Atlantis

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Capítulo 5

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—Una cosa maravillosa llamada «política». —Howe hizo girar su sillón hasta quedar frente a ellos—. Estas aguas están en disputa. A unas cuantas millas hacia el este hay un grupo de islotes deshabitados, que reclaman griegos y turcos. Esa reclamación ha llevado a ambos países al borde de la guerra. Hemos informado a los turcos de la presencia del Vultura en estas aguas, pero la política determina que su objetivo son los griegos, no un delincuente kazajo. La mera presencia de buques de guerra griegos en esta zona es suficiente para poner en estado de máxima alerta al Mando de la Defensa Marítima turco. Hace una hora, cuatro F16 de la fuerza aérea turca sobrevolaron una zona situada a cinco millas hacia el este de donde nos hallamos. Griegos y turcos siempre han sido amigos de la UMI, pero…

Howe apagó la imagen y la pantalla volvió a mostrar la vista exterior del

Seaquest.

York se levantó y comenzó a pasearse entre los sillones, las manos cruzadas tras la espalda.

—No podemos enfrentarnos al Vultura y derrotarlo. No podemos confiar tampoco en recibir ayuda. Nuestra única opción es acceder a sus exigencias, abandonar la zona inmediatamente y renunciar al naufragio. Como capitán debo pensar primero en la seguridad de mi tripulación.

—Podríamos intentar negociar con ellos —sugirió Costas.

—¡Eso es inaceptable! —York golpeó la consola con la palma de la mano, liberando de pronto la tensión acumulada en las últimas horas—. Esa gente sólo negociará según sus propios términos. Cualquiera que fuese al Vultura con intención de negociar sería retenido inmediatamente como rehén. No arriesgaré la vida de uno solo de los miembros de mi tripulación.

—Permítanme que lo intente.

Todos miraron a Katya.

—Soy la única opción que tienen —dijo con calma—. Soy una parte neutral. Asían no tendría nada que ganar cogiéndome como rehén y sí todo que perder en sus tratos con el gobierno ruso. —Hizo una pausa y el tono de su voz se endureció—. Las mujeres son respetadas entre su gente. Y mi familia tiene influencias. Puedo mencionar un par de nombres que a Asían le resultarán muy interesantes.

Se produjo un largo silencio mientras los hombres digerían sus palabras. Jack trató de que sus emociones no influyeran en su decisión mientras barajaba todas las posibilidades. No le convencía nada la idea de poner a Katya en peligro, pero sabía que ella tenía razón. Al ver la expresión de su rostro, Jack confirmó que no tenía muchas alternativas.

—De acuerdo. —Jack se levantó de su sillón—. Yo invité a Katya a venir al

Seaquest, de modo que la decisión es mía. Quiero un canal seguro para hablar con el Vultura.

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