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XII Enigmas históricos » ¿Se encontraron los restos de Josef Mengele?

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¿Se encontraron los restos de Josef Mengele?

Médico en Auschwitz, conocido por sus experimentos, especialmente con gemelos, nació en 1911 en el seno de una respetada familia católica de Baviera y murió en Brasil en 1979. En 1930, ingresó en la Universidad de Múnich, ciudad en la que fue testigo de un discurso de Hitler sobre la superioridad de la raza germana. En 1934 se unió al partido nazi, pero siguió con sus estudios y recibió el doctorado en Filosofía, para luego aprobar los exámenes de ingreso a Medicina. Se trasladó a la Universidad de Frankfurt y comenzó a investigar en el Instituto de Herencia Biológica e Higiene Racial. Durante esta época, Mengele publicó un buen artículo sobre la genética y los niños y, al igual que su mentor, se concentró en el estudio de los gemelos. Se hizo miembro del cuerpo de elite Waffen SS y se casó con Irenna Schumbaimm. Herido en el frente del Este, recibió además de las condecoraciones normales por servicio en el frente ruso la Cruz de Hierro en Primer Grado, y luego la Cruz de Hierro en Segundo Grado: un honor al que muy pocos accedían.

Como responsable médico del campo de exterminio de Auschwitz sus investigaciones tenían un fin claro, lograr la absoluta perfección de la raza aria y asegurar su reproducción. Durante esos años, se transformó en la viva imagen del demonio y en el ejemplo más depurado del terror nazi. En sus experimentos, llegó a cobrarse hasta sesenta muertos al día. Poco antes de la llegada de los rusos reunió sus registros y anotaciones y el 18 de enero de 1945, el ángel de la muerte desapareció para siempre. Dejó su uniforme de oficial de las SS y, vistiendo un uniforme de oficial de la Wehrmatch —ejército alemán—, se dirigió al sur. Cuando finalmente Alemania capituló en mayo de 1945, Mengele terminó en dos campos de prisioneros de los aliados, ignorado por sus captores, pues no hay documento que explique por qué carecía del tatuaje obligatorio de oficial de las SS. Usando un nombre falso, y con la ayuda de su familia, trabajó en una granja de la zona de Rosenheimm, cercana a su ciudad natal de Gyinzburg. Entre 1945 y 1949, fue visitado varias veces por Irenna.

Las listas de criminales de guerra circulaban por la República Federal de Alemania y los doctores y oficiales de las SS estaban siendo juzgados. Mengele estaba atemorizado y pidió a Irenna que huyera del país con él, a lo que ella se negó. Decepcionado pero decidido a escapar, huyó a Italia en 1949 y allí embarcó hacia Buenos Aires. En Argentina, gracias a Odessa, organización encargada de otorgar salvoconductos a antiguos oficiales de las SS, se ocultó entre la colonia alemana y llegó a sentirse como en casa, en su residencia en la zona de Florida, viviendo bajo el nombre de Helmut Gregor. Más tarde, en la década de los cincuenta, consideró que la caza de criminales de guerra había terminado, y comenzó a decir su nombre. Obtuvo la nacionalidad argentina y creó una compañía de material agrícola con su verdadero nombre. Con él llegó incluso a figurar en la guía telefónica —así que de anonimato y vida oculta, nada—. Tras divorciarse de su mujer, supo por su abogado que el gobierno alemán había mandado cartas al argentino, solicitando la extradición de nazis. Con la ayuda de Odessa, huyó al Paraguay, donde tramitó su ciudadanía. Bajo las leyes paraguayas no podía ser extraditado. En aquellos tiempos, ese país estaba gobernado por el dictador Alfredo Stroessner, descendiente de alemanes y admirador de los nazis. Seguro, aunque intranquilo, Mengele se dejó ver sin problemas en las calles de Asunción.

En 1960, en Argentina, tuvo lugar el secuestro de Eichmann, y Mengele emprendió de nuevo la huida, escondiéndose esta vez en el sur de Brasil, donde había centenares de miles de descendientes de alemanes entre los que se pudo ocultar; sin embargo, ya nunca más se sentiría seguro. A partir de entonces, a mediados de los sesenta, su vida es difícil de seguir y los testimonios del Mosad y del Departamento de Estado de EE UU se contradicen. La publicación de las novelas Los Niños del Brasil y Maraton-man —ambas llevadas brillantemente al cine— complicaron aún más las cosas, pues le concedieron una dimensión mítica de la que el miserable y acorralado asesino carecía.

Las enormes sumas de dinero ofrecidas por su pista por el Centro Weisenthal e Israel dieron su fruto. En junio de 1985, la noticia del descubrimiento de la tumba de Wölfgang Gërhard, uno de los nombres que usó en Brasil, recorrió al mundo. Los restos que habían permanecido bajo tierra desde 1979 fueron exhumados. El equipo forense concluyó que eran los restos de Josef Mengele, el nazi más buscado desde la Segunda Guerra. Si esto era cierto, ¿cómo fue su vida desde su huida de Paraguay, en 1960, hasta su presunta muerte, en 1979? En Brasil fue puesto en contacto con refugiados bávaros, todos ex pertenecientes al movimiento nazi y refugiados en ese país tras la guerra. Ellos se alegraron al encontrar a Mengele en la frontera, donde lo instruyeron sobre su nueva «identidad». Se disfrazó como un suizo de apellido Stammer, comerciante de implementos agrícolas. Una familia adoptiva que verdaderamente llevaba el apellido Stammer lo estaría esperando. Además, fue entrenado para mantenerse anónimo, ocultarse y para saber a quiénes recurrir si alguien intentaba detenerlo. Mengele pasó dieciséis años viviendo con los Stammer en una granja cercana a Sao Paulo, adquirida por la firma alemana Mengele —la de su familia—. En 1976 la convivencia con sus familiares adoptivos se tornó imposible, por lo que solicitó una nueva familia. Peter y Geza Bossert se ofrecieron para acoger a Mengele en su hogar, donde permaneció hasta su muerte.

Según la evidencia descubierta en 1985, 1979 sería un año marcado en la vida de Mengele. En 1979 fue invitado a pasar un día de playa, a cincuenta millas de Sao Paulo. Mengele se introdujo en el mar, hasta que el agua alcanzó sus rodillas. En ese momento desapareció. Sufrió un ataque cardiaco, cayó al agua y se ahogó. Geza Bossert hizo los arreglos para que Mengele fuera enterrado en el cementerio de Ambu, bajo una lápida que lleva el nombre de Wölfgang Gërhard, y allí permaneció hasta su exhumación en 1985. Expertos forenses de Estados Unidos, Alemania e Israel se encargaron de las investigaciones. Se enviaron muestras óseas a Inglaterra, donde existen bancos de datos para su comparación. Esa comparación se retrasó muchos años debido a que la ex esposa de Mengele, Irenna, y su hijo Rolf se negaban a dar muestras de sangre. Finalmente, las autoridades alemanas presionaron a Rolf y a su madre, y se obtuvieron las muestras requeridas. El examen de ADN dio un resultado: el hombre sepultado en Ambu, Brasil, fue el padre biológico de Rolf Mengele.

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