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Notas

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[137] Cf. APOLONIO DE RODAS, I 1321 ss. y 1345 ss. <<

[138] APOLONIO DE RODAS, I 1347, dice que Heracles regresó para cumplir las pruebas impuestas por Euristeo (cf. II 5, 1-12), pero TEÓCRITO, XIII 73 ss., dice que después de haber sido abandonado en Misia se dirigió a pie a la Cólquide. <<

[139] Cf. APOLONIO DE RODAS, II 1 ss.; TEÓCRITO, XXII 27 ss.; HIGINO, Fáb. 17. <<

[140] Según HESÍODO, Fr. 254, fue cegado por haber mostrado el camino a Frixo o por haber preferido una larga vida a la facultad de ver. APOLONIO DE RODAS, II 179-184 y 312-316, e HIGINO, Fáb. 19, dicen que por haber revelado a los hombres el porvenir. En escolio a la Odisea XII 69 se da como causa de la ceguera de Fineo el hecho de que él cegara a sus propios hijos por instigación de la madrastra que los acusó de haber intentado violarla (cf. III 15, 3). Zeus le dio a elegir entre la muerte y la ceguera. <<

[141] Cf. APOLONIO DE RODAS, II 176 ss. La descripción de las Harpías está en HESÍODO, Teog. 266-269; VIRGILIO, En. III 225 ss.; HIGINO, Fáb. 14. <<

[142] Con alas en la espalda según OVIDIO, Met. VI 711-718; en los pies y en la cabeza según HIGINO, Fáb. 19. <<

[143] HESÍODO, Teog. 267, la llama Ocípete. <<

[144] APOLONIO DE RODAS, II 284 ss., dice que estas islas se llamaban antes Plotai, o ‘islas Flotantes’. <<

[145] Rocas ‘Entrechocantes’, llamadas también Planctas o ‘Errantes’ y Ciáneas o ‘Azules’. Cf. APOLONIO DE RODAS, II 317 ss. <<

[146] Cf. APOLONIO DE RODAS, II 720 ss.; HIGINO, Fáb. 18. <<

[147] Cf. APOLONIO DE RODAS, II 851 ss.; HIGINO, Fáb. 14 y 18. <<

[148] Sobre la llegada de Jasón a la Cólquide, presentación a Eetes y exigencias de éste, cf. APOLONIO DE RODAS, II 1260 ss.; PÍNDARO, Pít. IV 220 ss.; OVIDIO, Met. VII 1-158; HIGINO, Fáb. 22. <<

[149] Cf. APOLONIO DE RODAS, III 401 ss., 1176 ss. <<

[150] Cf. APOLONIO DE RODAS, III 1026 ss. <<

[151] Cf. APOLONIO DE RODAS, III 1246-1398. <<

[152] Cf. EURÍPIDES, Medea 166 y 1334. Pero en APOLONIO DE RODAS, IV 224 ss., Apsirto, ya adulto, es quien conduce el carro que sale en persecución de los fugitivos. Más tarde llega hasta una isla en la desembocadura del Istro (Danubio), donde lo mata Jasón por una maquinación de Medea (IV 305-474). Cf. HIGINO, Fáb. 23. <<

[153] Tomos, ‘Fragmentos’. ARRIANO, en su Carta a Trajano 6, menciona la existencia del sepulcro de Apsirto en la ciudad de Apsaros, en el Ponto oriental. <<

[154] Antiguo nombre de Italia, derivado de Ausón, un hijo de Odiseo y Circe o Calipso. <<

[155] Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 576-591. <<

[156] Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 659-717. <<

[157] Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 891-921; HIGINO, Fáb. 14. <<

[158] Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 922 ss. Estas rocas al parecer pueden identificarse con las islas Lípari. <<

[159] Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 964-979. <<

[160] Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 982 ss.; HIGINO, Fáb. 23. <<

[161] PLINIO, Nat. Hist. II 151, sitúa en Iliria las islas Apsírtides donde Medea mató a su hermano. <<

[162] Cf. APOLONIO DE RODAS, IV 1106-1210. <<

[163] Isla de la Cícladas. En APOLONIO DE RODAS, el episodio de la aparición de esta isla está situado dspués de la estancia de los Argonautas en Creta. <<

[164] ‘Resplandeciente’. <<

[165] Según APOLONIO DE RODAS, IV 1639-1693, Talo muere porque se hiere en el talón con la arista de una roca, y por la herida fluye su sangre. <<

[166] Según APOLONIO DE RODAS, IV 1765-1772, esta competición de los Argonautas dio origen a la costumbre de rivalizar en una carrera que se celebraba en Egina llevando ánforas llenas sobre los hombros. <<

[167] Según OVIDIO, Met. VII 176-7, y Regresos Fr. 6A y 6B, Esón vivía aún cuando llegó la expedición a Yolco y Medea lo rejuveneció. <<

[168] En OVIDIO, Met. VII 297-349; en PAUSANIAS, VIII 11, 2, Medea, fingiendo enemistad con Jasón, se refugia en casa de Pelias; en HIGINO, Fáb. 24, se finge sacerdotisa de Ártemis y se presenta a Pelias antes de que desembarquen los Argonautas. <<

[169] Es el argumento de la tragedia de EURÍPIDES, Medea. Cf. HIGINO, Fáb. 25; OVIDIO, Met. VII 391 ss. <<

[170] ‘De las alturas’. <<

[171] Según PAUSANIAS, II 3, 6, los hijos de Medea fueron lapidados por los corintios por haber sido ellos los que llevaron los regalos a Glauce. <<

[172] Cf. Epítome 1, 5-6; PAUSANIAS, II 3, 8. <<

[173] Según otros autores no fue Medea sino su hijo Medo quien mató a Perses. Cf. DIODORO, IV 56, 1; HIGINO, Fáb. 27. <<

[1] Cf. PAUSANIAS, II 15, 5; escolio a EURÍPIDES, Orestes 932. En realidad Ínaco es el río mismo, es decir, uno de tantos dioses-río hijos de Océano y Tetis, y hermano, por tanto, de su esposa Melia (o Argía, en HIGINO). <<

[2] La Argólide o el Peloponeso. <<

[3] A Foroneo se le atribuye la organización de los hombres en comunidad (PAUSANIAS, II 15, 5), y el haber sido el primero en levantar un altar en honor de Hera (HIGINO, Fáb. 143). ACUSILAO lo considera el primer hombre, según el autor de la Forónida (Fragmentos de épica griega arcaica, trad. de A. Bernabé, BCG, Madrid, 1979, pág. 283), dato concordante con lo que luego se dice de su hija Níobe. <<

[4] Cf. ESQUILO, Supl. 260 ss.; PAUSANIA, II 5, 7. Apolodoro identifica este Apis con el dios egipcio Serapis o Sarapis. <<

[5] Cf. III 8, 1. Pelasgo, antepasado de toda una raza, era, según Hesíodo, como otros héroes semejantes, «autóctono», es decir, «de allí, nacido o surgido de la misma tierra». <<

[6] ‘El que todo lo ve’. Cf. ESQUILO, Supl. 303 ss.; OVIDIO, Met. I 625 ss.; VIRGILIO, En. VII 790; HIGINO, Fáb. 145. <<

[7] Cf. HESÍODO, Teog. 295 ss. <<

[8] Cf. HERÓDOTO, I 1; PAUSANIAS, III 18, 13; ESQUILO, Prom. 589 ss.; OVIDIO, Met. I 583 ss.; HIGINO, Fáb. 145. <<

[9] Cf. OVIDIO, Met. I 611 ss.; según ESQUILO, Supl. 291 ss., fue Hera la que, para evitar que Zeus se uniera con Ío, transformó a ésta en vaca, pero Zeus entonces adoptó la forma de toro. <<

[10] HESÍODO, Fr. 124. <<

[11] ‘Matador de Argos’. Hera recogió los múltiples ojos de Argos y los puso en las plumas del pavo real (OVIDIO, Met. I 722-3). <<

[12] Cf. ESQUILO, Prom. 589, 681; id. Supl. 308, 541 y 572; VIRGILIO, Geórg. III 152-3. En OVIDIO, Met. I 725 ss., es una Erinis lo que Hera envía contra Ío. <<

[13] Boos-póron, ‘paso de la vaca’. <<

[14] Cf. ESQUILO, Prom. 846 ss.; id. Supl. 313-315; OVIDIO, Met. I 748 ss.; HIGINO, Fáb. 145. <<

[15] Cf. HERÓDOTO, II 59; LUCIANO, Diálogos de los dioses 3; DIODORO, I 13, 5; 25, 1; 96, 5. <<

[16] Los griegos denominaron Libia al continente africano. <<

[17] Cf. III 1, 1. <<

[18] De Lindos, ciudad de Rodas; cf. HERÓDOTO, II 182. <<

[19] Cf. PAUSANIAS, II 15, 5. <<

[20] Cf. EURÍPIDES, Fen. 187 ss.; PROPERCIO, III 18, 47-8; LUCIANO, Diálogos marinos 6; HIGINO, Fáb. 169. PAUSANIAS (II 37, 1 y 5) y ESTRABÓN (VII 68), refieren que en Lerna había un arroyo llamado Amimone. <<

[21] Como señala FRAZER (I, pág. 140), este nombre, que aparece poco antes, debe ser un error por Filodamía o Cleodamía (conjetura de HEYNE), o por Hipótoe (WAGNER). <<

[22] PAUSANIAS, II 19, 6 dice que Hipermestra fue juzgada por haber desobedecido a su padre y absuelta. Según SERVIO, Comentarios a la En. X 497, Linceo asesinó más tarde a Dánao, y el escolio a EURÍPIDES, Héc. 886, también a las demás Danaides; en cambio, en el escolio a Orest. 872 se dice que Linceo consiguió la paz entre Egipto y Dánao. <<

[23] Según PAUSANIAS, II 24, 2, las cabezas fueron enterradas en Larisa y los cuerpos en Lerna. <<

[24] Cf. PÍNDARO, Pít. IX 112 y 196; PAUSANIAS, III 12, 2. Al morir, las Danaides fueron condenadas en el Hades a llenar de agua una tinaja sin fondo. <<

[25] Cf. Epítome 6, 7-11. <<

[26] Los Regresos, poema épico sobre la vuelta de los héroes de Troya (cf. Fragmentos de épica…, ed. cit., págs. 192-214). <<

[27] Lo mismo que Esaú y Jacob peleaban ya en el claustro materno por el derecho de primogenitura, Acrisio y Preto luchan por el reino de su padre; cf. TH. GASTER, Mito…., ed. cit., pág. 214. <<

[28] PAUSANIAS, II 25, 7. <<

[29] Cf. II 3, 1 y II 9, 1. Ilíada VI 160. <<

[30] Según ESTRABÓN, VIII 11, los cíclopes que construyeron las murallas de las ciudades argivas eran siete y procedían de Licia. <<

[31] De acuerdo con BAQUÍLIDES, X 60-81, la división del territorio y la fundación de Tirinto fueron las condiciones para la paz que puso término a la lucha entre los hermanos. Cf. también PAUSANIAS, II 16, 2; ESTRABÓN, VIII 10. <<

[32] HESÍODO, Fr. 131. <<

[33] Sobre la locura y curación de las Prétides, cf. BAQUÍLIDES, X 40-112; HERÓDOTO, IX 34; ESTRABÓN, VIII 3, 19; DIODORO, IV 68; PAUSANIAS, II 7, 8; 18, 4; OVIDIO, Met. XV 525 ss. Según Diodoro y Baquílides la locura afectó a todas las mujeres argivas. CALÍMACO, Himno a Ártemis 234 ss., dice que la curación se debió a la diosa Ártemis. <<

[34] ‘Matador de Bélero’, pues según el escolio a Ilíada VI 155, recibió este nombre por haber dado muerte a Bélero, un tirano de Corinto. <<

[35] Cf. Ilíada VI 155 ss.; HIGINO, Fáb. 57; id. Astr. II 18. Según TZETZES, Escolios a Licofrón 17, Preto se abstuvo de matar a Belerofontes, porque una antigua costumbre prohibía matar a quienes hubieran comido juntos. <<

[36] Ilíada XVI 328-9. <<

[37] Según HESÍODO, Teog. 319-20, la Quimera era hija de la Hidra de Lerna. <<

[38] Sobre el combate de Belerofontes con la Quimera, cf. Ilíada VI 179 ss.; HESÍODO, Teog. 325; id. Fr. 42a y 87; PÍNDARO, Olímp. XIII 90; PAUSANIAS, II 4, 1; HIGINO, Fáb. 57. <<

[39] Pueblo de las montañas fronterizas de Licia. <<

[40] Según el escolio a PÍNDARO, Olímp. XIII 84, Anticlea, y según el escolio a Ilíada VI 155, Casandra. <<

[41] Los hermanos son Acrisio y Preto, cf. supra II 2, 1. <<

[42] Es decir, regalos para conseguir la mano de Hipodamía, a la que aspiraba también Polidectes. Cf. Epítome 2, 4 ss. <<

[43] Cf. HESÍODO, Teog. 270 ss., que omite a Dino; ESQUILO, Prom. 794 ss.; ERATÓSTENES, Catast. 22; OVIDIO, Met. IV 774 ss.; HIGINO, Astr. II 12. <<

[44] HESÍODO, Escudo 223-4. <<

[45] Sobre la palabra kíbisis, ‘alforja’, que se hace derivar de keisthai, ‘estar depositado’ y esthés, ‘vestido’, cf. las notas de FRAZER, I, páginas 156-7. <<

[46] Cf. I 6, 2. <<

[47] Cf. OVIDIO, Met. IV 782-3. <<

[48] Pegaso, del griego pegé, ‘manantial’, pues según HESÍODO, Teog. 283, había nacido junto a los manantiales del océano; Crisaor, de chrysós, ‘oro’, y áor, ‘espada’. Cf. HIGINO, Fáb. 151; OVIDIO, Met. IV 784 ss.; VI 119-20. <<

[49] Apolodoro omite el viaje de Perseo al país de Atlante relatado por OVIDIO, Met. IV 627-662. Para el episodio de Perseo y Andrómeda, cf. el propio OVIDIO, Met. IV 669-789; HIGINO, Fáb. 64; id. Astr. II 11; ERATÓSTENES, Catast. 16, 17 y 36. De acuerdo con PAUSANIAS, IV 35, 9, y escolio a LICOFRÓN 836, el lugar donde se encontraba Andrómeda cuando fue salvada por Perseo fue Ioppa o Jaffa, en Palestina. Pausanias además habla de una fuente próxima al mar cuyas aguas tienen color púrpura, porque allí se lavó Perseo la sangre del monstruo. <<

[50] Cf. OVIDIO, Met. V 1-249. <<

[51] Se refiere al oráculo que le había advertido que moriría a manos de un hijo de Dánae. Cf. II 4, 1. <<

[52] Cf. PAUSANIAS, II 16, 2. <<

[53] Cf. PAUSANIAS, II 15, 4 y 16, 3. <<

[54] Cf. III 10, 3. <<

[55] Apolodoro deriva teléboas de telou, ‘lejos’, y ébe, ‘marchó’. <<

[56] Cf. II 4, 7. <<

[57] EURÍPIDES, Heraclidas 210-11, dice que la madre de Alcmena era una hija de Pélope, llamada en otras fuentes Lisídice o Eurídice. <<

[58] Ilitía (también en plural, Ilitías), hija de Zeus y Hera, es la diosa de los partos. Zeus accedió gustoso a hacer el juramento, creyendo que el que había de nacer sería su propio hijo Heracles. Según OVIDIO, Met. IX 292-323, Lucina (Ilitía) retrasó el parto de Alcmena sentándose en el umbral del palacio con los brazos cruzados delante de las rodillas. Días después una criada se presentó a ella diciendo que Alcmena había dado a luz; Ilitía, sorprendida, descruzó los brazos y en ese momento se produjo el parto. En PAUSANIAS, IX 11, 3, son las Farmácides las que impiden el parto hasta que son engañadas por una hija de Tiresias llamada Históride. Cf. ANTONINO LIBERAL, 29. <<

[59] Según la genealogía dada anteriormente (II 4, 5), Méstor no era el abuelo materno de los hijos de Pterelao. Las palabras «su abuelo materno» son seguramente una interpolación. Cf. nota crítica de FRAZER I, pág. 166. <<

[60] De acuerdo con HESÍODO, Escudo 11-12 y 82, Anfitrión no mató involuntariamente a Electrión, sino que ambos se pelearon a causa de unas vacas. <<

[61] Cf. HESÍODO, Escudo 79 ss.; EURÍPIDES, Heracles 16-17. <<

[62] Cf. HESÍODO, Escudo 14 ss. <<

[63] Este animal era la zorra de Teumeso, al noreste de Tebas. Cf. PAUSANIAS, IX 19, 1; ANTONINO LIBERAL, 41; OVIDIO, Met. VII 762 ss. <<

[64] Cf. III 15, 1. <<

[65] Este cabello lo hacía inmortal. Cf. II 6, 5. <<

[66] Cf. HESÍODO, Escudo 27-56, sin mencionar la larga duración de esa noche. DIODORO, IV 9, 2, explica la prolongación del tiempo que Zeus empleó para engendrar a Heracles en proporción a la grandeza y fuerza que éste habría de tener. Hay otras versiones sobre la duración de esta noche: según OVIDIO, Am. I 13, 46, y Trist. II 402, la noche duró como dos; LUCIANO, Diálogos de los dioses 10, 1-2, dice que era una noche equivalente a tres días completos. <<

[67] PÍNDARO, Nem. I 35, dice que Heracles acababa de nacer cuando enviaron las serpientes; TEÓCRITO, XXIV 1, que tenía diez meses. Cf. también PAUSANIAS, I 24, 2; HIGINO, Fáb. 30; VIRGILIO, En. VIII 288-9. <<

[68] Harpálico, hijo de Hermes, según TEÓCRITO, XXIV 104. <<

[69] Cf. PAUSANIAS, IX 29, 9; DIODORO, III 67, 2. <<

[70] Según PAUSANIAS, I 41, 3-4, fue Alcátoo quien mató al león. <<

[71] PAUSANIAS, en IX 27, 6, dice que Heracles yació con las cincuenta hijas de Tespio en una sola noche, pero en IX 27, 6, con cuarenta y nueve, pues una de ellas se negó y Heracles la hizo sacerdotisa suya. Cf. DIODORO, IV 29, 3; HIGINO, Fáb. 162. <<

[72] Cf. PAUSANIAS, IX 37, 2-3; DIODORO, IV 10, 3-5. <<

[73] Para PÍNDARO, Ist. IV 104-107, los hijos de Heracles y Mégara son ocho; para HIGINO, Fáb. 31 y 32, dos, y para EURÍPIDES, Heracles 995 ss., tres. <<

[74] Al morir Alcmena, cuando los Heraclidas se disponían a enterrarla, Hermes por mandato de Zeus sustituyó el cuerpo por una piedra y lo llevó a las islas de los Bienaventurados para que allí Alcmena se casara con Radamantis. Cf. ANTONINO LIBERAL, 33. Refiere PAUSANIAS, IX 16, 7, que en Tebas no hay un sepulcro de Alcmena, porque, según los tebanos, fue convertida en piedra al morir; pero en I 41, 1, dice que según los megarenses, Alcmena murió en el camino de Argos a Tebas y en cumplimiento de un oráculo la sepultaron en Mégara. <<

[75] DIODORO, IV 14, 3, añade, como regalo de los dioses, caballos de Posidón. <<

[76] Cf. DIODORO, IV 11, 1-3. EURÍPIDES, Heracles 987 ss.; este último sitúa la matanza de los hijos después de los trabajos, e incluye entre las víctimas a Mégara. <<

[77] El nombre de Heracles, según una etimología aceptada desde la antigüedad, se explicaría como «la gloria de Hera». Alcides, por su abuelo Alceo, el padre de Anfitrión. <<

[78] Cf. SÓFOCLES, Traquinias 1091-1102; EURÍPIDES, Heracles 359-435; DIODORO, IV 11, 3; IV 28, 4; HIGINO, Fáb. 30; OVIDIO, Met. IX 182-199; VIRGILIO, En. VIII 287-300. Los autores presentan algunas diferencias en el orden en que Heracles llevó a cabo los trabajos. <<

[79] El león de Nemea había nacido de Orto y Equidna, y había sido criado por Hera según HESÍODO, Teog. 326 ss. Cf. también SÓFOCLES, Traq. 1091 ss.; DIODORO, IV 11, 3-4. <<

[80] ‘Salvador’. <<

[81] En griego hay dos verbos distintos para expresar si el sacrificio se hace en honor de un dios (thýein), o si se hace en honor de un héroe (enagidsein). <<

[82] Cf. DIODORO, IV 12, 1. <<

[83] Hija de Tifón y Equidna según HESÍODO, Teog. 313 ss., también alimentada por Hera. <<

[84] La Hidra tiene cien cabezas según OVIDIO, Met. IX 71; en cambio, PAUSANIAS, II 37, 4, dice que una sola. <<

[85] A cambio de la ayuda que prestó a la Hidra, el cangrejo fue catasterizado por Hera en la constelación de Cáncer. Cf. ERATÓSTENES, Catast. 11; HIGINO, Astr. II 23. <<

[86] En lo sucesivo las flechas de Heracles, envenenadas por la bilis de la Hidra, producirán heridas mortales a los hombres e incurables a los dioses. <<

[87] Cf. PÍNDARO, Olímp. III 28 ss.; EURÍPIDES, Heracles 375 ss.; DIODORO, IV 13, 1; HIGINO, Fáb. 30. Sir W. Ridgeway, citado por Frazer (I, pág. 190), sugiere que debía de ser un reno hembra, por estar dotada de cuernos. Su nombre deriva del río Cerinites, en Acaya. <<

[88] Esta cierva había sido consagrada a Ártemis por Taígete, hija de Atlante; cf. PÍNDARO, Olímp. III 29-30. <<

[89] Cf. SÓFOCLES, Traq. 1097; HIGINO, Fáb. 30; DIODORO, IV 12. Refiere PAUSANIAS, VIII 24, 5, que los habitantes de Cumas poseían los colmillos del jabalí guardados en un templo de Apolo. <<

[90] Ninfa de los fresnos. Las ninfas melias nacieron de las gotas de sangre de Urano cuando fue mutilado por Crono. Cf. HESÍODO, Teog. 187. <<

[91] PAUSANIAS, V 1, 9-10. <<

[92] Cf. Ilíada, II 625 ss. <<

[93] Cf. PAUSANIAS, VII 18, 1; HIGINO, Fáb. 33; DIODORO, IV 33, 1. <<

[94] Cf. APOLONIO DE RODAS, II 1052 ss.; DIODORO, IV 13, 2; PAUSANIAS, VIII 22, 4. <<

[95] Cf. PAUSANIAS, I 27, 9-10; V 10, 9: DIODORO, IV 13, 4; HIGINO, Fáb. <<

[96] Más tarde lo matará Teseo; cf. Epítome 1, 5-6. <<

[97] Según DIODORO, IV 15, 3-4, Heracles dejó que las yeguas devoraran a Diomedes. HIGINO, Fáb. 30, habla de caballos, no de yeguas. <<

[98] Cf. APOLONIO DE RODAS, II 777 ss.; y 966 ss.; DIODORO, IV 16; PAUSANIAS, V 10, 9; HIGINO, Fáb. 30; EURÍPIDES, Heracles 408 ss. <<

[99] Según APOLONIO DE RODAS, II 968, Heracles se apoderó de Melanipe y a cambio de ella Hipólita le entregó el cinturón. <<

[100] El servicio de estos dioses a Laomedonte, que duró un año, está relatado en litada VII 452-3 y XXI 441-457, aunque sin explicar el motivo, que, según los escolios a Il. XXI 444 y a LICOFRÓN 34, fue haber conspirado contra Zeus. Posidón construyó las murallas de la ciudad mientras que Apolo se ocupó de los rebaños. Laomedonte, además de negarse a pagarles lo estipulado, amenazó a Apolo con venderlo como esclavo y a los dos con cortarles las orejas. Esta defraudación de Laomedonte a los dioses está narrada también en VIRGILIO, Geórg. I 502; HORACIO, Odas III 21-2; OVIDIO, Met. XI 205 ss. Refiere PÍNDARO, Olímp. VIII 30-47, que Éaco ayudó a los dioses para que se cumpliera el destino de Troya: sería conquistada si los dioses recibían la ayuda de un mortal en la construcción de las murallas. <<

[101] Cf. OVIDIO, Met. XI 211-215; HIGINO, Fáb. 89; DIODORO, IV 42, 1-6. <<

[102] Cf. Ilíada V 265-267. Según el Himno homérico a Afrodita (V) 210-212, Zeus entregó las yeguas a Tros, padre de Laomedonte. <<

[103] Cf. II 6, 4. El escolio de Tzetzes a LICOFRÓN 34, y el de Il. XX 146 basado en Helánico, cuentan que Heracles se arrojó armado en las fauces del cetáceo y, después de permanecer tres días en su vientre causando destrozos, salió completamente calvo. <<

[104] Cf. HESÍODO, Teog. 287-294 y 980-983; PAUSANIAS, III 18, 13 y IV 36, 3; DIODORO, IV 17-18; ESQUILO, Agam. 870; EURÍPIDES, Heracles 423; VIRGILIO, En. VI 289; HIGINO, Fáb. 30 y 151. Gadir es Cádiz; cf. ESTRABÓN, III 2, 11 y 5, 4. <<

[105] HESÍODO, Teog. 312, dice que el perro Orto tanía cincuenta cabezas. <<

[106] DIODORO, IV 18, 5 y PLINIO, Nat. Hist. III 4, le atribuyen la formación del estrecho de Gibraltar. Las columnas se considera que son o las rocas de Calpe (Gibraltar) y Abila (Ceuta), o dos pilares de bronce conservados en el templo de Heracles en Cádiz.

<<

[107] PANIASIS, en su obra Heracles, refiere que la copa en que Heracles atravesó el Océano era la del Sol, pero que la recibió de Océano; embarcado en ella navegó hasta Eritía. Cf. ATENEO 469d; MACROBIO, Saturnales V 21, 16 y 19. <<

[108] Ciudad del sur de España; cf. ESTRABÓN, III 4, 3. <<

[109] En Liguria Heracles también fue atacado por gran número de indígenas con los que sostuvo tan encarnizado combate que se le terminaron las flechas. Como no encontró piedras a mano, hizo una súplica a Zeus, quien hizo caer del cielo una lluvia de piedras, y con ellas Heracles puso en fuga a sus enemigos. Cf. ESTRABÓN, IV 1, 7; HIGINO, Astr. II 6. <<

[110] Apolodoro omite el célebre episodio de Caco que tuvo lugar en el monte Aventino, en Roma. Caco, un ser monstruoso que respiraba humo y llamas, robó las vacas a Heracles haciendo que caminaran hacia atrás para confundir las huellas, y las ocultó en una cueva. Cuando Heracles descubrió el hurto, atacó a Caco con los peñascos que formaban la cueva y recuperó el ganado. Cf. PROPERCIO, IV 9, 1-20; VIRGILIO, En. VIII 190-267; OVIDIO, Fastos I 543-578; DIODORO, IV 21. <<

[111] Cf. PAUSANIAS, III 16, 4-5: DIODORO, IV 23, 2-3; VIRGILIO, En. V 410-414; HIGINO, Fáb. 260. En Diodoro y Pausanias la lucha se produjo por todas las vacas, y las condiciones fueron que si ganaba Érix se quedaría con ellas, mientras que si ganaba Heracles, obtendría el reino de Érix. Añade Diodoro que Érix no estaba conforme con los términos del pacto, pero que Heracles lo convenció diciéndole que si él perdía las vacas, también perdería la inmortalidad. Érix fue vencido en la lucha y luego desterrado. <<

[112] Para el episodio de las manzanas de las Hespérides, cf. APOLONIO DE RODAS, IV 1396 ss.; DIODORO, IV 26; EURÍPIDES, Heracles 394 ss.; ERATÓSTENES, Catast. 3; OVIDIO, Met IV 637 ss. y IX 190; HIGINO, Astr. II 3; id. Fáb. 30. En cuanto al número de las Hespérides hay discrepancia: Hesperia y Aretusa pueden ser una sola, llamada también Hestía Eretusa o Hesperitusa en los códices. <<

[113] Cf. HIGINO, Fáb. 31. Como indica FRAZER (I, pág. 221), este Cieno es distinto del otro Cieno, hijo igualmente de Ares, pero de diferente madre, a quien da muerte Heracles más tarde (II 7, 7). <<

[114] Hijas de la Noche según HESÍODO, Teog. 215-6; de Atlante y de una hija de Héspero (hermano de Atlante), en DIODORO, IV 27. <<

[115] Cf. PÍNDARO, Ist. IV 87-97; PAUSANIAS, IX 11, 6; DIODORO, IV 17, 4; HIGINO, Fáb. 31. <<

[116] C. DIODORO, IV 18, 1; IV 27, 2-3; OVIDIO, Met IX 182-3; id. Arte de amar I 647-653; HIGINO, Fáb. 31 y 56. ISÓCRATES, Busiris 15, niega que Heracles y Busiris fueran contemporáneos. FRAZER (I, págs. 224-5) aduce varios testimonios que prueban, contra la opinión de Heródoto, la práctica de sacrificios humanos en Egipto. <<

[117] Cf. DIODORO, IV 27, 3. <<

[118] Cf. DIODORO, IV 15, 2; HIGINO, Fáb. 35, 54, y 144, id. Astr. II 15. Higino en un pasaje hace durar treinta años el castigo de Prometeo, y en otro treinta mil. <<

[119] Cf. II 5, 4. El olivo es como una cadena simbólica a que Heracles se somete por haber liberado a Prometeo. Éste, a su vez, llevó en su dedo un anillo hecho de hierro con el que estuvo aprisionado, para no invalidar la promesa de Zeus de no soltarlo nunca. <<

[120] EURÍPIDES, Heracles 394-399. <<

[121] En Ilíada VIII 366-369 se dice que Atenea ayudó a Heracles a sacar el Cerbero del Hades; en Odisea XI 623-626, que fue Hades. Cerbero, en otras fuentes, posee cincuenta o cien cabezas, o sólo tres. <<

[122] Cf. DIODORO, IV 25, 1. <<

[123] Cf. BAQUÍLIDES, V 56-175. <<

[124] Cf. Epítome 1, 23-24; Odisea XI 631; APOLONIO DE RODAS, I 101 ss.; DIODORO, IV 26, 1; IV 63, 4-5; EURÍPIDES, Heracles 619; PAUSANIAS, I 17, 4; IX 31, 5; X 29, 9; HIGINO, Fáb. 79. Según Higino, Heracles rescató a Teseo y Pirítoo, pero según Diodoro, a ninguno. <<

[125] Cf. I 5, 3. <<

[126] PAUSANIAS, en II 31, 2, coincide con Apolodoro en que la subida del Hades fue por Trezén, pero en II 35, 10 dice que fue por Hermione, y en IX 34, 5, que por el monte Lafistio, en Beocia. <<

[127] Cf. OVIDIO, Met V 538 ss. <<

[128] Cf. SÓFOCLES, Traq. 260 ss. <<

[129] Cf. II 4, 12. <<

[130] Cf. I 9, 15. <<

[131] HOMERO, Odisea XXI 22-30, refiere que Ífito salió en busca de doce yeguas que le habían desaparecido y Heracles, después de haberle dado alojamiento, lo mató y se quedó con las yeguas; pero según el escolio a Odisea XXI 22, las yeguas habían sido robadas por Autólico y vendidas a Heracles. La versión que ofrece SÓFOCLES, Traq. 262-279, es algo distinta: Heracles se venga de los insultos de Éurito arrojando a Ífito desde una alta roca de Tirinto. Cf. también DIODORO, IV 31, 2-3. <<

[132] Cf. DIODORO, IV 31, 4-5. <<

[133] Cf. HIGINO, Fáb. 32; SERVIO, a En. VIII 300. <<

[134] Cf. SÓFOCLES, Traq. 247 ss.; DIODORO, IV 31, 5-8; LUCIANO, Diálogos de los dioses 13, 2. <<

[135] Los Cércopes (de kérkos, ‘cola’) eran unos extraños personajes dotados de cola, ladrones y malhechores (DIODORO, IV 31, 7). Según OVIDIO, Met. XIV 90-100, Zeus los transformó en monos, pero según FERECIDES, 3 F 77, fueron transformados en piedras. <<

[136] Cf. CONÓN, Narraciones 17; DIODORO, IV 31, 7. <<

[137] PAUSANIAS, IX 11, 4-5, habla de una estatua de Heracles, obra de Dédalo que aún existía en su época. <<

[138] Cf. I 9, 16 ss. <<

[139] Cf. I 8, 2 ss. <<

[140] Cf. III 16 y Epítome 1 ss. <<

[141] Cf. Ilíada V 640-643; DIODORO, IV 32; OVIDIO, Met. XI 213-217; HIGINO, Fáb. 89. <<

[142] ‘Vencedor glorioso’. <<

[143] Cf. OVIDIO, Met. XI 215-217; EURÍPIDES, Andróm. 796 ss.; SÓFOCLES, Áyax 1299-1303. <<

[144] Apolodoro deriva el nombre de Príamo de príamai, ‘comprar’. <<

[145] Cf. I 3, 5. <<

[146] Cf. I 6, 1-2. <<

[147] Cf. DIODORO, IV 33, 1; PAUSANIAS, V 1, 10-11; V 2, 1; VI 20, 16. <<

[148] Éurito y Ctéato, llamados Moliónidas por su madre, o Actóridas por su padre, son descritos unas veces como siameses simplemente (escolio a Ilíada XXIII 638), otras, con dos cuerpos diferenciados, pero cada uno con dos cabezas, cuatro manos y cuatro pies (FERECIDES, 3 F 79 en escolio a Ilíada XI 709). Cf. Ilíada II 621; XI 709-10 y 750 ss.; XXII 638. <<

[149] Cf. DIODORO, IV 33, 3-4; PAUSANIAS, V 3, 1-3. <<

[150] Cf. PÍNDARO, Olímp. VI 67 ss.; X 24 ss.; DIODORO, IV 14, 1; V 64, 6; PAUSANIAS, V 7, 9; 8, 1 y 3-4; HIGINO, Fáb. 273. Frazer cree error de Apolodoro la mención de un altar dedicado a Pélope, a quien sólo podía corresponder una fosa como sacrificadero; cf. PAUSANIAS, V 13, 1. <<

[151] También hirió a Ares y a Hera que lucharon a favor de los pilios. Cf. HESÍODO, Escudo 359; Ilíada V 392-400; XI 690-693; PAUSANÍAS, II 18, 7; VI 25, 2-3; OVIDIO, Met. XII 549-572. <<

[152] Cf. DIODORO, IV 33, 5-6; PAUSANIAS, II 18, 7; III 10, 7; VIII 53, 9. <<

[153] Cf. PAUSANIAS, VIII 47, 5. <<

[154] Según ALCIDAMANTE (Odyss. 14-16), un oráculo había advertido a Áleo que un hijo de Auge mataría a los hermanos de ésta; entonces Áleo dedicó su hija al sacerdocio de Atenea. Al llegar Heracles ebrio violó a Auge, y su padre se la entregó a Nauplio para que la arrojase al mar. Nauplio llevó a Auge y al niño hasta Misia donde el rey Teutrante la hizo su esposa. HIGINO, Fáb. 99 y 100, ofrece otra versión: Teutrante acoge a Auge como una hija, y Télefo, que llegó más tarde a Misia, ayudó a Teutrante a defender el reino que estaba amenazado por Idas, el hijo de Afareo. Teutrante lo recompensó con la mano de Auge, pero ella no quería unirse a él y estaba dispuesta a matarlo; los dioses enviaron un enorme dragón y entonces Auge reveló sus propósitos a Télefo. Éste se disponía a matarla, pero ella invocó a Heracles y la madre y el hijo se reconocieron y regresaron a su patria. Según DIODORO, IV 33, 11-12, Teutrante casó a Télefo con una hija suya. <<

[155] De thēlḗ, ‘ubre’ y élaphos, ‘cierva’. <<

[156] Cf. SÓFOCLES, Traq. 9-21; DIODORO, IV 35, 3-4; OVIDIO, Met. IX 1-88; HIGINO, Fáb. 31. Según Ovidio el río se transformó primero en serpiente y luego en toro. <<

[157] Hay distintas versiones sobre el cuerno de Amaltea, llamado por los latinos Cuerno de la Abundancia. Para algunos es un cuerno de la cabra Amaltea, o de la cabra con que la ninfa Amaltea había criado a Zeus; para otros es el cuerno de Aqueloo que Heracles había arrancado y se lo había dado a las ninfas, quienes lo llenaron de frutas. Cf. OVIDIO, Met. IX 85-88; id. Fastos V 115-128. HIGINO, Astr. II 13, y ERATÓSTENES, Catast. 13, mencionan el catasterismo de la cabra. <<

[158] Cf. DIODORO, IV 29, 3-6. <<

[159] Cf. DIODORO, IV 36, 2; PAUSANIAS, II 13, 8. Éste llama al muchacho Ciato. <<

[160] Cf. SÓFOCLES, Traq. 555 ss.; DIODORO, IV 36, 3-5; OVIDIO, Met. IX 101-133; HIGINO, Fáb. 34; ESTRABÓN, X 2, 5. <<

[161] Cf. CALÍMACO, Himno a Ártemis 160-1. <<

[162] Cf. DIODORO, IV 37, 3-4. <<

[163] Cf. HESÍODO, Escudo 57-423; PÍNDARO, Olímp. III 82; PAUSANIAS, I 27, 6. Cf. supra, nota 113. <<

[164] Cf. DIODORO, IV 37, 4. <<

[165] Por haberle negado la mano de su hija Yole, cf. II 6, 1. <<

[166] Cf. SÓFOCLES, Traq. 351-362, 476-478; HIGINO, Fáb. 35; DIODORO, IV 37, 5. <<

[167] Cf. SÓFOCLES, Traq. 756-806; DIODORO, IV 38, 1-2; OVIDIO, Met. IX 136-272; HIGINO, Fáb. 36. <<

[168] Cf. SÓFOCLES, Traq. 1191 ss.; DIODORO, IV 38, 3-8; OVIDIO, Met. IX 229 ss. El arco y las flechas de Heracles los heredará Filoctetes de su padre Peante, y serán utilizados en la guerra de Troya. Cf. Epítome 5, 8. <<

[169] Cf. Odisea XI 602-604; HESÍODO, Teog. 950-955; id. Fr. 229; EURÍPIDES, Heraclidas 915-6; OVIDIO, Met. IX 400-1. <<

[170] Apolodoro omite un famoso episodio sucedido durante la guerra que sostuvieron los atenienses con Euristeo a causa de los hijos de Heracles: un oráculo había declarado que los atenienses vencerían, si uno de los hijos de Heracles se ofrecía voluntariamente a morir; así lo hizo Macaria, hija de Heracles y Deyanira, y los atenienses obtuvieron la victoria. Cf. PAUSANIAS, I 32, 6; EURÍPIDES, Heraclidas 406 ss., 474-601, 819-922. <<

[171] Según EURÍPIDES, Heraclidas 843-866, 928-980 y 1030-1055, Yolao hizo prisionero a Euristeo junto a las rocas Escironias y lo llevó ante Alcmena para su ejecución. De acuerdo con PÍNDARO, Pít. IX 79 ss., lo mató Yolao, no Hilo. <<

[172] Cf. DIODORO, IV 58, 1-4. <<

[173] HOMERO (Ilíada II 653-670) dice que Tlepólemo huyó a Rodas por las amenazas de los demás Heraclidas. Cf. también PÍNDARO, Olímp. VII 27; DIODORO, IV 58, 7-8. <<

[174] La laguna podría referir los sucesos relatados por DIODORO, IV 58, 1-2 y PAUSANIAS, VIII 5, 1: Hilo penetra en el Peloponeso a través del Istmo y muere en combate singular a manos de Équemo, rey de Tegea. <<

[175] Al parecer había una segunda parte del oráculo que les aconsejaba que pasaran al Peloponeso por el estrecho, pero «estrecho» no se refería al Istmo, sino a la entrada del golfo de Corinto. <<

[176] Naupacto quiere decir ‘astilleros’. <<

[177] Aristodemo era hijo de Aristómaco y hermano de Témeno y Cresfontes; los conquistadores del Peloponeso fueron los tataranietos de Heracles. Cf. PAUSANIAS, II 18, 7. <<

[178] Según PAUSANIAS, III 13, 4, ese adivino era un acarniense de nombre Carno. <<

[179] Cf. PAUSANIAS, IV 3, 3-5. <<

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