Bella

Bella


Capítulo 23

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—Sé mucho más de lo que crees. Conozco a Caleb Novak desde hace tiempo, ¿y tú?

Sonríe triunfal cuando permanezco en silencio.

—Su destino está sellado desde el día que te conoció. Ha arriesgado todo por ti, y tú… —Hace una pausa, observando mis ojos —, has cavado su tumba.

 

??????

 

Aleksi.

 

Allek tiene el puto descaro de venir a mi casa. Él cree que podrá seguir tomándome el pelo para matar a Novak, y atrapar a Bella.

Mis guardias lo dejaron pasar gracias a mi autorización. Bajo las escaleras sosteniendo un vaso de vodka entre mis manos. Mi navaja suiza está en el bolsillo de mi pantalón. Su presencia me provoca asco. Su aspecto es un completo desastre con el labio partido, y ojos casi cerrados. Asco.

—Déjame adivinar —Me burlo—. ¿Novak te ha dado una gran paliza?

No me pasa desapercibido el nerviosismo que desprende su cuerpo. Pensé que era más inteligente. ¿Cómo se atreve a venir a mi casa después de todo? Es hombre muerto.

—Fue por ella —gruñe entre dientes. Le está costando hablar—. Destruyó el prostíbulo de mi padre, y se la llevó.

—¿Y tú lo permitiste?

—Admito que jamás me lo esperaba —confiesa—. Le hice una pequeña visita a tu zorra, luego él llegó, y…

Me muevo rápido, y estoy sobre él con mi navaja apuntando su garganta. Los ojos de Allek se abren ampliamente.

—¿Qué le hiciste? —grito, mi saliva salpicando su rostro—. Dímelo todo, o cortaré tu garganta.

Esta vez sí cumpliré mi promesa. Desde un principio debí matarlo por meterse en mis asuntos. Al diablo mi tío Vlad. Ya no me importa las consecuencias que traiga matar a mi propia sangre. Todo está justificado. Se atrevió a traicionarme, y soy yo quién manda. Puedo hacer lo que se me dé la puta gana.

Allek intenta apartarme, pero lo sostengo con fuerza.

—¡Habla! —exijo.

Se lame los labios, y sonríe.

—Fui a su habitación para darle la noticia sobre esa niñita —dice con diversión—. Debiste ver su rostro. Estaba tan destrozada cuando le dije que violé a esa mocosa.

La niña…

Él está hablando de la niña que Bella tanto adora.

Melanie.

—¿Lo hiciste? —Me enfurezco.

No responde, y lo apuñalo en el estómago. Grita de dolor, su cuerpo se sacude hacia delante y hacia atrás, pero incapaz de ir a ningún sitio mientras la sangre se derrama en el suelo.

—¡Joder! —maldice.

—¡Responde!

—¡No! —grita, sosteniendo su estómago—. ¡Mentí para herirla!

Mi puño va a su boca rompiendo uno de sus dientes. Allek maldice, y escupe sangre.

—¿Dónde mierda está la niña?

Sonríe a pesar de la situación. Jodido hijo de puta. ¿Tiene deseos de morir? Al parecer sí.

—Nunca lo sabrás —continúa riéndose—. Ella te odia, está con otro hombre. ¿Y tú, Aleksi? Estás arruinado.

Estoy tratando de mantener la calma.

—La encontraré.

Pone los ojos en blanco.

—¿Y qué logras con eso?

—Algo que a ti no te concierne.

Suelta una carcajada sin dejar de sostener su estómago.

—Olvidas que Novak es un asesino entrenado —dice—. Será difícil que la encuentres.

Me importa una mierda si Novak forma parte de un culto satánico. Encontraré a Bella, y voy a matarlo.

—Mark —ordeno—. Encierra a esta basura en el calabozo.

Allek se ríe, y no se inmuta cuando Mark lo coge de su cabello para ponerlo de pie.

—Voy a sacarte la maldita verdad, y tu papi sabrá sobre esto.

—Puedes hacer lo que quieras, pero no me matarás. Sabes muy bien que me necesitas.

Aunque odie admitirlo, este pedazo de mierda tiene razón. Allek sabe mucho más de lo que dice.

Observo como Mark arrastra a Allek al calabozo. Minutos después vuelve, y me informa que Allek está encerrado. No tiene idea de lo que le espera. Mi tío Vlad estará furioso cuando sepa sobre su traición.

—¿Señor? —inquiere.

—Reúne a nuestros mejores hombres, y ordena que la busquen. Pongan recompensas, lo que sea. La quiero con vida.

Asiente, y se retira.

Mis pensamientos, una vez más, se desvían hacia Bella. No puedo mantener mi mente fría cuando se trata de ella. Me enseñaron a ser lo que soy, me enorgullezco de lo que me he convertido. Sin embargo, esa mujer ha logrado debilitarme.

No importa cuántas veces intente huir, la encontraré de nuevo. Y cuando la atrape, aprenderá de una maldita vez que su lugar es estar a mi lado. Nunca la dejaré ir.

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