Billie

Billie


21

Página 23 de 30

Mira, estrellita, me he endomingado, me he puesto un vestido bonito y unos zapatitos de charol, y voy hacia ti como si fuera a confesarme.

No te fijes en mi pelo, un poco lila últimamente, fíjate sólo en la pureza de mi corazón.

Una azucena…

(Lilium candidum).

Si estoy ahora aquí, marchitándome, ajándome, congelándome el bulbo y suplicándote en la noche que nos ayudes una vez más, es porque he hecho una tontería…

Pues sí… Todavía me pasa de vez en cuando, qué le vamos a hacer…

Por lo general, suele ser cuando me paso con el ti-punch y los cócteles de ron de La Paillote de Samy, pero en este caso estaba en ayunas por completo, todo lo en ayunas que se puede estar cuando te tienes que tragar una excursión en familia a lomos de un burro y rodeada de imbéciles en el parque nacional de las Cévennes.

(Pero ¿a quién se le ocurre?).

(A quién se le ocurre, de verdad, a quién se le ocurre…).

¿Me arrepiento de esta tontería?

No.

Hasta me parece que debería haberle dado más fuerte.

Ya ves que te lo confieso todo…

Y si no absuelves mis impulsos, al menos valora mi franqueza.

Pues como Billie Holiday y por las mismas razones que ella: no me arrepiento de nada.

No me arrepiento de nada y no me arrepentiré nunca de nada en la vida, porque a mí de vida ya me han choriceado un pedazo muy grande. Y uno que además se suponía que era bonito… Así que no, no cuentes conmigo para lamerte el plasma.

No lo sabría hacer.

No lo he hecho nunca.

Cuando me ponen contra el paredón, prefiero coger una escopeta o devolver el golpe.

No es que esté muy orgullosa de mí misma, pero bueno… Soy así y sé que nunca cambiaré.

Desde que nací, sólo me tengo en pie por mi voluntad de tenerme en pie, y al primero que toque a mis tutores, por frágiles que sean, me lo cargo.

En este preciso momento da la casualidad de que mi tutor preferido no está muy bien que digamos. Está tumbado a mi lado, le duele hasta el alma y no me contesta cuando le hablo. Si no me ayudas a arreglarlo, haré que tú también desaparezcas. Sí, me las apañaré para no verte nunca más.

A ti te la suda porque ya estás muerta, pero yo todavía tengo cierto margen de maniobra, por si no te habías dado cuenta…

Yo sé recargar cualquier arma y liquidar a cualquier animalillo asustado. Por lo que, en lo que a mí respecta, mi futuro sin él no me preocupa lo más mínimo.

Lo más mínimo.

Hala. Ya está dicho.

Ahora puedo divertirme un rato más y contarte nuestras súper vacaciones…

Ir a la siguiente página

Report Page