Sobre la extensión de la Iniciativa del Mar Negro
Cancillería de Rusia
En relación con la expiración el 18 de mayo de la prórroga de 60 días de la Iniciativa de Granos del Mar Negro sobre la exportación de alimentos ucranianos y en respuesta a las solicitudes, principalmente, de los socios turcos como partes del acuerdo, confirmamos su prórroga por otros dos meses, hasta el 17 de julio inclusive, sin ningún cambio.
De esta manera, el acuerdo se mantendrá en vigor hasta el fin del ciclo de 120 días, y en conjunto, tras firmarse el 22 de julio de 2022 en Estambul el paquete sugerido por el Secretario General de la ONU, António Guterres, que incluyó también el memorando entre Rusia y la ONU sobre normalización de las exportaciones agrícolas nacionales (está previsto para tres años), pasará exactamente un año.
Al mismo tiempo, hay que destacar que siguen siendo las mismas nuestras evaluaciones de principio de la implementación de los acuerdos interrelacionados que se concertaron en Estambul: hasta ahora se ve puesta en práctica solo la Iniciativa del mar Negro, a excepción de las exportaciones de amoníaco. Falta progreso concreto en el marco del memorando entre Rusia y la ONU. Además, persisten problemas obvios con el declarado aspecto humanitario del acuerdo de granos: los cereales ucranianos se llevan por la vía marítima principalmente a los Estados de ingresos altos y medianos altos, incluidos los mercados europeos “bien alimentados”. Los países necesitados reciben el mínimo absoluto, 772.000 toneladas (o el 2,5%) del volumen total de 30 millones de toneladas exportadas de los puertos ucranianos durante 9 meses. Los suministros de productos rusos, hasta la entrega gratuita de fertilizantes a los países más pobres, siguen enfrentándose con el bloqueo de las sanciones ilícitas unilaterales.
Mientras tanto, en las capitales occidentales, así como las plataformas de la ONU, se cuenta mucho y en voz alta sobre la seguridad alimenticia global y las amenazas del hambre. El memorando entre Rusia y la ONU tiene descritos directa y detalladamente estos objetivos, y Washington, Bruselas y Londres sabotean de manera planificada la implementación del documento. La Iniciativa del mar Negro no incluye ni una sola palabra al respecto.
No avance ni siquiera la reactivación de los suministros de amoníaco, estipulados en ambos instrumentos de Estambul. En particular, el envío de lotes por el conducto de amoníaco Togliatti-Odesa, al cual el Secretario General de la ONU dedicó su visita a Kiev del 8 de marzo, así como la Iniciativa separada que sigue permaneciendo en papel, igual que el memorando entre Rusia y la ONU.
En tales condiciones, debemos volver a recordar, ante todo, a EEUU, la UE y Gran Bretaña, “preocupándose” de palabra por la seguridad alimenticia, que es necesario efectivamente retirar los abonos y alimentos rusos fuera de las sanciones unilaterales. Repetir las cinco tareas sistémicas que deben cumplirse en el curso de la implementación del memorando Rusia-ONU y que siguen sin progresar: reconectar el banco Rosseljozbank al sistema SWIFT, suministrar piezas de repuesto, desbloquear la logística de transporte y seguros, reactivar el conducto de amoníaco Togliatti-Odesa y descongelar los activos de empresas rusas.
Si no se resuelven estas condiciones en dos meses, será imposible ampliar la Iniciativa de Granos del Mar Negro, y el acuerdo será suspendido a partir del 17 de julio.