo que la distancia se ha acercado un poco.

Aún así, ¿Crees que Ilya es mejor que los demás? Al menos no ha dicho palabras hirientes después de tener sexo descuidadamente.

Siguió presionando el oscuro recuerdo e intentó levantar la cabeza. No había nada bueno en recordar. Simplemente dejó que todo fluyera por dentro.

—Ryu Jin.

Mientras volvía a la realidad con la voz de Andrei, los hombres trasladaban las computadoras desde su antigua habitación.

Lo había olvidado. Todo lo que tenía que hacer allí, requería utilizar todo su tiempo disponible. El tiempo, era literalmente oro.

✤✤✤✤✤✤

Ryu Jin comenzó a trabajar con una computadora y un monitor, y después de un rato, Andrei se puso de pie junto a él. Después de quedarse un rato apoyado contra la pared y mirándolo, salió de la habitación sin más interés, cuando Jin comenzó a concentrarse.

«¿Realmente lo cambiaste de habitación?»

Natasha, que había llegado a la mansión, sonrió con los ojos bien abiertos, mientras veía a Andrei saliendo de la habitación.

«¿Fue por Ilya?»

«Llámalo Jefe. »

«Lo llamo como me dé la gana.»

Ella respondió insignificantemente y miró hacia el cuarto de Ilya. Cuando le preguntó si estaba adentro, Andrei sacudió la cabeza. Le dijo que tan pronto como llegó a la mansión, se cambió de ropa y salió de nuevo. Originalmente, no tendría por qué haber pasado por allí, pero tuvo que venir para traer a Ryu Jin.

«Hmm.»

Natasha sentía mucha curiosidad.

«¿Es realmente necesario protegerlo a ese extremo solo para recuperar el dinero que perdió?»

Andrei arrugó profundamente la frente y expresó sus dudas.

«Que importa la razón.»

Por otro lado a Natasha no le importaba en absoluto.

«Me gusta Ryu Jin. Creo que sigue ignorando el lado desconocido de Ilya. ¿No es divertido?»

Andrei sacudió la cabeza. Había una diferencia fundamental entre ella y sua actitud hacia Ilya. Natasha consideraba a Ilya como un amigo, no a alguien que estaba por encima de ella. Él también la trataba con excepciones.

«No me importa si es un cambio positivo para él, pero a veces estoy ansioso. »

Natasha solía actuar como un colchón entre Ilya y los demás miembros de la organización, que eran muy difíciles de tratar. Entonces, a veces irrumpe en la mente de Andrei.

«¿Qué pasa si no es positivo? ¿No es divertido así como es?»

Andrei gimió ante su ligera respuesta. Ningún miembro de la organización era tan cercano a Ilya como Natasha, así que parecía que a ella no le importaba que la organización se tambaleara debido a los problemas personales del jefe.

«¿O será que Andrei no confía tanto en el ‘jefe’?»

Preguntó Natasha, apoyando sus brazos sobre los hombros de Andrei. Los finos pliegues de su frente lucían rencorosos. Andrei golpeó su mano con disgusto. Era ridículo preguntarle si no confiaba en su jefe.

Natasha sonrió fríamente al ver que su expresión había sido suficiente para aclarar sus dudas.

«Si le crees, ¿No es eso suficiente? Déjalo en paz. ¿Cuándo Ilya ha hecho algo mal?»

No pudo refutarla. Ilya, era su jefe. Cuando estaba a la mitad de sus veinte años, mató al ex jefe y se sentó en su puesto, pero era lo suficientemente carismático como para que alguien se rebelara contra él, y además había inflado los fondos de la organización. No había razón para desconfiar de las acciones de Ilya. Entonces, debía hacer lo mismo con el trabajo de Ryu Jin.

«Además, en primer lugar, debes mantener vivo a Ryu Jin, ¿Lo entiendes, Andrei?»

Si, lo entendía. Porque incluso aunque era un omega, Ilya tal vez no habría reaccionado a sus feromonas si no quisiera. ¿Habría tomado una decisión diferente si tuviera que regresar a ese día? Probablemente. Andrei estaba ansioso de que Ilya se comportara como Ryu Jin. Él era un tipo que no estaba obsesionado ni con la vida, ni con el dinero, ni con cualquier otra cosa, por eso no podía entender si debía mirar la actitud de Ryu Jin de una manera positiva o negativa.

✤✤✤✤✤✤

Clic. Jin, que volvió a mirar ante el sonido de una visita, sonreía porque todavía la puerta estaba cerrada.

—¿Qué estás haciendo?

Se sorprendió de la voz que provenía de la puerta conectada a la habitación de Ilya, y no de la entrada. Realmente no sabía si esa puerta se usaría.

Aunque escuchó el sonido, miró alrededor, pero no encontró nada. Pensó que no necesitaba responder, así que solo se encogió de hombros.

Ilya se sentó en la cama de Ryu Jin. Él se quedó mirándolo para ver si le decía algo, pero no dijo nada siempre. Ni siquiera tiene algo que decirme. Entonces, ¿Por qué estás aquí?

No debía venir a su habitación y ni siquiera se suponía que estuviera allí. Quería poner fin a su interés, por eso acomodó de nuevo en su silla y se quedó mirando el monitor del computador. Mientras actualizaba la página cada 5 minutos, se concentró en los números que cambiaban poco a poco, y dejó que el tiempo pasara de esa manera.

Después de un rato, su cuerpo estaba tan rígido que tuvo que extender los brazos. A medida que movía la cabeza de un lado al otro, se escuchó un fuerte sonido proveniente de su cuello. Al exhalar, soltó un gemido.

—Eres bueno para concentrarte.

Santo Dios. Se sorprendió hasta el punto que se había olvidado que Ilya estaba allí. Diablos. Mientras murmuraba en coreano, Ilya frunció el ceño.

—Habla en inglés.

—Es una conversación sin sentido.

—No importa, habla en inglés.

¿Por qué? ¿Acaso debo confiarte todos mis pensamientos? Cuando pensó en decirle eso, realmente creyó que le diría que sí, así que se tragó sus palabras y lo miró con una sonrisa.

—No te rías así.

Ahora le prohibía todo. Si él te dice que no te rías, entonces no deberías reírte. ¿Cómo te atreves a contradecir al jefe con todo el poder que tiene? Cuando borra su sonrisa y lo mira sin expresión, Ilya chasquea la lengua como si algo le disgustara de nuevo.

Jin no tenía idea de qué hacer, ni lo que él quería que hiciera. Al mirar el reloj del monitor, se dio cuenta que eran más de las 11 de la noche.

—¿Puedo dormir?

Bueno, no creo que me pida que me acueste y me levante temprano como un buen niño. Después de hacer esa pregunta, pensó que había hecho algo realmente inútil.

Ilya se puso de pie. Era más alto que él, así que lo hizo volver la cabeza hacia atrás. Mientras se acercaba, agarró la barbilla de Jin. ¿Te gustaría besarme de nuevo? Este tipo es realmente raro. ¿Por qué demonios sigues besándome?

El espíritu rebelde que se elevó repentinamente lo impulsó y lo hizo mirarlo casualmente. Ilya solo lo observó en silencio. La cara de Jin se reflejó en sus ojos verdes. Bajó la mirada con su rostro inexpresivo, luego exhaló y le soltó la barbilla. Se da la vuelta, abre la puerta que conecta con su habitación y sale de allí.

¿Qué demonios estás haciendo? ¿Por qué viniste y qué fue lo que hiciste?

Solo signos de interrogación flotaban en su cabeza. Verdaderamente, era un ser humano incomprensible. No era la primera vez que se enfrentaba a este tipo de obsesión… ¡Ah! Jin se tragó su saliva seca.

¿Ilya está obsesionado conmigo?

No, sacudió la cabeza preguntándose si sería cierto, pero estaba seguro de ello. La palabra ‘obsesión’ explicaba todas las acciones que hizo frente a los árabes durante el día, lo que lo enojó después, y lo que acababa de pasar.

Está obsesionado… nada más y nada menos que el jefe de la mafia… .

Haa. No había forma de saber si lo que había soltado había sido un suspiro o una risa. ¿Por qué mi vida es así? ¿Es solo porque soy un omega? Mientras apretaba fuertemente los dientes, un fuerte dolor surgió en su mandíbula.

Sus repugnantes recuerdos lentamente comenzaron a elevarse a la superficie. Se levantó de la computadora, se acostó en la cama y se puso la manta encima. Cerró los ojos, pero no pudo dormirse. Su corazón se sentía muy agitado.

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