Conan

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Carta de R. E. Howard a P. S. Miller

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Carta de R. E. Howard a P. S. Miller

A comienzos del año 1936, dos aficionados a las historias de Conan —el educador y escritor de ciencia-ficción P. Schuyler Miller y el químico doctor John D. Clark— elaboraron un esquema cronológico de la vida y aventuras de Conan y dibujaron un mapa del mundo de la Edad Hiboria a partir de los relatos que habían aparecido hasta ese momento. Miller escribió una carta a Howard en la que le hablaba de los resultados de su investigación. Howard le contestó, exactamente tres meses antes de su muerte, con una carta que arroja una nueva luz sobre lo que él pensaba acerca de Conan y del ambiente en que se desarrollan dichos relatos.

Lock Box 313

Cross Plains, Texas

10 de marzo de 1936

Estimado señor Miller:

Me siento muy honrado de que usted y el doctor Clark se hayan interesado hasta tal punto por Conan como para hacer un esquema cronológico de su vida y aventuras y un mapa sobre los lugares en que vivió. Tanto uno como otro son asombrosamente exactos, teniendo en cuenta la imprecisión de los datos de que ustedes disponían. Tengo guardado en algún lugar el mapa original —es decir, el que dibujé cuando comencé a escribir las aventuras de Conan—, que trataré de encontrar para que puedan echarle un vistazo. En él aparecen solamente los países situados al este de Vilayet y al norte de Kush. Nunca intenté hacer el mapa de los reinos del sur y del este, si bien tengo una idea clara de su geografía.

Sin embargo, cuando escribo acerca de estas regiones me siento bastante libre, dado que los habitantes de las tierras hibóreas del oeste conocían tan poco acerca de los pueblos del sur y del este como la gente de la Europa medieval acerca de África y Asia. Cuando escribo sobre los pueblos hibóreos me siento encerrado dentro de los límites de tierras conocidas y de fronteras rígidas, pero al imaginar y novelar el resto del mundo, me siento capaz de dejar jugar libremente la imaginación. Es decir, que al haber aceptado ciertas ideas acerca de la geografía y de la etnología, me siento obligado a mantenerlas a fin de ser coherente. Mis ideas respecto al este y al sur, en cambio, no están tan definidas ni son tan arbitrarías.

En lo que se refiere a Kush, sin embargo, puedo decir que es uno de los reinos negros del sur de Estigia, el que se encuentra más al norte y ha dado nombre a toda la costa meridional. Por tanto, cuando un hiborio habla de Kush, generalmente no se refiere a ese reino —uno de los muchos que hay allí— sino a los de la Costa Negra en general. Y seguramente llamará kushita a cualquier negro, aunque sea keshanio, darfario o punti, o propiamente un kushita. Esto es natural, puesto que los kushitas fueron los primeros hombres negros con quienes entraron en contacto los hiborios; se trataba de piratas de las Islas Barachas, que sojuzgaron a los kushitas y traficaron con ellos.

En cuanto al destino final de Conan, debo decirle francamente que no puedo predecirlo. Al escribir estas historias, siempre he tenido la impresión de que estaba haciendo una crónica de sus aventuras tal como él me las contó y no de que las estaba creando. Por eso en ellas se salta de un tema a otro sin seguir un orden normal. Los aventureros, al contar historias de su vida salvaje, rara vez siguen un plan ordenado, sino que narran acontecimientos muy alejados en el tiempo y el espacio, a medida que los van recordando.

El esquema hecho por ustedes se adapta casi perfectamente a su vida tal y como yo la he imaginado, con pequeñas diferencias. Como ustedes deducen, Conan tenía unos diecisiete años cuando se presentó al público por primera vez en La Torre del Elefante. Aunque todavía no era un adulto, era más maduro que la mayoría de los jóvenes civilizados de aquella época. Conan nació en un campo de batalla, durante una contienda entre su tribu y una horda de invasores de Vanir. La región que el clan de Conan consideraba suya y por la que ellos merodeaban se encontraba al noroeste de Cimmeria, pues si bien Conan descendía de distintos pueblos, era un cimmerio de pura raza. Su abuelo pertenecía a una tribu del sur que había huido de su gente por una contienda racial, y que después de mucho vagar se refugió finalmente entre los pueblos del norte. Este abuelo había participado en su juventud, antes de huir, en numerosas incursiones contra los pueblos hibóreos, y tal vez fue lo que le contó a Conan acerca de aquellas tierras benignas lo que despertó en este, siendo niño, el deseo de conocerlas. Hay muchos aspectos de la vida de Conan que yo mismo no conozco bien. Por ejemplo, no sé cuándo vio por primera vez seres civilizados. Puede haber sido en Venarium o quizá en una visita pacífica que hizo a alguna ciudad fronteriza. En Venarium ya era un gran adversario, aunque solo contaba con quince años. Medía más de un metro ochenta de estatura y pesaba ochenta y dos kilos, aunque aún seguía creciendo.

Pasó aproximadamente un año desde que estuvo en Venarium hasta que llegó a Zamora, la ciudad de ladrones. Durante este tiempo regresó a las tierras del norte en las que vivía su tribu e hizo su primer viaje fuera de las fronteras de Cimmeria. Por extraño que parezca, se dirigió hacia el norte en lugar de ir hacia el sur. No sé qué motivos tuvo para hacerlo, pero estuvo algunos meses viviendo con una tribu aesir, luchando contra los vanires y los hiperbóreos; allí surgió un odio por estos últimos que duró toda su vida y más tarde influyó en su actitud política como rey de Aquilonia. Fue capturado por ellos, pero huyó hacia el sur y llegó a Zamora a tiempo para aparecer en letras impresas.

No estoy seguro de que las aventuras que se narran en Villanos en la casa transcurrieran en Zamora. La presencia de facciones políticas de oposición parecería indicar lo contrario, dado que Zamora tenía un régimen de despotismo absoluto en el que no se toleraban las opiniones políticas divergentes. Yo tiendo a pensar que la acción se desarrolló en una de las pequeñas ciudades-estado que se encontraban al oeste de Zamora, y a la que Conan había llegado en su vagabundeo después de abandonar precisamente Zamora. Después volvió por un breve período de tiempo a Cimmeria, e hizo algunos viajes esporádicos a su tierra natal. El orden cronológico de sus aventuras se ajusta más o menos al que ustedes han elaborado, solo que abarca un espacio de tiempo más extenso. Conan tenía unos cuarenta años cuando lo coronaron rey de Aquilonia, y cuarenta y cuatro o cuarenta y cinco en la época de La hora del dragón. Por aquel entonces no tenía ningún heredero varón porque no se había preocupado por casarse formalmente con una mujer a la que convertiría en su reina, y los hijos de las concubinas, que eran muchos, no eran reconocidos como herederos al trono.

Creo que Conan fue rey de Aquilonia durante muchos años, y tuvo un reinado turbulento y agitado, cuando la civilización hibórea había alcanzado su máximo esplendor y todos los reyes tenían ambiciones imperiales. Al principio luchó a la defensiva, pero creo que al final se vio obligado a iniciar guerras de agresión en defensa propia y como medida de protección. No sé si tuvo éxito y logró conquistar un gran imperio, o si por el contrario pereció en el intento.

Conan viajó mucho, no solamente antes de su reinado, sino también después de subir al trono. Estuvo en Khitai y en Hirkania e incluso viajó a remotas regiones que se encontraban al norte de Khitai y al sur de Hirkania. También visitó un continente desconocido del hemisferio occidental y vagó por las islas adyacentes. No puedo predecir con exactitud cuáles de estos viajes serán incluidos en mis cuentos. Me han parecido muy interesantes sus observaciones acerca de los hallazgos en la península de Yamal; es la primera vez que oigo hablar de ellos. Sin duda alguna Conan conocía muy de cerca a esas gentes, o al menos a sus antepasados.

Espero que La Edad Hiboria les parezca interesante. Adjunto a esta carta una copia del mapa original. Es cierto que Napoli ha hecho un buen trabajo con Conan, aunque a veces tengo la impresión de que le da un aspecto latino a su rostro que no concuerda con el tipo de personaje que yo imagino. Sin embargo, esto no es motivo suficiente para preocuparse por el asunto.

Espero que los datos que les mando respondan satisfactoriamente a sus preguntas. Estaré encantado de intercambiar ideas acerca de cualquier otro tema, o de entrar en detalles acerca de cualquier otro aspecto de la vida de Conan, o bien de la historia o de la geografía de Hiboria que a ustedes les interese. Gracias una vez más por el interés que han demostrado. Reciba mis mejores saludos y hágale llegar mis mejores deseos al doctor Clark.

Cordialmente Robert E. Howard

P.S. No me han dicho si quieren que les devuelva el mapa y la cronología, por lo que me tomo la libertad de conservarlos para enseñárselos a algunos amigos. Si desean que se los envíe, les ruego me lo hagan saber.

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