Argentina: Las Fuerzas Armadas intervendrán en Seguridad Interior

Argentina: Las Fuerzas Armadas intervendrán en Seguridad Interior


La noche del 23 de mayo hubo una reunión en Olivos de la que participó Fulvio Pompeo, mano derecha de Marcos Peña para el área de Defensa, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el secretario de Seguridad Eugenio Burzaco y el ministro de Defensa Oscar Aguad. Se habló de modificar el decreto 727/2006 de Nilda Garré , que establece que las Fuerzas Armadas Argentinas (FAA) no pueden intervenir en temas de seguridad interior.

Luego de la reunión mantenida en la quinta presidencial de Olivos el miércoles por la noche, Mauricio Macri, aprovechó el locro del viernes para continuar discutiendo con el gabinete a pleno la posibilidad de modificar el decreto 727 de Nilda Garré, para que las Fuerzas Armadas, sí puedan prestar servicios de seguridad interior y, de esa forma, liberar efectivos de seguridad para su cometido. Macri suele decir que tiene 80.000 hombres ociosos, que son de las Fuerzas Armadas.

En el Decreto 727, en su artículo primero de dicho decreto se establece:

Artículo 1º — Las Fuerzas Armadas, instrumento militar de la defensa nacional, serán empleadas ante agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otro/s Estado/s, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley Nº 24.059 de Seguridad Interior y en la Ley Nº 24.948 de Reestructuración de las Fuerzas Armadas en lo concerniente a los escenarios en los que se prevé el empleo del instrumento militar y a las disposiciones que definen el alcance de dicha intervención en operaciones de apoyo a la seguridad interior.

En un programa de LN en vivo, el periodista corporativo, Carlos Pagni, intentó justificar la modificación al Decreto recurriendo a la defensa que la Argentina debería dar -en el marco de la seguridad interior-, frente a supuestos ataques terroristas o en la lucha contra el narcotráfico. "Es ridículo que la Central Atucha, sea custodiada por gendarmes cuando lo podría hacer el ejército". "O en la frontera norte, liberar a Gendarmeria y suplirlos también por el ejército", dijo Pagni.

Pero cuál sería la verdadera motivación del gobierno macrista que lo lleva a afrontar esta modificación. Todo indica que una vez conocidas las exigencias del FMI que incluye más ajustes como rebaja en las jubilaciones, salarios a la baja, nuevos tarifazo en los servicios, un achicamiento del estado en alrededor de 200.000 millones, y estas reformas conllevan una respuesta popular inmediata. ¿No será que el Gobierno está pensando en una mega recesión lo que implica reprimir más duramente? Realmente, esta noticia de reformar un Decreto pre-existente y por ende transferir personal militar para tareas de seguridad en este contexto, nos lleva a pensar que el Gobierno se prepara para reprimir violentamente.

Pero, al interior del gabinete macrista hay una muralla entre le mundo de la Seguridad y el de Defensa. Hay diferencias profundas y retracción entre funcionarios de jefatura de Gabinete que comulga con la ideología de Garré. Frente a esto se observa a un sector de las Fuerzas Armadas que no quiere convertirse en policía y, a su vez, un pensamiento acorde con Macri referido a que si esa fuerza no tiene justificación, puede desaparecer. Los que también apoyan la idea de que tanto Gendarmería como Prefectura pasen a depender del Ejército como en las épocas más nefastas de nuestra Argentina.

¿Cuánto de estas reformas tienen que ver con el ajuste fiscal?

Nicolás Dujovne debe llevarle a Christine Lagarde un programa de ajustes que desarrollará el Ejecutivo para que el FMI estudie la viabilidad del crédito stand-by. Volver a endeudar al país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene su precio, y será atarse a las recetas del fondo, es decir congelamiento de jubilaciones, más despido de empleados estatales y eliminación total de subsidios a las tarifas, entre otras. Lo podemos resumir en un terrible ajuste fiscal. Y esta profundización de los ajustes, no cierran sin represión.

Desde la asunción al poder, Macri, no ha parado con los ajustes y los tarifazos. Paralelamente el gobierno fue quedando atrapado en su dogmatismo: una desregulación total de las cuentas externas que derivó en una cada vez más importante escasez de divisas, a pesar del mega endeudamiento.  Hasta 2015 los exportadores estaban obligados a liquidar sus divisas en 60 días, así aseguraban un flujo importante de dólares constante. Hoy el campo no tiene obligación de liquidar divisas y no lo hace.

El regreso al FMI implicará, por un lado, profundizar aún mas los ajustes llevados adelante hasta el momento por el Régimen macrista. Lo que también significará la multiplicación de la reacción del pueblo argentino frente a la perdida de sus derechos adquiridos. Las manifestaciónes en el país se harán presentes y contínuas. Por otro, el gobierno neoliberal no tiene el control de las calles, y frente a estas proyecciónes necesita tirar de las FFAA para sus políticas represivas.

La ola represiva comenzó en el laboratorio jujeño en 2016, para luego irradiarse en todo el país. Sus socios fueron Gendarmería, Prefectura, Policia Federal, Policía Porvincial y los Grupos Mediáticos/Judicial. El círculo superior del Poder sabe muy bien que la intoxicación mediática tiene rendimientos decrecientes a medida que el desastre económico y social se ha profundizado, la perdida de eficacia de ese instrumento requerió cada vez más del empleo de la fuerza.

En este marco, recordemos que el Grupo Halcón de la Policía de la Provincia de Buenos Aires realizó viajes de entrenamiento a los territorios palestinos ocupados por Israel, donde recibieron capacitación israelí en técnicas represivas contra la población civil.

Los servicios de inteligencia de Estados Unidos como la CIA y la DEA o la Mossad de Israel han penetrado en profundidad, no solo en las estructuras de inteligencia, policías y sistemas de seguridad interior en general, sino también en la áreas políticas como el Ministerio de Relaciones Exteriores. La DEA, especializada en el tráfico de drogas, tiene una actuación destacada hoy en la Argentina. De esto se encargó particularmente la ministra de Defensa Bullrich.

El entramado represivo está estructurado, solo faltaba añadir para dar el golpe final, al Ejército, y para justificar su presencia cotidiana, modificarán el decreto de Garré.







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